Acudiendo a cualquier libro de historia podemos comprobar que algunos de los sucesos más importantes vividos durante el siglo XX y lo que llevamos de XXI son prácticamente calcados de algunos que sucedieron años o incluso siglos atrás. El ser humano suele caer en los mismos errores de la misma manera y cíclicamente.
Podemos trasladar esta cuestión a lo que nos ocupa. Recientemente hemos tenido conocimiento de la noticia de que Diamond Comics ha dejado de ser el distribuidor de DC Comics. Bueno es saber que dicha entidad contaba con un monopolio que le permitió instalarse como el principal distribuidor de cómics en el mundo. Ya sabemos que la pandemia del COVID-19 ha cambiado ostensiblemente nuestra sociedad a nivel social, económico y sanitario. Si bien lo que no podíamos sospechar es que tuviese una influencia tan directa e inmediata sobre el mundo del comic book. Durante la pandemia, DC Comics aprovechó una cláusula en su contrato para adelantar los envíos de sus historietas a través de nuevas distribuidoras controladas por dos de los retailers más importantes de Estados Unidos: Midtown Comics (UCS Comic Distributors) y DCBS (Lunar Distribution).
Lo que simplemente podía parecer una solución temporal se ha tornado en una nueva situación en la que, una vez que Diamond retomó sus servicios, DC Comics ha optado por cortar definitivamente sus lazos con la misma. No debemos olvidar que la relación entre ambas data del año 1995. Con este movimiento sorpresivo se ha producido un cambio sustancial en el escenario de la distribución de cómics en el mundo.
Según estipula Bleeding Cool, DC Comics envió una carta a los dueños de las tiendas explicando su determinación: “Reconocemos que, para muchos de ustedes, esto puede parecer una decisión trascendental. Sin embargo, podemos asegurarles que este cambio en los planes de distribución de DC no se han hecho a la ligera y siguen un largo período de reflexión y consideración. El cambio de dirección está en línea con la visión estratégica general de DC destinada a mejorar la salud y fortalecer al Mercado Directo, así como a aumentar el número de fanáticos que leen cómics en todo el mundo”, informó la compañía.
Las alarmas se han encendido, y las sospechas de movimientos en la sombra no dejan de aflorar, puesto que en Estados Unidos, muchos dueños de tiendas de cómics consideran a Midtown y DCBS como sus competidores directos. Esta situación advierten que supondrá una clara desventaja para las tiendas pequeñas. Tal y como reza el comienzo de este artículo, no es la primera vez que vemos un movimiento similar en el mundo del cómic.
Este panorama nos recuerda a lo ocurrido en el seno de la Casa de las Ideas, con su aventura con Heroes World a mediados de los noventa. No era a primera vez que se intentaba la autodistribución; Martin Goodman trató de hacerlo en los años cincuenta, con resultados muy negativos. Aquello debía de sonar como la prehistoria, para los dueños actuales. Durante esa época Marvel Comics se vio envuelta en una problemática a nivel económico y editorial que casi la aboca a su desaparición. Debemos traer a colación que llevaba siendo la marca que copaba las primeras lista de venta desde finales de los años 60, pero poco a poco las mismas se estaban desplomando.
Fueron dias muy complejos, con demasiadas decisiones que venían como imposiciones empresariales. Ese ruido, esa furia en los despachos terminó por intoxicar a la parte creativa. Para que los héroes volvieran, antes tuvieron que desaparecer, envueltos en maniobras de mercadotecnia que, pasado el tiempo, se han demostrado como funestas. Por entonces, no se vieron así; es más, avispados gerifaltes de la compañía se las prometían muy felices. Esta es la historia de porqué se necesitó un Heroes Return. Y para ello debemos retrotraernos algo más en el tiempo.
Road to Heroes Return
Heroes Return data del año 1997, pero nosotros vamos a comenzar el relato unos años antes. Volviendo la vista atrás a inicios de la década, hay que rememorar que Marvel Comics llevaba en manos de un conglomerado empresarial, llamado Andrews Group, desde 1989. A la cabeza del mismo se encontraba Ron Perelman, un empresario que había hecho gran parte de su fortuna con el negocio de los bonos basura. Perelman designó como responsables del staff editorial a gente de su confianza como Bill Bevins, de manera inicial, y a Terry Stewart, una vez que Jim Galton se jubiló.
Marvel Comics comenzó a principios de los años 90 una lenta pero continua caída a nivel creativo. Las grandes estrellas del medio que operaban en sus filas (Todd McFarlane, Jim Lee, Rob Liefeld, Erik Larsen y demás), que habían llevado a sus series a las cotas más altas en ventas, se marcharon y fundaron Image Comics. A nivel empresarial, se tomaron decisiones especulativas y abusivas como la compra de otras entidades sin control, ni dirección (la juguetera Toy Biz, Fleer, Skybox, Malibu).
En 1994, Marvel anunció se iban a crear 5 líneas distintas de edición. Los responsables serían Mark Gruenwald (Avengers & Cosmic line), Bob Budiansky (Spider-Man), Bob Harras (X-Men), Bobbie Chase (Marvel Edge) y Carl Potts (Epic y General Entertainment). Había nacido Marvelution. Lo chocante es que si comprobamos los datos de la época, en 1995 Marvel canceló unos 75 títulos, con lo cual no tenía mucho sentido la idea propuesta. Esta extraña decisión obedeció a intentar facilitar la edición y distribución de los cómics que iban a quedar englobados en cada línea. Un antiguo editor, muchos años después, reflejaba negro sobre blanco el sentimiento general: «Lo que hizo Marvelution fue dividirnos….. Ya no eramos una redacción cohesionada«.
