Batman: Tres Jokers núm. 2 de 3

¡El misterio de los tres Jokers continúa! Y lo hace con maestría, coraje y muchas sorpresas.

10
3189

Edición original: Batman: Three Jokers Book Two USA (DC Comics, 2020)
Guion: Geoff Johns
Dibujo: Jason Fabok
Color: Brad Anderson
Traducción: Felip Tobar Pastor
Formato: Cartoné. 48 páginas.
Precio: 10,95€

El niño que perseguía a los payasos

«Cariño, ya estoy en casa»

Hace apenas un mes reflexionábamos acerca de la grandeza y maestría del primer libro de Los Tres Jokers, ahora hemos de hacerlo, de igual manera, con su segunda parte, más contenida y parca en lo referente a la acción, pero imprescindible a la hora de configurar la obra y entender lo relevante que es y la posición que ya ocupa en el altar de grandes obras del murciélago.

En primer lugar, contamos con unas páginas costumbristas del Joker con su pretendida familia. Es el Joker de La Broma Asesina, intoxicado por su propio recuerdo, creando nuevas imágenes de una realidad imposible que jamás sucedió ni sucederá. La ruptura con este momento, devolviéndonos al presente, se realiza con aplomo e intensidad dramática. Sirve para caracterizar a la perfección a este payaso criminal en particular, con el diseño predominante de 3×3 viñetas de Jason Fabok respondiendo de igual manera.

Un nuevo cartel nos identifica al cuerpo sin vida que yace en el suelo. El rojo de Brad Anderson domina la escena, acentuándose con cada viñeta y acercamiento al rostro. La primera piedra sobre la que se asentará el resto del capítulo.

Las escenas posteriores, protagonizadas por Batgirl, Batman y Gordon, reflejan un tratamiento detallado de cada uno de los personajes. Podemos identificar y ver a cada uno de ellos en prácticamente cada línea de diálogo, con sus diatribas acerca de lo que ha ocurrido y las repercusiones que se esperan de ello.

La lluvia cubre la ciudad y empapa a los protagonistas, lanzándose hacia el siguiente escenario preparado por la amenaza entre las sombras, llevándoles hacia un viejo conocido con un papel todavía por definir de cara al tercer acto. Vuelven las escenas en retrospectiva en blanco y negro, vuelve el dolor y la memoria por los caídos, mientras Capucha Roja, libre de las ataduras del murciélago, continua en solitario con su investigación.

Este punto es importante. Para un personaje que se ha visto sumido en el mejor de los casos a una irrelevancia editorial notable, un escritor que le conozca y que quiera explotar sus virtudes como antihéroe es la mejor de las noticias. Geoff Johns no solo conoce a Jason, sino que además quiere que el núcleo básico de lectores, al que no ha terminado de convencer las andanzas y desventuras del segundo Robin desde su regreso al mundo de los vivos, se interese por él y pueda ver más allá de su apariencia y estética desenfadada.

Vemos al joven Todd vulnerable, tal vez como no lo hemos visto desde Una muerte en la familia. Lejos de aplacar su ira, la bala disparada en el número anterior ha reabierto sus viejas inseguridades y complejos, a tiempo de su encuentro con su verdadera pesadilla.
El diálogo posterior y escena completa puede considerarse el corazón de esta obra, con todos los temas que apasionan a sus creadores presentes.

Es un momento terrorífico, implacable en lo referente al antihéroe y muy incómodo en su lectura por el veneno que expulsa la lengua viperina del Joker. Con un color y diseño de viñeta que agota emocionalmente y ahoga a sus personajes, como si se tratara de nueve pequeñas cárceles aprisionando al de rojo.

Las últimas páginas nos devuelven el aroma de las primeras conversaciones, con una serie de elementos imaginativos para hacer avanzar la trama, ya sea por medio de la unión o desunión de los héroes en su esfera privada.

Batman planea sobre el resto con cautela y cuidado, impotente ante una situación que se ha llevado al extremo y de la que, en cierto sentido, se siente responsable. La virtud de su tratamiento se encuentra en lo que no dice y no tanto en lo que sí, reflexionando para sí mismo en silencio mientras el resto se desmorona.

En último lugar, cabe cuestionarse sobre Batgirl, en agravio comparativo evidente. Es la más perjudicada de los tres en cuanto a importancia, aunque no llegue a ser frustrante o significativo precisamente por el potencial del resto de tramas en juego. Después de varias relecturas, lo que se puede considerar una torpeza de Johns, al, aparentemente, caer en un cliché muy poco apropiado de romance, en realidad nos está contando algo distinto.

Bajo esta mascara, el guion pretende ir por otro lado, no tanto en lo referente al amor, sino en la necesidad y soledad de los protagonistas, para que el lector empatice con ellos como personajes y no para que desee en ningún momento acercamiento amoroso.

El dibujo y color, que fueron extensamente analizados para el Libro Uno, continúan a un nivel muy destacable. Las expresiones faciales que dibuja Fabok y colorea Anderson, sobre todo en el encuentro con el payaso, son para estudiar con detalle y cuidado metódico.

