RESEÑAS
Alicia en un mundo real, Isabel Franc y Susanna Martín; Norma Editorial; 144 págs., BN, 18 €, edición en castellano y catalán.
Los mejores triunfos de Alicia en un mundo real deben buscarse en su voluntad de presentar con franqueza y autenticidad una peripecia vital dolorosa -también muy humana- desde su más radical singularidad. Huyendo de todo convencionalismo, sus dos autoras levantan su voz con una naturalidad atrevida que encuentra en el empoderamiento de su protagonista la exacta ejemplificación de lo que pretenden: dar un paso al frente en pro de una forma de entender la vida que se enorgullece de ser particular y, sobre todo, sentida, coherente, positiva y desafiante ante cualquier forma de falsedad homogeneizadora.
La deriva inicial de Alicia, su posterior aceptación de las manos amigas que se le ofrecen, sus dudas, sus miedos, su victoria personal e intransferible ante el cáncer de mama… todo ello contribuye a levantar un relato emotivo y simpático que -dibujado con trazo expresivo y cálido- consigue llegarle al lector bien adentro. Lo dicho, lo verdaderamente importante, compensa con creces que a veces las ilustracions pequen de una cierta blandura de trazo o pobreza de fondos, también que la ordenación y concepción del guión huya de concatenaciones secuenciales que generen crescendo emocional… detalles accesorios que no evitarán que ésta novela gráfica suponga un hito referencial a varios niveles, tanto en lo que tiene de testimonio positivo para quienes puedan sufrir la mordedura del cáncer, como por lo que supone de retrato de unos modos de interacción social alejados del paradigma clásico más desvirtuado.
ZN ENTREVISTA A… ISABEL FRANC Y SUSANNA MARTÍN
Toni: Durante buena parte del libro se insinúa que fue tu editora en Egales quien provocó la génesis del mismo…
Isabel: No, no fue así. Ese es el peligro que hay siempre que haces algo de tinte autobiográfico: la gente cree que es un calco de la realidad. No, la iniciativa fue de personas de mi alrededor que me invitaban a escribir sobre lo que me había sucedido “con tu sentido del humor”. Yo, la verdad, no tenía muchas ganas de revivir todo el periplo, pero en un momento dado me lo plantee. Por otro lado, en el cómic sale el gag de aquello típico de editoras y editores pidiéndote que escribas porque eso les hace ganar pasta, aderezado con esa salida de la editora diciendo: “hazlo muy dramático que vende más”. Pero en realidad la editora de Egales no tuvo nada que ver.
Susanna: De hecho se ha sentido más identificado Álex (Fernández – Editor de Norma) con ese personaje que ninguna otra persona (risas). Empezaba: “esto va por mí, ¿verdad?” (falsete de gruñón) “Noooo” (condescendiente)
Isabel: “¡Jo, cómo nos ponéis a los editores!”, decía Àlex. Pero vaya, eso son guiños que hay que hacer.
Toni: Entonces, la opción por relatar tu periplo en forma de Novela Gráfica y a través de Norma Editorial, ¿cómo surge?
Isabel: La opción por la Novela Gráfica desde una perspectiva práctica, pensando en lo que a mí me habría apetecido leer cuando estaba con el tratamiento y en esos momentos tan duros. Pues quizá el formato gráfico habría ayudado, porque aunque son circunstancias en las que tienes tiempo para leer, estás con muy poca energía. Además, el formato gráfico también puede canalizar muy bien el humor. La opción Norma fue por nuestro agente. Empezó a moverlo y Norma se mostró interesada. Lo había enseñado antes a otra editorial que no nombraremos, que por suerte no aceptó porque no nos habría gustado nada. Y la segunda editorial a la que le propuso el proyecto fue Norma y Norma dijo que sí. Además, lo pilló cuando todavía no era un proyecto muy redondo. No era un guión ya hecho, con un modelo de dibujo ya muy elaborado, sino que era una idea de dos pardillas en las que el agente confió, en las que el editor confío, y ahí empezó todo.
Toni: Y para ti, Isabel, que eras nueva en el lenguaje del Cómic, ¿cómo ha resultado la experiencia de expresarse a través de una novela gráfica?
