La locura siempre ha sido un campo muy interesante a explorar por la ficción en términos generales. El cine, la música, el teatro, los videojuegos y, por supuesto, el mundo del cómic, se acercan cada poco tiempo a personajes cuya mente no juega bajo las mismas reglas que la del común de las personas.
Lo que para muchos psiquiatras ha sido fuente de investigación, para los escritores, guionistas, productores etc, no es si no un fantástico campo de juegos donde poder hacer prácticamente lo que quieran, donde las reglas de la física, del espacio e incluso del tiempo no se aplican salvo que el escritor de turno decida hacerlo, retorciendo la realidad a su parecer y antojo.
En ese sentido, el género superheroico es un campo de pruebas donde prácticamente cabe todo tipo de trama, desde aquella que tiene componentes científicos, a mágicos, noir, de ciencia ficción, y por supuesto, también cabe hablar de locura. Y si hablamos de locura, no hay quizás mayor loco dentro del cosmos de la Casa de las Ideas que
El elegido para escribir al pródigo hijo de Xavier no fue otro que
Al dibujo, le acompañarían
En cuanto al argumento, Legión: Trauma, como su propio nombre indica, parte del trauma de David Haller, que busca ser tratado psicológicamente para poder curar su cabeza. Una premisa muy sencilla pero que en manos de Milligan y tratándose de David Haller, arroja una miríada infinita de posibilidades, al ser tan compleja y peligrosa la psique de un mutante cuyas infinitas personalidades poseen cada una nuevos, distintos y amenazadores poderes.
La doctora Hannah Jones, personaje de nuevo cuño y al servicio de la historia, concebida aquí por Milligan como una reputada psiquiatra de famosos que al tratar a Haller no busca si no la fama definitiva que la encumbrará a lo más alto, será aquí la elegida por Legión para adentrarse dentro de su compleja psique, comenzando aquí una auténtica fiesta visual y conceptual que hace las delicias de prácticamente cualquier lector.
Y es que, es aquí donde entra en juego esa explicación que dábamos en la introducción a esta reseña, acerca de que en el mundo de la locura ficcional no hay más reglas que las que el escritor decida establecer, aplicar y romper, y en ese sentido, la mente de David Haller reimaginada por Peter Milligan, resulta ser un vasto y amplio mundo donde cada personalidad, cada manifestación de David (manifestaciones que dicho sea de paso, afortunadamente no coinciden en muchas ocasiones con el género o la edad de Legión) resulta ser dueña o habitante de un terreno en concreto de la mente de Legión, existiendo manifestaciones de la misma que o bien lo conquistan todo, o bien se limitan a vivir ahí sin desear especialmente salir a la luz.
Con el recuerdo de Múlitple o de Glass (todavía más reciente) en las salas de cine, no es atrevido pensar que M. Night Shyamalan que demostró en su particular trilogía superheroica conocer muy bien el mundo del cómic, muy probablemente tomara prestadas muchas ideas de Legión para concebir al personaje magníficamente interpretado por James Mcavoy. Sin embargo, al ser el cómic un medio donde resulta mucho más fácil dar rienda suelta a la imaginación, al no estar cada escena o secuencia atada a un presupuesto determinado, lo que en el cine, o en la serie de televisión de Fox sobre el propio personaje de Legión, se muestra tímidamente, aquí no es si no una auténtica explosión de creatividad que rueda con una fuerza arrolladora en cada página.
El gran culpable de esto es Wilfredo Torres que hace gala de un estilo rígido, pero muy adaptable a cada una de las complicadas viñetas y diseños de página que le plantea el guión de Milligan, dándonos de este modo un atisbo muy acertado de lo que puede haber dentro de la mente no ya de David Haller, si no de cualquier persona que, desgraciadamente padezca de esquizofrenia paranoide, o de otras enfermedades mentales de difícil comprensión para el humano medio.
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 7
7
Loco
Peter Milligan, Wilfredo Torres y Lee Ferguson se atreven a analizar la tortuosa mente de David Haller
