Batman: Batman e Hijo

 

Edición original: Batman núms. 655-658 USA, 663-666 USA, 52 núms. 30 y 47 USA.
Edición nacional/ España: Ecc Ediciones.
Guión: Geoff Johns, Grant Morrison, Greg Rucka, Mark Waid.
Dibujo: Andy Kubert, Giuseppe Camuncoli, Joe Bennett, John Van Fleet, Keith Giffen.
Entintado: Andy Kubert, Jesse Delperdang, John Van Fleet, Joe Bennett, Ruy José, Lorenzo Ruggiero.
Color: Dave Stewart, John Van Fleet, Guy Major, David Baron, Pete Pantazis.
Formato: Cartoné, 240 páginas.
Precio: 23,00€

 

Esta noche he luchado contra el crimen. El crimen ha perdido.

Con este tomo ECC Ediciones empieza una nueva línea llamada Batman Saga, que pretende publicar las aventuras del murciélago en su serie principal así como los crossovers con otras colecciones del batverso desde la etapa de Grant Morrison hasta Tom King, pasando por la de Scott Snyder, por supuesto. Algo innecesario quizás, teniendo en cuenta que ya están todas ellas publicadas por la propia ECC, en el caso de Snyder además hasta en tres formatos distintos: grapa, rústica y tapa dura.

Toda esta aventura editorial comienza con Batman e Hijo, el comienzo de una etapa brillante y muy bien recordada por los fans como es la del escritor escocés Grant Morrison, que se atrevió a introducir de una vez por todas a un hijo de Batman que más de una vez había rondado por la cabeza de algunos guionistas y editores pero nunca se atrevían a dar el paso final. Así es como conocimos a Damian Wayne, personaje mítico donde los haya que desde aquel lejano año 2006 hasta nuestros días se ha convertido en uno de los personajes más queridos y carismáticos por los lectores y amantes del universo DC. Y ese es solo uno de los atrevidos conceptos que “el loco” escocés se atrevió a introducir en esta colección, siempre respetando el hecho de estará escribiendo una serie “mainstream” y no una de sus locuras independientes como Los Invisibles. Sin duda una de las etapas más interesantes y entretenidas del murciélago, que con esta nueva edición supone una excelente oportunidad para todos aquellos que nunca se hayan atrevido a acercarse a ella. Eso sí, preparad el bolsillo, porque estamos hablando de la friolera de 32 tomos, solo para la etapa de Grant Morrison, más otros trece después de Scott Snyder, que además ya se ha empezado a publicar en este formato, y los que vengan de Tom King.

Una de las principales diferencias con la edición anterior de ECC de Batman e Hijo, es la inclusión de dos números de la serie semanal 52: el #30 y el #47, que nos indican que sirve supuestamente como prólogo para la etapa de Morrison. Lo cierto es que son dos números que no aportan prácticamente nada al conjunto de la historia, y que simplemente nos muestran de manera muy superficial el viaje interpersonal de Bruce Wayne por todo el mundo para superar el trauma y dejar atrás los hechos acaecidos durante Crisis Infinita. No obstante, su trama se cruza con la de otros personajes, y si no has leído la serie desde el principio, poco o nada vas a entender durante estos números, más allá de que, insisto, no nos aporta nada para la etapa de Morrison leer sobre la vida de Batwoman, Renée Montoya o Buddy Baker en esos momentos.

Después empezamos la historia de verdad con una tremenda presentación por todo lo alto de Damian Wayne, que se nos muestra como hijo de Batman con un simple, brusco e inesperado diálogo que por entonces nadie esperaba: “sí, ese es mi padre”, señalando a un simple monitor y hablando con su madre, Talia al Ghul, que aquí empieza ya a elaborar su malvado plan de manbats ninja para dominar el mundo. No vamos a contara más de una historia en cuatro números cuyo mayor atractivo es ver como el mundo de Batman se pone patas arriba con la llegada inesperada de un hijo ya crecidito al que tiene que reeducar y despojarle de toda la oscuridad que le han introducido la Liga de los asesinos y su propia madre, para convertirlo en un justiciero más de su “banda”, en donde Damian competirá especialmente con Tim Drake, su por entonces hermano adoptivo. Y es precisamente en este contraste entre padre e hijo, en donde se aprecian mejor las consecuencias de esta atrevida historia, que poco a poco se irá forjando, haciendo evolucionar a Damian como hijo y como Robin. En el recopilatorio se incluye una historia ilustrada con el Joker como protagonista, y otros tres números que son historias aparentemente independientes, pero que forma parte de la mitología de esta etapa y del gran plan que está preparando Morrison desde el principio.

En el apartado artístico, y en concreto en el dibujo, tenemos a Andy Kubert en los números 655 al 658 y del 664 al 666, dejando el particular número 663 a John Van Fleet, y encargándose de los dos números de la serie 52 Giuseppe Camuncoli, Joe Bennett y Keith Giffen, siendo éstos sin duda lo peor a nivel artístico del tomo. Por otro lado, a quien hay que destacar sin lugar a dudas es a Kubert, ya no solo por calidad, sino por pura y simple presencia, es decir, es el dibujante principal de la historia, al menos de la importante, puesto que ya hemos apuntado que los dos números de 52 aportan muy poquito por no decir nada al conjunto de la historia. Kubert es una leyenda del cómic conocido por sus trabajos en X-Men y Capitán América en Marvel, y en diversas series del batverso en DC Comics, que aquí vuelve a demostrar sus galones con un trabajo bastante bueno, especialmente destacable por sus espectaculares escenas de acción con ese caos, esa suciedad y esos voluminosos y brutos personajes tan característicos del dibujo de los 90, y que también podemos observar en Jim Lee, por destacar solamente un ejemplo. Van Fleet se encarga del relato ilustrado que es el número 663, con un horrendo dibujo con unos extraños efectos 3D de videojuego de Play Station 2 que han envejecido fatal y que mancha bastante el resultado final del recopilatorio a nivel artístico.