Después de dejar su excelente impronta en obras de culto dentro del medio como Ex Machina o Y: El Último Hombre en el sello Vertigo de DC Comics o en la propia Casa de las Ideas con Runaways, entre otras, no fueron pocos los seguidores del guionista estadounidense Brian K. Vaughan que celebraron la noticia de su incursión en el mundo de las artes místicas regido por Stephen Strange. Si a eso sumamos la incorporación del gran Marcos Martín a los lápices la buena nueva extendía su influencia hasta tierras españolas, siendo recibida con no poca expectación. Entre diciembre de 2006 y abril de 2007 Marvel Comics editó la miniserie de cinco números Doctor Strange: The Oath o Doctor Extraño: El Juramento en nuestro idioma. Esta historia que se convirtió al poco tiempo de su publicación en una de las mejores de la historia reciente del Hechicero Supremo ha conocido varias ediciones en España, datando la más reciente de 2016 y siendo reseñada ese mismo año por nuestro compañero Miguel de Andrés . La que nos ocupa en esta ocasión pertenece a la primera etapa del coleccionable Marvel Héroes y además de la ya citada saga contiene otras en las que incidiremos brevemente a continuación en esta misma entrada por su valor histórico y seminal. Posteriormente dedicaremos más tiempo al relato diseñado por Vaughn y Martín, nuestro verdadero centro de atención.
Una de las ideas más inteligentes del coleccionable Marvel Héroes, y que también han aplicado algunos relacionados con otras editoriales, era incluir algunas historias relacionadas con el personaje, o grupo de personajes, al que iba dedicado cada tomo. Normalmente la elección más socorrida era incluir las primeras aventuras o las que daban origen al protagonista. En esta ocasión son los números iniciales de la etapa primigenia escrita por Stan Lee y dibujada por Steve Ditko en las páginas de la colección Strange Tales y otro de la colección ya dedicada al personaje con Roy Thomas al guión y Dan Atkins a los lápices. Los seis primeros ideados por los creadores de Spider-Man asientan las bases de un personaje rompedor para aquel año 1963 por centrar su atención en la temática de la magia negra y la hechicería.
Todavía en bruto y sin pulir, pero en estos relatos ya son presentados los secundarios y las señas de identidad adheridas al imaginario de Stephen Strange. El Anciano, Barón Mordo, Dormammu o Wong comparten excelentes viñetas con nuestro protagonista gracias a la notable labor de Stan Lee a la hora de imprimir grandilocuente personalidad a los roles principales, mientras Steve Ditko toma cada vez con más convencimiento las riendas de la colección, aunque quedando su trazo todavía lejos de la etapa más lisérgica de su trayecto dentro de la colección. Precisamente son Lee y Ditko los encargados de mostrarnos por primra vez el origen de los poderes de Strange, mientras Roy Thomas y Dan Atkins hacen lo propio cinco años después en Doctor Strange #169. Dejando patente cómo había cambiado el arte secuencial en sólo un lustro pasando de la narrativa más clásica de los primeros autores al uso más impactante de splash pages y efectismos visuales de los segundos.
Después de este somero repaso por varios historias icónicas de la vida editorial de Stephen Strange nos introducimos de lleno en la miniserie que nos trae aquí en un día tan especial como el de hoy. Doctor Extraño: El Juramento focaliza su relato en el intento por parte de nuestro protagonista por salvar a su sirviente Wong de un tumor cerebral que le ha sido diagnosticado. Para hacerlo ha realizado un viaje interdimensional con su figura astral para conseguir el Elixir de Otkid capaz de curar el cáncer, no sólo del fiel mayordomo de Strange, sino de toda persona portadora de dicha enfermedad. Esta milagrosa poción llamará la atención de la Timely Pharmaceuticals y una misteriosa figura asociada a dicha empresa cuya misión es eliminarla para no ser utilizada. El Doctor Extraño y un debilitado Wong se asociarán con la Enfermera de Medianoche, una doctora especializada en pasar consulta a superhéroes, para salvar la vida del más fiel aliado del Hechicero Supremo.
Desde el mismo arranque de Doctor Extraño: El Juramento quedan algunas ideas claras con respecto a la labor de escritura por parte de Brian K. Vaughan. Por un lado se revela como un profundo conocedor del microcosmos ficcional relacionado con el personaje creado en su origen por los ya referenciados Stan Lee y Steve Ditko y posteriormente abordado por autores tan destacados como Steven Engelhart, Gene Colan, Mark Waid, Jesús Saiz o Jason Aaron. Toda la parafernalia mágica y mística adscrita al protagonista, la relevancia de algunos de sus aliados o sus más destacados archienemigos así como el contexto espaciotemporal por el que transita son perfectamente acometidos por el guionista de Paper Girls. Desde otra perspectiva el relato planteado se ve enriquecido por la eficiencia intachable por parte de Vaughn a la hora de llenar de detalles, simbología, trasfondo y resoluciones narrativas brillantes desde una sencillez conceptual desarmante, siempre jugando a favor de la aventura personal e interdimensional en la que se embarcan los protagonistas.
