Casi un lustro después del estreno de Cómo Entrenar a Tu Dragón 2 llega a las pantallas de todo el mundo Cómo Entrenar a Tu dragón 3 o How To Train Your Dragon: The Hidden World en su título original, la última entrega de la trilogía producida por DreamWorks Animation e inspirada en las novelas de Cressida Cowell. Desde su primera entrega, aquella Cómo Entrenar a Tu Dragón de 2010, la saga presente demostró ser la mejor de las creadas dentro del seno de la compañía fundada por Steven Spielberg, David Geffen y Jeffrey Katzenberg en el año 1994. Aquella historia sobre la relación de Hipo (Hiccup, en inglés), un tímido y escuálido vikingo, con un dragón «Furia Negra» llamado «Desdentao» (Toothless, en versión original) ofrecía las adecuadas dosis de amor, humor, amistad e inesperado drama. Todas las virtudes de la obra primigenia dirigida por Chris Sanders y Dean DeBlois se acentuaron cuando este último se encargó en solitario de la dirección y escritura de una secuela superior repleta de aciertos, hallazgos y momentos vibrantes como ese pasaje trágico, uno de los más duros vistos en una película de animación para todos los públicos diseñada bajo el amparo de una major hollywoodiense.
Cómo Entrenar a Tu Dragón 3 vuelve a contar con Dean DeBlois en el guión y la dirección y en su reparto de voces originales recuperamos a Jay Baruchel, America Ferrera, Cate Blanchett, Gerard Butler, Craig Ferguson, Jonah Hill, Christopher Mintz-Plasse, Kristen Wiig o Kit Harington y se una a ellos F. Murray Abraham ofreciendo sus cuerdas vocales a Grimmel, el villano de la velada al que volveremos más tarde para hablar de la peor decisión con respecto al largometraje, al menos en nuestro país. Si bien es cierto que con esta tercera parte podíamos esperar una obra a la altura de sus predecesoras lo que no era tan previsible es su capacidad para dar continuidad a la gradual mejora experimentada con cada nueva entrega de la franquicia. Porque sí, podemos confirmar sin miedo a equivocarnos encontrarnos ante el mejor y más completo episodio de la trilogía. Lo es por varios motivos que pasaremos a enumerar a continuación, pero el principal de ellos es saber utilizar de manera sabia los ingredientes clásicos reconocibles dentro de las aventuras cinematográficas de Hipo, Desdentao y compañía.
Si hay una carencia destacable dentro de Cómo Entrenar a Tu Dragón 3 esa es su contrastada naturaleza conservadora desde una perspectiva conceptual y argumental. Dean DeBlois y su equipo de colaboradores han arriesgado más bien poco a la hora de ejecutar una tercera entrega original, diferente o más atrevida con la que salirse un poco de los parámetros establecidos por las dos anteriores películas. De hecho su planteamiento inicial y desarrollo argumental pueden tildarse hasta de rudimentarios y en cierto modo previsibles, recordándonos a otras producciones animadas a las que hace referencia como El Rey León o Wall-E. Pero son el conocimiento de la idiosincrasia adscrita a la franquicia y su microcosmos o el soberbio uso de sus señas de identidad para dar forma a una pieza bordeante en la excelencia en varias ocasiones las virtudes sobre las que se sustenta How To Train Your Dragon: The Hidden World y es en ese terreno, ya conocido por sus máximos responsables y los espectadores, donde dan forma a una pieza casi perfecta con la que despedir esta intachable serie de largometrajes.
Como toda la publicidad relacionada con la película se ha ocupado de destacar, desde carteles a trailers, Cómo Entrenar a Tu Dragón 3 centra la mayor parte de su atención en la primera relación amorosa de Desdentao. No vamos a desentrañar las motivaciones o lo que se esconde detrás de este vínculo, pero una «Furia Diurna» se convierte en el interés amoroso del famoso Furia Nocturna y ambos protagonizan pasajes memorables en pantalla. Desde que comparten encuadre por primera vez todo lo concerniente a ambos personajes alados es de una ternura, encanto y magia impecables. Los rituales de cortejo de él, las reacciones de ella, las miradas cómplices, el lenguaje corporal de ambos y la gradual consolidación del romance se encuentran entre las mejores situaciones de la trilogía con la vista puesta en algunas de las obras silentes de Charles Chaplin y el aroma del Disney más clásico. Se antoja imposible, hasta para el espectador más impasible, no caer rendido ante la candidez y el sentimiento que los responsables de la obra han insuflado a esos instantes en los que el frío y distante pixel transmite calor y verdad gracias a una historia de amor, con reminiscencias trágicas, para la estantería del recuerdo.
Alrededor del relato de los dos dragones orbitan el resto de personajes ya conocidos dentro de la saga. Como es lógico sobre Hipo recae la mayor parte del peso de la narración, algo comprensible si tenemos en cuenta que sigue siendo el protagonista de la obra. Su rol como líder de Isla Mema (Islad of Berk, en su versión original) y la relación con un Desdentao, ahora enamorado y alejado temporalmente de él, servirán para poner a prueba su madurez. Le acompañan la inseparable y aguerrida Astrid, su madre, Valka y el resto de sus amigos formado por Bocón, Estoico, o Chusco y Brusca, entre otros, formando el grupo de fieles y divertidos guerreros reconocibles ya de las dos anteriores entregas. Pero en esta tercera parte destaca la incorporación de «Grimmel the Grisly», un cazador de dragones cruel y carismático que en Estados Unidos tiene la voz del ya mencionado F. Murray Abrahamn y en España ha sido doblado por el cantante Melendi. No quiero hacer sangre con un tema que ya ha hecho correr ríos de tinta, real y digital, pero espero que la distribuidora de la cinta en España haya tomado buena nota de las incontables quejas recibidas por la «muy cuestionable» labor del cantautor ovetense delante del micrófono. Pasar de la voz del Antonio Salieri de aquella obra maestra llamada Amadeus a la del autor de temas como Curiosa la Cara de Tu Padre debería estar penado por ley.
Con su virtuosismo visual y sólida narración Cómo Entrenar a Tu Dragón 3 culmina de manera intachable una excelente trilogía con la que Dreamworks Animation ha dado en poco menos de una década un salto de gigante en cuanto a la producción propia de su división adherida al cine animado por ordenador. Si sigue el camino abierto por estos tres largometrajes la factoría fundada por Spielberg/Kratzenberg/Geffen podrá equiparar varios de sus futuros proyectos al nivel de la Pixar de la todopoderosa Disney que siempre ha ido varios pasos por delante de ella. Por el momento nos quedamos con una tercera entrega para el recuerdo. Una joya para toda la familia abrazando el ideario adscrito a su microcosmos con una mezcla entre comedia, aventura o ese drama perfectamente dosificado y medido que en el prólogo final nos toca la fibra sensible por medio de un mensaje, tan sencillo como efectivo, en favor de la tolerancia, la convivencia y el respeto por el reino animal ya intrínseco en esta serie de obras inspiradas en las novelas de Cressida Cowell cuyo cierre se antoja tan brillante como para que sus precursores no intenten seguir explotando más el material de partida y devaluarlo de mala manera.
Dirección - 9.5
Guión - 9.5
Apartado visual - 9.5
Banda sonora - 9
9.4
Cómo Entrenar a Tu Dragón 3 despide por todo la alto la saga animada de Dreamworks Animation. Con una calidad que ha ido aumentando en cada nueva entrega la mezcla de épica, amor, humor y drama de esta adaptación de las novelas de Cressida Cowel alcanza su punto culminante en una tercera parte para el recuerdo.