Los vaivenes y errores no acabaron ahí. A nivel editorial Marvel Comics fue la protagonista de uno de los grandes pinchazos de la industria del noveno arte, de la mano de la distribuidora Heroes World. Esta empresa fue creada por Ivan Snyder, antiguo mandamás en la propia Marvel. Al ser despedido, con el jugoso finiquito, decidió montar una cadena de tiendas de cómics en Nueva Jersey, además de la citada distribuidora. Para ponernos en situación, es necesario apuntar que esta distribuidora operaba solo en la zona metropolitana de Nueva York. Sin embargo, los por entonces responsables de Marvel Comics tomaron una decisión que supuso un descalabro a niveles nunca conocidos en este sector. El 1 de marzo de 1995 se hizo oficial que los productos de Marvel solo se podrían conseguir a través de Heroes World. Con esta decisión, o imposición, se obligaba a todas las tiendas que tuvieran un interés en su productos (teniendo en cuenta que poseía el 40% del mercado, eran casi todas) a abrirse una cuenta dentro de la nueva distribuidora. La primera de las consecuencias fue que Capital City, entonces la número dos en distribución, demandó a Marvel, por cancelación injustificada de contrato.
Frank Miller, durante un discurso en una convención, dio una descripción acalorada de cómo Marvel estaba tratando de destruir la industria. Otros cuestionaron la sabiduría de la compañía puesto que no tenía experiencia en esa parcela. A pesar de las quejas y reticencias, Marvel continuó su inexorable camino a la perdición.
El dos de abril de ese 1995 asciende a presidente de la renovada editorial Jerry Calabrese, un ejecutivo de marketing poco querido por las tiendas por poner en práctica campañas de venta directa entre la propia empresa y el cliente (Marvel Mart), saltándose así a las librerías especializadas.
En principio, el traje nuevo lucía brillante e inmaculado. Marvel Comics asumió un liderazgo audaz del mercado del cómic con su innovador plan de autodistribución, controlando de primera mano dicha área. Mientras que los editores más pequeños y desafortunados cerraron, Marvel aumentó constantemente su participación en los puntos de venta. Este panorama a primera vista parecía un sueño hecho realidad pues sabemos que los tiburones de Wall Street adoran las empresas con una cuota de mercado creciente. A fin de cuentas, ¿qué importaban los minoristas que habían estado en primera línea, asumiendo riesgos, abriendo nuevos caminos, tratando de atraer nuevos lectores y expandir la base de audiencia de Marvel Comics?
El gran Peter David lo exponía muy bien en su célebre columna «But I Disgress», y como conocedor de primera mano de lo ocurrido, comentó que las riendas de Marvel Comics estaban en manos de especuladores. David recordaba que Marvel estaba muy interesada por obtener la licencia de Disney Comics. El interés radicaba en establecer una relación continua con Disney que condujese a importantes coproducciones. En tono irónico comentaba que con esta idea era fácil imaginar el ruido de los billetes en la cabeza de los mandamases de la Casa de las Ideas. Con la desaparición de los distribuidores pequeños, quedando el más apto (al modo y manera de Apocalipsis), Marvel obtendría una participación muy alta en el mercado de la distribución, algo que a los accionistas les encantaba.
Claro está, esta manera de dirigir la Casa de las Ideas, no era compatible con lo que de verdad interesaba a los lectores de cómics. Una fábrica de ideas no puede ser solo dirigida por especuladores, y eso es exactamente lo que pasó. Comenzaron los ataques y el desprecio a grandes joyas de este arte, pilares que habían construido lo que fue por años la editorial número uno en el sector. Los billetes rondaban en las cabezas pensantes de Marvel: tal vez una película de nuestros iconos de acción en vivo, una cinta animada de X-Men, un parque temático de Marvel……
La situación a nivel distribución comenzó a ser un caos; dado que Heroes World no daba la talla, se produjeron retrasos o directamente el desabastecimiento. A todo esto se sumó la «guerra de distribuidoras» que impedía que los libreros obtuvieran descuentos por las compras de producto, toda vez que para obtener los soñados descuentos debían de hacerse grandes compras, lo que abocó a que muchas librerías tuvieron que cerrar.
Para 1995, Marvel estaba muy endeudada. Ante las crecientes pérdidas, Perelman decidió continuar en un nuevo territorio: creó Marvel Studios, una empresa que esperaba que finalmente lograra que los personajes más famosos de la compañía aparecieran en la pantalla grande, después de años de disputas legales. Para hacer esto, planeó comprar las acciones restantes en ToyBiz y fusionarlas con Marvel, creando una entidad única y más fuerte.
Los accionistas de Marvel se resistieron, argumentando que el daño financiero a los precios de las acciones de la compañía sería demasiado grande. La respuesta de Perelman fue declararse en bancarrota, lo que le dio el poder de reorganizar Marvel sin el consentimiento del accionista. Al respecto son interesantes las declaraciones de uno de esos accionistas llamado Carl Icahn. Éste trató de oponerse a Perelman: “Era como un fontanero al que le prestabas dinero para que comenzara en el negocio; luego entra, destruye tu casa, luego te dice que quiere la casa para nada «. Debido a esta situación de quiebra, Marvel Comics se ve en la necesidad vender de manera permanente los derechos de imagen de sus personajes a diversas productoras.
