Es para mí un honor formar parte de este evento tan especial, que conmemora los veinte años de Zona Negativa como web especializada en el análisis de cómics y galaxias cercanas. No en vano, comencé a seguir casi diariamente las noticias y reseñas que se publicaban en este casa desde el año 2006, al tiempo que la Guerra Civil Marvelita se desarrollaba, y es que, un buen día, buscando mayor información sobre aquel evento tan especial, el buscador de google me llevó hasta este sitio.
Desde entonces, mi relación con Zona Negativa fue inseparable, siendo yo uno de esos lectores que no figuraban en comentarios pero que leía con avidez cada publicación, descubriendo distintos cómics, editoriales y forma de contar historias en viñetas. Quién me iba a decir entonces que, once años después, en 2017, pasaría a formar parte de esta gran familia de redactores que, junto con vosotros, los que como yo, fuisteis lectores, formamos en Zona Negativa.
En este sentido, y aunque solo llevo tres años como redactor de esta página, habiendo sido mi web de cabecera desde hace ya trece años, pocas cosas hay que me hagan más ilusión que poder formar parte de la celebración de su vigésimo aniversario. Buscando obras que pudieran ajustarse a este evento, y dado el resurgir del Universo Star Wars que vivimos desde 2015, no pude evitar acercarme a esta pequeña gran joya de la editorial Dark Horse, que es Legado, pero no sin antes agradecer a Raúl López el que me invitara a formar parte de esta familia tan especial, y a vosotros, lectores, cada día, por vuestro constante apoyo.
Afrontémoslo.
De este modo, la saga vivió un auténtico revival cuando en 1999 George Lucas decidió narrar los tres episodios que precedían a Una Nueva Esperanza, y ha vuelto a estar en boca de todos desde que en el año 2015, Disney tomara las riendas de este universo con tres episodios más (que culminarán en el Episodio IX, el Ascenso de Skywalker, que podremos ver en poco más de dos meses en cines), así como con diversos spin off en forma de películas o series que hacen este universo cada día más rico.
Y es que, vasta es la galaxia, como vastos son los productos relacionados con ella, existiendo ya desde hace muchos años diversas novelas, juegos de rol o incluso series de dibujos animados (algunos todavía recordamos las versiones animadas de los entrañables droides y de los ewoks), los cuales comenzaron a producirse tras el estreno del Episodio IV, y siguen produciéndose a día de hoy, en un momento en el que parece que en manos de Disney, Star Wars tiene cuerda para rato, siendo hoy un universo que encandila a los niños, como también me encandiló a mí, que era todavía un niño en el estreno del Episodio I, o al niño que eran algunos de mis amigos o familiares cuando el Episodio IV vio la luz, sin que ello signifique que no podamos seguir maravillándonos como adultos con este universo tan rico en el que contrabandistas, caballeros, princesas y malvados señores oscuros,entre muchos otros, luchan por su particular visión del destino de la galaxia.
Uno de los productos que más explotó la franquicia galáctica desde los inicios de ésta fueron sin duda alguna, los cómics, adquiriendo Marvel Comics la licencia de Star Wars para su publicación en forma secuencial en un hoy lejano 1977 (el mismo año que el del estreno de Una Nueva Esperanza), todo ello gracias a los esfuerzos de un
Bajo la batuta de Marvel, Star Wars vivió una nueva y segunda vida, a través de la serie homónima, de las adaptaciones de la trilogía original, de sus libros ilustrados, y de las series Droides e Ewoks, que casi cerraban la década de los ochenta siendo publicadas al tiempo que las series de animación del mismo nombre.
Sería 1987 el año en el que el último cómic de Star Wars, Droids #8, con fecha de portada de Junio de ese mismo año, sería publicado, pasando más tarde la franquicia a manos de Dark Horse.
Los cómics Marvel de Star Wars de aquella época son hoy recordados como auténticos clásicos atemporales, en los que intervendrían grandes nombres como el propio Roy Thomas, Ann Nocenti, Walter Simonson, Howard Chaykin, Ron Frenz y un largo etcétera.
No obstante lo anterior, sería injusto pasar a hablar brevemente de la era Dark Horse en Star Wars, sin al menos mencionar la existencia del cómic educativo que Pendulum Press publicó sobre Star Wars en 1978, las tiras de prensa que entre 1979 y 1984 se publicaron y distribuyeron por los diarios Los Angeles Time Sindicate y Watertown Daily Times, y en las que grandes autores, hoy auténticas leyendas del comicbook USA como Steve Gerber, Archie Goodwin, Russ Helm y Alfredo Alcalá entre muchos otros, nos daban su particular visión dominical de la galaxia que George Lucas, Lawrence Kasdan y otros crearon para el celuloide.
