Sin embargo, este no es exactamente el caso de Masacre. En su larga carrera en el noveno arte
Pero quizás, haya una cosa que defina mejor que nada al
2016 fue el año en el que Deadpool saltó al séptimo arte, y Panini, como viene haciendo desde que los superhéroes marvelitas copan la mayoría de los estrenos anuales en las salas de cine, decidió recopilar en un nuevo formato una de las mejores etapas que jamás haya tenido Masacre, escrita por
Y es que, puede que tanto cine de superhéroes esté teniendo diversos efectos en el celuloide como arte, siendo muchos de ellos negativos, pero no se puede negar, que uno de sus aspectos positivos es la reedición de material que o bien estaba descatalogado en nuestro país, o bien directamente era inédito. En este caso, la etapa de Joe Kelly a los mandos de la colección de Masacre había sido editada por Panini en su controvertido formato Extra Superhéroes, mereciendo a gritos una edición en tapa dura que, si bien es más cara para el consumidor, no deja de darle a la obra la calidad física que merece, equiparable a la ostentan su guión y dibujo.
El objeto de esta reseña es aportar una opinión sobre los primeros números de esta genial etapa, que se recopila por Panini en dos volúmenes.
Hasta que llegó Joe Kelly a finales de los 90, Masacre había tenido tres hitos destacables en Marvel: El primero, como es sabido, en el número 98 de Nuevos Mutantes (de Febrero de 1991), escrito por sus míticos padres en la viñeta, Rob Liefeld y Fabian Nicieza e ilustrado por el propio Liefeld. En aquel único número, no se atisbaba lo que el personaje llegaría a ofrecer, pero quedaba claro que Marvel tenía algo muy interesante entre manos, y que el público pedía más sobre ese No Mutante, que aparecía de la nada en la colección de los Nuevos Mutantes.
Seguidamente, en 1993, llegaría la miniserie The Circle in Chase (algo así como Círculo de Persecución) escrita por Nicieza y dibujada por Joe Madureira, seguida en 1994 por otra miniserie, Sins of the Past (Pecados del Pasado), escrita por Mark Waid e ilustrada por Ian Churchill. Así pues, el éxito del personaje era más que claro, lo que llevó a Marvel, en el año 1997 a dotar a Deadpool de su propia serie regular, bautizada como Deadpool Volumen 3 (donde los volúmenes 1 y 2 estaban formados por las dos mini series a las que he hecho referencia), en la que un Joe Kelly muy en forma por aquel entonces sentó las bases del Deadpool que todos amamos y odiamos.
Sin perjuicio de lo aquí manifestado, si queréis saber más sobre cada una de estas etapas, incluida la que se reseña aquí, no olvidéis escuchar el
Así, sería la genial pluma de Joe Kelly la que narraría los orígenes canónicos del personaje, objeto de un experimento al que Wade Wilson se sometía para curarse de un cáncer terminal, acabando por obtener un poderoso factor curativo muy similar al de cierto mutante con esqueleto de adamantium, pero conservando su cáncer y las secuelas físicas que dicha enfermedad y el experimento habían dejado en su cara, marcada para siempre por profundas cicatrices, que sólo eran un mero atisbo de las verdaderas cicatrices, las que el personaje llevaba grabadas a fuego en su alma, que lo dotaban de un carácter duro, amargo y de desprecio absoluto hacia todo ser vivo que Wilson enmascaraba bajo una actitud socarrona, sarcástica y desternillantemente graciosa.
Por ello, fue en estas páginas en las que se daría a conocer al Supervisor, uno de los primeros villanos de Masacre, pero no sólo a él, si no a otros personajes fundamentales para la historia del Mercenario Bocazas. Me refiero sin duda a Comadreja, particular y atípico socio del protagonista, a los miembros de La Casa Infernal, tugurio donde los mercenarios como Wade se sentaban a charlar, beber y aceptar lucrativas misiones, o a Althea, más conocida como La Ciega Al, una mujer invidente a la que Wade secuestraba en su propia casa, y que se convertía a ratos en una compañera de piso del mayor amante de las chimichangas de la historia del cómic, y en otros en una desgraciada víctima del lado más amargo del complicado carácter de Wade Wilson.
