Superhijos #10-16

 

Edición original: Super Sons núm. 10, 13, 14, 15 y 16 USA, Super Sons Annual núm. 1 USA (one-shot).
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Peter J. Tomasi, Patrick Gleason.
Dibujo: Jose Luis, Paul Pelletier, Carlo Barberi.
Entintado: Scott Hanna, Cam Smith, Art Thibert.
Color: Hi-Fi Design, Dono Sana, Protobunker.
Formato: Grapas, 24-64 páginas.
Precio: 1,95-4,75 €

 

Por ahora, nos podemos divertir siendo vuestros hijos.

Desde el principio tuve un enorme interés en Superhijos, una colección que se estrenó en abril del año pasado y que echó el cierre en EEUU el pasado mes de Julio tras dieciséis números. Le puse todo un diez al primer número, algo que muy pocas veces he hecho a lo largo de mis tres años de colaboración en esta santa web, puesto que me enamoró desde el comienzo. La idea de juntar a dos niños, hijos de Superman y Batman, que son una especie de versión mini un poco más exagerada de cada uno de ellos, y con personalidades completamente opuestas, me parecía muy pontente e interesante. Lo que vino después fue una serie de aventuras entre Jon y Damian, siempre con una presencia más o menos importante de sus progenitores, enfrentándose a diferentes villanos, algunos de nueva creación incluso, en el que ambos van forjando su amistad poco a poco, a base de conflictos y emociones de diferente calibre. Una amistad que, a pesar del final de la colección, podrán seguir cultivando en The adventures of the Super Sons, con el mismo equipo creativo con el que finaliza esta, y que esperemos que ECC edite en el futuro. Por lo tanto, y aunque me da mucha lástima el cierre de esta serie, lo cierto es que es un simple impasse en las aventuras de estos dos superniños. Y sí, igual no es la mejor serie del mundo, pero he disfrutado precisamente como un crío, porque me han dado justo o que esperaba de ella.

Así pues, hoy finalizamos el seguimiento a esta colección con la reseña de las últimas grapas publicadas por ECC Ediciones. Nos saltamos los números 12 y 13, que pertenecen al crossover de Superhijos el futuro el cual mi compañero Gustavo ya analizó en su momento, y en cambio recuperamos el número diez, con el estupendo Annual. Y precisamene en este número diez tenemos una pequeña historia única muy sencilla en la que Tomasi simplemente nos narra la creación de una fortaleza para Jon y Damian, que en realidad es un reciclaje de una instalación subacuática de Batman. Y simplemente nada más, salvo por el final, que supone una presentación a modo de cliffhanger del crossover con Superman y Los Jóvenes Titanes. Lo que sí merece la pena sin embargo es el Annual, que ECC compila en la misma grapa, y que nos cuenta una divertida historia protagonizada por Krypto y sus amigos superanimales, que forman un equipo, entre los que está también uno de los perros de Damian, para salvar a la Tierra de un peligroso terrorista alienígena. Una estupenda historia narrada casi entera sin diálogos, sino con los simples ladridos, maullidos, bufidos, etcétera de los animales, que sin embargo logran expresar cada emoción como si hablaran nuestro propio lenguaje. Un estupendo y original ejercicio de narración por parte de Peter J. Tomasi.

En los cuatro últimos números tenemos dos historias diferentes. La primera, centrada en la madres e hijos, en concreto en Lois y Superboy, y sobre todo en Talia y Damian, que son los verdaderos protagonistas y que, al contrario que Lois y Jon, no tienen una relación precisamente idílica. La colección se cierra con dos números finales que sirven de perfecto cierre cíclico, con la reaparición de Kid Amazo, el primer villano al que estos dos pequeños héroes tuvieron que enfrentarse en el primer arco de la serie, y al que ahora tienen que volver a vencer, máxime cuando el futuro de la mismísima Liga de la Justicia está en juego. De esta forma, Tomasi acaba con inteligencia y emotividad una colección con una página final que no es una despedida sino un hasta muy pronto, y que nos invita a continuar leyendo las aventuras de estos dos héroes en su siguiente serie.

Insisto en la idea, puede que esta no haya sido la colección más compleja, vibrante y potente del mercado, ni siquiera del universo DC, pero ofrece lo que promete y nada más, y lo hace muy bien de la mano de un acertado Peter J. Tomasi. Dos héroes muy diferentes, dos personajes apasionantes y carismáticos, con química y que van labrando una entrañable amistad a base de trabajar y superar las adversidades juntos. Esto es la máxima principal de cualquier team-up que se precie, y Tomasi nos lo ha ofrecido a la perfección en esta serie. Así que, bravo por él, y por todos los que han participado en la creación y desarrollo de esta colección.

En el apartado artístico tenemos a Paul Pelletier, José Luis y Carlo Barbiere en le dibujo, Scott Hanna, Cam Smith y Art Thibert en el entintado y Hi-Fi Design y Dono Sana, Protobunker en el color. Luis trabaja en el insulso número diez, en el que su dibujo no es tampoco un especial aliciente, mientras que Pelletier se encarga del excelente Annual protagonizado por Krypto y los superanimales, con un acabado artístico estupendo al nivel del mismo número. En el caso de Barbieri, su participación es más amplia puesto que se encarga de los cuatro últimos números, dando el último relevo como artista a Jorge Jiménez, y con un estilo similar a éste, un poco cartoon y a la vez muy superheroico, aunque con menos dinamismo que el granadino. Una lástima que Jiménez dejara las labores de dibujo de interiores en el número 9 para dedicarse a otras colecciones como Superman, pero al menos lo hemos podido disfrutar hasta el final en las portadas, y que culmina con una última muy emotiva con los dos protagonistas y que ilustra la miniatura de esta reseña. Otro que se despide es Dustin Nguyen, que ha realizado unas portadas alternativas alucinantes, pero menos mainstrem quizás que Jiménez, y cuya última colaboración ha sido un colofón perfecto a su trabajo a lo largo de la colección.