Isabel: Muy rica. Primero, he aprendido qué es un guión, que ya es mucho (risas). “¿ehto qué lo que é?” “Un guión”
Susanna: Luego, que se cabree la dibujante (risas)
Isabel: Sí. Luego he aprendido cómo hacer cabrear a una dibujante.
Toni: ¿Pidièndole imposibles?
Isabel: Exacto. No, no, ha sido una experiencia realmente fantástica. Porque entras en un mundo que no es el tuyo… Pero yo creo que sobre todo por la calidad humana que ha habido en torno al proyecto. Porque tú puedes entrar de la misma manera y darte cabezazos continuamente. Y aquí ha habido una confluencia de unas ganas de trabajar en equipo y de respetar mucho el trabajo de los demás que creo que es lo que más nos ha enriquecido a todos: al editor y a nosotras dos.
Toni: En este sentido fue positivo que el proyecto no estuviese encajado y cerrado antes de presentarlo aquí.
Isabel: Igual sí. Es de aquellas cosas que nunca sabes. Yo creo que lo que tiene que ser, será. Cuando detrás de una idea hay algo que funciona, un buen editor lo huele. Y también había mucho cariño hacia la idea y muchas ganas de trabajarla bien y eso es lo que al final, de alguna manera, se vió.
Toni: ¿Fue complicado para ti dar con el registro gráfico que permitiese al conjunto sonar como una sola voz?
Susanna: Isabel ya me escogió a mí por el estilo que tenía. En el apartado de cómic de mi blog ya tengo alguna historia con personajes de este estilo. Quizás lo más complicado para mí fue el realizar una obra de este tamaño, de ciento cuarenta y tantas páginas, y mantener el equilibrio estilístico. Rápidamente los editores me dijeron que me centrase en un registro, trabajase los personajes… y la verdad es que le puse tantas ganas que todo empezó pronto a rodar; cuántas más páginas hacía más suelta iba Alicia… al final funcionaba solo el personaje.
Toni: Así, por lo que dice, Susanna, ¿viste en su estilo una cierta proyección de tu voz?
Isabel: Sí, porque yo buscaba sobre todo un tono realista y de tebeos a la vez. Un registro demasiado moderno quizá no ayudaba a entrar y el registro cómic cómic, como de dibujo animado, me parecía que podía ayudar a entrar mejor en la historia. Pero lo pensaba desde la ignorancia absoluta.
Toni: ¿Intuición?
Isabel: Sí, intuición y luego que… esto me gusta contarlo: nosotras habíamos quedado, yo le propuse el proyecto, ella me dijo que ya me enviaría algún ensayo y yo me fui para casa pensando que igual sería uno de tantos proyectos que algunos acaban concretándose y otros no. Pero una noche de esas que estas en tu casa, tranquilamente, con tu ritual nocturno, en el ordenador, llega esta imagen al ordenador.
Ostia, de repente ves que existe, ves que es muy mona, ves que además es una imagen que está expresando mucho. Porque sólo estaba esta imagen, pero ya adivinas que esto es cuando se le han dado el diagnóstico, ella sola, reflexionando… Y a partir de ahí, notas que hay alguien al otro lado, trabajando contigo, y que aquello tiene que funcionar.
Toni: Susanna, Dado que no vives del cómic y que tu ritmo de producción hasta la fecha ha sido reducido, ¿te fue muy difícil sacar adelante esta obra dentro de las fechas previstas?
Susanna: Bueno, más que nada porque tenía que combinarlo con mi trabajo asalariado. Difícil a nivel social… también la suerte es que vivía sola, entonces te encierras y sabes que durante un año y medio o dos años tienes que llevar una disciplina muy rigurosa y tienes que tener muy claro que es esto solo y todo lo demás no importa. Todos mis amigos ya sabían que yo… bueno, yo estaba viva, de vez en cuando les enviaba algún mensaje diciendo “estoy aquí”… el facebook me ha ayudado muchísimo (risas), dando toques… pero a nivel social no vives. Mi vida era del trabajo al trabajo. Del otro trabajo al cómic. Fue duro en este sentido. Es como de una gran soledad. Impresionante.
Isabel: Y eso que había comunicación entre nosotras, pero es que este es el trabajo de la creación.
Susanna: Sí, pero era todo como muy virtual. Yo necesitaba ir cada día a trabajar para tener contacto con humanos y que alguien me hablara.