Igualmente, en 1987, la editorial Blackthorne publicaría una serie de tres números llamada Star Wars 3D, que años más tarde, en 2013, sería recuperada por Dark Horse.
Y es que, a finales de los años ochenta, el titánico y tiránico Archie Goodwin, una de las figuras más controvertidas de la historia del cómic USA, recibió la oferta por parte de Tom Veich y Cam Kennedy de relanzar los cómics de Star Wars, produciendo una nueva serie del mismo nombre dentro del sello Epic Comics, perteneciente a Marvel. Sin embargo, poco después, Goodwin dejaría la editorial, la cual rechazó aquel proyecto, marcando así el fin de los cómic de Star Wars dentro de la Casa de las Ideas.
Por ello, no es de extrañar que con la licencia abandonada y desechada por Marvel en aquella época, pocos años más tarde, en 1991, la todavía entonces joven editorial Dark Horse adquiriera los derechos de explotación en cómic de la saga, comenzando por Imperio Oscuro, una mini serie de seis números que abarcaba desde Diciembre de 1991 a Octubre de 1992 y que contaba qué ocurría muy pocos años después de que finalizara el Episodio VI, El Retorno del Jedi, con un Emperador Palpatine que seguía amenanzando a la Galaxia mediante la creación de distintos clones de sí mismo, los cuales habitaba, frente a un estupefacto Luke Skywalker que llegaba a abrazar el lado oscuro para así conocerlo y poder derrotar a su gran némesis, una vez que Darth Vader estaba redimido y fuera del mundo de los vivos.
Aquel cómic, que estaba escrito por Tom Veitch y dibujado por Cam Kennedy (las mismas personas que habían visto su proyecto galáctico rechazado por Marvel Comics tras la salida de Archie Goodwin muy poco antes) tuvo una gran acogida y recepción, y supuso el principio del largo y prolígico romance entre la editorial de Hellboy y el Universo Star Wars, publicándose cada año diversas series que todavía hoy son muy bien recordadas entre los fans de dicho universo y del cómic americano en general. Y es que, grandes series como Tiempos Oscuros, Las Guerras Clon, Imperio Carmesí, Imperio, Rebelión, Herederos del Imperio, Bobba-Fett, Sombras del Imperio, Relatos de los Jedi y Caballeros de la Antigua República entre muchos otros fueron publicadas durante esos años que abarcan desde 1991 a 2014, hasta que los derechos de la saga galáctica volvieran a Marvel en el año 2015, tras la aquisición de Lucas Films por Disney, que a su vez ya poseía Marvel Comics desde el año 2008.
Al igual que ocurría con los cómics de Conan el Bárbaro también publicados por Dark Horse desde 2003, la mayoría de estos se estructuraban en series cerradas conectadas entre sí, de forma que cada serie arrancaba donde lo había dejado la anterior, solo que en el caso de Star Wars la acción y los personajes se dividían entre las distintas épocas que abarcaban desde la Antigua República, hasta el futuro incierto de la saga tras la guerra con los temibles Yuuzang Vong, abarcando igualmente el espacio ocupado por ya desde 1999, las tres seis películas (Dark Horse llegó a publicar su adaptación a cómic de la segunda trilogía) utilizando siempre la batalla de Yavin como referencia, como Año Cero a partir del cual situar el pasado y futuro en el que cada publicación se ambientaba.
De este modo, la licencia de Star Wars, sufriría un destino idéntico a la de Conan el Bárbaro, puesto que Roy Thomas adquiriría las mismas para Marvel en la década de los setenta, pasando ambas a Dark Horse en distintos momentos, para acabar recabando de nuevo en Marvel también en fechas distintas, razón por la que en esta casa nos gusta siempre decir que Conan y Star Wars están más hermanados por el cómic de lo que pudiera pensarse en un principio.
Entre los muchos autores que intervendrían en los cómics Dark Horse de Star Wars (los mencionados Tom Veitch y Cam Kennedy, John Jackson Miller, Brian Ching y Bong Dazo entre muchos otros.
Sin embargo, por encima de todos estos, destacan especialmente
Ellos dos serían los principales responsables de Legado, mi saga favorita de Star Wars en cómic y de la que pasaremos a hablar inmediatamente.
