Wimbledon Green: el mayor coleccionista de cómics del mundo

Cuando la nostalgia se convierte en arte.

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Edición original: Wimbledon Green: The Greatest Comic Book Collector in The World(Drawn and Quarterly)
Edición nacional/ España: Ediciones Sinsentido
Guion: Seth
Dibujo: Seth
Formato: Cartoné; 128 páginas en bitono
Precio: 19€

 

Si les hablo de Gregory Gallant, posiblemente no les suene de nada, pero si les menciono el nombre de Seth, la cosa cambia radicalmente. En realidad, son la misma persona, ya que Gregory Gallant decidió, allá por los 80, utilizar el nombre artístico de Seth, asociándose con su figura de forma indisoluble; algo que le ha acompañado a lo largo de toda su carrera hasta hoy en día. No hace mucho, decidí personalmente que había que rescatar a este autor nacido en Clinton, Ontario, del injusto olvido en el que había caído en Zona Negativa.

Wimbledon Green: el mayor coleccionista de cómics del mundo es una obra que recoge todas las inquietudes y señas de identidad de este maravilloso artista canadiense. Desde el momento en el que uno tiene en sus manos este cómic ya siente la presencia y huella de Seth. Y es que este autor no es “simplemente” un historietista, sino que también, entre otras tantas cosas, se encarga de diseñar sus propios tebeos. El tacto, el peso, la edición de las tapas… Todo esto nos transmite una sensación agradable, muy en la línea de La hermandad de historietistas del gran norte (de la que les hablaré en un futuro). Eso sí, en ambas obras el tamaño no es muy grande, y hay mucho texto, demasiado comprimido, dificultando así la lectura un poco.

Seth, el autor que convierte la nostalgia en algo auténtico y verdadero, y en última instancia, en arte, da rienda suelta a su inagotable imaginación para desarrollar, no solo una historia, sino unos personajes, unas publicaciones y unos artistas sacados directamente de su torrente creativo (algo que ya hizo en La vida es buena si no te rindes; posiblemente su obra más reconocida). Esta sátira sobre el mundo del noveno arte, que abre una nueva vía: la de los coleccionistas de cómics, se convierte finalmente en algo íntimo y personal, aunque a priori, no lo pueda parecer. Ésta es precisamente la grandeza de los artistas en mayúsculas; la de impregnar a cualquier historia, por rocambolesca que sea, de la personalidad del autor. Más de uno dirá que es obvio que este tebeo tenga mucho, a priori, de Seth, ya que está ambientado en el mundo de los cómics y hay toneladas de nostalgia en el mismo, pero, realmente, donde Seth lo lleva a su terreno y lo hace personal es que esa nostalgia no es exactamente la misma que desarrolla en el resto de su obra, sino que se refiere al recuerdo infantil de leer y dibujar cómics; al recuerdo de los años felices que pasó con su madre, que sufrió un deterioro de vejez y de salud, al igual que la madre del protagonista del cómic. Lo que empezó como una broma sobre este mundillo, acabó siendo algo cercano y dramático para el artista. Así es cómo una obra tiene vida y funciona de verdad; cuando el autor pone un pedacito de él dentro de ella; así se siente sincera, personal y única. Así es como trabaja Seth en sus obras.

Tanto Wimbledon Green como su posterior trabajo, George Sprott (incontestable obra maestra) me recuerdan a Ciudadano Kane. Las tres creaciones giran en torno a una figura mítica, y el relato se construye a base de recuerdos, vivencias, de gente que rodeó a estas personalidades. Y a través de estos testimonios se intenta indagar en el misterio que había alrededor de estos protagonistas. Si bien Wimbledon Green no llega al nivel de maestría del otro cómic de Seth y ni al de la película de Orson Welles, sí que es cierto en que estamos ante una grandísima obra. La estructura es caótica (adrede), pero se nota demasiado que varias historias fueron insertadas sobre la marcha, porque rompen, un poco, con el tono general de la obra. Esto no es que sea malo de por sí, ya que el relato desde el primer momento está construido a base de microrrelatos independientes que hacen avanzar al relato principal, pero deja a la luz el andamiaje con el que ha sido elaborado el cómic.