Isabel: También porque había un plazo muy estricto de fechas. Si se hubieran podido esponjar un poco las fechas, yo creo que por una parte mejor y por otra parte yo creo que ahora nos dicen de esponjar las fechas y decimos que no, que no, que así ya está acabado y teníamos ganas de que saliera. Tienes la satisfacción de verlo.
Toni: El título de la obra parece un juego de paradojas encadenadas. ¿Os costó mucho dar con él?
Isabel: Sí (risas). Yo no estaba muy convencida con el título al principio. No me acababa de gustar mucho. Yo creo que es una de esas casualidades que ni te imaginas, que Tim Burton vaya a sacar una Alicia cuando va a publicarse tu cómic y entonces dices “¡Dios existe!” (risas) Salió así y está el juego éste de que esta Alicia no vive en el País de las Maravillas. Está pasando por una situación muy real que comparte con muchas mujeres.
Susanna: Sí, fue el estar en el momento adecuado y sacar algo justo en el momento.
Toni: El de Alicia es sólo “uno” de los mundos reales posibles, tanto por el desenlace de la historia como por el marcado entorno lésbico en el que se inscribe (ellas se ríen y yo me sonrojo). ¿Teníais muy circunscrito el público al cual queríais dirigiros o deseabais que la obra tuviese acogida entre todo tipo de lectores?
Isabel: Siempre vas a buscar una acogida amplia.
Susanna: Evidentemente, tenía que tener una acogida muy amplia. Además, yo creo que es muy valiente meter este libro con esta protagonista, con esta protagonista, con esta vida que lleva, en un mundo tan machista como es el del cómic. Yo creo que tenemos un par de huevos…
Isabel: Ovarios, ovarios.
Susanna: No, no, no; huevos.
Toni: O varios huevos.
Isabel: O varios, o varios huevos (risas).
Susanna: O varios huevos, sí (risa).
Isabel: Chist.
Toni: ¿Era una apuesta deseada o simplemente salió con naturalidad?
Susanna: Pues como la vida misma. Yo creo que el tema de con quien te acuestas o con quien vives o por quien te sientes atraído tiene que ser algo muy natural.
Isabel: Es que de hecho Alicia vive en este mundo, como nosotras tenemos un mundo determinado. Nosotras tenemos esta red de amistad, esta tribu que está alrededor de Alicia. De alguna manera, es nuestro mundo. ¿Un mundo marcadamente lésbico? Bueno, un mundo en el que te mueves quizás más alrededor de mujeres. Pero vaya, ahora con todas las teorías de género, también podríamos ponerlo muy entre comillas. Todo es muy ambiguo. Lo que está claro es que no íbamos a poner un escenario estándar (familia, señora casada, entre 45 y 55 años, con niño y niña…) para que eso llegara a un sector más amplio. No. Este es el mundo de Alicia y esta es la vida de Alicia. Y como se dice al principio, no es la historia de todas las mujeres que han pasado por un cáncer de mama, sino que es una en la que tú encontrarás elementos con los que te identificarás y otros que son de otro personaje. Pero está bien también presentar mundos nuevos, formas nuevas de relacionarse, decir que no todo es la familia de Cuéntame cómo pasó.
Toni: Seguramente esa familia no existe.
Isabel: Seguramente no, exacto.
Toni: Creo que uno de los momentos más impagables de la peripecia de Alicia es su empoderamiento mediante el tatuaje (Isabel empieza a sonreir). Dado que ésta es una obra sólo autobiográfica a medias, debo preguntarte… ¿existe ese tatuaje? (Isabel se descubre la solapa de la camisa y aparece la parte superior del tatuaje) ¿Cómo es convivir con él y cómo experimentaste esa epifanía de incorporar presencia donde había ausencia?
