No soy una persona que tienda a idealizar nada en general, ni personas ni obras artísticas, por lo que para mí no fue un problema cuando se anunció que se iban a realizar varias precuelas de Watchmen. No clamé a los cielos ni me rasgué las vestiduras, para mí no hay nada intocable y todo universo es susceptible de ser ampliado y enriquecido, y en el caso de hacerlo peor, no pienso que desvirtúe la obra original, que permanece ahí, inmutable, para la historia. No, por muy malas que fuesen esas precuelas, no iban a manchar el legado ni lo que significa Watchmen, ni viceversa, tampoco iban a mejorar lo que ya es una obra maestra. Simplemente iban a aportar más información sobre unos personajes de los que, en el fondo, no sabíamos demasiado. O al menos eso es lo que yo esperaba. Más allá de la calidad de la historia, en algunos casos la aportación fue nula, como en Rorschach, en otros muy poca, como en Ozymandias, y en otros fue bastante más interesante, como en Dr. Manhattan o como en la obra que hoy analizamos, Antes de
Así pues, tras leer al menos un par de veces todos los números de Antes de Watchmen, y reseñar casi la totalidad de ellos, os puedo decir que básicamente las obras de estas precuelas se clasifican en esos tres apartados según su aportación al universo de Watchmen y, por ende, su interés para el lector. Hoy finalizamos las reseñas de estas precuelas iniciadas hace dos años con motivo de la reedición en cartoné de las mismas por parte de ECC Ediciones. Y no he dejado para el final Minutemen por casualidad (no, no voy a reseñar El Comediante, os ahorro a vosotros y a mí mismo el sufrimiento), sino porque, además obviamente de que ha sido una de las últimas en reeditarse, es mi favorita, junto a Dr. Manhattan. Si solo tuvieseis que leer una sola historia de estas precuelas, recomendaría esta, quizá incluso antes que la de nuestro amigo azul, por su carácter emotivo. Y quien sino podría dar lugar a esta historia sino el gran
En Minutemen, asistimos a la creación y evolución del famoso grupo predecesor de los Crimebusters, mediante la narración de Hollis Mason, el primer Búho Nocturno, a través de su autobiografía, Bajo la máscara, de la cual Moore escribió varias páginas en Watchmen, y de la cual aquí tenemos una ampliación, o mejor dicho, una perspectiva diferente de lo que ahí se contaba. Mason nos relata desde el principio la formación del grupo, desde la aparición del primero de ellos, Justicia Enmascarada, hasta la confluencia de todos gracias a la unión y a los recursos del Capitán Metrópolis. Pero desde el comienzo, notamos que el tono de la historia no es ni mucho menos alegre, sino todo lo contrario. Esto no es una celebración del superhéroe, sino una desmitificación, haciendo así Cooke su homenaje a la obra de Moore, siendo seguramente el que mejor ha entendido cómo se tenía que hacer esto con una iniciativa como Antes de Watchmen.
La narración de Mason es descorazonadora, por su crítica visión de los justicieros, su propio gremio y en cuyas críticas él mismo también se incluye, y desgarradora a nivel emocional, por lo trágico del destino de la mayoría de los héroes que conformaron los Minutemen. Así pues, y aunque el protagonista más por ser el narrador que por otra cosa es Búho Nocturno, nos enseñan muchos detalles de todos y cada uno de los héroes, y tras su lectura, nos queda una visión más amplia y una comprensión mucho más clara de estos personajes y de su idiosincrasia.
Minutemen tiene todo lo que una obra del universo Watchmen debe tener: personajes bien trazados, homenaje a la obra original, es decir, más allá de guiños, sino con el tono y la filosofía, y aportaciones verdaderamente interesantes de los personajes. Y por eso, es la mejor obra de todo Antes de Watchmen, junto con Dr. Manhattan, aunque ésta por otros motivos, y la única que de verdad aporta algo al universo Watchmen y que merece la pena revisitar de vez en cuando.
Pero en esta edición en cartoné de ECC Ediciones también se incluyen el one-shot de
En Moloch tenemos de vuelta
El apartado artístico es uno de los puntos más fuertes ya no solo de estas obras, si no de la iniciativa Antes de Watchmen en general. Ni Minutemen, ni Moloch, ni Dollar Bill podían ser una excepción a esto, ya que cuentan con el dibujo de Darwyn Cooke y el color de
Así pues, os dejo con una recopilación de portadas alternativas, otro de los puntos fuertes de Antes de Watchmen, de estas tres obras, con artistas de diferentes estilos.
Rorschach
Búho Nocturno
Espectro de Seda
Dr. Manhattan
Ozymandias
El corsario carmesí
Guión - 8.5
Dibujo - 9.2
Interés - 8
8.6
Brillante
Una aportación de Darwyn Cooke al universo de Watchmen brillante, nostálgica y emocionante, que verdaderamente aporta algo interesante y distinto con esta obra, que la diferencia de la mayoría de la iniciativa Antes de Watchmen. Moloch y Dollar Bill, más olvidables, pero no empañan la calidad de este tomo.