Pero unos años antes de hacerse encantador, Merlín no era más que un niño como vosotros y como yo, bueno, más bien como vosotros.
Hasta la fecha, Dolmen había publicado en su colección Fuera Borda series clásicas de la tradición humorístico aventurera franco-belga aparecidas durante la época de esplendor de las revistas, pero con
Merlín fue la segunda serie que Munuera hizo para el mercado franco-belga tras los tres números de Los Potamoks de la que en España pudimos ver los dos primero álbumes de la mano de Glénat, aunque quedo inédito el tercero y último. Los Potamoks fue también su primera colaboración con Sfar, sin embargo, la serie no acabo de funcionar del todo bien en ventas y por eso la abandonaron, pero la colaboración entre ambos fue buena así qué buscaron un nuevo proyecto para realizar juntos con la intención de presentarlo en Dupuis. Merlín en principio iba a estar protagonizada por el Merlín adulto, pero a los editores les llamó la atención la versión infantil que había creado para contar el origen del personaje, así nuestros dos autores decidieron cambiar su planteamiento y centrarlo en las aventuras de Merlín cuando era un niño, mucho antes de ser el consejero y maestro de Arturo. El futuro mago vive en un mundo lleno de magia y criaturas extrañas como ogros, dragones o brujas. Le acompañan en sus aventuras Jamón, un cerdo que habla, y Tostada, un ogro devora-niños no muy inteligente. Por el camino se produjo un cambio de editorial y la serie paso a Dargaud. A partir del tercer álbum Munuera empezó a compatibilizar esta serie con Syr Pyle guionizada por Jean-David Morvan, que posteriormente se convertiría en el guionista de los dos últimos álbumes de Merlín.
Además de servir de presentación de los personajes principales y el mundo en el que se desarrolla la obra, Jamón y Tostada es una aventura completa como dictan los cánones de la BD juvenil. Este primer álbum nos cuenta como Merlín tiene su primer enfrentamiento con la princesa Viviana, una niña bruja, y como la sed de venganza de Merlín y su tendencia a actuar sin pensar en las consecuencias acaba por meterles en situaciones rocambolescas y peligrosos, una constante durante toda la serie. Un álbum divertido que marca el tono de la serie.
Merlín contra Papa Noel supone un salto de calidad con respecto al primer álbum ya que tiene más espacio para desarrollar la trama al estar los personajes ya presentados. El argumento nos muestra el origen del mito de Santa Claus, sus renos y sus duendes. Como siempre, las ideas de Merlín acaban por producir un desastre que deberá solucionar. Hacia el final del álbum hay una reflexión impagable sobre la tendencia que tenemos en occidente a pensar que nuestras tradiciones son a nivel mundial y hacer de menos y considerar inferiores al resto de culturas.
Merlín va a la playa es una muy particular versión de la Batalla de Hastings (1066), en la que Guillermo el Conquistador se hizo con el trono de Inglaterra. Una trama tan loca como divertida, llena de momento increíbles como el ejército de cerdos franceses, los lanzamientos en catapulta de los caballeros ingleses o las apariciones del rey pescador. En esta historia, Sfar nos demuestra lo mucho que aprendió del maestro Goscinny con un humor lleno de ironía que juega con todos los tópicos sobre los franceses. Sin duda, el mejor álbum del integral.
Durante los últimos quince siglos se han producido incontables versiones del mito artúrico, ha sido tratado de todas las formas, géneros y medios posibles, así que resulta muy difícil plantear cualquier historia sobre sus personajes de manera original. A pesar de usar a personajes y objetos del mito artúrico como el propio Merlín, Viviana o El rey pescador, el guion huye de la tentación de volver a contarnos lo que ya conocemos del mito y decide tratar otros temas y personajes. Es una decisión realmente inteligente, que beneficia a la serie y la dota de una originalidad que no se espera al pensar en una historia sobre Merlín.
Merlín es una obra pensada para un público juvenil, pero tiene varias capas de lectura que la hacen apropiada para cualquier lector. A diferencia de otras obras publicadas en la colección Fuera Borda no usa un humor blanco, sino uno más irónico y gamberro, con algún ramalazo de humor negro, muy similar al que ha empleado posteriormente Munuera en sus obras como autor completo. Algo similar a lo que hacía Goscinny, que es el referente claro de la serie. Pero además de esas influencias, se puede ver de manera diáfana la personalidad que Sfar impone en sus trabajos, con reflexiones sobre la actualidad y haciendo que sus personajes se cuestionen aspectos de la cultura occidental. Todo ello lleno de diálogos chispeantes. Además, los álbumes están llenos de situaciones delirantes y surrealistas que se convierten en una fuente de humor descacharrante. Una serie que es digna heredera de los grandes clásicos del humor de la BD.
El motor de las historias son los tres protagonistas, sus distintas personalidades acaban por provocar sus aventuras. Como casi todos los niños, Merlín es un egoísta inconsciente que nunca mide el coste de sus acciones y decisiones, Tostada es atolondrado que nunca piensa antes de actuar y Jamón trata de ser la voz de la razón, pero las consecuencias de las acciones de sus amigos siempre le acaban arrastrando. Tres personalidades, muy arquetípicas en las comedias, que cuando interaccionan se ven abocados al desastre.
El trabajo de Munuera en esta serie está en constante evolución, en Los Potamoks tenía un estilo más realista deudor de autores como Loisel, el referente de la época para las historias de fantasía. En Merlín su estilo se empieza a acercar a los dibujantes clásicos de la bd juvenil, con Uderzo a la cabeza, pero con unas evidentes influencias del manga (Otomo). Sus líneas se vuelven más redondeadas conforme pasan de las páginas, acercándose a lo que podemos ver en sus últimos trabajos. Lo que ya está presente es su enorme capacidad para hacer personajes llenos de dinamismo y expresividad. Lo peor es el color digital de los dos primeros álbumes que no parece casar del todo con el dibujo, ni explotar las posibilidades que ofrece, algo que mejora en el tercero con la llegada de Walter.
Como en todos los álbumes de la colección Dolmen hace una edición magnífica, con muy buena reproducción, diseño y cargada de interesantes extras. El fan nostálgico que vive en mí echa de menos unas guardas con dibujos como los tebeos de mi niñez, pero no cabe muchas quejas ante una colección que nos ha traído algunas de las mejores series juveniles de BD. Ojalá que la colección sigua siendo todo un éxito, ya que todavía nos faltan muchas grandes series de este tipo por disfrutar.
Merlín no llega a la calidad de obras posteriores de José Luis Munuera (Los Campbell o Zorglub), ni de Joann Sfar (El gato del Rabino o Socrates, el semiperro), pero se puede ver porque se han convertido en dos de los autores más importantes de la bd actual. La serie cumple con todo lo que se puede esperar de una buena obra de aventuras humorísticas franco-belga. Aguanta sin problemas la comparación con cualquiera de las series de la colección Fuera Borda.
Guión - 8.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8.5
8.2
Diversión
Un cómic ideal para pasar un gran rato divirtiéndose con las locas aventuras de Merlín y sus amigos.
Buen texto, aunque creo que tendrías que repasarlo…hay un montón de frases incongruentes, faltas de acentuación, comas perdidas…
Muchisimas ganar de leerlo, como todo lo del maestro Munuera
Estupenda reseña