A pesar de lo atípico de este año 2020, Panini Cómics no falta a su cita anual con sus colecciones abiertas en el sello Marvel Collection, y por tanto, en Noviembre llegó el tercer volumen de Investigaciones Factor X, en el que la colección entra en el día después de Complejo de Mesías, el evento mutante en el que la llegada de Hope como primera mutante nacida tras la diezma perpetrada de Wanda Maximoff servía como catalizador para un interesante evento en el que los x-Men de distintas facciones, los Acólitos, los Purificadores y los Merodeadores se enfrentaban por el control de esta nueva esperanza en nombre y significado para la raza del Gen X.
Peter David tuvo bastante que ver en este evento (que discurrió por New X-Men, Uncanny X-Men, X-Men y X-Factor), y es que los números 25, 26 y 27 de X-Factor formaban una parte muy importante del mismo, parte que no se incluye en este tomo ni en el anterior, puesto que tampoco es que dichos números se entiendan muy bien de forma unitaria si no se lee el evento Complejo de Mesías como un todo.
No obstante, lo único importante de cara a entender el evento, y suscribo aquí lo spoilers que en la introducción al tomo de David Fernández Ortega podéis ojear, es que Layla Miller queda perdida en un futuro poscapocaliptico del que Jamie Madrox no es capaz de rescatarla, ni siquiera suicidándose por salvarla (o al menos haciéndolo uno de sus dobles). En el procedo de reabsorción de recuerdos, Jamie volverá a nuestro tiempo con la marca que en el futuro más o menos oficial de los X-Men se tatúa a los mutantes que son perseguidos y cazados.
Pues bien, sea como fuere el evento Complejo de Mesías, lo interesante del mismo de cara a la colección Investigaciones Factor X ya ha quedado dicho, porque si para algo sirvió aquella aventura fue para en el caso de la serie de Peter David dar un nuevo punto de partida a la misma. Así, el tomo comienza con nuestros personajes en el Barrio Mutante, causándose diversas bajas en la organización, como la de Rahne, estando a punto Ríctor de marcharse cuando los protagonistas caen en una peligrosa ilusión llevada a cabo por Arcade, un clásico villano de Marvel que en manos de David brilla como pocas veces lo ha conseguido en el Siglo XXI.
Ello da pie a que dentro del Barrio Mutante se desate una devastación que obliga a Investigaciones Factor X a salir de su Zona de confort, buscando un nuevo hogar, y renombrándose como Investigaciones FX, con perfil más bajo y en parte auspiciados por la O.N.E. de Valerie Cooper, comenzando uno de sus primeros casos buscando a Darwin en medio de Invasión Secreta y en un cruce con la serie de Hulka también guionizada en este momento por Peter David.
Invasión Secreta le sirve a David además de para incluir a los Skrull como el mandato editorial ordenaba, para establecer como siempre, complejas y humanas relaciones entre los personajes a través de dicho conflicto, y para aportarnos visiones un tanto distintas de personajes de creación reciente como Darwin, o algo más añejos como Longshot.
Además, en este tomo se incluye dos one shot muy interesantes, uno protagonizado por Mercurio (y que da título a este tomo), un Pietro Maximoff quizás más perdido que nunca tras su encontronazo con las nieblas terrígenas en su propia mini serie llamada Hijo de M, y el correspondiente One Shot en el que Layla Miller, la hija predilecta de un David que consiguió hacer al personaje no solo interesante si no capital en su obra a pesar de que el mismo resultaba ser una creación un tanto cutre y anodina de Bendis para Dinastía de M que utilizó a la sabelotodo muchacha como Deus Ex Machina para la resolución final de su ramplón evento Marvel.
Seguidamente la serie se enfrenta a los números que cierran este tomo y en los que Investigaciones FX se enfrentan a una malvada corporación que pretende crear seres con el Gen X evolutivo de Darwin mientras Syrin está en un avanzado estado de gestación del hijo de Jamie.
Ene este punto me encantaría comentar cuál es la terrorífica resolución del número 39, último incluido en este tomo, pero hacerlo supondría un spoiler curiosamente no muy conocido ni comentado dentro de Marvel al ser Investigaciones Factor X una serie muy recomendada y recomendable pero que no todo el mundo ha leído hasta el punto de conocer algunos de sus momentos más trepidantes. Baste por ahora con decir que se trata de uno de los momentos más dramáticos y a la par sobrecogedores que he podido leer en un cómic superheroico, lo que ya es decir mucho.
En el aspecto del dibujo, diversos ilustradores se prodigan por este tomo, y de todos ellos, el más destacable no es otro que Pablo Raimondi, uno de los habituales de la serie y poseedor de un trazo firme y realista pero muy dinámico que da a ésta algunas de sus mejores escenas.
Lamentablemente, este tomo hace gala de un baile de dibujantes que en nada beneficia a la serie, puesto que en no pocas ocasiones se pasa del espectacular dibujo de Pablo Raimondi al de Larry Stroman o Vicenzo Acunza entre otros que llevan a cabo números que solo se sostienen por la inteligente y rápida prosa de PAD.
Mención especial merecen las portadas de Glenn Fabrey, mítico portadista de cómic usa, sobre todo de la época dorada de Vértigo-DC que se deja caer por esta colección para introducir la mayoría de los números que componen este tomo.
Un componente más de esta larga etapa de Peter David a cargo de los mutantes más noir de Marvel (que llegó a superar el centenar de números), recopilada aquí en unos tomos que no deberíais dejaros escapar.
Guión - 8
Dibujo - 6
Interés - 7
7
Rupturista
Peter David afronta el día después de Complejo de Mesías en ésta su colección mutante fetiche.
¿Es mi imaginación o en la portada Fortachón parece RanXerox?
Hay que comentar que esta edición del tomo tiene un error clamoroso, pues se repite dos veces una página y en el proceso se elimina una… y no tiene mucha pinta que Panini va a rectificar en sacar una edición corregida del tomo…
Uf, qué mala noticia, espero que retiren el tomo y corrijan el error.