Hace cuatro años Planeta Cómic puso a la venta, en un sólo tomo, Equipo Rojo, una miniserie de siete números publicada en 2014 por la editorial Dynamite Entertainment con guión del irlandés Garth Ennis y dibujo del estadounidense Craig Cermak. Aquel primer arco argumental estaba protagonizado por Eddie Mellinger, Trudy Giroux, Duke Wylie y George Winburn, cuatro miembros de una unidad de élite antinarcóticos del Departamento de Policía de New York llamada Equipo Rojo, que, ante la imposibilidad de cazar a un narco llamado Clinton Days, decidían tomarse la justifica por su propia mano. El metódico y preciso asesinato de Days sólo era el inicio de una larga cruzada en la que el cuarteto de policías irían eliminando a todo aquel criminal al que consideraran merecedor de ello, desembocando el proceso en una matanza en la que dos de sus miembros, Duke y George, serían ejecutados al enfrentarse con otro equipo del Departamento de Policía de New York, comandado por el corrupto Paul O’Dwyer, cuyos métodos dejaban en anecdóticos los de los protagonistas. Dos años después una nueva miniserie, esta vez de nueve números, vio la luz a manos de los mismos editores y equipo creativo. Esa es la recopilada en este Equipo Rojo Nº2: Centro de Masas, Dos Disparos que ha publicado recientemente Planeta Cómic y del que vamos a ocuparnos en esta entrada.
Equipo Rojo Nº1 era un relato noir sobre un grupo de policías sobrepasando la línea de la legalidad hastiados por un sistema que consideraban ineficaz. Su toma de decisiones con respecto a eliminar a los criminales más peligrosos de las calles de New York acabó pasándoles factura y haciéndoles descubrir que en el Departamento de Policía en el que trabajaban se encontraban agentes corruptos tan, o más, peligrosos que los delincuentes a los que daban caza. Garth Ennis apelaba a su faceta más realista y madura en lo referido a un guión con reminiscencias a la labor de otros autores expertos en el género como Brian Azzarello, Greg Rucka o Ed Brubaker e incluso a profesionales de otros medios como Sam Peckinpah o el Quentin Tarantino de sus tres primeras películas. La solidez de su narrativa, el excelente uso de los flashbacks para estructurar la historia o el adecuado perfil de los personajes principales y secundarios eran virtudes muy destacables, sólo ensombrecidas por el trabajo un tanto tosco e inexpresivo de Craig Cermak a los lápices.
Equipo Rojo Nº2: Centro de Masas, Dos Disparos retoma la acción un año después de lo acontecido en el primer arco argumental, siguiendo los pasos de los dos supervivientes del Equipo Rojo, Eddie Mellinger y Trudy Giroux, que siguen dando forma a la élite antinarcóticos del Departamento de la Policía de New York, pero siendo asignados a casos de poca importancia tras los hechos acontecidos en lo que se conoce como la «Carnicería en Jamaica Bay». Esta nueva historia arranca cuando los protagonistas dan el alto a un coche conducido un niño rico con vínculos con el narcotráfico local al que decomisan un arma y varios kilos de cocaína. Dicho inicio, que podría hacernos creer que Garth Ennis y Craig Cermak van a seguir la senda establecida en la anterior etapa de la colección, sirve como punto de inflexión para que los autores den un giro de 180° a su propuesta. Manteniéndose dentro de los mismos parámetros conceptuales y argumentales, pero transitando una vertiente genérica diametralmente opuesta a la de aquella.
Con la intención de no repetirse y caer en la redundancia o el subrayado Garth Ennis decide profundizar más en la personalidad de sus dos protagonistas implicándolos en una trama criminal que, en ocasiones, servirá como excusa para que la relación interpesonal compartida por ambos se convierta en el epicentro del relato. Una vez más el irlandés juega a placer con la narración, ofreciendo distintos puntos de vista de una misma situación, y dedicando más tiempo al lado civil de sus agentes de la ley derivando en un drama con apuntes de thriller lo que en el arco argumental anterior era un thriller con leves apuntes dramáticos. Si Equipo Rojo Nº 1 era The Shield o Walter Hill, este segundo es The Wire y Sidney Lumet. Ennis destila una elegancia y contención impropia hasta de su vertiente más serie y solemne, normalmente adherida a series bélicas como War Stories o Battlefields, y aunque la violencia explícita hace acto de presencia de manera inesperada siempre está justificada a nivel argumental y no cae en el grafismo innecesario y la explicitud visceral propia de su autor.
