ESTOS NO SON LOS MUTANTES QUE LEÍAS EN LOS 80 PERO MOLAN
«Éste ya no es tu seguro mundo de ensueño de arriba, bonita. Ésta es la realidad de tu legado. Dolor. Muerte. Guerra. Más vale que seas dura y lo afrontes…»
La década de los noventa, salvo honrosas excepciones fue terrible para los lectores de cómic, y ya no porque la calidad de las publicaciones hubiese caído en picado sino porque además se tomaron decisiones que lejos de sacarnos de esta dinámica aun parecían hundir más sus publicaciones. Si además lo comparamos con las publicaciones que habíamos disfrutado en la década de los ochenta el resultado era para echarse a llorar o directamente buscar otras aficiones. Por suerte, y en lo que a Marvel Comics se refiere hubo un cambio de chip, y cuando parecía que ya no se podía caer más bajo – Heroes Reborn – se optó por buscar la esencia de aquello que había hecho grande a la editorial con dos líneas de trabajo, por un lado un retorno a la vertiente más clásica siendo punta de lanza Thunderbolts, publicada a la par que Heroes Reborn, a la que siguieron en un retorno a la grandeza Los Vengadores, Los 4 Fantásticos, Iron Man y Capitán América. Los pilares del Universo Marvel volvían a ser reconocibles gracias a guionistas como Kurt Busiek, Mark Waid, Alan Davis, Scott Lobdell y Chris Claremont quienes formaban equipo con unos dibujantes más cercanos en su ejecución a John Buscema que no a Rob Liefeld para que nos entendamos, de esta forma pudimos disfrutar de George Perez, Ron Garney, Sean Chen, Alan Davis o Salvador Larroca.
Había mucho que arreglar en la Marvel Comics de finales de los noventa, y resulta curioso que se escogiesen estos cuatro títulos para abanderar a la nueva Marvel Comics, más si tenemos en cuenta que el sustento económico de la editorial durante muchos años había sido el universo mutante el cual languidecía consecuencia de una etapa que había durado más de lo deseable por todos escrita por Scott Lobdell. En Vengadores el camino a seguir lo había marcado años atrás Roger Stern, en Capitán América el propio Mark Waid ya había iniciado su propia revolución antes de dejarla en suspenso por el dicho Heroes Reborn y la entrada de Rob Liefeld, y Iron Man se podían mirar en el espejo de la magnífica etapa de David Michelinie y Bob Layton. ¿Pero qué tomar como espejo en el que mirarse en el caso mutante? Y ahí fue cuando optaron por una decisión tan osada como aplaudida, Patrulla-X y X-Men también aprovecharían este Heroes Return para iniciar una nueva etapa en la que las riendas de las historias las llevarían Joe Kelly (X-Men) y Steve T. Seagle (Uncanny X-Men) acompañándolos tendríamos a autores de renombre como Carlos Pacheco y Chris Bachalo además de puntuales colaboraciones de Ed Benes, Cully Hammer, John Cassaday o J.H.Williams III entre otros. Joe Kelly venía de firmar una interesantísima etapa en Masacre y Steve T. Seagle venía de romperlo en DC con Sandman Mistery Theatre y House of Secrets aunque con lo que nos dejó a los seguidores boquiabiertos fue con su inteligente relanzamiento de Alpha Flight (Julián una reedición Asap please!).
Repasando la trayectoria de Joe Kelly y Steve T. Seagle hasta la fecha ambos autores parecían en las antípodas, tanto en el tono de sus historias como en su forma de dialogar y aun así no solo congeniaron desde el primer momento sino que además se compenetraron hasta tal punto que me lleva a pensar que es de esos casos que la suma del talento de ambos, las sinergias que a buen seguro surgieron hicieron de ambas series un producto mucho mejor que si lo hubiesen abordado a título individual.