En medio de esta vorágine, Calabrese cerró Marvelution y volvió a la figura de editor en jefe, siendo el primer designado Bob Harras, el responsable de la parcela más exitosa de la compañía. El nuevo gran jefe, percibiendo que Heroes World no serviría a los intereses de Marvel, puesto que carecía de infraestructuras, decidió dar por finalizada esa empresa y acercarse al redil de Diamond. Pero sus movimientos no pararon aquí. Empezó a orquestar un gran concepto editorial que a la postre sería conocido como Heroes Reborn. Echando un vistazo a los mejores momentos en ventas de la compañía, se giró hacia los inicios de los noventa, con aquellos millones de ejemplares vendidos en X-Men, Nuevos Mutantes y Spider-Man. Desde su toma de posesión, Calabrese había declarado su intención de reunificar la editorial y volver a los buenos viejos tiempos, haciendo ofertas a grandes glorias como Chris Claremont para que devolviera la cordura a los mutantes. Éste se encontraba trabajando en Dark Horse y no parecía tener intención en una cercana vuelta. Calabrese contaba con algunas balas en la recámara.
En el verano de 1995 se produjo una reunión en la cual se iba a definir el futuro de Los Vengadores, con ideas en la mesa como las que se plasmaron en «La Encrucijada» (debemos decir que autores como Mark Waid no estaba en esa línea). En un movimiento sorpresivo, Jerry Calabrese decidió lo que nunca se esperó nadie: el acercamiento a las estrellas de Image. El alto ejecutivo era alguien versado únicamente en los negocios, por lo que muy probablemente despreciaba la parte artística de los cómics. Calabrese tuvo contactos con Larry Marder, entonces ejecutivo de la citada Image. La finalidad de dichas gestiones fue la de atraer a antiguos colaboradores para contar los orígenes de algunos personajes relevantes. La razón básica es que Calabrese buscaba material que fuese fácilmente exportable al cine. Así lo explicaba el propio Marder: «Marvel sabía que sus propiedades emblemáticas estaban tocadas. Las propiedades que tenían habían fracasado una y otra vez en llegar a Hollywood. Piénsalo, entras y vendes que el hombre más listo del mundo fabricó un cohete y luego se subió con su familia y que el hombre más listo del mundo olvidó proteger el cohete contra los rayos cósmicos. Es risible. La idea de que el Capitán América estuviera congelado en un bloque de hielo durante 50 años era risible en Hollywood. Pedir a los eruditos del Talmud de la continuidad de Marvel que tirasen por la borda las sagradas escrituras de Stan y Jack para satisfacer a Hollywood no estaba teniendo ningún efecto, simplemente no llegaban a ninguna parte«.
Lógicamente dentro de Image no todo el mundo estaba por la labor. Gente como Todd McFarlane abominaron de esa posibilidad, toda vez que eran rivales, competidoras. La idea de colaborar no tenía ningún sentido, puesto que suponía apoyar o ayudar a su competencia. Rob Liefeld y Jim Lee se mostraron abiertos a la posibilidad. Se dio comienzo a las negociaciones y rápidamente la noticia comenzó a llegar al Bullpen, con el consiguiente recelo de los creadores.
Muchos de los trabajadores habituales miraban con estupor la situación. Más flagrante si cabe en el terreno de los veteranos, gente que lo había dado todo por esta empresa. Muy triste es la confesión de todo un clásico como Herb Trimpe: «No importa lo que diga o a quien llame o escriba en Marvel, no consigo que me encarguen otra serie. He probado a razonar, a indignarme, a hacer chantaje emocional y a suplicar. Nada. No he conseguido juntar el suficiente trabajo como para cubrir mi cuota mensual. Aquello está en ruinas. Cuando los presiono, reconocen que las ventas están bajando y que la moral también. Se rumorea que se avecinan más despidos». Este es un ejemplo como otro cualquiera, puesto que gente de renombre como Don Heck, Flo Steinberg o Marie Severin fueron borrados del mapa, sin prácticamente pestañear.
Uno reconoce una situación de crisis cuando toca un pilar básico como John Romita Sr., director artístico durante tantos años, todavía con un puesto editorial, al igual que su mujer Virginia. Así recordaba el dibujante aquellos momentos tan convulsos: «Virginia tenía a unas treinta personas en el Bullpen trabajando a sus órdenes; yo tenía a cinco personas trabajando para mí. Unos asesores externos nos orientaban como despedir a la gente……Fue la época más horrible de nuestras vidas, tener que despedir a gente a la que acabábamos de aumentar el sueldo seis meses antes porque lo estaban haciendo muy bien….«. La situación era insostenible para los Romita. En los últimos estertores del año 1995 decidió retirarse de este negocio, de una manera triste y casi anónima, después de los increíbles servicios prestados. La palabra que nos viene a la mente es lamentable.
Tocaba en estos momentos encajar esta precipitada decisión. Bob Harras trabajó en la idea de un reinicio que trajese causa de un evento de magnitudes épicas, y así nació el concepto de Onslaught: una entidad mega poderosa que llevaría al sacrificio de cuantiosos héroes. La idea era que los Vengadores, el Capitán América, los 4 Fantásticos e Iron Man pasarían a comenzar sus aventuras desde el principio, como si fueran personajes recién creados y moldeados por los estudios de Lee y Liefeld, mientras el resto del Universo Marvel continuaba como si nada. Ha nacido Heroes Reborn.
