SIEGE: Los Resúmenes #16 (3ª Parte de Tie-ins – Mayo)

Arrancamos en la Torre de los Vengadores, un par de días atrás.

Norman Osborn observa la desolación provocada por el Doctor Muerte cuando el monarca de Latveria entró en conflicto con los intereses de la Cábala –en realidad más con los del propio Osbron– negándose a entregar al rey Námor.

El Encapuchado aparece de la nada, como tiene por costumbre hacer. Norman le esperaba. Quiere ver la nueva fuente de poder de Parker: las Piedras Norn que le permiten convertir sus deseos en realidad.

Es hora de hablar de negocios. A cambio de la participación del Encapuchado y sus villanos en el Asedio a Asgard, Osborn confiesa que pretende elevar de posición a los Thunderbolts, pasando de ser un grupo de operaciones encubiertas a ocupar el puesto, ni más ni menos, que de los Vengadores y cediendo el liderazgo de todo ello a Parker Robins. Por tanto, ocupará el lugar de Iron Patriot al frente de toda una caterva de villanos que poseerán inmunidad como fuerzas especiales del gobierno. Ni que decir tiene que el Encapuchado acepta.

Más tarde, el mafioso expondrá el plan de Osborn a sus seguidores. Ellos deberán decidir si quieren estar dentro o fuera. Mandril es el único que, en principio, disiente, pero cuando Parker le arranca sus poderes aumentados mediante la magia de las Piedras Norn, el villano de apariencia simiesca se lo replantea. Parece sufrir una especie de síndrome de abstinencia del poder. Finalmente, con el arrepentimiento de Mandril y la aprobación del resto, los villanos entran de pleno en el Asedio.

Vemos algunas escenas que no se mostraron en el transcurso del cuarto número de Siege.

Nick Furia está a punto de disparar a la cabeza de Iron Patriot, que es salvado en el último momento por el Encapuchado.

Madame Máscara casi mata al Capitán América original, de nos ser por la oportuna intervención de Vigía, que hace caer Asgard.

Cuando el polvo aún no ha tenido ocasión de posarse, Parker busca a Madame Máscara y Ronin hace lo propio con Pájaro Burlón. Las dos parejas van a encontrarse entre las ruinas sólo para observar al Vigía convertido en el Vacío, amenazando con poner fin a las vidas de los héroes y los villanos por igual.

En ese momento, Loki invoca las Piedras Norn que abandonan a Parker Robins para siempre.

Desprovistos del poder mágico que aumentaba sus capacidades, los villanos deciden retirarse cada uno por su lado.

Madame Máscara y el Encapuchado emboscan a un par de marines y se hacen con su jeep.

Escondidos en la habitación de un hotel, los dos supervillanos analizan la situación. Van a ir a por ellos. Parker ha perdido todos sus poderes y sabe que resultará una presa fácil, pero Madame Máscara le conmina a estar preparado: “Cuando vengan a por nosotros… debes conseguir algo con que sorprenderles”.

CONTINUARÁ…

…y lo hará en el último número de New Avengers. Como dijo cierto capitán estelar: “Ha sido divertido”.

Asgard ha caído y Ben Urich estaba dentro cuando ocurrió –empiezo a pensar que pocos personajes del Universo Marvel estaban fuera–.

Lady Sif rescata a Urich de entre los escombros. Apenas intercambian unas escuetas palabras cuando Keller, la estrella mediática que trabaja a las órdenes de Norman Osborn, aparece también con vida.

Mientras Urich auxilia a los caídos que se encuentran en las inmediaciones, Keller no duda en despreciarlos. Se autodenominan dioses, pues que se las apañen. Un tipo simpático, ideal para tener cerca en caso de crisis.

Ben le calla con un puñetazo que todos estábamos deseando ver hace tiempo. En ese momento, el Vigía se convierte en Vacío y los héroes se congregan para atacar.

Apenas les quedan unos pocos minutos para sacar a tantos asgardianos y civiles como les resulte posible antes de que el conflicto caiga, literalmente, sobre sus cabezas.

William, el amigo cameraman de Urich, ha grabado toda la situación de la caída de Asgard y ahora conduce por las calles de Broxton en dirección a las ruinas.

Desgraciadamente, no es el único que prescinde del código de circulación en los momentos desesperados y no tarda en estrellarse para evitar la embestida de un camión.

Cuando sale del vehículo maldiciendo, alguien le habla. Parece Volstagg.

Ben se ha quedado sin libreta, sin grabadora y sin cámara, así que tiene que memorizar cada escena para poder recogerla después de manera fidedigna.

En ese momento, sobre un aerodeslizador, llegan el inconmensurable Volstagg y William, cámara en ristre.

Reencuentro feliz y Helitransporte que cae sobre los escombros de la maltrecha Asgard.

La explosión alcanza a los periodistas, pero el valiente Volstagg cubre con su inmenso cuerpo a los humanos salvándoles de lo peor de la deflagración.

Tras esto, el asgardiano echa a correr. Y nosotros sabemos a dónde va exactamente, porque lo vimos en Siege #4: directo a noquear a un Osborn desquiciado que trata en vano de abandonar la escena de su funesto crimen.

Siege termina y con él la crónica de Urich. El futuro amanece hoy algo más brillante. Por una vez, las cosas vuelven a su lugar y nos traen con ello esperanza.

Ya de regreso a la normalidad –todo lo normal que puede ser la vida de un personaje en el Universo Marvel, claro está–, Ben visita la tumba de su esposa fallecida, Doris. Le cuenta cómo William se ha unido a la plantilla de Front Line.

Resume la ausencia de cambio en personas como Todd Keller. Quizá la influencia de Steve Rogers, que ocupa ahora el lugar dejado por Osborn, obre el milagro.

Volstagg ayuda en la reparación de las instalaciones deportivas que, en cierto modo, contribuyó a destruir.

Y Ben, bueno, está contento de haber regresado a Manhattan y observar como todo cambia para mejor.

En ese momento, una «corriente de arco-iris» hace aparecer un vestigio de bastión asgardiano sobre la azotea de la Torre Stark, cuartel general de los Nuevos Vengadores.

Siempre quedará otra historia por contar.

FIN.

Algo más floja que sus primas hermanas, las muchas Front Line, miniseries protagonizadas por Ben Urich que acompañaban corriendo en paralelo a los diferentes macroeventos del Universo Marvel de los últimos tiempos y que están ganando puntos para convertirse en un clásico de hoy.

¿Qué os ha parecido a vosotros Siege Embedded?