Las historias contenidas en Americania son todas de la última etapa de su carrera, cuando en cada uno de sus trabajos había un encendido interés por transgredir las convicciones gráficas del medio. Las once historias contenidas en el tomo tienen una duración variable y a pesar de compartir localizaciones son bastante variadas lo que hace que no se hagan muy pesadas. Como en todos sus trabajos siempre hay una carga humanista y de amor por esa naturaleza salvaje que supo dibujar como nadie, tanto los parajes más desolados como los repletos de la naturaleza más esplendorosa, ambos plagados de los animales más diversos. Estos relatos breves están protagonizados por amerindios, afroamericanos, mineros, tramperos y bandidos, en decir, los perdedores del sistema, sirven para reflejar la dureza de frontera, no solo física, sino también ética, ya que los personajes deben decantarse entre lo correcto y lo incorrecto. También hay un interés de Toppi por poner de manifiesto los abusos de los colonos blancos sobre las minorías tanto amerindios como afroamericanos. En todos los relatos se puede apreciar un cierto desencanto y descreimiento sobre el hombre y el progreso.
Americania comienza con El amor a la vida (publicada en 1976), una historia de supervivencia en condiciones extremas en la naturaleza más salvaje que adapta un relato homónimo de Jack London. Un relato crudo en el que Toppi muestra su capacidad para trasladar la naturaleza más agreste e inhóspita para el hombre, con gran ritmo narrativo y unos recursos narrativos fabulosos. Características que son una constante en las historias contenidas en este tomo.
La siguiente historia que encontramos es Naugatuck 1757 (1976) es una de las pocas historias contenidas en el tomo en las que se puede identificar donde y cuando transcurre. Sin embargo, a pesar de que su título hace referencia a un pueblo amerindio, Toppi nos relata una historia con elementos fantástico sobre las rencillas internas que los europeos se llevaron al nuevo continente. Una historia en la que el milanés nos regala unas planchas imponentes, de esas que te hacen quedarte embobado con cada línea y cada mancha, una delicia para los paladares más exquisitos. Además, tiene un final inesperado y sorprendente. Una de las joyas del recopilatorio.
Mientras vivas (1977) nos cuenta una historia iniciática sobre un amerindio cuyo padre es engañado por unos hombres blancos. Una historia que sirve para que el milanés se posicione del lado de los desfavorecidos y en contra de la brutal alteración que supuso la llegada del hombre blanco a América, destruyendo a su paso y sin ningún miramiento tradiciones, culturas y el equilibrio de los diferentes ecosistemas.
Una sola vez en la vida (1977) es otra adaptación de un relato de London. Una historia sobre como la amistad y la lealtad pueden cambiar hasta al hombre más malvado, con ese toque de humor negro descreído e irónico que es tan habitual en las historias del italiano. Una de las pocas historias incluidas en el tomo que si se podrían calificar como western tradicional.
En Little Big Horn 1875 (1978), de nuevo, se vuelve a dar voz a los amerindios para mostrarnos el desencanto que les genero los abusos que cometieron contra ellos diariamente los hombres blancos. En esta ocasión estamos ante una historia sobre un supuesto mesías, egoísta y arrogante, destinado a aplastar al ejército norteamericano en la batalla contra los hombres del general Custer y devolver a los pueblos indígenas su grandeza, pero como en es habitual en las historias del autor italiano el destino le juega una mala pasada. Una buena nuestra de la ironía que solemos encontrar en sus obras.
Responde a mi pregunta (1983) es la historia de un buscador de oro que encuentra una gran fortuna en unas tierras cercanas a las de una tribu amerindia, lo que puede poner en peligro su modo de vida. En este caso el honor vence a la codicia, aunque no a la primera, y el buscador decide ayudar a preservar ese enclave renunciando a una buena cantidad de riqueza. Una historia que de nuevo vuelve a denunciar el impacto que el hombre tiene en la naturaleza.
El reposo del almirante (1983) es una historia sobre las apariencias y prejuicios que muchas veces resultan tremendamente engañosos. Una de las más divertidas del álbum con un sentido del humor muy irónico y un personaje principal memorable que nos deja con ganas de más aventuras con él como protagonista.