Hayan leído o no este tebeo, muchos de ustedes podrían preguntarse, pero ¿quién es realmente Wimbledon Green? El protagonista no es más que un macguffin hitchcockiano que sirve para dar rienda suelta a las filias y fobias que tiene Seth como artista. Es digno de mención que, en un universo creado íntegramente por este autor, sea capaz de salir él mismo en la historia (con otro seudónimo, Jonah), en la que fiel a su estilo, se expone personalmente, se fustiga a sí mismo, y sale muy mal parado. Todo esto aderezado con una buena dosis de sentido del humor. Asimismo, los cómics inventados por Seth que aparecen dentro de Wimbledon Green como The Green Ghost y Fine + Dandy, son dos pequeñas maravillas que un servidor no dudaría por hacerse con ellos, de la misma manera que lo intentan los personajes que pululan por la obra principal. ¿De la misma manera? Bueno, tampoco nos pasemos.

Pese a que en la introducción no se muestra muy contento Seth con el diseño y el dibujo de los personajes, a mí, particularmente, me encanta. Tiene razón Seth en que el diseño es muy, muy básico, pero casa perfectamente con ese tono de farsa y sátira que desprende el cómic. Lo nostálgico y retro, una vez más, recae en los edificios, aunque éstos tienen menos protagonismo aquí que en otras obras del mismo artista. Hay algo mágico en el diseño de las maquetas de edificios que crea Seth, y que suele acompañar a la mayor parte de su bibliografía. Seth dota a los edificios de vida; son como un personaje más en sus historias. Hay algo que me atrae poderosamente sobre esto. Esa soledad y belleza a través de los edificios no me lo suele transmitir el resto de autores. Las calles, el skyline… son únicos en Seth.

Hace escasos días, Salamandra Graphic publicó, por fin, en nuestro país, la edición definitiva de Ventiladores Clyde. Por este motivo, Seth comienza hoy mismo una gira por España. Hoy y mañana estará en Madrid; el 3 de junio en Bilbao, y el 4 en Barcelona. Desde Zona Negativa cubriremos tal acontecimiento. Podría decirles que ahora es un buen momento para leer a Seth, pero sería mentirles. Siempre es un buen momento para leer a uno de los grandes autores contemporáneos del noveno arte. Un nostálgico amante de las tiras de prensa, ¿recuerdan que les dije que diseñaba sus propias publicaciones? Pues él mismo, también, se encargó de diseñar The Complete Peanuts, la publicación de Fantagraphics Books que recoge todas las strips que creó el maestro Charles M. Schulz, y que le valió en 2005 sendos premios al diseño en los Harvey y los Eisner. Ya lo saben, si aman los cómics, Seth siempre es una respuesta.

  Edición original: Wimbledon Green: The Greatest Comic Book Collector in The World(Drawn and Quarterly) Edición nacional/ España: Ediciones Sinsentido Guion: Seth Dibujo: Seth Formato: Cartoné; 128 páginas en bitono Precio: 19€   Si les hablo de Gregory Gallant, posiblemente no les suene de nada, pero si les menciono el…
Guion - 8.5
Dibujo - 8
Interés - 9

8.5

Macguffin

Seth, un artista dotado de una excelente narrativa, hace gala una vez más de su infinito talento en esta obra sobre el mundo de los cómics que todo aficionado debería leer.

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Matches_Malone
Matches_Malone
Lector
4 junio, 2019 15:55

Maravilloso. Sleepers como este son los que expanden el medio y difundirlos me parece importantísimo. Yo personalmente conocía al autor pero no esta obra y me entusiasma descubrir cosas así; te lo agradezco.
Y me ha parecido muy injusto que esta gran reseña quede vacía de comentarios, así que aquí estamos.
¡Gracias!

Víctor José Rodriguez
14 junio, 2019 10:12

Llevo días dándole vueltas a este cómic. Y ya igual ni llegas a ver el comentario, compañero. Esta es una de esas obras que me llaman la atención por el argumento pero que el dibujo me echa para atrás. No sé si por estar demasiado acostumbrado a otros estilos, por la escuela superheroica o por qué, soy un ignorante de este tipo de arte. Pero me he decidido a comprarlo próximamente después de leer la reseña varias veces.