Isabel: Pues de una forma muy agradable. Es decir, yo he tenido la suerte de tener un cuerpo estándar toda mi vida. Ahora no lo tengo. Y aún así toda mi vida, desde que tengo conciencia –y es una conciencia feminista- reivindicó que el cuerpo tanto de la mujer como el del hombre sea como es. Que no se nos obligue a tener el cuerpo de una determinada manera para poder estar… bueno, es que además me parece una aberración que a las niñas ahora de regalo de cumpleaños se les pague un aumento de pecho. Hemos llegado ya a la locura absoluta, al delirio total. Bueno, pues una amiga mía, cuando estaba en el hospital, me dijo “podrías hacerte un tatu”. Ella tiene una quemadura bastante grande en el brazo y me dijo que en ocasiones se lo había planteado pero que no se atrevía. Y para mí fue un “dicho y hecho”. Porque claro, era eso o una operación, una reconstrucción. Y una reconstrucción es otra anestesia, otra… por motivos estéticos, no por motivos funcionales. Es distinto si has perdido una mano y te dicen que van a ponerte otra mano. Oye, ahí me meto. Por eso, hay todo un discurso detrás del tatuaje. Y lo he experimentado ya, porque el verano pasado fui a la playa e hice top-less. ¿Qué pasa? Que con el tatuaje invitas a que la gente te mire y entonces la gente mira sin miedo. Porque tenemos mucho miedo de mirar cuerpos diferentes, cuerpos deformes. Cuando las ParaOlimpiadas fue espectacular el cambio de mentalidad que hubo en la gente. Había tantas sillas de ruedas, tanta gente diferente, que ya nadie se giraba. Entonces, es una cosa que hay que ponerla ahí.
Susanna: De hecho, esto también se puede ligar con la pregunta de antes sobre la homosexualidad. O sea, estamos acostumbradísimos a que todos los superhéroes son heteros… bueno, creo que en Authority alguno hay que no.
Toni: Alguno hay que no, alguno hay que no (risas)
Susanna: Pero bueno, es superreciente. Y además es como “¡En Authority hay un personaje que es gay!” De forma estridente. Pues bueno, también se puede asociar a eso del cuerpo no normativizado, que se sale de aquello que es “normal”.
Isabel: Alicia es una anti-heroína con todos los elementos de la anti-heroína.
Susanna: Sí, por eso va también con el traje éste que le queda como si fuese un pijama, con arrugas y tal. En plan “me han puesto un traje que encima es amarillo nuclear, me falta un pecho” y se pregunta “¿por qué a mí?” Es un poco este rollo.
Toni: Al final del libro Alicia no tiene demasiados problemas para soltar amarras con un entorno que, después de haberla apoyado mucho, también ejerce sobre ella cierto grado de chantaje emocional (risas). Me gustaría que os mojarais a la hora de decirme, en vuestra opinión, qué grado de compromiso y qué espacios de libertad le son necesarios a una relación afectiva para que ésta pueda crecer de forma sana.
Susanna: Bueno, el tipo de vida que lleva Alicia ya es un poco diferente. Es otra manera de relacionarse. El hecho de que tenga amantes, ex amantes, amigas con las que tiene algún roce… Yo creo que es otra manera, otra actitud. Ayer me dijeron por primera vez la palabra monocontractual.
Isabel: ¡Ah, sí! “Estoy en etapa monocontractual”, es decir, “estoy en pareja”.
Susanna: Es un contrato, “estoy en pareja” y tal. Yo creo que para que una pareja funcione hay que respetar… y también con los amigos funciona, que cada persona pueda continuar con su camino. Como las vías del tren. En vez de que un tren descarrile y se ponga encima del otro tren y vayan los dos en la misma vía, es ir los dos en paralelo. Y te vas mostrando el paisaje que cada uno se va encontrando en este recorrido de su propia locomotora. Y esto es lo que hace Alicia. Sus amigas por supuesto que tienen muy claro que haga lo que quiera. Y ella necesita irse a Cancún. Por eso le dice a su novia, al final, “yo ya sé que vas a hacer lo que te dé la gana cuando yo no esté. Hazlo.” ¿Por qué no? Yo creo que es también un enriquecimiento de la persona.
