¡Padre e hijo en un mundo diferente, aunque similar, y hostil!
¡¡¡Eddie Brock!!! He oído hablar mucho de ti…
En el anterior arco argumental, Eddie Brock salió ileso de la locura de Matanza y el ataque de sus simbiontes, pero tuvo que matarlo y así liberar a Knull. Por desgracia, Eddie se daría cuenta que Matanza quedó unido a él justo cuando los Vengadores le propusieron unirse a ellos. Tomando medidas desesperadas, Eddie puso rumbo a Isla de Huesos, y Matanza explotó el avión, por lo que Eddie se vio solo y sin Veneno luchando contra el simbionte. Sin embargo, Eddie conocía muy bien Isla de Huesos, así que se armó de valor, fuerza, y armas para luchar contra Matanza y sus poseídos. Las luchas contra su enemigo fueron feroces y Eddie incluso recurrió a utilizar un pararrayos, pero al final fue poseído por Matanza. En medio de todo, Dylan Brock sintió el dolor de su padre y usó el trozo de simbionte para comunicarse con él y ayudarle. Tras darle fuerza a Veneno para convertirlo en un T-Rex, Dylan dio fuerza mental a Eddie y juntos echaron a Matanza del cuerpo de Eddie Brock. Por suerte, Durmiente también salvó a Dylan. Cuando Eddie consiguió volver a Nueva York, se sinceró con los Vengadores sobre lo ocurrido y les contó sobre la amenaza que llegaba: Knull.
Refiriéndonos ahora al presente arco argumental estamos ante una serie de números bastante interesantes hasta cierto punto, ya que por un lado nos muestran las intenciones del Hacedor y nos deja un pequeño hilo que se seguirá a futuro sobre su historia; y por otro lado tenemos un viaje a otra dimensión donde reinan los simbiontes bajo el yugo de Códex. Esta segunda trama, que es la principal, sirve al propósito de cerrar viejas heridas de los personajes protagonistas a la vez que aprenden más de los simbiontes, sobre la paciencia y el merecido descanso. El surgimiento de Annie como lideresa de la Resistencia contra Códex es algo que sorprende tanto a Eddie como a Dylan, a uno por ser su ex-mujer y al otro por ser la madre que nunca conoció. Gracias a ese recurso y a que ella mueve la trama con gran fiereza, podemos ver los sentimientos más arraigados dentro de Eddie, que es el pesar por haberlo hecho todo mal; y Dylan, que se siente mal porque ella le teme cuando él solo quiere conectar con ella. Todo este temor de Annie hacia Dylan sería revelado posteriormente en un cliffhanger que se podía suponer ya de inicios y que no llega a sorprender mucho, pero que sí llega a emocionar y a conectar con el lector/a por cómo Annie describe su historia con Códex y cómo su Tierra acabó bajo su reinado. Ahora bien, la lucha contra Códex y su séquito no está nada mal, así como la forma de derrotarle, ya que Donny Cates apuesta por una resolución más personal y sentimental. No obstante, sí hay un recurso en esta historia que se hace pesado y no llega a funcionar del todo, que es Virus, un personaje que quiere acabar con Veneno por una vendetta personal y cuyo recorrido en el arco argumental no acaba teniendo casi nada de peso y es más como «el que inició todo para que los personajes fueran a otra dimensión». Por último, cabe destacar que el tiempo hasta que los personajes vuelven a su Tierra tendrá repercusiones y que el cliffhanger final apunta y deja con muchas ganas de saber qué ocurre en el primer número de Rey de Negro.
Respecto a las historias añadidas, la conclusión de Grito: La Maldición de Matanza no está nada mal como historia en sí, tiene una buena premisa, aunque los números resultan algo reiterativos. No obstante, lo contado en esta historia da un poco más de profundidad a todo el lore de Knull y el comportamiento de Andi y Grito hacia el mundo. Sin embargo, La telaraña de Veneno: Wraith, nos cuenta una trama realmente interesante y crucial en la que Fantasma descubre una parte esencial sobre sí mismo y en la lucha contra Knull. Luego, La telaraña de Veneno: El fin de Imperio, es un buen relato de terror y muestra cómo, aun dentro de la seguridad que proporciona la alianza Kree-Skrull, Talos ha descubierto una amenaza para la que nadie está preparado, Knull.