No lo tuvieron fácil, todo hay que decirlo, este lanzamiento lleva como lastre dos historias que habían sacudido el universo mutante, por un lado el juicio de Gambito al cual se hace referencia en no pocas ocasiones, personalmente soy de la opinión de que por la trascendencia de esta historia al menos en el arranque de esta nueva etapa se debería haber incluido como prólogo dicha historia en la que se descubre a Gambito como el traidor detrás de la masacre mutante. Por otro lado, en el arranque de Joe Kelly en X-Men tiene que lidiar con las repercusiones del evento Operación Tolerancia Cero que concluyó con Cíclope en grave estado al serle incrustada por parte de Bastión y su gente una bomba en el pecho. Aun siendo ambas circunstancias relevantes (juicio y tolerancia) salvan con nota estos antecedentes tanto Joe Kelly como Steve T. Seagle poniendo en contexto al lector para que pueda disfrutar al máximo de este nuevo punto de entrada.
El arranque de esta nueva etapa no puede ser más explosivo, en buena medida por el carisma que desprenden personajes de fuerte carácter como la doctora Reyes o Médula. En especial la segunda que viene a ocupar el hueco del Lobezno en sus primeras apariciones en la Patrulla-X con su hosco carácter y la sensación de tener cuentas pendientes que resolver en todo momento. En el caso de Médula además esto se incrementa con la entrada en escena e Ororo, recordemos que ya tuvieron sus más y sus menos tiempo atrás y que además, Ororo juega su papel como líder de los Morlocks desde aquella épica pelea con Callisto (Calypso) en los primeros años de efervescencia de Chris Claremont al frente de La Patrulla-X. Se suma también una casa totalmente desmantelada por parte de Bastión, la llegada de Cain Marko reclamando su parte del pastel y no nos olvidemos de un Cíclope entre la vida y la muerte consecuencia de la bomba que lleva implantada en el pecho.
El esfuerzo en estos primeros números por darles su cuota de protagonismo a los nuevos es más que evidente, de ahí que los mejores momentos, las frases más importantes recaigan en personajes como Médula, Reyes o incluso en Oruga. Toca que los lectores se ilusionen con savia nueva aunque esta esté escoltada por primeras espadas como Lobezno, Picara, Jean Grey, Cíclope, La Bestia o el Hombre Hielo. Respecto a este punto de darle una mayor relevancia al trío de cuasi debutantes es especialmente importante el episodio protagonizado por Reyes en el que es su intento de volver a su ‘normalidad’ para darse cuenta que está estigmatizada por sus genes y nada volverá a ser lo mismo.
Lo cierto es que en los 6 números que contiene este volumen (X-Men #70-71 y Uncanny X-Men #351-354) suceden un buen número de cosas, da la sensación al lector de estar en una montaña rusa constante y se dispersan un buen número de ideas que serán aprovechadas a lo largo de la etapa: La salida de Scott y Jean rumbo a Canadá, ese regreso de cierto ser flamígero, la aventura espacial de Bishop, la aparición de Sebastian Shaw, ese extraño comportamiento de Picara o la aparición de Sauron. Un buen número de pequeñas tramas que recuerdan a la facilidad con la que Chris Claremont siempre iba sembrando en números presentes situaciones que explotaba en ocasiones meses después, en otras incluso años.
