Suero, de Cyril Pedrosa y Nicolas Gaignard

Hoy sacamos a la palestra la obra Suero, de los autores Cyril Pedrosa y Nicolas Gaignard. Una obra que recorre las ideas de la verdad y la mentira en un contexto de thriller distópico.

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Edición original: Sérum (Delcourt, 17 de octubre de 2017)
Edición nacional/España: Suero (Norma editorial, 26 de abril de 2019)
Guion: Ciryl Pedrosa
Dibujo: Nicolas Gaignard
Traducción: Eva Reyes de Uña
Formato: Cartoné. 150 Páginas. 32€

La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad

«¿Te gusta mi dibujo?»

¿Es sano decir siempre la verdad, decir siempre lo que uno piensa? Cuando se habla de la mentira, siempre se tilda como algo negativo, pero la mentira tiene una función social muy significativa y necesaria en muchos sentidos. Desde preservar la inocencia infantil, hasta otorgar un alivio balsámico a quien necesita que le enmascaren un futuro próximo nada halagüeño, llegando a los pequeños encuentros sociales que requieren de una cortesía muy unida a ese mismo engaño. Hay quienes piensan que esa mentira sistematizada nos ha traído una sociedad que tiende a enmascarar los problemas y revestirlos de ideales utópicos, y falsas promesas que solucionarán dichos problemas. Sin embargo la verdad tiene tintes interpretativos, tiene la perspectiva como aliada, y por tanto se convierte en algo difícil de definir. En esta obra se habla de estas y muchas otras cuestiones. Revisemos a quiénes nos la hicieron llegar.

Cyril Pedrosa, nació en Poitiers el 22 de Noviembre de 1972. Quiso ser dibujante desde la adolescencia. Estudió animación en la escuela Gobelins, y entre los años 1996-1998 trabajó en el estudio de animación de Disney de Francia en películas como El jorobado de Notre Dame o Hércules. En 1998 se inició en el mundo del cómic del que ya no saldría, para degustación de todo amante del dibujo, con la obra Ring Circus junto al autor David Chauvel. En 2006 haría su primera aproximación como autor completo en su obra Los corazones solitarios (Norma editorial), y para 2007 lo volvería a hacer con, Las tres sombras (Norma). Con ella ganaría el respeto antes solo intuido de todo el sector haciéndose con el premio “Esencial” en el Festival de Angoulême de 2008. Su obra maestra Portugal (2012) le alzó como uno de los referentes del cómic europeo y mundial. En 2015 nos deleitó con Los equinoccios (Norma), que traeremos en un futuro, y en 2017 se aventuró a ser solo el guionista de la obra que traemos hoy, Suero. En la actualidad acaba de publicar su segundo álbum de La edad de oro (Norma) como ilustrador.

Nicolas Gaignard nació el 1 de agosto de 1973 en Le Mans y está afincado en París. Después de estudiar en ESAG Penninghen y graduarse, completó su formación pasando tres años en La Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París. Trabaja como diseñador gráfico autónomo y experimenta en paralelo con formatos cortos en cómics. Entre esas intervenciones tenemos Fluide Glacial junto al autor Jousselin en el guion, Rock Strips Come Back con el guionista Vincent Brunner en la editorial Flammarion y finalmente en Alimentation Générale en la editorial Vide Cocagne. También produjo el diseño de personajes para la serie animada de Nicolas Rendu, Pigeons & Dragons, transmitida por ARTE. Su encuentro con el editor David Chauvel le permitió trabajar en si primer álbum Sérum, con guion de Cyril Pedrosa.

Verdad o mentira

En esta obra se nos narra la historia de Kader, un hombre apático y solitario que vive recluido entre su pequeño apartamento y su trabajo como técnico de un gran parque eólico. Siendo el año 2050, tras las purgas que siguieron el cambio de régimen, nuestro protagonista está bajo los efectos de la Zanedrina, un compuesto que le hace decir siempre la verdad cuando habla. Éste se verá inmerso en una trama para derrocar y destruir el tipo de estado casi dictatorial en el que viven.

