Una edición especial, difícil y emocionante
Ya ha terminado el 27 Manga Barcelona. Una edición especial, difícil y emocionante. Era el día 9 de septiembre cuando se anunciaba que sí, el 27 Manga Barcelona se iba a celebrar y lo haría de forma presencial. Las dudas no se hicieron esperar ¿habría invitados, expositores, actividades, aforo limitado? Estas dudas se fueron disolviendo a medida que los días se acercaban y la web del evento respondía a ellas. Quizás no tan rápido como los aficionados más exigentes querían, ni tampoco como la organización deseaba, pero al ritmo que la realidad permitía.
La amenazante y alargada sombra de la venta de entradas es lo que más polémica ha suscitado. La venta de entradas se cerró en apenas unas horas. Con caída de la web, errores y múltiples tweets hirientes. Una situación habitual en otros contextos, pero desconocida para la mayoría de asistentes al Manga Barcelona. Una situación desagradable para los potenciales visitantes, pero también frustrante para la organización.
Hablando con la organización y algunos expositores todos coinciden en subrayar el poco tiempo que han tenido para organizar el evento. Pero, como casi todo en este mundillo, el amor y la pasión por el manganime se ha impuesto ante la falta de tiempo y recursos para crear una edición muy especial.
Permitidme hacer un flashback. Ahora estamos en noviembre de 2019, en el 25 Manga Barcelona. Una edición espectacular. Un auténtico aniversario para el evento acompañado de la irrepetible exposición sobre TEZUKA Osamu en el MNAC. Tres meses más tarde empezamos a escuchar noticias de una cosa llamada coronavirus. En marzo, la vida de todos cambió. El 26 Manga Barcelona Limited Edition fue un sustituto decente y acorde a los tiempos pero los asiduos al evento necesitábamos algo más. Algo más físico. Algo más real. Algo presencial. Necesitábamos el 27 Manga Barcelona.
Y el 27 Manga Barcelona ha satisfecho nuestros –frikis– corazones.
27 Manga Barcelona: conexión Barcelona-Japón
Si tuviera que definir al 27 Manga Barcelona con un único adjetivo, este sería emotivo. Los carteles de abrazos gratis han dado paso a los abrazos verdaderos. Personas que jamás nos habíamos abrazo, porque ese acto implica cierta intimidad y confianza, este año nos hemos estrujado. La emoción de volver a ver a esos compañeros de batalla en parte desconocidos y en parte cercanos. Estar en una sala de actos de diez de la mañana a ocho de la tarde te permite ver la versión más cansada y derrotada de una persona, sobre todo tras cuatro días de evento.
Ahora bien, decir que este Manga Barcelona ha sido excepcional solo porque ha sido emotivo, sería mentira. En este salón han pasado cosas realmente importantes. Cada día la primera actividad de la Sala 5 consistía en una conexión en directo con Japón moderada por Marc Bernabé. Todo este contenido se puede recuperar en la página web de Visual Industry Promotion Organization.
Todos hemos oído lo difícil que es conseguir la confianza de las editoriales y organizaciones japonesas para llevar a cabo actividades, intercambios incluso para editar sus mangas. Pues aquí se ha plantado la primera piedra para que el Manga Barcelona pueda aumentar su colaboración con Japón.
En colaboración con el Consulado General del Japón en Barcelona hemos podido ver el Museo Tokiwa-so en un recorrido guiado por sus responsables. Gracias al Japan Media Arts Festival hemos hablado con KOHINATA Marco y con HIRAKO Waka. La primera, una autora que, próximamente será editada en España y que, cuando llegue el momento, oiremos hablar mucho sobre ella. La segunda, la autora de My Broken Mariko, un manga publicado en septiembre por Milky Way Ediciones que nos ha roto el corazón a todos sus lectores. Tenemos que poner en valor estos actos, apoyarlos y reconocerlos como lo que son: la diferencia. Lo que convierte al Manga Barcelona en el evento dedicado al manga más importante de España. Y -si me tiran de la lengua- el evento más relevante dedicado al cómic en la actualidad.
