La posguerra en España a través de los ojos de sus niños
«Elías, para servir a Dios y a usted»
Carlos Giménez es uno de los autores fundamentales de la historia de la historieta de este país y por eso queremos homenajearla por su 80 aniversario. A lo largo de su extensa carrera a tocado casi todos los géneros y ha creado infinidad de obras de gran calidad. Pero si tuviera que escoger una de ellas que sobresale entre las demás me quedaría con Paracuellos.
Paracuellos es la visión autobiográfica de la infancia Carlos Giménez en los hogares de la Obra Nacional del Auxilio Social. Estos “hogares” eran una institución falangista que englobaba varios internados repartidos por la geografía nacional en la que se daba acogida a niños, normalmente, de familias desfavorecidas o huérfanos. Un entorno duro, firmemente regido por los principios de la educación nacional católica, en la que mucho niños pasaron una infancia muy dura pero en la que también conocieron la amistad y la camaradería de sus iguales.
Giménez construye una obra de claros tintes autobiográficos, ya que él fue uno de esos niños, aunque no aparezca directamente como personaje. Los niños que protagonizan las historias de Paracuellos son ficticios aunque no las historias que se cuentan. El autor recabó infinidad de historias y anécdotas de niños que pasaron por los hogares del Auxilio Social, algunas vividas por él mismo, otras por antiguos compañeros suyos y algunas más de gente que se prestó a colaborar en este necesario ejercicio de memoria histórica.
Porque de esto es precisamente de lo que va Paracuellos, de la memoria de “una pequeña parte de la historia de la posguerra española”, como dice el propio Giménez en la contraportada del libro. Una historia que dejó una profunda huella en aquellos desafortunados que tuvieron que vivirla y que sirve de reflejo de la parte más oscura de esa época de la historia de España. Una oscuridad que se hace más terrible, si cabe, al tener a niños inocentes como sus principales afectados.
Este voluminoso tomo recoge los seis primeros álbumes de la serie y que se pueden dividir en dos etapas. La primera de ellas es la que va desde 1975 hasta 1982 y engloba los dos primeros álbumes de la serie. Estas primeras historias vieron la luz en la revista Muchas Gracias aunque luego pasaron por El Papus y Yes y fueron publicadas en formato álbum por Ediciones Amaika. Podríamos decir que Giménez fue un adelantado a su época, y esta revisión de la posguerra en plena época de la transición no acabó de cuajar y tuvo que abandonar la serie. Tres lustros después, en una sociedad bien diferente, el artista retomó la serie con gran éxito y publicó 4 nuevos álbumes, el último de los cuales apareció en el 2003. En el 2016 la volvió a retomar y ha publicado dos álbumes adicionales.
A lo largo de los seis álbumes podemos apreciar la evolución como artista de Giménez, ya que la propia obra fue evolucionando con el paso de los años. En los primeros álbumes encontramos historias breves, de dos o tres páginas, con un formato similar al de las tiras de prensa, algo influenciado por su publicación en revistas. Cuando retoma la serie en los 90, ya en formato álbum, las historias crecen hasta las seis u ocho páginas, con viñetas más grandes y una composición más holgada. También podemos apreciar la evolución en el dibujo de Giménez, con un trazo más detallado y realista en las primeras historias que evoluciona a un estilo más sintético y caricaturesco, aunque siempre manteniendo la expresividad que caracteriza su dibujo. Lo que se mantuvo constante a lo largo de los años fue su apuesta por el uso del blanco y negro en toda la obra.
Paracuellos es una de las obras más accesibles de su autor y la que más ha trascendido el medio en el que nació. Al no estar inscrita en ningún género y abordar un tema tan universal como la visión de la infancia (aunque sea en un microcosmos tan único como estos “hogares”) la obra es capaz de apelar a todo tipo de público y ganárselo con la vivencias dramáticas de estos niños que, a pesar de todo, consiguieron salir adelante. Da igual si se conoce el momento histórico o si se vivió aquella época, cualquier lector empatizará al momento con las andanzas de Carlitos o Adolfo o cualquier otro niño que aparezca en estas páginas gracias a la maestría, sinceridad y honradez con la que Carlos Giménez los retrata a ellos y sus correrías. Y no todo es drama, también hay espacio para la esperanza e incluso para el humor, y esa puede ser la gran lección que nos deje Giménez con estas páginas.
Lo mejor
• La ternura de algunos pasajes
• La visión única que ofrece Giménez de la posguerra
Lo peor
• Que no haya una versión integral que incluya los nuevos álbumes.
• Que no se respete el formato original de las páginas
Guión - 9.5
Dibujo - 7.5
Interés - 9.5
8.8
Fundamental
Carlos Giménez nos ofrece su obra más universal a la vez que personal, repleta de momentos sobrecogedores donde la ternura y la crueldad comparten la vida de los niños de la posguerra española
Gracias Alejandro. Para mi, sin duda alguna, la mejor y más personal obra de Giménez. Los dos primeros álbumes son magistrales, tiernos, crueles, adultos e infantiles. Son un clásico, referencia, y gran obra del cómic español.
Una verdadera Obra de Arte; escrita y dibujada con el corazón en la mano.
Sin duda en el Olimpo de los Comics.
Gracias, ZN, por dedicar tan importante espacio a un verdadero Prócer viviente del medio.