Star Wars: Legado, es una colección de cómics de Star Wars escrita por
La serie duró la friolera de cincuenta y un números, comenzando con un número 0 con fecha de portada de Junio de 2006 y finalizando con el número 50, cuya fecha de portada data de Agosto de 2012. Aquellos números fueron seguidos de una mini serie titulada Guerra, y que duraría seis números, publicados entre Diciembre de 2010 y Mayo de 2011, los cuales permitieron a Ostrander y Duursema el cerrar todas las tramas que quedaron abiertas al final del quincuagésimo número de la colección.
Con una tirada de aproximadamente 30.000 copias, Legado se convirtió mientras duró en el segundo cómic más vendido de Dark Horse, solo precedido por Buffy Cazavampiros.
Quien lea este artículo quizás espere encontrar referencias al volumen 2 de Legado, que abarcó desde Marzo de 2013 a Agosto de 2014, con dieciocho números escritos por Corinna Bechko y Gabriel Hardman, y dibujados por el ya citado Hardman y por Brian Albert Thies que pasaron muy desapercibidos (siendo ya muy próxima la compra de Lucasfilm por Disney) y que aunque toman lugar en el mismo universo galáctico de Star Wars que la colección de la que estamos hablando, lo hacen a través del personaje de Ania Solo (una descendiente del famoso contrabandista corelliano y de cierta princesa de Alderaan). Dicho segundo volumen de la colección nunca me pareció tan bueno como el primero, y es por ello que he dedicado este artículo al mismo, limitándome en este pequeño párrafo a mencionar la existencia de su continuación espiritual.
Entrando ya en la serie desde el punto de vista argumental, lo primero que hay que tener en cuenta para evitar malentendidos de todo tipo, es que está situada 125 años después de la caída del Imperio Galáctico acaecida al final del Retorno del Jedi, en un futuro lejano e incierto del Universo Star Wars, que hoy, y desde la adquisición de la franquicia por Disney ya no podemos considerar canónico. Y es que, todas aquellas historias que no estén formadas por las nueve películas episódicas, así como por las distintas series y spin offs que vaya produciendo Disney, o que hiciera Lucas Films (la segunda serie animada de Clone Wars) no serán canon de este universo si lo que en ellas acaece se contradice con lo que ocurre en estos productos.
En el caso de Legado, al hacerse referencia a distintos personajes y situaciones que ya parten de anteriores colecciones de cómic de la propia Dark Horse, o a eventos como la guerra Yuuzang Vong que con el nuevo canon nunca tuvieron lugar, podemos decir sin temor a equivocarnos que no estamos ante una historia canónica, si no ante lo que ahora se ha dado en denominar Leyendas de Star Wars, y que acoge a la práctica totalidad de lo que antes de 2015 se llamaba Universo Expandido y que formaba el canon oficial del pasado y futuro de lo que las películas episódicas narraban.
Vaya por delante, que para juzgar la enorme calidad de esta obra, poco me importa que sea o no canon, considerando que es lógico que Disney no herede la enorme cantidad de cómics y novelas que entre otras publicaciones existen sobre la saga a la hora de hacer sus nuevas películas, pues de haberlo hecho al contrario, la tarea se antojaría prácticamente hercúlea e inabarcable, pudiendo servir o no estas historias como inspiración o referencia a la hora de crear nuevos argumentos de este universo ya sea en forma de cómic, serie televisiva, o película.
Situada ya la colección Legado dentro de la complicada historia editorial de los cómics de Star Wars, debemos por fin, hablar de su argumento. Así, y como he mencionado, 125 años después de la caída del Imperio Galáctico, la Galaxia es un lugar que tras la reciente guerra con la peligrosa raza alienígena de los Yuuzang Vong, ha alcanzado una paz relativa, viviendo otra vez bajo el gobierno de una Alianza Galáctica que, como de costumbre, resulta incapaz de predecir y frenar a la incipiente amenaza de los Sith.
De este modo, una nueva Orden Sith liderada por el misterioso Darth Krayt (Lord Sith que se oculta detrás de una tribal máscara y una no menos tribal armadura cuya verdadera identidad se acaba por revelar durante la colección, estando conectada con trascendentales hechos acaecidos en los cómics de Dark Horse) formado por no dos miembros (los tradicionales maestro y aprendiz) si no por decenas de ellos, ataca de forma rápida y brutal el Templo Jedi de Ossus, dejando prácticamente reducida a cero a la sagrada Orden de Caballeros protectores de la galaxia.