Dentro de la escritura de Equipo Rojo Nº2: Centro de Masas, Dos Disparos lo que más destaca es la evolución de la relación entre los personajes de Eddie Mellinger y Trudy Giroux. No han sido pocos los lectores asombrados por la sensibilidad y delicadeza con la que el autor de The Pro ha retratado la interacción de ambos protagonistas. Pero los que llevamos tiempo siguiendo su obra sabemos que debajo de las ingentes cantidades de hemoglobina y pólvora que suelen poblar sus historias siempre late un discurso mucho más humanista con predisposición a enaltecer la amistad, el amor o los lazos fraternales. Durante los primeros números el devenir de dicha relación es más sucinto, pero después de la agresión hacia uno de los dos personajes eclosiona y Ennis vuelve a los terrenos melancólicos de Battlefields: Querido Billy con un hombre y una mujer incapaces de hace vida compartida por distintas situaciones personales y profesionales a las que deben enfrentarse. Pasajes como el que comparten desnudos después mantener sexo o el que cierra el tomo muestran a un Ennis brillante a la hora de crear empatía entre el lector y sus criaturas.
En lo referido a Equipo Rojo Nº 1 la nota discordante la ponía el apartado gráfico de un Craig Cermak aparentemente desganado al que el coloreado de Adriano Lucas tampoco ayudaba en demasía. La inexpresividad de los personajes y la tosca secuencialidad en los pasajes de acción empañaban, en cierta manera, la soberbia labor de escritura aportada por Garth Ennis. Por suerte el ilustrador ha dado un notable salto cualitativo de un tomo al otro y lo cierto es que, sin llegar a bordear la excelencia, acomete aquí sus responsabilidades con mucha más profesionalidad y unos resultados a la altura de la propuesta de su compañero de trabajo. Posiblemente un dibujante con más bagaje o algún veterano colaborador de Garth Ennis hubiera ofrecido un acabado más compacto a la hora de mimetizarse con su prosa, pero es ineludible que Cermak ha demostrado una intención de mejoría encomiable que, tampoco lo olvidemos, ha encontrado un cómplice de gran valor en el colorista Vinicius Andrade, capaz potenciar sus virtudes y minimizar sus carencias a la hora de facturar el apartado artístico de la propuesta.
Cuando parecía que tras el primer arco argumental Garth Ennis y Craig Cermak lo habían contado todo con sus personajes y ese final abierto no necesitaba una continuación que materializara aquello que quedaba a la imaginación del lector Equipo Rojo Nº2: Centro de Masas, Dos Disparos llega, no sólo para convertirse en una secuela superior en varios aspectos a su predecesora, sino también en una lección de cómo debe abordarse una colección para evolucionar, enriquecerse y no caer en el subrayado o la redundancia. El resultado es de nota alta y nos deja con ganas de más, aunque este nuevo cierre deja pocas posibilidades para una continuación. Pero la labor de ambos autores es tan destacable, sobre todo la del autor de Crossed, que se antoja inevitable pensar en nuevas andanzas de estos personajes y hacia donde se encaminarían después de lo acontecido en esta segunda entrega convertida desde ya en una de las propuestas más interesantes publicadas este año por Planeta Cómic, con algunos extras interesantes como portadas originales, páginas del guión de Ennis y bocetos de Craig Cermak. Cita indispensable para los fans del buen policíaco y de la faceta más sobria del autor de Hellblazer o Aventuras en la Brigada del Rifle
Pues, en mi caso, el disfrute se ha visto muy entorpecido por la traducción. No sé si la traducción es mala, o si es que Ennis es muy difícil de traducir, por irlandes y barriobajero, pero los diálogos suenan muy extraños y antinaturales, a veces tuve que leerlos varias veces para entender lo que decían y a veces lo entendía, pero sonaba raro. ¿Una jodida gran película? ¿Quién habla así en español? ¿Es que es una traducción literal? El caso es que con Predicador, Hellblazer, etc, etc, estas cosas no pasaban pero con Equipo rojo y Jimmy Bastards si.