Es el villano más carismático -con permiso de Thanos- que hemos visto hasta la fecha en las películas de Marvel Studios. En apariencia, asistimos al desenlace de su historia en Vengadores: Infinity War, pero mediante una argucia narrativa el personaje interpretado en la ficción con Tom Hiddleston vuelve ahora a la acción en su nueva serie para Disney Plus. La producción de tan solo seis episodios nos presenta a Loki después de ser arrestado por una misteriosa organización llamada Agencia de Variación Temporal al robar el Cubo Cósmico durante los eventos de Vengadores: Endgame. El quinto episodio de esta miniserie creada por Michael Waldron tiene por título Viaje al Misterio y en él nos trasladamos al vacío dónde conoceremos muchas y diversas variantes de nuestro entrañable Loki. ¿Ya lo habéis visto? ¿Qué os ha parecido! ¡Comentad sin miedo, estúpidas criaturas!
Loki. Episodio 5 – Viaje al Misterio
Cuatro Lokis que andan sueltos, traen al mundo revuelto, por Jordi T. Pardo
Pese a que el episodio anterior de Loki nos ganó por su mayor ritmo y su salto adelante en la trama, sabíamos que algunos de los riesgos que había tomado la producción eran simples fuegos de artificios. Es algo que ya nos confirmaba la propia escena postcréditos del episodio. En ese sentido, tampoco podemos achacarle nada en cara a la historia, pues no deja de ser utilizar los mismos trucos y mentiras que el mismo Loki utilizaría en los cómics. La cuestión es que el final del episodio si nos dejaba un cliffhanger potente como hasta ahora habíamos echado en falta en una serie de este tipo. Las nuevas variantes de Loki entrababan en juego y en el episodio de esta semana se ha profundizado en ello manteniendo un ritmo y planteamiento más ágil y entretenido respecto a las primeras entregas de la serie.
Este Viaje al Misterio nos ha dejado algunos buenos momentos a cargo de estas variantes, especialmente la versión clásica interpretada por Richard E. Grant que atesora un gran carisma. El actor parece haberlo pasado en grande interpretando a este personaje y eso se traslada a la pantalla. Es además el Loki que goza de una mayor proyección en la historia, con permiso de la versión reptiliana de Loki que aunque se queda en un mero guiño consigue hacerse un hueco en nuestros corazones marvelitas. El resto de variantes que aparecen en el episodio no tienen una importancia narrativa tan destacada, pero ayudan a sacarnos del hastío que nos empezaban a producir los pasillos de la AVT y su policía temporal.
En el plano técnico, este episodio es el que ha planteado un mayor reto hasta la fecha y la producción sale bien librada de ello, pese a que las costuras se dejan entrever en más de una ocasión. Los efectos especiales, en este caso, y al contrario de lo que nos hizo sentir WandaVisión, no llegan a la altura de lo que hemos podido disfrutar en el cine. Si la historia funciona, no hay mayor problema y este episodio es una buena muestra de ello. Hemos comentado más de una vez lo reiterativo de los diálogos entre algunos de sus personajes, pero en este episodio -salvando la excepción de cierta conversación entre Sylvie y Loki- todo esto no ocurre porque los interlocutores de nuestros protagonistas están ocupados explicando a estos las nuevas reglas del contexto en el que nos movemos.
Nos queda solo un episodio en el horizonte y es de suponer que Loki echará toda la carne en el asador. El final de esta serie puede que nos dé más pistas del futuro del universo de Marvel Studios de las que nos dieron WandaVisión y Falcon y el Soldado de Invierno, ya que todo indica una ruptura a nivel temporal y la presencia de un gran villano en las sombras. Además, tenemos la incertidumbre del papel que Loki -o los Lokis- y Tom Hiddleston puedan jugar en ese escenario. Hasta ahora las series de Marvel Studios se habían centrado en personajes que necesitaban dar un salto adelante para abordar futuras historias, pero en el caso de Loki no estamos hablando propiamente de un héroe y su continuidad a largo plazo no está garantizada.