En cuanto a los personajes, Eddie Brock muestra una gran rabia contra Hacedor, pero más es su desconcierto cuando acaba en un mundo alternativo hostil lleno de simbiontes, donde debe proteger a su hijo. Allí, Eddie se siente horriblemente mal al saber quién es Códex y en la manera en que podría fallar a su hijo, por lo que actúa protector y como un buen padre. Sin embargo, al encontrarse con Annie, Eddie cree que puede arreglar las cosas con ella, pero no hay nada que arreglar, pues su vida allí fue muy diferente. Al igual que Eddie, Dylan se siente muy confuso al llegar a la otra Tierra e intenta conectar con Annie al no haber conocido nunca a su madre, por lo que se siente muy mal cuando ella actúa como si le temiera. Virus es un personaje que hace acto de aparición clamando venganza contra Veneno por un daño que le hizo en el pasado y que no parará hasta que acabe con él. Hacedor es más misterioso, puesto que él deja a entrever que quiere hacer un viaje a través de un portal y que tiene un compañero junto con él. Annie ha sufrido mucho en la guerra contra los simbiontes de Códex, por lo que teme mucho a Dylan y no quiere saber nada de Eddie Brock, pero el tiempo y el verlos diferentes hace que su corazón ardiente se calme y conecte con los dos. Por último, Códex es un villano que resulta atemorizante al poder controlar a todos los simbiontes del planeta a modo de colmena y su pasado es realmente interesante, aunque vemos que sin sus secuaces, el villano pierde la compostura y actúa como un niño a la defensiva. Sin embargo, las consecuencias le sonríen.
Respecto al ritmo, podemos decir en esta ocasión que Donny Cates ha optado por unos tiempos algo más sosegados para contar un poco más en profundidad los sentimientos y el duelo que sufren los personajes por los encuentros que tienen con las personas de la otra Tierra, aunque sí es cierto que sabe subir muy bien el ritmo cuando lo necesita, por lo que no llegaríamos a un equilibrio, pero estaríamos a punto, ya que tira más hacia el sosiego. Ahora bien, en las otras historias, los distintos autores han optado por un ritmo, por lo general, ágil, salvo Clay Mcleod Chapman a la hora de contar La telaraña de Veneno: El fin de Imperio, donde va in crescendo, dando toques de la saga Alien en su narrativa..
A nivel artístico, tenemos tres artistas principales a destacar, siendo estos: Iban Coello, Juan Gedeon, Luke Ross. Los tres nos dejan un dibujo plenamente notable con un buen diseño de los personajes y de fondos, con el que podemos disfrutar de la historia sin ningún tipo de problema, ya que todos ponen su marca personal para que no haya demasiados sobresaltos. Sin embargo, Juan Gedeon quizás es el que más falle en este aspecto al no contar con más detalles y ser algo más simplista en sus dibujos, ya que, por ejemplo, no nos muestra un Veneno tan fiero como los demás dibujantes o un Códex amenazante. Además, los demás dibujantes consiguen conectar más con el lector/a al transmitir mejor los sentimientos de los personajes tanto facial como corporalmente, lo cual siempre es vital es cualquier obra.
En definitiva, considero que estamos ante un arco argumental bueno, que sirve para cerrar viejas heridas de los personajes, y que es un buen entretenimiento al poder ver qué ocurrió en otra Tierra con otra serie de hechos. Objetivamente, considero que este arco argumental podría haber sido bastante superior si se hubieran centrado más en el duelo de los personajes y la lucha contra Códex a modo de Resistencia, pero eso habría retrasado Rey de Negro, algo que no entraba en los planes ni de Donny Cates ni de Marvel, lo que es una pena, porque este arco argumental podría haber sido uno de los mejores para Eddie y Dylan.
Lo mejor
• La dinámica entre Eddie, Dylan y Annie.
• El cliffhanger del Hacedor.
• La historia adjunta: «La telaraña de Veneno: Wraith», que es vital para Rey de Negro.
Lo peor
• Códex queda desaprovechado al entregarle pocos números y derrotarle tan fácil, aunque sea emotivo.
• Virus está igual de desaprovechado.
Guión - 6
Dibujo - 7.5
Interés - 6.5
6.7
Bueno
Una historia decente en un mundo diferente que cura a los personajes antes de la batalla de sus vidas.