La última y primera superheroína
Ashley, la protagonista de Primer, es una chica normal que, como buena parte de los adolescentes, tiene una serie de inquietudes que no son correspondidas con un interés real por parte de sus educadores. Su padre está en la cárcel por robo y es un conocido ratero y sinvergüenza que jamás ha prestado la atención debida a su hija. Como consecuencia de esto, vive en hogar de acogida en la ciudad de Gotham. Bordeando la delincuencia juvenil, va a dar con una familia de adopción conformada por Kitch y Yuka, dos personas que representan para ella todo lo que no ha tenido en vida, la calidez de una casa y la educación en valores de tolerancia y respeto.
Con ellos, aprende a gestionar sus emociones y encuentra el camino para proyectar su faceta artística. Un error fortuito le llevará a adquirir unos poderes asombrosos. Solo entonces habrá de decidirse entre usarlos para el bien o para el mal.
Este punto de partida no hace sino recoger toda una tradición de orígenes superheroicos, por varios motivos. En cuanto a la falta de referente paterno biológico, en primer lugar, así como la adhesión a la moral y ética de la familia que le adopta, recuerda por supuesto a Superman, el referente más elevado de todo el Universo de DC Comics. La singularidad parte de la presentación, llevándola a la actualidad y los problemas para adoptar y configurar nuevos modelos de familia. Sus autores lo hacen de un modo orgánico, desprendiéndose de todo prejuicio, y dándole la normalidad que tiene, algo que parece sencillo, pero que requiere de la sensibilidad adecuada.
El guion de Jennifer Muro y Thomas Krajewski acierta principalmente en lo que respecta a este apartado, regalándonos un personaje entrañable con Kitch. Los diálogos reflejan escenas de puro costumbrismo estadounidense, sin dejar de prestar atención a un contenido social. Tiene un componente de comicidad, a su vez, que construye una correcta dinámica de familia y resulta divertido y agradable en lectura.
El tebeo funciona porque su protagonista lo hace. Refleja el espíritu de otras obras juveniles de la editorial, como Gotham High y Harley Quinn Cristales rotos, también publicadas por Hidra. Es el típico personaje con el que el lector más joven empatiza ya desde el diseño. Gretel Lusky desarrolla una serie de caracteres que den contenido a sus cualidades. El pelo de varios colores o las expresiones faciales dan cuenta de una personalidad muy viva, despierta, tal y como vemos a lo largo de la obra.
En lo que respecta a la acción, elemento fundamental y definitorio de todo cómic de superhéroes, se deja la práctica totalidad de la misma para la segunda mitad de la obra, con la excepción en el comienzo. Vemos los poderes de Ashley a plena potencia antes incluso de haberla conocido en su intimidad, de tal manera que la mitad superior de la novela es un conjunto de escenas en retrospectiva para presentar la parte humana del personaje, una vez conocidas sus capacidades después de esta breve introducción.
Se tratan temas de actualidad como el acoso escolar, siempre desde una óptica aleccionadora para los jóvenes lectores. Esta presencia de la educación es otra constante en esta línea editorial, sobre la que podemos de nuevo citar Gotham High como la que mejor ha sabido sacar partido de la misma y que aquí se reproduce, si bien con mayor parquedad, con igual importancia en el contenido. Los héroes juveniles, Ashley en esta ocasión, tienen tolerancia cero con el bullying y el maltrato, lo cual no deja de ser la aplicación lógica de las situaciones del mundo superheroico a la realidad de los colegios.
La obra tiene un desarrollo más renqueante una vez se han presentado a los personajes y sus características, aunque los enfrentamientos sigan teniendo un atractivo diseño y apartado visual, por el trabajo de su dibujante, Gretel Lusky. El segundo conflicto y los problemas con el padre biológico de Ashley tienen menos interés para el lector, sin igualar el potencial que había sabido reflejarse en la cotidianeidad primera y las escenas en familia.
Con todo, no deja de ser una obra interesante que, leída desde la única perspectiva que interesa, la del joven al que va dirigida, resulta estimulante. Tiene carencias evidentes en cuanto a la acción y la resolución de los conflictos, suplidas en buena medida por el notable desarrollo de personajes, pero eso no impide que el cómputo global arroje un resultado más que correcto. Un aspecto significativo del tebeo se encuentra, como se ha dicho, en la comedia, retratada en la socarronería y viveza de la protagonista, una con la que es fácil identificarse y que refleja correctamente la personalidad que ha de tener todo superhéroe de DC Comics.
Lo mejor
• El interés en la construcción del nuevo hogar y las escenas de familia.
• Es una obra que entiende bien las necesidades del lector al que va dirigida.
Lo peor
• Se echa en falta cierta originalidad en el desarrollo.
INTERESANTE
Guion - 6.5
Dibujo - 6.5
Interés - 6.5
6.5
Un tebeo que pone el foco en las relaciones familiares y la importancia de la ética en los superhéroes. Acierta al centrarse en los intereses asociados al público joven de DC Comics con una historia de origen atractiva.