Menos Loki de loki quisiera, por Juan Luis Daza
Sentimientos encontrados con este episodio felizmente titulado Journey Into Miystery, la mítica cabecera que comenzó a publicar Atlas Cómics en los 50 y que en lo 60 pasó a formar parte de la Casa de las Ideas con algunas historias protagonizadas por Thor y el mismo Loki. Posiblemente nos encontremos con la mejor entrega de lo que llevamos de miniserie, manteniendo un acertado equilibrio entre espectacularidad y épica con pasajes más íntimos y emocionales. Desde el mismo arranque del capítulo con ese falso plano aéreo cargado de referencias visuales a capítulos previos, películas del UCM o los mismos cómics (¡Ese Thanoscoptero!) aventuran un episodio con muchas posibilidades de ganarse el favor, sobre todo, del aficionado a las viñetas. Evidentemente así acontece sobre todo por el desfile de distintos Lokis que hacen acto de presencia durante los 50 minutos de metraje y no sólo me refiero a los cuatro que pudimos ver en la muy comentada escena post créditos del cuarto episodio.
Guiños, versiones de Loki muy bien perfiladas como la del gran Richard E. Grant o desopilantes como la del Loki Alligator, la química entre Loki y Sylvie por fin tomando forma en pantalla, Owen Wilson como robaescenas cada vez que la cámara repara en su presencia (ojo a ese guiño a Toy Story con el coche) juegan a favor de un episodio con muy buenos momentos que encarrilan la serie hacia un clímax relativamente esperanzador. Pero en su contra tiene la profunda descaracterización en la que se está sumergiendo al protagonista. En honor a la verdad viendo la deriva que comenzó a tomar forma en Thor: Ragnarok que Loki haya evolucionado/involucionado en lo que es actualmente en esta serie no debería sorprendernos, pero su descontextualización psicológica y el excesivo blanqueamiento de su rol lo está convirtiendo un mindundi sin un ápice de malicia o astucia del que todo el mundo abusa sólo manteniéndose erguido por el carisma desbordante de un gran actor como Tom Hiddleston.
Tan poco me está convenciendo esta versión edulcorada de Loki que cuando apareció el divertidísimo y efímero President Loki, mucho más afín al visto en las primeras apariciones del villano en las películas de Marvel Studios, mi deseo era que matara al original y lo suplantara, con eso lo digo todo. Si el devenir de acontecimientos sigue así y la semana que viene la miniserie cierra con Loki como un buenazo del que todo el mundo se ríe y con una poco creíble minimización de sus poderes, algo de lo que lleva haciendo gala en toda la miniserie, mi decepción será notable. En cambio si en el último momento descubrimos que todo había sido un plan urdido por él mismo desde las sombras haciendo honor por fin a es título de Rey del Engaño que siempre le ha acompañado me quitaré el sombrero ante el ingenio y la maniobra de distracción diseñada por Michael Waldron y Kate Herron. Por ahora sólo queda cruzar los dedos, porque en poco menos de siete días saldremos de dudas con respecto a ello.
El mundo está Loki, Loki, Loki, por Samuel Secades
Vamos a quitárnoslo de encima ya en este primer párrafo para dejar las cosas claras: con este quinto y espectacular episodio, la serie del Dios del Engaño se ha puesto un peldaño por encima de sus dos series predecesoras (más de uno si hablamos de la última) y sienta un nuevo estándar de calidad dentro de las propuestas televisivas de Marvel Studios. Y es que si la semana pasada el cuarto episodio nos dejaba con la miel en los labios descubriéndonos la existencia de diversas variantes de Loki, en esta quinta entrega las expectativas saltan por los aires con un capítulo desenfrenado, alocado y repleto de referencias visuales y narrativas que harán las delicias de los buscadores de easter-eggs; pero más allá de esos pequeños caramelos para los aficionados al cómic, tenemos ante nosotros un ejemplo de lo que debería ser toda antesala a un final de temporada: giros, revelaciones, enfrentamientos y, sobre todo, personajes que en cinco capítulos han evolucionado y, más importante aún, nos han ido enamorando, como ese fantástico Mobius de Owen Wilson y su abrazo final con Loki; incluso las nuevas y efímeras incorporaciones como ese Loki maduro que termina robando el episodio, maravillosamente interpretado por un desatado Richard E. Grant que disfruta como un niño pequeño embutido en el traje más comiquero y, reconozcámoslo, deliciosamente ridículo, de Loki.
El que esta semana hayamos tenido a cargo del guion a Tom Kauffman, un habitual en el grupo de guionistas de Rick y Morty y responsable de algunos de los capítulos más emblemáticos de la serie de Justin Roiland y Dan Harmon, deja a las claras el tono del capítulo, donde el Loki cocodrilo es uno más del grupo, Mobius consigue un coche repartidor de pizzas para escapar de un guardián en forma de tormenta devoradora de tiempo, y hasta podemos ver el helicóptero de Thanos; pero todas esas locuras, y es algo que sabemos bien los fans de Rick y Morty, no se sostienen sin una buena historia que contar, y aquí es donde intervienen esos pequeños momentos del episodio que nos tocan el corazón: como esa triste historia de soledad y vergüenza del viejo Loki o esa manta (¿o mantel?) compartida entre dos en el preámbulo de la batalla.
