Los universos de Montatore y Umbral forman una mezcla tan extraña como perfecta.
«Es que el mundo no se merece la verdad. Hay que salir con la mentira por delante.»
Parece que en los últimos tiempos el cómic ha encontrado un filón en la literatura, no solo adaptando obras sino también adentrándose en las vidas de algunos escritores. Dentro de las biografías encontramos obras de todo tipo, desde las que son una sucesión más o menos cronológica de los sucesos más destacado de la vida del autor en cuestión hasta otro tipo de obras que buscan adentrarse en la obra del autor, pero sobre todo en su forma de ser. Es en este segundo grupo donde habría que situar
Es difícil encontrar un autor más adecuado que Montatore para realizar una biografía de Umbral, puesto que cualquiera que conozco sus trabajos previos, sobre todo en La muerte y Román Tesoro, puede comprobar la influencia del escritor en ellos, una admiración y respeto que se nota en el cariño con el que está tratado en la novela gráfica. Ambos comparten una visión del arte en la que no hay división entre alta y la baja cultura y en sus obras se puede ver como las mezclaban sin temer las críticas de los más clasistas. También vemos en ambos un peculiar y personal sentido del humor y una cierta forma de ver el mundo con un toque de melancólica y sorna. Dos universos creativos muy personales, con evidentes similitudes que mezclan a la perfección creando una obra divertida, sorprendente y que nos permite vislumbrar a dos creadores únicos e intransferibles.
La mentira por delante no es una biográfica canónica, más bien es todo lo contrario ya que Montatore no tiene ninguna intención de relatarnos con profusión de detalles y un estricto orden cronológico la vida y obra del escritor. Aunque en las dos primeras páginas vemos fechados los sucesos más importantes de su vida profesional y personal, en un fabuloso ejercicio de síntesis. El resto de obra está dedicada a explorar la relación del escritor con el mundo y consigo mismo. Para hacerlo el historietista no duda en llenar la obra de sucesos, anécdotas y conversaciones inventadas con los personajes más diversos para ofrecernos una visión más certera de Umbral. Esos pasajes y anécdotas no responden a ningún orden, ni criterio cronológico, ya que nos los ofrece de manera desordenada, pero consigue hacerlo sin que en ningún momento resulte confuso ni caótico, puesto que esos saltos temporales se producen de manera orgánica y natural. Esta forma algo anárquica de narrarnos como era Umbral hace que la obra sea mucho más accesible y amena que otras obras que resultan mucho más áridas y repletas de datos, pero sin que veamos el alma de la figura objeto de la biografía ni la del autor, por suerte, en este caso no es así.
Esa aparente falta de academicismo a la hora de abordar las fechas de la vida de Umbral no se produce con las frases y citas de escritor que aparecen a lo largo de la obra, ya que en las páginas finales están completamente detallas las fuentes donde aparecen.
La imagen de sí mismo que creo Umbral parece diseñada exprofeso para protagonizar uno de los cómics de Montatore. Sin embargo, el historietista madrileño no se queda solo en el personaje, sino que nos nuestra todas las caras del poliédrico escritor. Por las páginas de la obra se pasean todas esas caras, desde esa personalidad de dandy algo huraño y borde que creo para el público, hasta el joven que leía todo lo que caía en sus manos, pasando por el brillante cronista de su época, el joven que visita por primera vez el café Gijón o el Umbral más íntimo y tierno que adoraba a María España, su mujer, y que sufrió la terrible perdida de Pincho, su hijo de seis años, de la que nunca se recuperó del todo. Esta parte que guardaba para sus seres queridos es la más interesante, incluso por encima de la de escritor o figura pública.
Montatore tiene un estilo de dibujo muy consolidado, deudor de la escuela Bruguera y autores como Max o Jim Woodring, lleno de trazos limpios y sencillos y colores planos y vivos en donde también se pueden ver influencias de otros medios de la cultura popular como los videojuegos o los dibujos animados. Una de las cosas que más llaman la atención de esta obra es la facilidad que tiene como caricaturista consiguiendo que el sinfín de personaje públicos (Valle Inclán, Pio Baroja, Delibes, Cela, Lola Flores, Berlanga, Pitita Ridriduejo, Galdós, Arturo Pérez-Reverte, los Ramones, etc..) que aparecen en la obra sean perfectamente reconocibles a pesar de estas representados con solo unos pocos trazos, además del propio Umbral, claro. Además, son muy dinámicos y rebosan movimiento.
Lorenzo Montatore es el seudónimo con el que Javier Lorenzo García (Madrid, 1983) firma sus últimos trabajos, aunque anteriormente había empleado otros seudónimos como Loren o LM. Como gran parte de los autores de su generación combina el trabajo de ilustración con los cómics. Su debut en el cómic se produce en el año 2009 con Por ver el bicho volar (Bang Ediciones), posteriormente comienza una productiva carrera en el mundo fanzinero con obras como OHG!, DPO, VOOH!, (Un poquito) Bipolar, ¡Tan Linda!, Arrullo de Amor, California Rocket Fuel, El enigma de Boskov, Yo hice a Román Tesoro, Yellow Pad y Fabrizio en el Inframundo. Trabajos que alterna con su colaboración en la revista Voltio de La Cúpula y tres historias largas: La muerte y Román Tesoro (2016, DeHavilland Ediciones), ¡Cuidado, que te asesinas! (2018, La Cúpula) y Queridos difuntos (2020, Sapristi Cómics).
La mentira por delante es un trabajo que destila la admiración que Montatore siente por Umbral, pero en la que nuestra toda su personalidad como autor creando una obra atípica y muy divertida, además de resultar accesible para todo el mundo.
Lo mejor
• La comunión que se produce entre dos universos creativos tan aparentemente distintos.
• Es puro cómic en todos los aspectos, pese a tratarse de la biografía de una figura literaria.
• La capacidad de Montatore para convertir a todos las figuras públicas que aparecen en personajes de cómic gracias a unos trazos sencillos.
Lo peor
• No poder saber que hubiera opinado Umbral del cómic.
Guión - 8.5
Dibujo - 7
Interés - 8.5
8
Montatore firma una biografía nada convencional, tan única y diferente como lo fue Umbral.