Resulta curioso e innovador, que dentro de este eterno conflicto entre Jedis y Sith, existe un tercer bando, el del Imperio del Emperador Roan Fel (descendiente por supuesto de Soontir Fel y de la hermana de Wedge Antilles) que cuenta con sus propios Caballeros entrenados en la fuerza y leales sólo a su lider, el cual se aliará inicialmene por los Sith para descubrir que los mismos tenían planeado prescindir de él tan pronto como fuera posible, tomando de este modo todas las fuerzas del Imperio para sí. Por ello, en Legado existirán dos Imperios Galácticos, el formado por la Orden Sith de Darth Krayt y gobernado por éste, y el menguado y derrotado Imperio de Fel, así como los distintos planetas de la extinga Alianza Galáctica que no terminan de ser capaces de formar un frente rebelde que enfrente al temible Krayt.
Uno de los padawan que se encontraba entrenando en dicho templo no era otro que Cade Skywalker, descendiente directo de Luke que consigue escapar en una pequeña nave en el último momento, sobreviviendo a la purga Jedi, y comenzando una vida por si mismo…
Años después de tan trágico evento, y en una galaxia una vez más, dominada por la Orden Sith y por el Imperio que a esta sirve, Cade (que ha renunciado al nombre Skywalker) lejos de haber seguido con su entrenamiento Jedi, o de cumplir con su Legado como Skywalker, buscando la salvación de la galaxia, resulta ser un contrabandista, pirata y cazarrecompensas que tan solo busca su propio porvenir y beneficio, quedando sus intereses y actos muy lejos de las enseñanzas Jedi y desde luego, mucho más cerca de las pasiones dominadas por el Reverso Tenebroso de la Fuerza, el cual, como tal, tampoco es del interés de un Cade que tan solo piensa en sí mismo, sin tener miras más altas que la riqueza económica personal.
Junto a éste, se encontraran los compañeros de su banda, Jariah Syn y Deliah Blue (una Zeltrona, raza de piel roja y cabello azul muy expresiva con sus sentimientos y que ama a Cade más de lo que se quiere admitir a sí misma, siendo para el otrora padawan más un interés sexual ocasional, que una pareja estable en sí), que forman junto a Cade un peligroso trío que no permite que nada se interponga entre sus víctimas, y su oscuro medio de ganarse la vida. La relación del trío protagonista será uno de los puntos fuertes de la colección, especialmente en lo que al uso del idioma Hutt se refiere, puesto que se utiliza dicha lengua como jerga común a los contrabandistas, ladrones, cazarecompensas y otros personajes de moral y profesión cuestionable, llegando a contar con los cómics con unas notas de traducción al final de cada tomo en algunas de sus ediciones.
La Fuerza, en forma de sus antepasados no ha olvidado a Cade, aunque éste si que desee olvidar a la fuerza, por lo que el mismo consume grandes cantidades de una droga similar a la heroína que consigue ahogar los instintos y poderos Jedi que habitan en su interior, creándose así uno de los personajes más interesantes y atípicos que se hayan visto a lo largo y ancho de todo el Universo Star Wars.
Sin embargo, por mucho que Cade haya renunciado a su apellido y a su entrenamiento, sigue siendo un Skywalker y muy poderoso en la Fuerza, energía de la que sin apenas instrucción previa domina tanto técnicas del lado luminoso como del lado oscuro, lo que rápidamente atraerá la atención de un Darth Krayt al que solo puedes unirte o morir si te niegas a hacerlo.
Y es que, Darth Krayt no es un Lord Sith común, puesto que considera que la fuerza está en el número, y por ello, frente a la negativa y enfado de lores sith anteriores a él, y muertos tiempo ha con los que se comunica, como se ha mencionado antes forma una vasta Orden Sith compuesta por decenas de miembros que se entrenan en el lado oscuro de la fuerza y que son leales a Krayt, sin que este tema una rebelión interna, pues basta con ser más fuerte, ambicioso y poderoso que el resto, para evitar que la tradicional pugna entre aprendiz y maestro del lado oscuro, termine con la muerte del segundo.
De este modo, Krayt rompe con la tradición de la Orden Sith de dos miembros, la cual data al menos de Darth Plegues el Sabio y Darth Sidious, y que suponía que tan solo pueden existir en cada momento dos Sith, aquel que ostenta el poder (maestro) y aquel que lo ansía y lo busca (aprendiz) que terminará por enfrentarse a su superior, llegando o no, a sustituir a éste, y buscando un nuevo aprendiz.
Dentro de este complejo cosmos se desarrolla Legado, colección en la que Cade irá evolucionando número a número, oscilando siempre entre la vida que quiere llevar y que solo le reporta beneficio a él, y la vida que quizás debiera tener y que puede reportar en la salvación de una galaxia dominada por el Lado Oscuro y las dictatoriales maneras de éste, dilema moral que irá aumentando conforme Cade vaya reencontrándose con algunos personajes procedentes de su pasado como Jedi que no están tan dispuestos a olvidar la orden como éste.