Y en medio de todo tenemos la escena más camp del capítulo, esa batalla de traiciones entre los Lokis (para vergüenza ajena de nuestro propio Loki) que es un auténtico festival y donde el espíritu del Batman de Adam West (que ha sobrevolado todo el episodio, reflejado incluso en las deliberadamente histriónicas interpretaciones) se materializa para hacernos ver que Marvel Studios está aprendiendo a pasos agigantados a salirse del guion y abrazar muchas de las posibilidades del casi inabarcable lore de los cómics de Marvel. A la espera de cuántas respuestas nos ofrezca su clímax y lo bien que logren rematar la serie Kate Herron y Michael Waldron, este quinto episodio de Loki ha sublimado el glorioso propósito al que aspiraba la serie. Ah, y antes de terminar no podemos olvidarnos de una de las grandes bazas que está teniendo la serie: su fenomenal banda sonora a cargo de una inmensa Natalie Holt que ha levantado la mejor banda sonora de una adaptación de Marvel hasta la fecha (y todo ello grabando con la orquesta por videoconferencia, toda una proeza). Encuentren lo que encuentren tras el velo de Alioth, espero que, al menos, uno de todos estos Lokis haya llegado para quedarse. El MCU no sería lo mismo sin ellos.
Mis dobles, mi caimán y yo, por Sergio Fernández
Se va el caimán, se va el caimán, se va para Barranquilla… Si lo mejor del episodio anterior fue ese cliffhanger final que prometía multiplicar la diversión por cuatro, esta semana hemos tenido Lokis a la enésima potencia. El Vacío se ha presentado como un escenario lleno de ruinas reconocibles que ha permitido dejar guiños comiqueros como el Mjiolnir enterrado y un Thor rana tratando de hacerse con él. Mis dieses.
El entorno hostil al que se teleportaban los eliminados por la AVT ha resultado ser un cajón de sastre, una desembocadura en la cual terminan todas aquellas correcciones que no tenían lugar en la línea establecida. De esta manera, la mitología de la serie se ha visto expandida introduciendo un elemento clave antes de llegar al episodio final. ¡Con el caos hemos topado!
Como no podía ser de otra forma, antes de conocer quien es el titiritero que mueve los hilos, el Loki del MCU y sus distintas variantes deberán derrotar al guardián de El Vacío. Si
Si bien nos hubiese gustado que las distintas variantes coincidiesen más en pantalla, lo cierto es que esto ha permitido que en este capítulo el humor subiera varios enteros. De alguna manera, el “Loki caimán” me ha recordado al conejo de Los caballeros de la mesa cuadrada. Al comienzo de la travesía, “La compañía Loki” se ha ido mostrando como un escuadrón digno de tener su propio spinoff. Una especie de remesa mala, tan de moda estos días en Disney +.
El Dios del engaño siempre se ha caracterizado por vivir en una cizaña constante. No es de extrañar que la llegada de una nueva variante haya hecho saltar todo por los aires. El narcisismo es inherente al hijo adoptivo de Odín, independientemente del universo que forme parte. En otro orden de cosas, el helicóptero de Thanos también ha tenido su momento de gloria. Los creadores de Loki, de manera juguetona, han recurrido a un recuerdo tan hilarante para introducirlo en esa papelera de reciclaje llamado vacío.
La semana pasada temíamos que Mobius (y Owen Wilson, por extensión) hubiese desaparecido para siempre. Por fortuna, esta semana ha vuelto para rescatar a Sylvie de una muerte segura y de abrazarse con Loki en un símbolo de amistad. Los cinco capítulos emitidos hasta el momento han servido al personaje interpretado por Tom Hiddleston para ir virando por derroteros (cuasi) desconocidos. Sus delirios de grandeza y egoísmo han dejado paso al amor y la amistad, sentimientos que sabíamos estaban ahí pero que Loki siempre se había encargado de enterrar. La relación con Sylvie puede marcar para bien o para mal el futuro del protagonista. Si de alguna manera ella muriese, es posible que incluso podríamos contemplar una versión más oscura del hermanastro de Thor.