Kurt Busiek, guionista reputado y gran activo de la Marvel de los noventa, declaraba de manera pública: «esto es un punto de inflexión. Al lector de Marvel básicamente le estas diciendo que la historia a largo plazo de la editorial es más o menos irrelevante. Es secundaria ante cualquier cosa que haga que los personajes sean más populares y que permita que la editorial gane más dinero».
Si bien, como si no estuviese ocurriendo nada, Lee y Liefeld permanecen ajenos a este descalabro, puesto que ellos tienen un contrato de un año de duración. Comienzan los problemas en lo que parecía que iba a ser el reflote de los buques insignia de la Casa de ideas. Rob Liefeld y su equipo se retrasan en las entregas. Endiosados dichos autores, vivían al margen del resto de los mortales y los propios altos ejecutivos tenían que volar hasta California para presionar al chico dorado. En un ambiente donde ese mismo año 1996 se había despedido a 275 empleados fijos de Marvel, entre ellos pesos pesados del staff editorial como Carl Potts o Bob Budiansky, se puede asegurar que los chicos Image dormían en sábanas de seda, sobre colchones fabricados a base de múltiples sueños rotos.
Transcurridos seis meses se percibe que Heroes Reborn no ha sido todo lo que se esperaba. Si bien las series de Jim Lee tienen un comienzo bastante bueno, las mismas se desinflaron de manera paulatina. Capitán América y Los Vengadores son un fiasco a nivel de guiones y artístico desde el número uno. Pese a que gente muy implicada en el asunto, como Jeph Loeb, jura y perjura que supusieron un fuerte empujón en ventas para Marvel, es bien cierto que a los jefes la iniciativa no les completó del todo. A la vista de los datos, se comunica a los implicados que no se va renovar el proyecto. Rob Liefeld desaparece al instante y le toca a Jim Lee cubrir el fin de ciclo. Heroes Reborn se cierra con cuatro especiales, los números trece de las colecciones, que se conocen como World War III, en la que Lee introduce personajes de su estudio, Wildstorm. Heroes Reborn ha muerto.
Como en cualquier aspecto de la vida, en la oscuridad hay siempre alguna luz. El exilio de los mayores héroes convirtió al Universo Marvel en el lugar ideal para recuperar antiguos héroes secundarios y para lanzar nuevos títulos de personajes que al menos pretendían hacerse con el lugar de los perdidos. Destacan los Thunderbolts de Busiek/Bagley, Ka-Zar de Waid/Kubert, Heroes for Hire que brilla sobre todo por el trabajo de Pascual Ferry, Alpha Flight……….
Finalmente, después de los fracasos de Perelman y el concepto de los 5 Editores en Jefe, la compañía tenía una deuda difícil de afrontar. Sorprendentemente quien sí ayudó a Marvel Comics a salir de esta crisis fue Fox. La primera película de los X-Men fue un auténtico milagro para La Casa de las Ideas, evitando así la bancarrota. Desde entonces, y con la asunción de Isaac Perlmutter y Avi Arad al frente de la empresa, comenzó una exitosa política editorial que les permitió resurgir entre las cenizas.
En diciembre de 1998, la batalla anteriormente mencionada entre Perelman e Icahn finalizó. Supuso que, tras un largo juicio, ToyBiz y Marvel Entertainment Group finalmente se fusionaron. Si bien dicha fusión supuso un resultado muy sorprendente puesto que Perelman y su gente fueron expulsados en el proceso. Otros ejecutivos también fueron despedidos, incluido el CEO Scott Sassa, cuyo mandato, en total, duró solo ocho meses. Esta limpeza fue orquestada por ejecutivos de ToyBiz que habían estado en el consejo de Marvel desde 1993: Isaac Perlmutter y Avi Arad. Cuando Scott Sassa se fue, instalaron a Joseph Calamari, de 55 años, que había estado al frente de Marvel en los años 80, como su nuevo CEO.
Para 1997 se había anunciado el Heroes Return, una vuelta al clasicismo, ya con Perelman y su prácticas usureras fuera de plano. Una nueva Marvel busca su lugar en el mercado del cómic.
Heroes Return. Los Vengadores. Una vez Vengador…
Respecto del tomo en cuestión, objeto primordial de nuestro análisis, decir que es la llave de acceso a Heroes Return. Además, no solo nos introduce en lo que en años venideros encontraremos en las series de Marvel Comics, sino que asienta los criterios editoriales y de creatividad de la Marvel de principios de 2.000.
En primer lugar, debo decir que como lector de Marvel Comics, accedí muy tarde al mundo de Los Vengadores, toda vez que lo primero que leí fueron los cómics que contienen el tomo que tenemos ante nuestros ojos.
Me acerqué muy tarde a la franquicia; siempre he sido del género superhéroe marginado como Spiderman o La Patrulla-X y nunca me había llamado un grupo del potencial y alcance de los héroes más poderosos de la Tierra. Sin perjuicio de ello, con posterioridad he leído por completo toda la serie de los mismos, en formato USA o en las ediciones de Panini Cómics formato Omnigold. Sin dejar de proclamar que soy un admirador de la etapa de Bob Harras y Steve Epting, la que siempre consideraré como mi etapa “clásica” es la de Roger Stern y John Buscema.
