Reseñas DC – Plastic Man #01

 

Edición original: Plastic Man #01 Miniserie 6 números.
Guión: Gail Simone.
Dibujo: Adriana Melo.
Entintado: Adriana Melo.
Color:Kelly Fitzpatrick.
Formato: Grapa, 24 páginas, color.
Precio: 3,99 $.

 

Plastic Man es uno de los personajes más irreverentes, simpáticos, extravagantes y menos convencionales de los comics de superhéroes. Su historia editorial data de agosto de 1941, cuando se publicó en Estados Unidos el Police Comics #01, una antología de comics, muy usual en aquella época, en la que bajo una sola cabecera se daba salida a varios personajes mediante historias cortas. Jack Cole fue el creador de Plastic Man para Quality Comics, editorial en la que permanecería hasta 1956 cuando DC Comics compró su fondo editorial.

Si hubiera que hablar de este personaje en términos de éxito editorial y comercial, este texto sería relativamente corto, pues Plastic Man no ha gozado del favor del público de forma masiva, atesorando, eso sí, un gran valor para grandes autores del cómic en general, como Grant Morrison (que lo incluyó en su JLA), Alex Ross, Frank Miller, Mark Waid o Kyle Baker (encargado de dar salida a la serie más recordada del personaje).

Plastic Man es un personaje que esconde en su propia concepción un enorme potencial que muy pocos escritores han sabido aprovechar de forma clara y eficaz, quedando su recorrido editorial resumido a cuatro o cinco momentos claves. La serie que lo vio nacer, la serie de Plastic Man de finales de los ochenta, algunos números de la JLA de 2002, concretamente el #65 y la tercera serie en solitario de 2004, a la que se tendría que añadir la reciente The Terrifics y sin duda alguna la que está llamada a entrar en este restringido panteón de historias relevantes de Plastic Man, la miniserie escrita por Gail Simone y dibujada por Adriana Melo.

Plastic Man regresa por la puerta grande en solitario y lo hace acompañado por un equipo creativo de LUJO, formado por tres mujeres (guionista, dibujante y colorista) de enorme talento al servicio de un primer número, de seis, soberbio en todos los sentidos.

Plastic Man es un héroe que busca redimirse de un pasado delictivo en el que formaba parte de una banda de ladrones. Durante un robo, Eel O´Brian, fue alcanzado por un disparo que hizo que cayera en un tanque de productos químicos. Todos lo dieron por muerto, pero una combinación de azar, su sangre y los agentes químicos, le dieron la habilidad de poder estirar y moldear su cuerpo en cualquier cosa imaginable, haciéndolo virtualmente indestructible. Sus átomos pueden estirarse, agrandarse, encogerse a su criterio, sin límite conocido, lo que hace que pueda ser catalogado como uno de los héroes más poderosos del Universo DC.

Simone toma el origen de O´Brian para comenzar a construir la historia de este personaje al que también lo caracteriza su eterno estado de euforia, su optimismo y humor exacerbados. Un hombre que vive atenazado por su pasado pero que vive el presente con la pasión de un niño. Para Simone el doble juego entre drama y humor es determinante para alcanzar el tono adecuado de la miniserie. Sabe conjugar los dos extremos para crear una atmósfera de diversión contenida y elegante, que facilitan la lectura y hace que se empatice de forma natural con el personaje. Plastic Man se hace querer desde el principio y más a medida que el primer número se va desarrollando, pues Simone va añadiendo pinceladas de esa dualidad emocional que carga Eel O´Brian a sus espaldas.

Con los ingredientes sobre la mesa solo queda ir añadiéndolos a la olla para que vayan macerando adecuadamente y terminen por convertirse en un conjunto de sabores y experiencias que resulten verdaderamente estimulantes para el lector. Para ello, Simone, añade un nuevo concepto con el que la vida del protagonista se va a ver drásticamente interrumpida cuando soliciten su ayuda desde la agencia secreta Espiral, por su innatas y únicas cualidades para la infiltración.

Esta es la base sobre la que los siguientes cinco números se han de asentar de forma sólida y contundente para que todo el conjunto quede bien construido. Simone es consciente de cómo ha de moverse con el personaje y lo trata con respeto, sin caer en el chiste fácil o tonto, que banalizaría cualquier situación. Su Plastic Man es interesante, es divertido, pero también resulta trágico y de algún modo, escondida en su interior, la tristeza invade su alma.

Un ejercicio de escritura meditada, sencilla, con la eficacia de un bisturí láser.

En cuanto al aspecto gráfico de la miniserie, el trabajo a los lápices de Adriana Melo es extraordinariamente eficaz para la historia que Simone nos plantea. Su trazo, muy preciso, sus formas, volúmenes, composición de página, así como su potente narrativa visual, hacen que Plastic Man destaque por su acabado artístico. El dúo que Simone y Melo forman está en plena sintonía (como el de Mariko Tamaki y Joëlle Jones en Supergirl), pues la fusión entre historia y arte es absoluta. Un dúo que se ve reforzado por el buen trabajo que realiza la colorista, Kelly Fitzpatrick, que aporta el dinamismo cromático necesario para ensalzar esa montaña rusa que es toda serie en la que Plastic Man es el protagonista.

Plastic Man, en palabras de la propia Simone, es un héroe que se adelantó a su tiempo, llegó mucho antes que Harley Queen o Masacre, pues fue el primer héroe divertido de verdad, impredecible, capaz de hacer lo que nadie antes había hecho. Plastic Man está en buenas manos y solo queda esperar que esta miniserie sea la antesala de nuevas historias del héroe más loco de todos.