Cada uno tiene una mitad del mapa. Deberéis cooperar para llegar a la puerta del desfiladero con la luna llena, como marca la tradición. Una vez allí, solo quien camine bajo la protección del amuleto podrá penetrar en las ruinas de nuestros antepasados y llegar al tesoro.
Wahcommo nos cuenta la historia de Fox y Kaya. Kaya resulta la vencedora de la prueba a la que se enfrentan los jóvenes de cada generación de su tribu para elegir a un campeón que viaje al Reino Perdido del Norte, para buscar y traer los tesoros que sus antepasados dejaron allí. Pero la tribu es incapaz de admitir a una mujer como ganadoras así que obligan a Kaya a compartir su tarea con Fox. Cada uno porta una parte del mapa que indica la localización del tesoro. En su viaje se enfrentarán, además de entre sí, con los peligros de la naturaleza además de a orcos, trasgos, gigantes y espectros. Contarán con la ayuda de algunos aventureros que se unirán en su búsqueda por distintas razones.
Luis NCT afronta una prueba difícil al escoger realizar un cómic de fantasía heroica, ya que posiblemente se trate del género con más personajes arquetípicos y lugares comunes del que puedes escribir. Lo que hace es fusionar las distintas corrientes que ha tenido el género, así vemos la influencia de clásicos como Tolkien, autores de la New Wave como Úrsula K. Le Guin o Moorcock o la nueva corriente más cínica y oscura de autores como George R. R. Martin o Joe Abercrombie, sin olvidar las influencias del rol o de las películas de Miyazaki. Lo mezcla todo de manera que sin ser particularmente novedosa, le sirve para contar una historia sin fisuras, ni soluciones mágicas y donde la acción es más importante que las palabras.
Así tenemos un viaje iniciático, orcos, trasgos, gigantes, una ciudad mítica con un tesoro que descubrir, misiones que requieren ladrones, batallas, mazmorras, espectros y un grupo de aventureros, etc… todo lo que se puede esperar de una historia de este género. Una de la claves para conseguir una buena fantasías heroica es construir un mundo coherente donde la lógica interna funcione y que tenga entidad propia, el de Wahcommo cumple todas esas condiciones así que posee los cimientos adecuados para construir una buena historia o varias, veremos qué quiere hacer el autor ya que si bien estamos ante una historia cerrada, al finalizar queda abierta la posibilidad de seguir explorando este mundo.
En cuando a los personajes principales, estos se mueven dentro de los arquetipos del género. Fox y Aya representa el héroe en formación que emprende una misión que se convertirá en un viaje iniciático, la variación más importante en este aspecto es la ausencia de la figura de mentor, lo más parecido podría ser Vanyan que también cumple la figura del antihéroe veterano de moral dudosa y que huye de su pasado. Los tres son personajes complejos y bien definidos, pero con Aya queda la sensación que se le hubiera podido sacar más partido, sobre todo a su lucha contra los prejuicios machistas de su tribu y del mundo de Wahcommo. Además hubiera sido posible explorar más la sensación de culpa de Vanyan. Dhuwur, el enano, es un compendio de los personajes de su raza que suelen aparecer en el género, pendenciero y arrogante pero, por suerte, sin convertirse en una figura únicamente cómica. De los personajes principales es el menos complejo y aprovechado. El resto de personajes apenas tiene importancia salvo Gerrig, que pese a parecer la figura del sabio-mago-mentor está muy lejos de serlo. Pese a que hay varios enfrentamientos con enemigos, estos son como una fuerza de la naturaleza sin entidad propia ni motivaciones.
Lo más interesante de la historia es la atrevida decisión de Luis NCT de optar por contarnos solamente el viaje de Fox, que acaba convertido en el personaje principal, con destino al Reino perdido. Él se queda solo y su viaje se convierte en una lucha contra sí mismo y la naturaleza salvaje que le rodea, madurando en el proceso. En esta parte explora más el tema de los sueños que aparecen durante toda la obra que le sirven al autor para transmitirnos los miedos de los personajes. El viaje del resto del grupo se lo salta contraviniendo uno de los tópicos del género que es dividir a los protagonistas y narrar sus aventuras de manera paralela.
Si Wahcommo se convierte en una obra destacada es sobre todo por la parte gráfica, Luis NCT no hace un mal guion pero su dibujo y su narrativa son los que convierten el álbum en un gran experiencia. Su narrativa es muy deudora del manga en cuando a composición de página y tempo de la acción, algo que mezcla muy bien con su tratamiento del color de tradición más europea. El resultado final mezcla espectacularidad con claridad narrativa. El color mezcla acuarela con efectos digitales, consiguiendo un acabado muy personal y de gran calidad, por algo ha coloreando cómics para el mercado americano. Su diseño de personajes mezcla también el manga con los habituales del género, pero consigue dotarlos de una gran expresividad. Su estilo sufre variaciones en función de lo que esté relatando, así el pasado es en blanco y negro con unas líneas más sueltas y en los sueños de los protagonistas prescinde de las líneas de contorno. Es una obra que consagra a Luis NCT como un soberbio dibujante al que seguir en sus próximos trabajos, sean en el mercado que sean.
Astiberri hace una buena edición con un tamaño, papel y reproducción que consiguen que podamos disfrutar del excelente trabajo de Luis NCT. Además de la historia completa tenemos tres páginas de bocetos con diseños de los personajes principales.
En Wahcommo,
Guión - 7
Dibujo - 9
Interés - 7.5
7.8
Entretenimiento
Luis NCT hace maravillas con una historia de fantasía cuya única pretensión es entretener. Lo consigue gracías a un guión solido apoyado en un color fantástico y unas escenas de acción trepidantes.
EL tebeo me encantó, de mis preferidos del año sin dudarlo. Ya solo el capítulo mudo del protagonista con el lobo, sube al autor a un nivel enorme. Genial también el mensaje que deja con la revelación final. Un imprescindible.
Sin duda, lo del final no lo dije en la reseña por si alguien la ojea antes de leer el cómic.
El que ojea por el final de un tebeo o se lee de refilón la última página de un libro antes de leerlo… es por su cuenta o riesgo siempre xD
Decía que en la reseña no lo mencionaba pero toda la razón en lo del error de ojear las últimas páginas.