Reseña DC: Superman#1

 

Edición original:Superman#1
Guión:Brian M. Bendis.
Dibujo:Ivan Reis.
Entintado:Joe Prado
Color: Alex Sinclair.
Rotulación:Josh Reed.
Formato:grapa de pág.
Precio: 3.99$.

 

Hace un mes, ante el número en el que Gleason y Tomasi se despedían tras dos años de la serie regular de Superman escribíamos ”Lo próximo podrá ser mejor, pero no igual”. Aún es muy pronto para comparar el valor de una etapa con otra, pero lo que sí se puede decir, una vez leída la miniserie Man of Steel (sobre la cual publicaremos un artículo de análisis y reflexión el próximo jueves 19) y este primer número de Superman , es que lo de Bendis es muy diferente a la propuesta de Renacimiento.

Es habitual que los lectores nos quejemos de la proliferación de números uno con la única intención de vender cómics – ¿hay otra razón por la que se publican la mayoría de los cómics de DC ? – pero en el caso de Superman#1, sin obviar esta cuestión, se ha de señalar también que es un modo de indicar un cambio con lo anterior y no solo de autor.

En Man of Steel , Bendis mostró la habilidad de romper con lo establecido, sin ocasionar enfurecer a los seguidores del Hombre de Acero – ¿se ha llenado Twitter con comentarios sobre las herejías cometidas? -. Bendis tiene un plan, y para su cometido, en la miniserie de seis números con la que debutó en la compañía de Burbank, modificó el paradigma respecto a Krypton y la situación de Lois y Jon, ocasionado al final de la misma que los misterios terminasen con un encierro, la aceptación de una petición y una asombrosa pista respecto a la cuestión de los incendios que asola Metropolis.

Superman#1 es continuación directa de esos finales, excepto de los incendios, pudiéndose ver como Clark lidia con lo sucedido en Man of Steel . A lo largo de este nuevo inicio , Bendis muestra qué es Superman , algo contado miles de veces, pero dicho conocimiento no impide que al lector le encanté que se lo repitan: Superman supedita la protección de la tierra a su vida personal. Sí, al lector le reconforta el saber que hay alguien – característica del superhéroe – que da la vida por los demás.

Esta idea, que conforma el ideario de Superman , no impide que Clark recuerde la perdida pero si para que tome conciencia de que no hay tiempo para quedarse tumbado en la cama y que ha de reiniciar su vida.

Podemos hablar mucho de Bendis – de hecho es la cuarta vez que lo nombramos, y no será la última ¡será por ser el fichaje estrella de DC – pero gran parte de la culpa de que este número funcione es de Ivan Reis , quien gracias a su dibujo espectacular y a su notable narración, lográ que el planteamiento del guionista para este primer número asombre al lector.

Superman#1 esta constituido por apenas 23 páginas, pero el lector tiene la sensación de que han ocurrido muchas cosas, y eso es gracias a no ser una historia lineal, o más bien a ser un cómic con flash back y con interrupciones . Bendis en lugar de plantear una gran batalla contra un enemigo, hace que Ka- El se enfrente a lo largo de las páginas ante numerosos peligros, resultando un chiste muy gracioso a pesar de repetirse varias veces, a demás de reflejar cuál ha de ser la realidad de Superman . Ello, repetimos, sin el excelente trabajo de Reis no hubiese quedado tan espectacular ni dinámico.

Por lo demás, si en la miniserie se rompía con el status quo, en este inicio, los cambios van a producirse por tres vías; una real – que afecta a la Fortaleza de la Soledad-, una futura – la conversación con el Detective Marciano , y aquella con la que finaliza el cómic que enlaza con el modo en el que Supergirl y Superman vencieron a Rogol Zaar.

El cambio respecto a Fortaleza de la Soledad puede parecer caprichoso, pero sin duda en un futuro cercano tendrá su importancia, y de igual modo el encuentro con su viejo compañero de la Liga . Más allá de mostrar el lazo que ha afianzado Bendis entre estos dos personajes – sí, parece que el guionista de Cleveland se ha empapado de cómics de DC – lo realmente importante es la petición que realiza Jónn Jónz. Con toda probabilidad quedará en saco roto, pero viendo que a Bendis no le tiembla el pulso al romper lo establecido, es posible que algo suceda para que Ka El diga que sí a la propuesta.

Por último está el final, el doble salto mortal con el que asombrar al lector para que no se olvide de comprar el próximo número

En definitiva, Bendis intenta mantener el difícil equilibrio de querer cambiar lo conocido manteniendo el respeto por el personaje, y como todo aquel que toma un riesgo, puede acabar con un sonoro aplauso por la gesta o bien solo y con la cara estampada en el suelo. Por ahora nos mantiene con una mirada expectante, con ganas de ver el siguiente paso, pero sin olvidar, a pesar de toda la pirotecnia, todo lo que está modificando.