Las conclusiones que deja el Segundo Libro son, francamente, inagotables. Con un exquisito tratamiento del mito más importante de DC Comics y una historia que, sin ser nada nuevo en apariencia, trasporta a sus personajes a un escenario pocas veces visto, Batman: Los Tres Jokers es un cómic no solo recomendable, sino fundamental.

Lo mejor

• La grandeza del propio relato.
• El extraordinario tratamiento de Jason Todd.
• El color de Brad Anderson.

Lo peor

• Lo referente a Batgirl.

Edición original: Batman: Three Jokers Book Two USA (DC Comics, 2020) Guion: Geoff Johns Dibujo: Jason Fabok Color: Brad Anderson Traducción: Felip Tobar Pastor Formato: Cartoné. 48 páginas. Precio: 10,95€ El niño que perseguía a los payasos "Cariño, ya estoy en casa" Hace apenas un mes reflexionábamos acerca de la…

OBRA MAESTRA

Guion - 9
Dibujo - 9.5
Interés - 10

9.5

Un cómic sobresaliente, con un tratamiento de personajes único

Vosotros puntuáis: 7.92 ( 12 votos)
Subscribe
Notifícame
10 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Enrique Doblas
Autor
8 febrero, 2021 20:28

Gracias Ángel, muy buena reseña. También coincido con la teoría de la soledad más que otra cosa… lo único que me descoloca es que

Aviso de Spoiler

Jason siga vivo e incluso totalmente recuperado

después de la escena anterior. Espero que tenga algún sentido en la trama o quedaría un poco inexplicable. Por cierto, mira que no me gustan los dibujantes rígidos como Fabok pero el tío está echando los restos, es el mejor Gordon que he visto en mucho tiempo

Last edited 3 años atrás by Enrique Doblas
nmarango
nmarango
Lector
9 febrero, 2021 3:38

Honestamente no le veo el mérito a esta obra. Excelente el dibujo, sí. Pero el guión roba descaradamente de La broma asesina, un poco de Muerte en la familia y añade un poco de morbo y otro poco de novelón, y listo. El (spoilers) ataque a Jason es más daño físico y psicológico para este personaje, por qué? Con qué necesidad? Es sadismo y nada más. Cualquier número de 22 páginas de Batman Adventures es mejor que esto.

Drury Walker
Drury Walker
Lector
12 febrero, 2021 7:24

Lo siento, pero no comparto vuestro entusiasmo. La cosa empieza bien con la escena de la cena familiar pero pronto empieza a chirriar. Jason a matado a un tipo atado a una silla a sangre fria. Batman lo justifica con que ha sufrido mucho (como Dos Caras y bien que va a Arkham) y se niega a actuar porque si va a prision descubriran su identidad (ah, si?) y sera un lio para todos (en serio?). Esos problemas ya se solventaron hace tiempo por gente como Morrison o Winick o Dini. Aqui Batman actua como un ser pasivo y timorato, que hace a un lado su codigo moral por pena, autoculpabilidad y egoismo. Aqui nobes un heroe ni un vigilante, es un cacique local nepotista. Y no hablemos del melodrama que esta comenzando a rezumar por las paginas… Eso si, el dibujo y el color muy bonitos.

Y aun queda lo peor, en el libro tres. Con lo bien que comenzaba!

Sobre lo de JyB (ponedlo en spoilers si quereis, pero entiendo que para comentar primero hay que leer, si lees comentarios sobre una obra te puedes comer spoilers) yo lo veo efectivamente como un acercamiento buscando calor humano cuando estas sobrepasado por dolor y miseria. B ya ha avanzado bastante en la superacion de su trauma y se mueve por empatia, sera la primera en rapidamente cortarlo, aclararlo y contextualizarlo para evitar equivocos. J vive en su trauma, por eso intentara engancharse a ese asidero emocional en el libro tres. Pero no es algo realmente amoroso o romantico. B lo aclara al momento porque es la que tiene mas perspectiva de los dos.

Saludos!

Drury Walker
Drury Walker
Lector
En respuesta a  Ángel García-Tetuá
12 febrero, 2021 15:56

Si, es mas complicado en el contexto (no queria entrar en muchos detalles) pero el hecho es el que es. Mata a alguien desarmado e inmovilizado. Lo hace conscientemente. No se arrepiente. Y planea volver a hacerlo. En ese punto es donde Batman decide un curso de accion que choca bastante con su credo. Cruzada la linea y de esa manera ya no hay «te rehabilito a mi manera», solo «te entrego y si quieres cambiar estare contigo». Decir que Jason puede matar sin cobsecuencias porque ha sufrido mucho es como decir que Dos Caras puede matar porque ha sufrido mucho, y el Pingüino, que tuvo una infancia dificil, y Mr. Frio, y Killer Croc, y…

Que yo comprendo que cada autor puede tener visiones muy suyas de un personaje, como cuando Batman aprobo el linchamiento de Bedlam porque en una guerra es es la ley (wtf). Pero vamos, que chirria bastante, ya sea Mike W Barr o Geoff Johns. Y Johns tiene unas ideas un poco pintorescas sobre el Batverso. Mirad su Espantapájaros, que no tiene nada que ver con ningun otro Espantapájaros de ningun otro autor.