Respecto al apartado gráfico, tenemos como dibujantes titulares a Carlos Pacheco (X-Men) y Chris Bachalo (Uncanny X-Men), a estas alturas cuando se nombran a estos autores todos ubicamos por su estilo de dibujo lo que aportan a la historia. Carlos Pacheco es clasicismo puro y duro, es la esencia del cómic de superhéroes, es espectacularidad gráfica siempre al servicio de la narrativa. Cierto es que le encontramos alguna viñeta un tanto extraña y es que aunque ya venía de curtirse en no pocos proyectos su explosión máxima aún no había llegado, bajo mi punto de vista llegó con Avengers Forever, y de ahí hacia arriba. Respecto a Chris Bachalo decir que aun no había alcanzado esas cotas de steampunk, de barroquismo que le caracteriza en la actualidad aunque ya apuntaba maneras. Personalmente su estilo me encanta por su originalidad, frescura, porque cuando ofrece esa versión más contenida aporta un plus a la obra. Aquí encontramos al Bachalo del que muchos nos enamoramos para siempre así que es una auténtica delicia volver a encontrarse con esta versión no tan desatada. Hay que decir que no todo es idílico en el apartado gráfico, y es que también tenemos un número (Uncanny X-Men #351) dibujado por Ed Benes, correcto sin más, que justamente destaca por el guión de Steve T. Seagle, es el episodio de la toma de decisión de la Dra. Reyes. Y una posterior entrega (Uncanny X-Men #352) con un buen elenco de autores que hoy serian de relumbrón pero por entonces aun comenzaban a dar primeros pasos en su mayoría: Cully Hammer, Tommy Lee Edwards, Darryl Nanks, Terry Dodson, J.H. Williams III y John Cassaday, a pesar de ser autores de un estilo muy diferente entre si el resultado final no desentona en exceso en cuanto a calidad media y sirve para ver esos primeros pasos de autores que como os decía en su mayoría debemos catalogar a dia de hoy como autores top.
Como os decía, este primer volumen sirve para poner las cartas sobre la mesa, acercarnos a lo que significaba ser mutante a finales de los años noventa, una versión fresca, intensa, muy divertida y sobre todo muy bien ejecutada tanto a nivel de guion como de dibujo.
Lo mejor
• La frescura que aportan las nuevas ideas de Joe Kelly Steve T. Seagle.
• Los números dibujados por Carlos Pacheco y Chris Bachalo.
• El juego que dan personajes nuevos como la Dra. Reyes, Médula o Oruga y como mezclan con los veteranos.
Lo peor
• Aun entendiendo el motivo es una pena no haber incluido el juicio de Gambito.
• Cuando no son Carlos Pacheco y Chris Bachalo los dibujantes se resiente bastante el nivel gráfico.
Guión - 8
Dibujo - 7.5
Interés - 8
7.8
Ilusionante
Cuando los mutantes más agonizaban llegaron Steve T. Seagle y Joe Kelly para aportar nuevas ideas, frescura y historias emocionantes. No se puede pedir más.
Que nostalgia! Tengo un recuerdo muy positivo de la etapa de Joe Kelly. Un revulsivo muy necesario y en la buena direccion. Con Seagle no congenie tan bien. Pero Kelly con Pacheco o… german Garcia si no me falla la memoria? Estaba muy bien. Que potencial desperdiciado los nuevos reclutas… Era volver a leer la Patrullosa con ilusion…
Entiendo lo que dices del numero del juicio de Gambito. Pero no es un buen numero, desmerece mucho con el nivel del resto. Yo como editor habria hecho lo mismo, si eso poner una nota resumen (con eso y lo mas relevante de operacion tolerancia cero) y listo.
Saludos!
¡Qué grande Germán García! Recuerdo el 75 USA de X-Men que me encantó.
Encontrarte un número dibujado por Ed Benes después del trabajo de Pacheco es doloroso, y más dedicado al personaje de Cecilia que Pacheco la clava.
Por lo demás es una buena etapa y magnífico punto de entrada para una buena época los X-Men.
Ojalá hagan una edición como ésta con la etapa de Alan Davis
Está la dejaré pasar pero si hacen lo mismo con Alan Davis yo ahí estaré.
Gracias por la reseña, Raúl. Eso sí, no puedo estar más en desacuerdo. Recuerdo aquella etapa con verdadero horror. Médula, Cecilia Reyes u Oruga no podían importarme menos, la verdad. Lo único bueno fue Carlos Pacheco, porque a Bachalo no le he soportado jamás.