Esta amalgama de recursos narrativos propios de la edad dorada del cómic americano con una eficacia expositiva sin aspavientos o fuegos de artificio innecesarios, trayéndonos a la mente aquellos primeros trabajos de Lee y Ditko ya referenciados, con un uso del lenguaje secuencial más adherido al siglo XXI gracias a una experimentación con cánones establecidos viéndose adulterados para llevar «un poco más allá» el microcosmos en el que se localizan los hechos protagonizados por Stephen Strange ofrecen la mejor cara del trabajo de Brian K. Vaughan al guión de Doctor Extraño: El Juramento. Una alternancia entre la grandilocuencia lisérgica indivisible a la esencia del personaje y una intencionalidad clara a la hora de eludir los efectismos propios del cómics de la década 90, justo la anterior a la publicación original de esta miniserie, confirman el talento de un autor profundo conocedor de su trabajo dejando claro que no sólo es un autor capaz de engrandecer su prosa con proyectos más personales, sino también con piezas de encargo como la que nos ocupa, adscritas directamente al mundo superheróico y al cómic más mainstream.
Para que esa convivencia armónica entre clasicismo y vanguardia materialice en las páginas de Doctor Extraño: El Juramento la elección del español Marcos Martín se antojó en su momento no sólo acertada, sino casi inevitable. El autor de Private Eye o Daredevil ofrece uno de los mejores trabajos de su carrera mimetizando su línea clara de, engañosa, sencillez con el universo mágico de Stephen Extraño en el que el barcelonés parece sentirse como en caso y con un notable deseo de experimentar visualmente con el material que Brian K. Vaughan pone en sus manos. Haciéndose grande con los silencios, alternando splash pages brillantes con una consecución más clásica de las viñetas, dando su propia versión de personajes como Pesadilla, Barón Mordo, Dormammu, o lo que parecen ser ellos, y ofreciendo una notable importancia a Bandolero, un personaje poco agradecido del que saca oro, Martín deja claro su dominio total de este entorno ficcional, mientras unos excelentes Álvaro López a las tintas y Javier Rodríguez con los colores dan mayor empaque a sus lápices. Nota a parte para el diseño de su Doctor Extraño, uno de los mejores de los últimos años gracias a su eficiencia a la hora de acentuar y mezclar su porte elegante, místico y señorial con un humor sutil, refinado y efectivo construido mano a mano con K. Vaughn.
Doctor Extraño: El Juramento es uno de las últimas grande sagas superheróicas, no sólo del icónico hechicero de Marvel, sino también del cómic de comercial contemporáneo. La eficiencia del tándem formado por dos autores de primera fila como Brian K. Vaughan y Marcos Martín confirma que para volver a contar grandes historias en un género tan explotado como el de superhéroes es necesario avanzar y evolucionar a la hora de exponer nuevos caminos transitables dentro del medio. Pero siempre mirando hacia atrás para recordar de dónde viene la esencia y el espíritu de personajes con más de medio siglo de vida habiendo sobrevivido a modas y estilos gracias a la enorme labor ejecutada por sus autores primigenios. Esta miniserie no sólo es un producto de calidad intachable y una excelente elección a la hora de atraer a un potencial lector neófito al mundo mágico de Stepehen Strange. También es la saga favorita, y la que tomó como mayor inpsiración, Benedict Cumberbatch a la hora de dar vida en imagen real a la versión cinematográfica del Doctor Strange dentro de Marvel Studios. Por todo esto y más El Juramento debe ocupar un lugar privilegiado en la estantería de cualquier aficionado.
Guión - 9.5
Dibujo - 9.5
Interés - 9.5
9.5
Doctor Extraño: El Juramento es una obra maestra y una de las obras clave del Hechicero Supremo. Brian K. Vaughan al guión y Marcos Martín son el tándem perfecto para dar una visión, entre clásica y contemporánea, del místico personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko.
Que maravilla estos Marvel Héroes. Os dais cuenta lo que incluía este tomo ¡y por 9,99€! Los clásicos con los que empezó todo y una de las mejores historias del personaje. Que manera de darle a los neófitos un punto de entrada y crear afición.
El primer cómic que leí del personaje, y coincido, es ideal para aquellos que quieran iniciarse con el hechicero de marvel; la he releído unas cuantas veces esta miniserie y en cada ocasión me encanta.