Algo nuevo, algo viejo. Es un dicho que se le puede aplicar perfectamente a El Amistoso Vecino Spider-Man, la nueva cabecera arácnida que sin embargo escribe el veterano guionista Peter David.
El polémico autor de series tan interesantes como Fallen Angel, Young Justice, Capitán Marvel y Madrox, o de etapas ya clásicas como sus andaduras en Hulk, Factor-X o Supergirl, regresa al universo arácnido en que el ya trabajó durante la década de los ochenta.
Fue en aquella época cuando sus aclamadas historias en Spectacular Spider-Man dejaron momentos e historias tan memorables como La Muerte de la Capitana DeWolff o la de El Duende.
Con un currículum tan bien avalado como el de PAD (Peter Amazing David), lo que podemos esperar de su nueva serie de Spidey es mucho, sobre todo porque otro viejo conocido del personaje se encarga del dibujo: Mike Wieringo.
Pero como no solo de grandes nombres vive la araña, el lanzamiento de Amistoso Vecino… sirve para arrancar el crossover El Otro: Evoluciona o Muere, una historia de 12 partes repartida en las 3 series principales de Spider-Man: Amazing, Marvel Knights y Amistoso Vecino.
El Otro promete sacudir la ya de por sí intranquila vida de Peter Parker, porque supone el retorno de Morlun, la imbatible némesis con la que Spidey se la vio al inicio de la etapa de Straczynski en Amazing, y según cuentan desde Marvel, el status de Parker quedará severamente tocado tras la saga (¡perdiendo un órgano!), y su estado mental durante ella.
Con Morlun y su sed de drenar para hacer suya la energía de Peter, vuelve también la trama de los tótems animales que ha planeado en Amazing desde hace ya varios años.
En lo que respecta a la nueva serie de David y Ringo, ya desde le primer número se hace patente con la creación del villano Rastreador su intención de utilizar nuevos oponentes en lugar de recurrir a los de toda la vida. Lo cierto es no parece que este nuevo villano se las arregle nada mal contra Spidey, porque utiliza su pericia e ingenio para situarle en un par de embarazosas situaciones que no destriparé aquí.