Sin embargo, y a pesar de esta evolución del personaje tan bien construida, al igual que ocurriera con Han Solo, Cade nunca deja de ser él mismo, y jamás termina de ser un Caballero Jedi tradicional o un Lord Sith, buscando siempre el interés propio (aunque éste sea la salvación de la propia vida) hasta cuando sus acciones tienen un objetivo más amplio y a priori más generoso.
Si hablamos de Legado, no podemos dejar de lado el Evento Vector, el cual finaliza en esta colección, y databa desde los cómics de Caballeros de la Antigua República. Vector no era si no un evento que durante doce números, tomaría lugar en las distintas colecciones de Star Wars que Dark Horse iba publicando, desarrollándose a través de las mismas.
En Vector (serie intercalada en las distintas colecciones de Dark Horse principalmente narrada por John Ostrander), se narraba la historia de Celeste Morne, talentosa Caballero Jedi de la Antigua República, que en su defensa de la misma llegaba a la posesión del amuleto del Lord Sith Karness Muur, el cual contenía el alma de éste, que había conseguido sobrevivir a la propia muerte, encerrando su esencia en un amuleto capaz de poseer y tomar el cuerpo de su portador.
De este modo, Celeste, se sacrificaría por la propia Orden Jedi y por la Antigua República, llevando el amuleto de Muur, y tratando de resistir al mismo durante siglos (el amuleto era capaz de prolongar la vida de su portador), puesto que aunque éste era capaz de crear peligrosos monstruos y de dominar a quien poseía, Morne se trataba de una Jedi poderosa en la Fuerza que a duras penas lograba en cierto modo resistir la influencia del amuleto, o al menos contener en parte los daños que este buscaba producir al resto de la galaxia.
Al tomar esta historia lugar a través de distintas colecciones y por tanto, del tiempo formado por las diferentes colección de Dark Horse en los Cómics de Star Wars, sus primeros cuatro números tendrían lugar en Caballeros de la Antigua República (números #25 a #28 de la colección), el quinto y sexto en la saga Tiempos Oscuros (números #11 y #12 de aquella colección que estaba ambientada pocos años después de la Venganza de los Sith), el séptimo y octavo en Rebelión (en los números #15 y #16 de la serie, que se ambientaba entre los Episodios IV y V de la saga cinematográfica), y los números noveno a duodécimo, el último, tenían lugar en Legado (concretamente en los números #28 a #31 de la colección objeto de este análisis).
En cierto modo, tenía mucho sentido que si Vector era el único gran evento que como tal acogerían los cómics de Dark Horse sobre Star Wars, que el mismo finalizara en Legado, puesto que éste era el cómic que se ambientaba en el futuro más lejano de este universo y en el que un Skywalker nada corriente era su protagonista más influyente.
No puedo finalizar este análisis sin antes hablar del dibujo, el cual es llevado a cabo por Jan Duursema en su casi totalidad y que sólo puede describirse con una palabra: Potente. Y es que resulta una auténtica delicia visual ver como literalmente se mueven los distintos personajes, ya sea en batallas galácticas, de sables láser o en la exhibición de poderes Jedi y Sith. Nunca el futuro de Star Wars (un futuro que ya nunca será) ha lucido tan bien.
En lo que se refiere a la forma y manera en la que Legado fue publicado en España, tan solo tenemos que acudir a la editorial planeta que recogió la colección en tapa dura por arcos argumentales, formando también Legado parte del coleccionable de cómics de Star Wars que Planeta publicó hace unos años.
Esperando que os haya gustado este artículo ambientado en la que para mí, es sin duda, la mejor serie en cómic de Star Wars hasta el momento (incluyendo por supuesto las series marvelitas actuales) me despido sin dejar de felicitaros a todos los que hacéis posible la pervivencia de Zona Negativa, que cumple veinte años, y que esperamos celebre muchas décadas más.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Galáctico
Celebro el vigésimo aniversario de Zona Negativa recordando esta serie galáctica tan especial, situada en el futuro lejano de la saga, guionizada por John Ostrander y Jan Duursema, y dibujada igualmente por Duursema y otros
Coincido realmente contigo. Tengo toda la serie en comic book usa y me parecio una pasada el leerlo mes a mes. Viendo la mierda que a hecho Disney me acuerdo de esta serie… Si se hubieran inspirado en esto en vez de ceñirse a lo mismo y sacar unos personajes con menos carisma que Rajoy otro gallo hubiera cantado