Así las cosas, y llegados a este punto el período de tiempo en el que el potencial y el poder de Los Vengadores fue aprovechado al máximo se circunscribe a la etapa de un magnifico Kurt Busiek y un impresionante George Pérez, que marcó el comienzo del nuevo milenio.
Tal y como es sabido nuestros queridos Vengadores habían sufrido un largo periodo de muerte en vida. No solo sagas como La Encrucijada o Primer Signo, o la debacle de Heroes Reborn, habían destrozado por completo la franquicia, sino que existía un agotamiento de ideas que yo asemejo a los mutantes pre-Hickman.
Se apostó fuerte y por una orientación hacia una versión clásica de Los Vengadores. Kurt Busiek siempre ha sido conocido por su atención a la continuidad, y tejió una serie de cómics donde veremos a miembros del equipo yendo y viniendo según las necesidades de otras alineaciones y con sus vidas personales cuidadosamente coordinadas. Cada vengador tiene un rostro con sus facciones totalmente distintas al del resto, gracias al maestro de los maestros, George Pérez. Sumado lo anterior, encontramos una gran caracterización de los personajes, así como individuos diferentes y reconocibles. Lo que aquí se percibe, no lo vemos con Jason Aaron, haciendo una comparación que puede ser odiosa.
Siguiendo con George Pérez, lo primero decir que no hay dibujante con su capacidad para crear páginas donde se despliegan hasta treinta caracteres, cada uno con diferentes expresiones faciales y lenguaje corporal. En estos números que tenemos entre las manos el maestro se encuentra en lo más alto de su capacidad artística y que me perdonen los defensores de Crisis on Infinite Earths. Su trabajo es impresionante e imposible de imaginar hoy en día. George Pérez hizo que cada uno de los personajes, tanto Vengadores como villanos y secundarios, parecieran individuos y únicos.
Kurt Busiek relata en estas páginas uno de los mejores trabajos de su carrera. La versión clásica de Los Vengadores le convirtió en un referente de la fase denominada Heroes Return. Lo mejor de su labor se plasma perfectamente en estos primeros números, es que su mente enciclopédica le permite dar explicaciones en formato flashback, lo cual supone que un lector no necesitaba un conocimiento amplio del Universo Marvel para comprender los matices de su historia.
En este primer volumen ser recoge la magnífica historia Avengers/Squadron Supreme ’98. A los guiones lógicamente está Busiek y los lápices corren a cargo de Carlos Pacheco. En aquella época se encontraba en una fase de evolución gráfica que eclosionó en Avengers Forever. El trazo de sus dibujos se ha tornado con los años en grácil y mucho más refinado, pero desde luego hay que afirmar que hizo un trabajo soberbio. Comentar para evitar el despiste que este Escuadrón Supremo es el de la serie clásica de Mark Gruenwald, que aparentemente han estado atrapados en el 616 durante mucho tiempo y que no creen que Los Vengadores sean quienes dicen ser, pensando que están muertos. Sin dar explicaciones e invitando al lector a descubrir el motivo, solo me cabe decir que a diferencia de lo que se está haciendo ahora con este grupo por parte de Aaron, lo que aquí se narra es un claro ejemplo de un uso debido de unos personajes que debieren ser dignamente tratados. Invito igualmente a los lectores la revisión del artículo de Arturo Porras, en relación al MLE publicado por Panini Comics.
En cuanto a la publicación de estos magníficos cómics, y descontando la grapa, este es el tercer formato utilizado. El primero de ellos fue el fracasado Best of Marvel Essentials y el segundo fue el práctico Colección Extra Superhéroes. De los dos anteriores el más criticado fue el segundo, por su tamaño y por entender que no era un formato digno para esta serie. El primero que ya data de 2007, era por entonces una gran edición, pero muy cara. Panini Comics, finalmente, ha editado esta serie en un formato digno y rebosante de calidad. En cuanto al precio, aunque parezca elevado, debemos tener en cuenta que son 35,95 euros con 11 números y un especial, en total 384 páginas en tapa dura. Sinceramente, aunque siga siendo un precio que puede ser alto, el contenido y número de páginas lo convierte en ajustado, que no asumible.
Fervientemente debo aconsejar la compra de esta edición. El tomo es un imprescindible, atemporal y asombroso conjunto de cómics de lo que son, han sido y debieran ser Los Vengadores.
Agradecimientos
Nunca pensé que formar parte de una familia como lo es ZN aportase tanto a mi vida. Soy de la opinión de que la vida es un camino. En ese camino conoces gente, conoces lugares y sobretodo te enseña cosas nuevas. ZN me ha permitido conocer la grandeza de un equipo maravilloso, y por otro lado me ha enseñado a escribir (tarea que no es tan fácil como parece). Me queda mucho, muchísimo por recorrer, pero día a día intento pulir mis defectos, aprender, y mejorar. En este artículo la mano de Arturo Porras está por todos lados, a nivel editorial y de fuentes. Su buen saber y hacer, su paciencia, y sobretodo su amplio conocimiento de la editorial Marvel ha supuesto que, no solo haya salido adelante este artículo, sino que me haya enseñado que hay una parte del mundo del cómic que está ahí, y es bueno e interesante conocerlo. Arturo tu modestia me ha obligado a escribir esta parte, necesaria y justa.
Un imprescindible
Guión - 9
Dibujo - 9.5
Interés - 9
9.2
Busiek y Pérez presentan ante los creyentes la refundación de Los Vengadores en un entorno que rezuma un espíritu clásico. Sin olvidar el regreso del Escudaron Supremo de la mano de Carlos Pacheco . ¡Vengadores en estado puro!