Ausencias y presencias
Si en el apartado anterior hablábamos de la presencia digital de autoras japonesas, ahora toca hablar de la ausencia de editoriales españolas. Los más observadores se habrán percatado que dos de las editoriales grandes de manga en España no tenían su habitual expositor. Estamos hablando de ECC Ediciones e Ivrea. Las razones por las cuales ambas empresas renunciaron a asistir al evento no las sé, pero sin duda se han equivocado. El evento ha sido un auténtico éxito de asistencia y, por los rumores que corrían el lunes a última hora, también de ventas. También hemos echado en falta a algunas de las pequeñas como Babylon Ediciones, Fujur Ediciones incluso algunas tiendas de artesanía japonesa icónicas del evento.
Esperemos que de cara a la próxima edición, podamos volver a contar con todos los expositores habituales e incluso que pequeñas empresas como Kodai Ediciones y Sekai Editorial se unen a la fiesta que supone el Manga Barcelona. Otra cosa que esperamos recuperar es el palacio 4, donde desde hace unas ediciones se acumulaban las exposiciones. Este año, Ficomic no ha podido contar con él ya que estaba ocupado por el punto de vacunación poblacional contra la COVID-19.
Una importante presencia de la cual aún no he hablado son las mascarillas. Realmente hay poco que decir, más allá de subrayar la consciencia y respeto de todos los asistentes. Las mascarillas nos han acompañado durante todos los días, a toda hora con normalidad y sin aspavientos.
Recapitulando
Ya hace unos cuantos años que vengo realizando la valoración final del Manga Barcelona, pero este año escribir estas líneas está siendo especialmente… emotivo. No me gusta escribir textos en primera persona en Zona Negativa, es una licencia que solo me permito en artículos de opinión muy concretos y, por una vez, lo haré aquí.
Ha habido años que he tenido que subrayar graves problemas de organización como las infinitas colas para entrar. Otros que he podido aplaudir la buena gestión. Siempre intentando ser justa con los lectores de Zona Negativa, con los asistentes al evento y, también, con Ficomic. Porque cuando conoces las dos ópticas entiendes realmente lo complejo que es que todo el mundo esté contento. Y en esta ocasión, lo hemos conseguido. Todos hemos puesto de nuestra parte.
Creo sinceramente que desde Ficomic se ha intentado ofrecer el mejor evento con los recursos de los cuales se disponía. Ojalá hubieran tenido más tiempo, más dinero y más personal para que el trabajo se hubiera desarrollado en unas condiciones menos estresantes. Pero, con este mismo punto de partida, si los participantes no hubiera apoyado el contexto, este 27 Manga Barcelona no habría sido el año de la emoción. Hablando con Josep Maria Polls de Escola Joso me decía que este año los asistentes a las actividades de la Escola -y sus padres- eran mucho más comprensivos con las indicaciones que les daban. Lo cual contribuye a crear un mejor ambiente y esto no depende de la organización, depende de los asistentes.
Deberíamos estar todos muy orgullosos y contentos de haber construido una edición llena de hermandad, compañerismo y cariño. Para mi, el 27 Manga Barcelona siempre será la mejor edición. En parte porque en algún que otro momento, me ha hecho emocionarme.
Infinitas gracias a Meritxell, Oriol, Marc, María y sus chicos, Max y todo el equipo de Ramen Para Dos, Laia y el equipo de PSS, Estel·la, Marina, Carolina, Raúl, Josep Maria, Santi, Óscar, Oriol El Rompe Brocas, Jordi T, Sergi y a Fer García, nuestro compañero en la oficina que, pese a estar preparando una oposición, pudo ir actualizando la entrada de Presentaciones Editoriales para que todos los lectores de Zona Negativa pudiérais saber qué se estaba cociendo en la Sala 6 del 27 Manga Barcelona. Sin cada uno de vosotros, este salón no hubiera sido lo mismo.
