El presente arco argumental («Heraldo Supremo») que lo conforman seis números (Doctor Strange #12 al 17, 10 y 11 (LGY 402 – 407), suponen uno de los mayores retos a los que Stephen se ha enfrentado.
Nuevamente nos encontramos con Mark Waid a los guiones, si bien parece ser que apoyado por Barry Kitson, el cual también aporta su arte con el acabado de Scott Koblish.
¿Por qué podemos hablar de uno de los mayores enfrentamientos a los que ha sido sometido Strange?, sencillamente porque en estos seis números van a confluir Galactus, Mefisto y Dormammu. No hace falta decir que ya solo uno de ellos puede poner en jaque al universo conocido, pero si sumamos a los tres con intereses particulares, nos encontramos con una situación de la cual Stephen Strange de salir victorioso, será a coste de perder algo en el camino.
Debemos decir que, si bien Mark Waid es sinónimo de garantía, no está siendo especialmente agraciado con esta colección. Si bien hay que reconocer que estos seis números han sido entretenidos, sin grandes riesgos, y sin apostar con cambios radicales en su status.
Introducir a Galactus dentro de un contexto mágico, es ciertamente original, aunque el resultado no haya sido una explosión de atrevimiento y consecuencias nefastas, que hayan cambiado al personaje sin posibilidad de retorno. Sin destripar el argumento, Mark Waid acelera hasta los 180 Km/h pero en línea recta y sin curvas, lo que lastra el resultado final que podría haber sido épico. A pesar de lo expuesto, la lectura en conjunto es amena y resulta ciertamente entretenida. Las confabulaciones de Mefisto, Dormammu y Umar son el toque intrincado del argumento, y es plato de buen gusto ver como cada uno de estos tres señores del mal pugnan por el poder. Encontrarnos a un Galactus fuera de su entorno. Introducir al devorador de mundos en la dimensión mágica es un acierto, y ésto hace que se lean cada uno de los números con una esperanza que al final se queda en un bluf al ver que no se ha sido capaz de arriesgar con las consecuencias. La figura de Mefisto nuevamente es causa de dolor, y parece el señor del infierno obsesionado con amargar la vida sentimental de los superhéroes Marvel. Nuevamente se recurre al mismo tópico.
Igualmente, Waid continúa con el tratamiento de la personalidad de Stephen como alguien que antepone todo a la obtención del mejor resultado posible, llegando incluso a sacrificar amigos y a sí mismo, con tal de llegar al fin que persigue, en este caso salvar toda la realidad. El camino del Doctor Extraño aboca a la absoluta soledad, y él lo sabe. Este temor o esa maldición es intrínseca a su poder y a su responsabilidad, pero como dice Freddy Mercury:
Now I’m waiting for something to fall from the skies
I’m waiting for love
Yes it’s a hard life
Galactus siempre tiene un insaciable apetito, lo cual va a suponer que entre en juego para Stephen un conflicto. Como médico hizo el juramento hipocrático y eso supone que sin coste de vida alguna, el Doctor Extraño debe buscarle sustento en tanto en cuanto gana tiempo para poder evitar un desgarro del tejido de la realidad. Mark Waid pone al buen Doctor frente a frente con sus principios más arraigados para ver hasta qué punto es capaz de romperlos.
Los lápices corren de la mano de Barry Kitson y Scott Koblish. Ambos autores en su apartado gráfico han sido un lastre visual, sin que su trabajo sea malo. Barry Kitson es un autor veterano de corte clásico. Kitson comenzó a trabajar para la editorial Marvel Comics en el año 2007, participando en títulos como The Order vol.2, Secret Invasion: Fantastic Four o The Amazing Spider-Man. Otros trabajos del británico para la Casa de las Ideas incluyen The Incredible Hulks, FF, Iron Man: Public Identity y Iron Man 2.0, entre otros. Con Mark Waid ya colaboró en Marvel Comics en la serie limitada The Avengers Vol.5 #1.1-The Avengers Vol.5 #5.1. Ambos autores han sido equipo en más de una ocasión: JLA: Year One, Empire (Gorilla Comics), Legión de Superhéroes. En los números en cuestión de este arco, colabora en los guiones con Mark Waid.
En esta saga el trabajo que desarrolla Kitson no es de la calidad de otras obras, puesto que es un dibujante muy bueno a nivel narrativo. Pese a ser de corte clásico su obra siempre es sinónimo de buen hacer y calidad, pero aquí se nota cierto trazo descuidado, inacabado. Muy probablemente Scott Koblish tampoco haya favorecido el resultado final. La sensación que da es de cierta premura en el acabado, y eso que el esfuerzo es loable dado el gran número de personajes y criaturas que son plasmadas.
Recomendaría estos seis números de entre todo lo visto hasta ahora de Mark Waid respecto al doctor Extraño. Estamos ante unos cómic que no aburren pero tampoco son imprescindibles, una constante en el paso de Waid en esta serie.
Guión - 6
Dibujo - 6
Interés - 5
5.7
Galactus está atrapado en la dimensión mágica. ¿Podrá el Doctor Extraño encontrar la manera de salvar incontables vidas? ¿A qué precio?
Muy muy pobre el trabajo de waid en esta serie. En mi caso va a ser una de las damnificadas por el tarifazo de Panini. Hay que aligerar la bolsa de la compra
De acuerdo contigo, el nuevo volumen del Dr Cirujano se va a quedar en la estantería. Es que este arco argumental ha sido un «¡vengayá!» en toda regla, porque esto de «el fin del universo cada 2 meses» es como lo de las muertes: al final nada importa nada.
Tal y como estáis diciendo, el trabajo de Waid es flojo. Me da pena la verdad. Es una clara apuesta por el abandono pero seguiré al frente…………o lo intentaré.
Muchos autores que estoy encontrando se han acomodado y están en punto muerto a nivel de historias.