Genial artículo, muy interesante. Conocía los detalles básicos de la historia, pero no conocía la intrahistoria con tanto detalle.
Sobre la etapa de Busiek-Pérez (y de Busiek en general) qué decir. Mi primera aproximación a Los Vengadores coleccionando la serie mes a mes de manera regular también fue en esta etapa (en realidad fue con los horribles números de Heroes Reborn pero esos no los cuento) aunque antes había leído cosas sueltas (Tormenta Galáctica, o diferentes apariciones en diferentes crossovers) y a día de hoy, a pesar de que después se han hecho cosas muy buenas, sigue siendo, posiblemente, mi etapa favorita (no hay más que ver el Nick que he elegido).
Sé que hay fans de toda la vida a los que no les gustó porque Busiek «involucionó» un poco a ciertos personajes en su afán de volver al clasicismo pero debido a que yo era novatillo en aquel momento, eso no me afectó. De hecho si alguien sin experiencia alguna leyendo cómics se me acercara y me dijera: «oye, he visto la peli de Los Vengadores y me apetece leerme los cómics, pero he visto que hay muchos, ¿cuál me recomiendas?», le recomendaría sin duda esta etapa, no solo por su calidad, sino porque contiene toda la esencia clásica de los Vengadores pero con un estilo de escritura y dibujo más contemporáneo, que a un neófito se le haría más cercano que las historias clásicas de los 60 y los 70 que quizá de partida se le harían más duras.
Tengo las grapas originales de forum pero cada vez que sale una edición en tomo me entran unas tentaciones horribles de comprármela.
Muchas gracias, mi compañero Arturo no deja de enseñarnos cosas nuevas y ha sido un gusto elaborar la reseña.
Hombre, si a mi alguien que ha visto las películas de los Vengadores me pide un cómic yo le daría los Ultimates.
Básicamente porque el UCM es el Universo Ultimate con toques del universo normal. Y los Vengadores especialmente.
Es que los Ultimates eran basicamente un enorme comercial para convencer a los ejecutivos de Hollywood de la viabilidad de los Vengadores (que no podian llamarlos Ultimate Avengers por esa horrible pelicula de Uma Thurman y Sean Connery) como pelicula blockbuster. Y funciono. Fijate como despues del estreno de Iron Man la linea Ultimate se fue al garete. Ya habia cumplido su objetivo.
Pues si, así es. Pero es que además en caso de recomendarselo a un chaval (dejando ya al margen la similaridad de los Ultimates con las películas) es mucho más posible que le guste más el cómic de Millar que este. Desde el dibujo (mucho más espectacular y actual) al guión, mucho más efectista y actual, con grandes escenas de acción, diálogos rápidos….
Este tomo del artículo es para quien creciera con ello o para un coleccionista ya metido de lleno en el ajo. Pero para enganchar al cómic a los nuevos fans de las pelis hay muchas mejores opciones. De hecho es que si lee este tomo casi no va a reconocer a varios personajes.
Es discutible, este comic es mejor que Ultimates en muchísimos aspectos. Tendemos a hablar de los posibles nuevos consumidores de cómics con cierta condescendencia o bien miedo a decepcionar.
«El espectador de las peliculas» que no le interese o disfrute del medio que es el cómic probablemente lea mejor Ultimates, eso sin duda, pero yo ya no recomiendo cómics a gente que no les gustan los cómics. O si lo hago son obras maestras y/o no superheróicas, por si descubren un nuevo medio narrativo y les engancha. ¿Pero Vengadores? No lo veo.
¿Y para los niños? Pues a los míos les pongo antes por delante el tomo de Busiek que el de Millar (*). Desde luego para despertar el sentido de la maravilla del medio no hay color. Ultimates parece estar dedicado a preadolescentes como todo lo de Millar pero bajo tópicos de mal lenguaje y algo de vísceras, no elevando el tono intelectual que esos chicos ya podrían entender.
(*) Las grapas! jaja, el tomo ni-de-co-ña
No es condescendencia, es simple lógica. El dibujo de Ultimates es más actual que el de Pérez y casa mucho mejor con los gustos actuales.
Que Pérez es mejor, si, pero para lo que el ojo actual está acostumbrado no hay color. Es como darle a elegir a un lector nuevo que nunca haya leído cómics, y no hace falta que sea un niño, un tebeo de los X men de Claremont y Byrne y uno de Hickman y dibujado por Pepe Larraz. A la mayoría creo que le gustará más el segundo.
Por otro lado,a mi no me gusta Millar, pero decir que su obra es para pre adolescentes creo que habla muy mal de las miles de personas de cuarenta años que flipan muy fuerte con su Viejo Logan. Y son muchísimos. El otro día vi yo uno diciendo que era la mejor historia del personaje jamás hecha. Y de pre adolescente tenía poco y de nuevo lector tampoco. O de la legión de seguidores que tiene su Civil War. Y niños no son.
Son dos versiones muy distintas. Debemos tenr en cuenta que Los Vengadores han tenido muchas versiones, y unas han brillado más que otras. Yo me quedo con las dos, pero desde ópticas muy distintas.
«Es que los Ultimates eran basicamente un enorme comercial para convencer a los ejecutivos de Hollywood de la viabilidad de los Vengadores (que no podian llamarlos Ultimate Avengers por esa horrible pelicula de Uma Thurman y Sean Connery) como pelicula blockbuster.»