En Una visita para John Colter (1983), de nuevo, se vuelve a incidir sobre la codicia del hombre blanco que trata de aprovecharse siempre de los amerindios. En esta ocasión el protagonista no se redime y acaba obrando bien como en Responde a mi pregunta, sin embargo, sí que acaba teniendo su merecido gracias a un elemento sobrenatural de la mitología amerindia.
Katana (1988) es la única historia a color del recopilatorio y la que sirve para ilustrar la portada, además de una de las historias que no habían visto la luz en nuestro país hasta la fecha. Se trata de una trama muy cercana a las que podemos encontrar en cualquier western. Protagonizada por un sinvergüenza en una búsqueda de un tesoro, pero con un antagonista japones, así que, en ella se juntan dos de las grandes pasiones de Toppi: el western y el Japón más tradicional.
Las dos últimas historias dan un salto temporal y geográfico ya que nos transporta a la América rural del Sur en los primeros años del s. XX. También hay un cambio de protagonistas, ya que estos pasan a ser afroamericanos en lugar de tramperos y amerindios. Las dos historias están llenas de la cultura que los afroamericanos trajeron al nuevo continente, en particular, de su música y sus creencias sobre la muerte. La primera lleva por título Blues (1990) y es la más larga del tomo ya que dura treinta páginas. Una historia onírica y misterioso sobre un saxofonista que viaja por la América profunda dialogando con objetos inertes, animales y hombres. Pasamos de los paisajes naturales a otros formados por la chatarra oxidada que deja el progreso, vemos con tristeza los desechos que trae consigo la civilización, pero también como la codicia del hombre sigue presente.
Cierra Americania El heredero (2007) una historia sobre el blues, la muerte y el vudú, mucho más oscura que todas las contenidas en el tomo, pero que sigue reflejando la manera de en la que Toppi veía el mundo. Aunque la realizo en los últimos años de su vida todavía conserva toda la maestría gráfica que caracterizaba sus trabajos, pero con una preferencia por el expresionismo que le hace abandonar el realismo de obras pasadas.
Gráficamente Toppi es uno de los autores más estimulantes que ha dado el cómic, como ya hemos comentado. En estas historias vemos una buena prueba de su capacidad tanto como narrador de primera, como su capacidad para innovar. El realismo que podemos ver tanto en su representación de los humanos, en particular de los amerindios, y los animales contrasta con unas composiciones de página espectaculares e innovadoras, en las que se puede ver la influencia no solo de otros autores de cómic, sino de pintores como Klimt o Schiele. A título personal siempre me ha fascinado su maestría y la enorme cantidad de recursos que maneja a la hora de dibujar las texturas de la vegetación, las maderas, los suelos y las piedras. Un dibujante imprescindible que nos legó una enorme cantidad de viñetas y páginas en las que deleitarnos.
Ponent Mon hace una gran edición, algo que viene siendo habitual en los álbumes pertenecientes a la colección Maestros del Fumetto. Esperemos que en el futuro nos sigan trayendo obras de otros autores imprescindibles como Battaglia, Micheluzzi o Serpieri. Ojalá se animaran a publicar a Gianni De Luca. Incluye como extras un extenso y completísimo artículo sobre las historias contenidas en el recopilatorio obra de José Emilio Martínez Tur, que también es el encargado de la traducción.
Americania es una buena selección de los trabajos que firmó el gran Toppi durante su carrera, un autor que no merece ser olvidado, ya que su influencia se puede apreciar tanto en el cómic europeo como en el estadounidense. Once historias que inciden sobre los abusos del hombre blanco, la codicia humana y nos muestran todo el esplendor de la naturaleza salvaje gracias a los prodigiosos lápices del italiano.
Guión - 7.5
Dibujo - 9.9
Interés - 8
8.5
Frontera
Americania es una magnifica selección de historias que permite disfrutar del arte de Toppi en su mejor momento. Once historias breves que combinan la dureza de los territorios fronterizos con la belleza del trazo del italiano.
Maravilloso dibujante
El coleccionista es una obra maestra