Purgatori #1, de Ray Fawkes y Álvaro Sarraseca. Por José María Vicente
Una de las principales fuentes de ingresos de Dynamite Entertainment son licencias con un reducido pero fiel número de feligreses. Hay lectores que necesitan más aventuras de John Carter, de Red Sonja o del Llanero Solitario. Y también los hay que añoran la difunta Chaos! Comics, una editorial que representó como pocas los peores excesos de los 90 (no hay más que ver una sola portada de esa editorial para darse cuenta de ello). Dynamite relanzó a los personajes de esa editorial en 2014, en una miniserie con dibujos de una por aquel entonces desconocida Mirka Andolfo, y desde entonces esos personajes se resisten a desaparecer.
De este nuevo volumen de
Los 90 son ya un lejano recuerdo; hoy pocos lectores, incluso fans acérrimos, se tomarían en serio la premisa de una diablesa pechugona en bikini. En consecuencia, el guion de
Respecto al dibujo, Sarraseca hace un trabajo meramente competente. Dista mucho de ser su mejor trabajo, pero no puedo culparle. Con un guion tan mediocre, ¿quién querría dedicarle más esfuerzo del necesario a dibujarlo? Encima con unos colores tan apagados como los de
Que no cuenten Dynamite y Fawkes conmigo. Para aburrirme tengo opciones más baratas.
Gunslinger Spawn #1, de Todd McFarlane y Brett Booth. Por José María Vicente
Qué gran premisa y qué gran debut.
Sobre la prosa de McFarlane en el universo Spawn ya hablé en anteriores ocasiones y no creo que haga falta repetirme. Leed mis impresiones acerca de Spawn’s Universe y King Spawn, porque todo lo que dije ahí describe lo que podéis esperar del guion de Gunslinger Spawn.
Solía evitar a Brett Booth como la peste; su dibujo era feo y malo y confuso. Pero ha ido evolucionando poco a poco, deshaciéndose de sus peores tics, y dibujando Gunslinger Spawn alcanza la perfección noventera. Cada página suya es como si una visión idealizada de los cómics de la Image de los 90 se hubiese hecho realidad. Así de increíble está el dibujante en esta serie.
Hay varias historias de complemento, de las que destacan dos. En The Lynching, McFarlane se encuentra especialmente inspirado narrando una breve historia sobre los brutales métodos con los que el Spawn pistolero castiga a los malvados. El dibujo de
Recomendar Gunslinger Spawn es muy fácil. Si os gusta Spawn o los cómics de los 90, esta es vuestra serie.
Dirtbag Rapture #1, de Christopher Sebela, Kendall Goode y Gab Contreras. Por Alfonso del Pino
¿A dónde va uno cuando muere? Kat es una persona adicta a las drogas, egoísta y de código moral flexible; pero también es alguien que puede responder a esa pregunta: no muy lejos. Desde que vivió una experiencia muy cercana a la muerte, obtuvo la capacidad de ver y escuchar fantasmas. Ahora su vida gira en torno a ellos. Les ofrece un refugio en su propia mente y los ayuda a viajar hasta el lugar que sea necesario para que zanjen sus asuntos pendientes y abandonen este mundo del todo… siempre y cuando se pueda asegurar una buena comisión por ello. No es ninguna santurrona, aunque tampoco una persona horrible. Sin embargo, todo cambiará cuando descubra que ella es la única con la capacidad de evitar que se desate el apocalipsis.
Dirtbag Rapture cuenta con guion de Christopher Sebela, dibujo de Kendall Goode y color de Gab Contreras. Editada por Oni Press para el mercado norteamericano, esta miniserie que constará de 5 números nos presenta una especie de versión muy pasada de vueltas de la famosa serie de televisión Entre Fantasmas.
Ya hemos hablado en unas cuantas ocasiones de Sebela por estos lares. Se trata de un guionista que mantiene una cadencia de publicación incansable a través de una amplia variedad de editoriales. Su estilo de escritura destaca por presentar a protagonistas muy carismáticos que, en base a recuadros de narración en primera persona, se ganan el interés del lector. También son características de su estilo de escritura las páginas con una alta densidad de texto que, dependiendo de la obra, perjudican o no el ritmo de lectura.
En Dirtbag Rapture podemos apreciar las características previamente mencionadas y, por suerte, parece que estamos ante una de las obras buenas de Sebela (que, todo sea dicho, cada vez son más comunes respecto a las malas). La premisa es interesante, la protagonista despierta interés y la narración, aunque densa, invita a seguir pasando las páginas. Por otro lado, el dibujo de Goode conduce la narración con acierto. Teniendo en cuenta la cantidad de texto que hay por página, no era fácil lograr un buen flujo entre viñetas.
En conclusión, Dirtbag Rapture es una gamberra vuelta de tuerca a las historias de espiritismo que promete desmelenarse todavía más con el paso de los números. A mí, por ahora, me ha ganado.
Spawn ha terminado siendo una anomalía necesaria en el indie americano. Sólo por mantener viva la que fue una etapa muy importante del cómic USA para bien o mal (los 90) esta serie debe durar hasta que McFarlane aguante.
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Brett Booth como que depende como amanezca, puede hacer trabajo bastantes aceptables como infames. No lo tengo en mi lista negra pero en ocasiones me daña los ojos.
Yo ando algo peleado con esa creencia de que los comics en los 90s eran malos, acepto que hay muchos malos en los que convertian a sus personajes en Rambos sin sesos, pero hay buen material por ejemplo estoy leyendo Superboy de los noventas y lo estoy disfrutando bastante.