Isabel: Me gusta mucho el ejemplo este de las vías paralelas, pero yo siempre digo que descubrí qué es la pareja -y lo aplico también a la amistad- cuando me enseñaron la intersección de conjuntos. Pensé, “es esto”. Un conjunto más un conjunto que tienen una parte que comparten y una parte en la que siguen siendo autónomos. Como imagen gráfica me parece que las dos funcionan. Y en la amistad tiene que ser lo mismo. En la amistad el compromiso no está escrito en ningún sitio. En la pareja sí, aunque no se hayan firmado papeles. Está de alguna manera determinado… que también hay que romperlo, eh, también hay que modificarlo un poco, pero está determinado. Hay cosas que estando en pareja no puedes hacer, hay cosas que en la pareja tienes que hacer, etc. En la amistad eso… hay un compromiso moral también. Es decir, si yo tengo una amiga y sé que en un momento determinado va a necesitarme, tengo que estar allí. Por eso es mi amiga. Y si en un momento determinado a esta amiga le pasa como a Alicia, que tiene que acabar el libro sola. Simbólicamente, tiene que acabar la historia sola. Porque la historia es suya. Ha habido mucha gente que la ha ayudado, mucha gente que la apoyado, mucha gente por la que ha tirado adelante. Pero finalmente, ella empieza sola, en la imagen que antes enseñábamos, y finalmente se empodera sola. Pero con ese cojín que es la amistad. Y que si es verdadera amistad… como decían nuestras abuelas, un verdadero amigo, una verdadera amiga, se demuestra en los momentos de cotidianidad más simples y en los momentos difíciles.
Susanna: De hecho, en los agradecimientos del libro, a quien más agradezco es a los amigos.
Isabel: Sí, yo también.
Susanna: Sí que he trabajado sola durante un año o dos, pero sabías que estaban allí y cuando estabas de bajón, alguien te levantaba siempre: “ánimo, ánimo”. Sobre todo el último mes, que era horroroso, era siempre el “ánimo, tú puedes”.
Isabel: Hay un canto a la amistad en Alicia, hay un canto a la amistad. Y a esas formas nuevas de relación que tenemos que consolidar socialmente. Tan válido es tu mundo de familia –que luego la familia…- como la elección de tener una tribu y de vivir sola o acompañada a temporadas, pero…
Susanna: O en manada.
Isabel: O en manada.
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Con esta nueva entrega demuestras porque Pildoras es una de mis secciones favoritas de Zona, enhorabuena Toni 🙂 esta misma noche comienzo la lectura de Alicia que me ha dejado muy buen sabor de boca la entrevista 🙂
Cojonudo y en tu línea, Toni! Y la entrevista una gozada… sigues consiguiendo esa intimidad con los autores que tanto diferencian tus aproximaciones de las del resto de los mortales. A ver con qué nos sorprendes la semana que viene 😉
jajajaja, la semana próxima no iremos tan a fondo porque al autor en cuestión nuestro amigo David Fernández ya le exprimió a conciencia tiempo atrás 😉
Una semana mas vuelve a superarse señor mio,me ha parecido una de las entrevistas mas bonitas y emotivas que he leido en mi vida y buena parte de culpa la tiene usted señor boix.
Al leerla la primera vez me ha parecido increible,pero por ponerle alguna pega he echado de menos quizas alguna muestra mas del trabajo de susana para hacerme una idea del estilo grafico de la obra,luego he pensado que realmente no se desvela demasiados detalles sobre lo que se cuenta en la historia,gran error por mi parte.
Lo he vuelto a leer de principio a fin,y a la segunda,esta vez si,he entendido de que trataba realmente la historia,una vez comprendido esto,se valora mucho mas la sinceridad de Isabel,pocas veces un autor abre su corazón de esa manera para explicar una vivencia personal tan dura como la mencionada en la obra,un ejemplo de valentia sin precedentes que hace que esta ALICIA EN UN MUNDO REAL,pase de ser un tebeo que en principio no me llamaba la atencion,a una obra que en estos momentos me parece imprescindible gracias en parte a la empatia que desprenden las palabras (amables,duras,tiernas,reales…) de la narradora.
Todos podemos sentir lo que siente Alicia,por que todos somos Alicia.
Javie, esta vez te has superado y creo que este es de los comentarios más ricos que has escrito en esta tu sección
Muchas gracias maestro,lo unico que intento es lo de siempre,intentar no estropear demasiado la seccion con mis torpes palabras y un vocabulario limitado por una LOGSE que nos dejo marcados de por vida.
Genial la entrevista,genial las entrevistadas y por supuesto genial el entrevistador,pero por suerte esto ya no es noticia.
P.D;Me gusta el nuevo ritmo que ha cojido la seccion,eligiendo contenidos mas concretos y exprimiendolos al maximo,has convertido las pildoras en sinonimo de calidad.