Totalmente de acuerdo contigo Ziggy. En una página hasta proponen el reparto que los interpretarían en una posible película sobre sus hazañas.
Resulta más evidente la conexión Ultimates-Hollywood cuando vez cuantas de las historias de Millar terminaron adaptandose a la pantalla. Al parecer el tambien termino en boca de muchos ejecutivos de Hollywood.
Oiga, que Uma Thurman estaba muuuy bien en esa película:D
Por supuesto que lo estaba. Pero la pelicula sigue siendo horrible.
Perdona, pero ¿qué? En cuanto bajas del nivel visual te encuentras a la versión cafre (que NO madura y más «realista») de casi todos los personajes. No me imagino al Capi de las pelis diciendo la parida de la A, a ese Hulk, de Hank Pym y Natasha mejor ni hablar. O a los Vengadores cinematográficos básicamente vistos como brazo de la política internacional americana que hasta se montó un contragrupo. No se yo cómo se quedaría alguien a quien le dieran esa recomendación. O que leyera la Guerra Civil del cómic después de ver la peli.
O el Thor hippie.
Pero es que llevamos tanto tiempo diciendo que los personajes del cine son los de Ultimates que nadie se lo cuestiona. Y es simplemente porque han tomado esa versión de Ojo de Halcón en vez de la original.
O cuando decimos que el cómic se ha plegado a las películas, cuando desde Avengers hasta Infinity War hemos tenido un capitan América negro, una Thor mujer o manco con hacha, según mires, un Hulk muerto, un Ojo de Halcón pupas peleado con los matones de su barrio, un Visión con familia robótica… vamos, si se hubiera intentado confundir a propósito a un espectador de cine a la hora de acercarse al mundo del cómic no se habría hecho mejor.
Y sin embargo seguimos leyendo que el UCM proviene de los Ultimates y que ha afectado a las decisiones creativas de los personajes principales de la editorial.
Yo es que también estoy de acuerdo con vosotros. No veo por ningún lado a los Ultimates en la película. El Capi es claramente el 616, no es ese soldado pasado de vueltas de los años 40. Thor es desde el principio un guerrero asgardiano sin ambigüedades que no tiene nada de hippie, la Viuda negra por descontado no es una traidora al servicio del enemigo. Hulk es más bien la versión de Mantlo. Los únicos que se parecen más son Iron Man (aunque en el universo Ultimate es algo más vividor) y Ojo de halcón que en ese sí que han optado por tirar hacia el lado ultimate.
Opinar en términos absolutos no ayuda. El guión se basó en partes del 616 y partes del Ultimate, según interesara, además de una tercera de cosecha propia de los guionistas (por ejemplo, lo poco aprovechado del personaje de Klaw, cuyos poderes comiqueros ofrecían mil posibilidades).
Ojo de Halcón, Iron Man, Nick Furia…
Y ya si hablamos de la imagen visual de los personajes ni hablamos.
Pero bueno si vosotros veis a los personajes de la película en estos vengadores de Busiek y Pérez…
Un tío que realmente es de los 40, un maltratador, una víctima del anterior, un acomplejado que se transforma en un caníbal, un borracho vividor, una asesina, un hippie, … Si los ves en los personajes de las películas…
Si, se parecen en lo visual, pero el carácter tira de los personajes tradicionales. Por eso el UCM parece una adaptación del de los cómics y el Snyderverso la versión Ultimate del de DC por momentos.
Estoy completamente de acuerdo en que el Universo cinematográfico de Marvel bebe más de aquí que de Ultimates, del que solamente ha recogido ciertos aspectos a nivel estético. Y que Ultimates sea un cómic mejor que estos tebeos… Millar es un «escritor» que solamente quiere provocar, lo cual está muy bien para quien se quiera sentir provocado, pero la historia, los personajes… Todo es manido y trillado, no le veo pizca de gracia ni originalidad a ninguno de sus cómics. Lo de la A de Francia me decidió a no leer nunca más un cómic de este fulano. Y Bryan Hitch es un dibujante mediocre, que nunca ha superado el ser un clon de Davis. No sabe dibujar caras y su narrativa es bastante confusa y pobre. George Perez es un maestro. ¿Que su estilo es anticuado? Es clásico. ¿Es anticuado Davis, Neal Adams, Jack Kirby?
Estos cómics son el Universo Marvel en toda su luminosidad mientras que los Ultimates son ese Dark and Gritty tan de moda en las películas de DC. De hecho, la peli de La Liga de la Justicia se parece más a los Ultimates que los Vengadores de Busiek.
Me gustaría saber quien ha dicho que los Ultimates son mejor que estos cómics.
La liga de la justicia es una porquería de película. Pero no se parece en nada a los Ultimates.
Iron Man no es el ultimate, hombre, que es un borracho vividor. Aquí es un tipo comprometido, adicto al trabajo y a hacer lo correcto. ¿Que es graciosillo? Pues si, pero es un cambio de tono del MCU al completo no heredado del medio escrito.
Ojo de halcón y Furia si, se cogen las versiones Ultimate, nadie lo discute. Yo creo que cuando se plantea la peli de Iron Man se pensaba imitar esa versión del UM. Pero poco a poco se migra a una visión más clásica (fundación por intervención de Loki, Ultron & Vision, Thanos…) y se abandona la propuesta inicial de un grupo fundado y a órdenes de Shield.