En lo que si estoy de acuerdo es en que, aunque su Batman deja que desear en esas cosas(al menos para mi), el Jason Todd de Johns esta muy bien en caracterización, aunque sea un poco superficial (es personaje de reparto, no principal)

Drury Walker
Drury Walker
Lector
En respuesta a  Ángel García-Tetuá
12 febrero, 2021 19:44

Me temo que en esto no vamos a tener consenso. Pero no pasa nada, está bien que cada uno tenga su visión de un tema, eso demuestra que es interesante. Te contesto porque Harvey Dent es un personaje al que le tengo cariño, y creo que precisamente es un ejemplo demostrativo de mi argumentación.

Sí que es verdad que Jason es un hijo adoptivo para Bruce, al que tutela y lleva a su mundo y acaba pagando un precio alto (precisamente cuando escapa de su lado y desobedeciéndole, pero bueno, el sentimiento de culpa no suele entrar en esos matices). Pero Harvey también tiene su importancia para Bruce. Según las continuidades ha sido un amigo de la infancia de Bruce (un niño que no tenía muchos amigos) y/o el primer aliado y amigo de Batman. Desde ese punto de vista, podría considerarse su primer Robin, su primer fiel compañero en la lucha contra el crimen, antes incluso que Gordon. Y que además Batman le falla, no está ahí para protegerle y por ello desciende a los infiernos. Harvey, como Jason, también se lo echará en cara. Y también criticará que pase página y se busque nuevos ayudantes (Robins) que le sustituyan como socio (de qué me sonará eso…).

Una vez justificado el contexto de vinculación afectiva, con el fallo en el momento crítico de necesidad, y en consecuencia sentimientos de culpa y de traición por cada parte, pasemos a dos situaciones concretas de «rehabilitemos a Harvey» (me salto al Harvey Kent de Tierra-Uno, el original, porque no tenía ningún vínculo afectivo con Bruce, lo que justifica una mayor distancia por parte de Batman). Ojo, SPOILERS!

Situación 1: Dos Caras participa en la conspiración «Silencio». Su precio: restaurarle el rostro. Por desgracia para los conspiradores, esto restaura por completo su personalidad de Harvey Dent, y hace fracasar el plan salvando a Gordon (Batman #616, Loeb y Lee) y con él impidiendo que Silencio liquide a Bruce (Batman #619, Loeb y Lee). El pago de Batman: lo envía de vuelta a Arkham, donde más tarde veremos cómo no tiene reparos en golpearle a pesar de suplicarle ayuda en una ronda de interrogatorios (Gotham Central #33, Brubaker/Rucka y Kano). Tras dejarlo una temporada en ese agujero hasta estar seguro de que está psiquiátricamente curado y finalmente recibe el alta como ciudadano libre y rehabilitado, lo entrena y lo deja como su sustituto en Gotham durante un año (Batman #653, Robinson y Kramer). Al regresar, decide prescindir de él sin pedirle opinión (Batman #652, Robinson y Kramer) lo que culmina en una crisis que lo devuelve a su identidad de Dos Caras (Batman #653, de nuevo). Tras una discusión en la que Dos Caras le echa en cara todo esto a Batman, éste decide entregarlo a la policía, pero consigue escapar (Batman #654, Robinson y Kramer).

Situación 2. Dos Caras funda una secta, pero está claro que muy bien de lo suyo no está, le da las gracias a su cuidador, al minuto siguiente lo mata y al minuto siguiente se horroriza de lo que hizo su otro yo (Detective Comics # 1020, Tomasi y Walker). La explicación es que ha sido agredido y está siendo manipulado por terceros (Detective Comics #1022), en realidad no tiene albedrío sobre sus actos desde hace tiempo. Batman rompe ese mecanismo de control (Detective Comics #1023) y Dos Caras decide aliaese con él contra un enemigo común peleando codo con codo. Batman le interviene en unos de esos momentos wtf que se están convirtiendo en marca de la casa del guionista con lo que le devuleve la «cordura» y la responsabilidad por sus actos. Tras esto, Batman lo entrega a la policía y queda cumpliendo condena en Blackgate haciendo labores humanitarias(Detective Comics #1024).

En conclusión: Bruce no te abandona. Bruce te ayuda. Pero si matas a alguien tienes que emprender la dura senda de la reforma, porque la vida es importante. Se supone que lo de Batman iba de eso.

Vamos, muy parecido no es. Traigo a colación el ejemplo 2 porque es reciente. Ya sé que la actitud de Batman con Clownhunter y Ghostmaker ha levantado alguna ampolla entre los (muy pocos) críticos con la etapa de Tynion. Igual Batman acaba justificando que sus asociados puedan matar, y a tolerarlo. Igual dentro de unos años lo acaba haciendo él mismo. Veremos…

Seguiremos leyendo y leyéndonos!