Este trabajo tiene muchos tintes poéticos, y se caracteriza por tener un halo de aparente pesimismo durante toda la obra. Algo que Pedrosa hace muy bien, es entender el poder atractivo de la premisa para introducirla en una trama que mezcla por momentos intriga y suspense. En un principio no parece que sea lo más sensato, ya que si no puede mentir, ¿cómo van a llevar a cabo los dobles sentidos, cómo van a jugar con el despiste? La clave de la intriga y el suspense siempre es la información, pero si no puede mentir, ¿cómo van a jugar con la información? Esa es una de las partes más interesantes de este trabajo, y que por motivos evidentes no vamos a revelar.

La segunda clave de esta historia es el subtexto social, que en ocasiones roza lo filosófico, inducido en base a la idea de la verdad y la mentira. Su protagonista no puede mentir, y eso le hace ser apático, alguien avocado a una sincera desgana, no puede fingir el tener empatía, o demostrar gestos de cariño que hacen del día a día una herramienta social necesaria. Con mucho ingenio se va articulando un mensaje que no acaba de mostrarse, y solo se deja intuir, como si no quisiera dar una respuesta a la pregunta planteada para que el lector trabaje; la cual acaba dando. El giro final deja al descubierto un mensaje que hace resonar todo lo planteado con anterioridad, y después de eso, en la última página, hay dos frases que resumen, enfatizan y levantan toda la obra. ¿Es malo mentir? ¿Es buena la sinceridad? ¿Acaso confundimos lo bueno y lo malo con la utilidad o la falta de esta? Incógnitas que encuentran una respuesta, más o menos complaciente dependiendo de la visión que tenga uno al respecto.

Entremos en el apartado gráfico. Antes de seguir tengo que confesar que soy un enamorado del dibujo de Cyril Pedrosa, y he de decir que lamento muchísimo que no haya llevado a cabo este apartado. Gaignard no lo hace mal ni mucho menos, quizás haya momentos en los que los personajes se le queden demasiado estáticos y no acierte a la hora de enfatizar movimientos bruscos, pero en términos generales hace trabajo notable. Pero el problema es que Cyril es uno de los grandes en este apartado. Dejando de lado lo que pudo ser y nunca será, hay que reconocerle al dibujante su enorme talento a la hora de poner sobre las páginas un personaje como Kader. Su rostro prácticamente no cambia en toda la historia, pero gracias a los pequeños matices en el dibujo sacamos de sus expresiones muchas lecturas más allá de la apatía constante. El color es sencillo, para mostrar ese encierro corporal y mental al que se ve sometido el protagonista, con una gama de colores ocres y azulados, que rozan los grises.

La edición de Norma, como ya es costumbre, es muy acertada, de gran tamaño, aunque desprovista de cualquier extra.

Ante nosotros tenemos una historia que gustará a los amantes de la intriga y el suspense, pero también tienen hueco los asiduos a la ciencia ficción y las distopías, como a los que quieren un relato más intimista, enfocado en las interacciones sociales. Una obra que encajará a la perfección en muchas estanterías.

Lo mejor

• Las claves que usa Cyril para movernos por una trama llena de interrogantes.
• El discurso social que se entrevé con respecto a la verdad y la mentira.
• La página final.
• Las expresiones faciales de Kader, que consiguen trasmitir muchos matices sin apenas alterar su gesto.

Lo peor

• El estatismo ocasional que se observa en los personajes.

Edición original: Sérum (Delcourt, 17 de octubre de 2017) Edición nacional/España: Suero (Norma editorial, 26 de abril de 2019) Guion: Ciryl Pedrosa Dibujo: Nicolas Gaignard Traducción: Eva Reyes de Uña Formato: Cartoné. 150 Páginas. 32€ La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad "¿Te gusta mi dibujo?"…
Guión - 8.5
Dibujo - 7
Interés - 7.5

7.7

Verdad

Suero es a fin de cuentas una buena historia de thriller distópico, pero una mejor obra reflexiva.

Vosotros puntuáis: 5.14 ( 2 votos)
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