Por supuesto, no faltarían en esta estapa personajes que marcaron al personaje indudablemente como Syrin, hija de Banshee, antiguo miembro de los X-Men y uno de los amoríos canónicos del personaje, o T-Ray, mercenario rival que trataría de llevar hasta las últimas consecuencias su profundo odio hacia Wade Wilson.
Este volumen tuvo el honor de ser el primero en acercarse a la complicada personalidad de su protagonista, que se planteaba si ser un héroe merecía la pena, si la justicia era un fin que a él le interesase perseguir, ilustrado con un magnífico espíritu cartoon por Ed McGuinnes, que otorgaba a la colección un aspecto de dibujos animados poblado de seres con imposibles músculos y mucha testorena, la cual se exageraba hasta llegar a un adorable e intencionado ridículo.
Dicho estilo, era heredado por quienes se hacían cargo de la colección además de McGuiness, los ya mencionados Pete Woods, Bernard Chang y Walter McDaniel, dando entre todos ellos vida a un guión que escondía más inteligencia e ingenio de la que pudiera parecer a primera vista.
Finalmente, no podemos cerrar esta reseña, sin antes hacer referencia a dos importantes hitos que contiene este tomo. El primero de ellos es el Annual 98 de Masacre, en el que nuestro Mercenario Bocazas favorito tendrá un encuentro con la Muerte, con escarceo amoroso de por medio con la que fuera y será siempre el no correspondido amor platónico del titán loco.
El segundo de estos hitos, no es otro que el viaje atrás en el tiempo de Deadpool, en el que Wilson se pondrá en la piel del Peter Parker de la década de los 60, reviviendo míticas aventuras de éste, pero siempre con el tono socarrón y humorístico que definiría al personaje para siempre, y que comenzó en las páginas que se incluyen en este tomo.
Sin lugar a dudas, una obra altamente recomendable para todos aquellos fans del personaje, o para aquellos que quieran leer sobre él y no sepan por dónde empezar, siendo este el mejor punto de partida posible.
Guión - 8.1
Dibujo - 7.4
Interés - 8.5
8
¡Chimichangas!
Panini Comics recopila en dos voluminosos tomos la primera serie regular del mercenario bocazas, a cargo de Joe Kelly, Ed McGuinnes, Pete Woods, Bernard Chang y Walter McDaniel entre otros.
A mí me parece una obra de extraordinaria categoría. A veces me cuesta un poco con los Deapool posteriores, pero éste de Kelly&McGuiness, sienta las bases del personaje q hoy tantos amamos y, «ejem», respetamos. No me gusta el Deadpool anterior sobretodo por el tipo de dibujo noventero con el q se hizo: me encanta el toque desenfadado q le da Ed McGuiness. El trazo tipo de los x-factor, no me atrae, y el de las dos historias cortas (Deadpool #1 y 2), tampoco. El de Kelly es un Wade divertido, sin llegar al histrionismo de los Duggan y cia, pero también profundo e introspectivo. Tiene muchos matices y sobretodo un guión muy bien elaborado. Las mejores historias jamás escritas del personaje sin duda son suyas. No por casualidad la historia de Francis/Ayax q se ha llevado al cine es suya. En todo caso, la mejor: la del mesias y Tiamat (toma mito Babilonio!). Un detalle: adoro el Bullseye tal y como lo representa Kelly. Que mono!
Un imprescindible.
El viaje a la historieta de Spider-Man de los 60 es antológica; lo que me pude reír con el comentario sobre el pelo de los Osborn…
El mejor Masacre nunca hecho.