-La madre tiene el poder de dar la vida; el soldado, de dar la muerte. El médico es el único capaz de dar ambas.
-No según Hipócrates.
-¡Me la suda Hipócrates!
Undertaker 4 La sombra de Hipócrates es el álbum que cierra el segundo díptico de la serie que comenzó con El Ogro de Sutter Camp. La serie es creación de Xavier Dorison y Ralph Meyer. El color es obra de Ralph Meyer y Caroline Delabie. En la contraportada ya aparece el título del próximo álbum, El indio blanco, que esperemos llegue lo antes posible.
Xavier Dorison es un guionista francés nacido en 1972. En nuestro país es conocido por obras como El Tercer Testamento (Glenat) con dibujos de
Ralph Meyer es un dibujante francés nacido en 1971, residente en Barcelona. Prácticamente toda su obra ha sido publicada en nuestro país, destacando además de sus colaboraciones con Dorison sus distintas colaboraciones con alguno de los guionista más interesantes del mercado francés. Así junto a Tome creó Nana asesina (Norma), con
Jeronimus Quint, el Ogro de Sutter Camp, continúa su huida en compañía de Rose, gravemente herida. Con la única posibilidad de recuperarse en manos del sádico médico, Rose debe permanecer a su lado. Detrás de ellos, Jonas Crow y Lin acechan decididos a salvarla y a saldar de una vez por todas las cuentas pendientes con el monstruoso cirujano. Pero ¿cómo se puede detener a un hombre cuyo genio malvado le permite convertir a sus inocentes pacientes en aliados mortales contra el resto?
La historia comienza en el punto donde se quedó el anterior álbum. Es una historia que no se asemeja en nada a las habituales del western, sigue siendo sucio y violento pero se aleja de los tópicos, ofreciendo una historia con elementos de thriller y terror, algo nada habitual en el género. El responsable de este cambio es el Ogro de Sutter Camp que se hace dueño de la narración eclipsando a los protagonistas. Un psicópata frio, calculador y muy inteligente, un tipo de personaje habitual en otros géneros pero que sorprende ver en una historia de vaqueros. Poseedor de un aspecto físico imponente y bonachón que recuerda al actor Bud Spencer. Algo que contrasta con sus actos. Este personaje le sirve a Dorison y a Meyer para reflexionar sobre la maldad y sobre la capacidad del ser humano para tolerarla mientras pueda sacar beneficio. Esperemos que no se convierta en un personaje recurrente ya que acabaría perdiendo parte de su impacto.
Al inicio de este ciclo parecía que se había establecido un statuo quo de la serie, con tres personajes que recordaban en parte a tríos clásicos de la BD de aventuras como los de Bernand Prince. Sin embargo, Dorison y Meyer los retuercen por completo y los hace más sorprendentes, lejos de los tópicos y los dota de una moralidad y motivaciones más propios de nuestros tiempos, convirtiéndolos en mas tridimensionales y reales. Jonas es una versión libre del héroe intachable aunque con una moralidad más propia de un antihéroe, un personaje que recuerda a los de los espagueti westerns, aunque al final siempre obra de forma correcta. El amigo fiel ha sido sustituido por Rose, que además sirve como un interés romántico de Jonas, y es la persona más cabal del grupo. Lin es el amigo-sirviente venido de países exóticos que servía de contrapunto cómico, aunque está muy lejos de serlo. Todo parecía establecido para crear una formula habitual pero esta idea choca con el final del álbum, ya que los personajes acaban separados. Sin estridencias ni épica, todo sucede de manera muy natural, algo que añade un punto de interés al nuevo álbum para saber si los autores optan por lo fácil o siguen jugando con la convenciones del género.
Dorison nos sigue ofreciendo pistas del pasado de Jonas con cuentagotas, algo que no hace más que aumentar el interés por conocerlo. En este álbum vemos como conoció a Jeronimus Quint pero todavía quedan muchas incógnitas por resolver.
Todo lo que la serie se aleja de los clásicos del western en su guion, se acerca en el apartado gráfico, con un Meyer que recuerda al mejor Giraud aunque manteniendo su personalidad. Narrativamente es un cómic diáfano a pesar de sus composición de página moderna, combinando de manera muy equilibrada la espectacularidad con la facilidad de lectura. Sus personajes son muy dinámicos y están llenos de expresividad. También hace un gran trabajo tanto en el vestuario como en lo escenarios, dotando al conjunto de la obra de un realismo que te transporta al lugar de la acción. La portada es un maravilla, como todas las de la serie. El color de Meyer y Delabie es el complemento perfecto al dibujo, realzándolo y mejorándolo. Hacen un trabajo de luz que en todo momento te indica qué hora del día es. Con esta serie Meyer se ha convertido en uno de los mejores dibujantes de BD del momento.
Una muy buena edición por parte de Norma Editorial como viene siendo habitual. Editado en gran tamaño, con buena reproducción y buen papel. Encuentro a faltar, eso sí, las páginas de extras que traía el álbum anterior.
Con Undertaker, Dorison y Meyer siguen ofreciendo un western novedoso, para ello, no tienen ningún problema en alejarlo de los clásicos del género transitando por nuevos caminos. Además lejos de acomodarse en una formula preestablecida van cambiando los parámetros para mantener el interés y no caer en la reiteración. Una de las series más interesantes de los últimos años que en el futuro será uno de los referentes del western en la BD.
Guión - 8
Dibujo - 8.5
Interés - 8
8.2
Neowestern
El final del segundo arco argumental de la serie confirma todo lo bueno que nos ofrecen Dorison y Meyer. El western sigue muy vivo en la BD.
Gracias por la reseña Diego. Normalmente Dorison me gusta y creo que Meyer es un gran dibujante, pero con esta obra no me había atrevido pero después de leerte a lo mejor me animo y le doy una oportunidad.
Yo no esperaba mucho y me ha sorprendido gratamente. Meyers están muy bien.