La gran mascarada de Los Guardianes del Tiempo sigue sin estar zanjada. Ravonna Renslayer continúa comportándose como un personaje poco fiable (incluso menos que Loki). La entrega final promete revelarnos quién es el Mago de Oz y cómo concibió su entramado. El hecho de que una segunda temporada haya sido confirmada, puede dejar más de un cabo suelto. Sin llegar a los niveles de calidad de WandaVision, Loki (por propia naturaleza) es una serie que arriesga y puede convertirse en una viga maestra para los nuevos productos de la Fase Cuatro. Destino, libre albedrío, multiverso… elementos que siguen cociéndose a fuego lento mientras Sylvie y Loki prosiguen con su cortejo en previos de la épica batalla. El final del tiempo en sus manos. ¿Encontrará la pareja protagonista las tan ansiadas respuestas? ¿Conseguirán destruir la AVT? Quedan menos de siete días para descubrirlo…
¡Es la hora de la encuesta!
Me gustaría saber más del Loki...
- El Loki clásico que intrepreta Richard E. Grant (41%, 97 Votes)
- ¡El Loki caimán, obviamente! (31%, 73 Votes)
- El Loki candidato a la presidencia (14%, 34 Votes)
- Sylvie (6%, 15 Votes)
- Kid Loki interpretado por Jack Veal (5%, 13 Votes)
- Otro (2%, 4 Votes)
- Boastful Loki interpretado por DeObia Oparei (0%, 1 Votes)
Total Voters: 237
En capítulos anteriores…
Loki. Episodio 1 – Glorioso propósito
Loki. Episodio 2 – La variante
Loki. Episodio 3 – Lamentis-1
Loki. Episodio 4 – El evento en el nexo
Jordi T. Pardo - 8
Juan Luis Daza - 8.5
Samuel Secades - 9.5
Sergio Fernández - 7.5
8.4
Progresando
Nuestros redactores -con más o menos entusiasmo- coinciden en la mejora de este episodio semanal de Loki. La premisa de conocer otras variantes del Dios de las mentiras es lo suficientemente golosa para habernos mantenido interesados en lo que está por venir. El desenlace que se avecina la próxima semana acabará por decantar las alianzas y enemistades en la redacción.
No estoy necesariamente en contra de los guiones inductivos, pero a mi parecer aquí se han pasado un poco de frenada. El fin de los tiempos acaba siendo un meeting point de todos los protas de la serie y prácticamente ellos solos deciden cuáles son las reglas y debilidades del cotarro cósmico temporal (?).
A los guiones y diálogos les habrían ido bien un par de revisiones, una pena cuando hay pequeñas perlas como el Loki cocodrilo o la solera de Richard E Loki Grant con el traje de feria definitivo.
Una serie fallida en la que a Loki se le está quedando una imprevista cara de invitado de piedra o, peor aún en el personaje, de pagafantas. 🙁
Lo vengo comentando desde el principio de la serie, en la línea que escribe Juan Luis Daza. Este no es el Loki con el que hemos crecido… porque sencillamente aquel era un villano (entrañable, pero villano) y Disney no conoce el significado de esa palabra. Todo hay que pintarlo con una capa de pintura de infantilismo, buenismo y pagafantismo que hace que nos alejemos de los personajes que conocemos y queremos.
He comprendido que el truco para disfrutar de esta serie (lo hago desde el cuarto episodio) es aceptar que ese personaje no es Loki (a partir de ahora mi Loki de la serie, el único Loki, será el Loki clásico de Richard E. Grant).
Si lo ves así, se queda en una serie entretenida a la espera de que nos revelen quién es el mago de Oz.
Dos comentarios por si alguien coincide conmigo:
Entrañable el Loki de los cómics? No será el de Lee, el de Thomas, el de Simonson, el de Jurgens, el de Oeming, el de JMS… todos unos déspotas, crueles, lamentablemente envidiosos y cargados de exceso de dramatismo.
Guillen construyó un Loki héroe. No villano entrañable, héroe. Y el actual es un héroe que como nadie lo acepta como tal vive en las sombras. En WoR parecía que lo revertían pero vuelve a redimirse al final. Si héroe no aplica porque implica altruismo, al menos es un aliado de Thor en muchas ocasiones.
Al Loki del MCU le falta esa inteligencia superior del homólogo del cómic actual. Eso sí, veremos el sexto.
Pues muy bien todo. Me está encandilando este Loki multiversal. Creo que da más de lo que ofrece, el episodio del Nexo fue un deleite conversacional repleto de carisma y la aventurilla a lo Dr. Who no da respiro. Respecto a si lo traiciona o no mi percepciòn del personaje es bien ambigua. Nunca fue un villano al uso, (no es un Máximus) así que a mí me hace el juego.