Tampoco veo a Hitch más accesible que Perez para nuevos lectores. Un nuevo lector precisamente no está sometido a las modas del momento y el preciosismo y barroquismo de Pérez es espectacular. Mi mujer ya ha ojeado el tomo sin haber leido en su vida un cómic de vengadores, interesada por la estética. Igual que el Estela de Allred, menos del estilo de Hitch imposible.
Me uno a Ultrón. Mi etapa favorita de los Vengadores y en general la considero de las mejores de la historia del grupo.
Después de su etapa no ha habido nada que yo considere como “Los Vengadores”. Y que conste que me encanta la etapa de Hickman pero me pasa como con la JL de Giffen: es excelente, a la altura o por encima de las mejores etapas del grupo, pero se distancia tanto del concepto original que para mi es otra cosa.
La etapa de Busiek como muy bien ha apuntado Ultrón sabe a etapa clásica pasada por un nuevo prisma para el siglo XXI. Además creo que fue la última vez que vimos a George Perez en Marvel en una serie regular con cierta cadencia, solo por eso es historia.
Lo dicho, ideal para el lector de toda la vida y el que quiera empezar por alguna etapa del grupo.
Un imprescindible. Gracias por leernos.
No me he leído la reseña aún pero quiero decir que no me puedo alegrar más de haber comprado esta edición a pesar se tener la grapa. Al igual que el Silver Surfer de Allred, esta obra merece este tamaño de página para disfrutar de casi cada viñeta.
Igual que el dibujo incluso se disfruta más, he perdido un poco de gusto en los dialogos de Busiek que es incapaz de dejar una viñeta sin bocadillo, incluso los combates son una secuencia de frases en muchos casos obvias. En ese sentido es más cercano a los Vengadores de Stern que a cualquier etapa post 90s. Lo disfruté como un niño cuando salió y lo he vuelto a hacer ahora, pero porque me recuerda al aire clásico de los cómics que leia de niño. no sé a la gente joven acostumbrado a Bendis o Hickman si se va a encontrar algo inesperado.
Se trata de una edición que debemos tener en la comiteca. Por otro lado Panini la continuará hasta el final y comienzo de Bendis, o eso espero.
Yo estoy deseando ya el segundo tomo. Eso sí que es un Must en cualquier colección.
De lo mejor de esta etapa.
Lo de George Pérez en estos cómics es impresionante.
Y sí, es cierto, hay personajes claramente involucionados (Ojo de Halcón, Avispa) y otros, que habían adquirido protagonismo hacía relativamente poco (Capitana Marvel/Fotón, Viuda Negra) que pasan sin pena de gloria. Me hace gracia ver a Janet de nuevo como una adolescente sin cabeza después de haber sido líder de los Vengadores, por ejemplo.
Siendo una etapa a destacar, mi preferida siempre será la de Stern-Buscema.
Por otro lado es de justicia reconocer que un poco más avanzada la etapa dio algo más de profundidad a la Avispa y es uno de esos guionistas que intentaron redimir a Hank Pym. Pero no hay manera, cada vez que un Busiek transforma a Hank en el héroe que siempre fue, nos viene un Chuck Austen que vuelve a sacar a colación el tema del maltrato y lo jode todo.
Hank Pym ha tenido tantos turns a lo largo de la historia, que lo han desprovisto de personalidad. Ya lo de fusionarlo contigo fue de traca
Carlos Pacheco, al que admiro profundamente, no tuvo su mejor momento con el Especial de el Escuadrón vs. Vengadores.
Su evolución fue muy positiva, pero yo lo recuerdo como uno de mis favoritos, y sigue siéndolo.
Por cierto, ha fallecido Joe Sinnot. Un GRANDE.
Una de las mejores etapas de los vengadores junto a la de Roger Stern. Totalmente recomendable.
Que buen informe de toda esa etapa convulsa, solo sabia lo minimo excelente
Dr Kadok muchísimas gracias.
Un completo y fantástico artículo… Un placer leerte Juanjo.
Muchísimas gracias. Y gracias a todos por leernos.
Buen tomo, sobre todo por Busiek, cuyo nivel mínimo de guión suele estar por encima de la media como mínimo. En este caso, muy bien recuperando un montón de ideas clásicas.
Sobre George Pérez, sé que a todo el mundo le gusta y parece ser un sacrilegio decir lo contrario, pero para mí es un dibujante cuyo momento ha pasado ya hace más de 30 años, desde principios de los 90 han aparecido montones de dibujantes que más allá de ser entregados artesanos y dibujar mil personajes por página (para mí las únicas virtudes que tiene George Pérez), tienen un estilo artístico propio, con personalidad, y como digo, con expresión artística, y no, no hablo de los chicos Image que aparecieron entonces. Pérez es simplemente funcional y correcto, nada más, lo cual supongo que a este tomo de espíritu clásico, no le sienta mal.
Sobre el tema de los vengadores en el cine, yo me uno a los que ven sólo la estética Ultimate en algunos personajes, pero nada más, para mí son los Vengadores clásicos con algunos cambios.
Por cierto, muchas gracias al redactor por el artículo, llevo un par de meses leyendo Zona Negativa, y no puedo creerme las palizas que os pegáis investigando y escribiendo, Felicidades a la web!
Muchas gracias a todos vosotros por leerlo y seguirnos.
Magnífico Juanjo! Me ha encantado la intrahistoria, la reseña, todo. Interesantísimo