#ZNSeries – Ojo de Halcón. Episodio 5 – Ronin

….¡pues con los grandes juegas ya!, por Jordi T. Pardo

El episodio de esta semana de Ojo de Halcón podría hacer que nos dejasemos llevar por el hype con esa escena final en la que se confirma uno de los rumores -aunque poco ya a voces- de las últimas semanas. Sí, parece ser que el Kingpin de Vincent D’Onofrio ya está oficialmente integrado en la continuidad del universo cinemático de Marvel Studios. Esto, sumado a la escena postcréditos de Venom: Habrá Matanza, y la última entrega cinematográfica de Spider-man que se ha estrenado hoy mismo en España, deja muy claro que Disney Plus y Marvel Studios han optado por el «camino fácil» de recuperar para la causa aquellos personajes que podrían sumar de cara al futuro de su organigrama. Es la lección más importante que podemos extraer de este quinto episodio de Ojo de Halcón que sigue los derroteros de las entregas anteriores que nos dejaron un buen regusto aunque sin volarnos la cabeza.

El episodio comienza con una de las escenas más potentes de la serie y, para más inri, no está protagonizada por ninguno de los dos Ojo de Halcón del reparto. La protagonista es Yelena Belova en una escena que nos traslada -en origen- hasta 2018 y que sirve como epílogo a la película de Viuda Negra. Ese momento en el que Yelena se desintegra en cenizas momentáneamente para volver a reconfigurarse -¡solo que cinco años más tarde!- deja las expectativas muy altas por este episodio. La escena sirve para intentar comprender algo mejor el drama de este personaje y su obsesión con Clint Barton al que culpa de la muerte de su hermana. Los típicos desencuentros superheroicos que como en los cómics nunca están del todo bien rematados, pero que sirven a la causa y nos plantean conflictos que todos deseamos ver. Así que no nos pondremos muy tiquismiquis por este lado…

Lo cierto es que la aparición de Florence Pugh es refrescante y su personaje -como ya comprobamos en la mencionada película de la Viuda Negra– lejos de ser una réplica del papel de Scarlett Johansson tiene unos matices que pueden dar mucho juego en el futuro. Su cara a cara con Kate Bishop, con un plato de macarrones por medio, es una buena muestra de ello, una escena que pasa de la comedia al drama fácilmente y en la que Pugh y Hailee Steinfeld nos mantienen interesados con su simple presencia. Lo mismo pasa -aunque en términos muy diferentes- con el nuevo encuentro entre Ojo de Halcón/Ronin alias Clint Barton y la Maya López interpretada por la actriz Alaqua Cox. Un poco de acción para desentumecer nuestras retinas, pero sin pasarse… Las series de Disney Plus son más de cabezas parlantes y eso ya lo tenemos casi asumido.

Por lo demás, este es episodio de relevaciones, secretos y confirmaciones, y aunque muchas de ellas se podía intuir por la deriva de la serie, están ejecutadas con suficiente artesanía para que consigan mantener el nivel de los episodios anteriores. Por si no ha quedado claro, Ojo de Halcón no es una gran serie, pero sí que a nivel formal -y a falta de su cierre en el sexto y último episodio- posiblemente sea la producción más coherente y más equilibrada de todas las que nos ha presentado Disney Plus este año y, por supuesto, con la excepción de la magnífica WandaVisión. Está por ver como esta Ojo de Halcón remata la faena, como cierra todas las tramas que mantiene abiertas y le da su espacio a cada personaje. Por ahora, la serie ha bordeado una buena aunque modesta puntuación, pero un buen episodio final podría servir para acabar con un buen tiro en el centro de la diana. ¿Será eso posible…?

Desde Rusia con rencor, por Juan Luis Daza

Quinto y penúltimo episodio, titulado Ronin, con el que por fin Jonathan Igla, Bert y Bertie el resto de colaboradores dan un puñetazo en la mesa y ofrecen a los espectadores todo lo prometido anteriormente e incluso mucho más. La cuarta entrega acababa con la aparición de la Yelena Belova de Florence Pugh, la contrapartida en imagen real del personaje de Marvel Comics que debutó en pantalla grande con Viuda Negra, y ya en este capítulo se introduce completamente en la trama. Debuta con un prólogo en el que se hace el uso audiovisual más ingenioso del lapso que un servidor ha visto hasta el momento seguido de una larga secuencia, que podía haber durado todo el metraje sin ninguna queja por mi parte, en la que conversa con Kate Bishop confirmando las toneladas de carisma, simpatía y sorna que destilaba el rol de la actriz de Mujercitas en el film protagonizado por Scarlett Johanson.

Una vez la trama pone el foco sobre Clint Barton vemos al personaje de Jeremy Renner tomar la drástica decisión de enfundarse de nuevo el traje de Ronin para enfrentarse a Echo y los Tracksuits, no con la intención de eliminarlos como hacía en el pasado cuando llevaba dicho uniforme y sembraba el terror en el mundo del hampa impulsado por la desaparición de su familia tras el chasquido de Thanos durante Vengadores: Infinity War, sino para convencer al personaje de Alaqua Cox para que cese en su empeño y se aleje de la familia y amigos del protagonista. Unas palabras de Barton con respecto al padre de la villana hacen sembrar la duda en esta y sirve de catalizador para la revelación final del episodio cuya conexión directa se establece con Eleanor Bishop, la madre de Kate interpretada por Vera Farmiga.

Porque sí, este penúltimo episodio llega a su clímax final confirmando lo que era un secreto a voces, el Kingpin de Vincent D’Onofrio conspiraba desde las sombras y su presencia, ingeligentisimamente desvelada en parelelo a las sorpresas que se nos desvelarán en Spider-Man: No Way Home, abren la puerta a un nuevo mundo de posibilidades en el Universo Cinematográfico Marvel que podría suponer la llegada de varios de los personajes de las series de Netflix a las producciones de Marvel Studios para Disney Plus con el Daredevil de Charlie Cox a la cabeza y en el que a un servidor no le disgustaría ver al resto de secundarios de la serie protagonizada por Matt Murdock o a Jon Bernthal y Krysten Ritter repitiendo como Fank Castle y Jennifer Jones respectivamente.

Yelena: mi ojito derecho, por Sergio Fernández

“En el Japón feudal los samuráis juraban proteger a sus señores con sus vidas. El asesinato del señor constituía una gran deshonra, y se veían obligados a vagar por la tierra, trabajando como mercenarios o bandidos. Estos guerreros sin amo no eran ya samuráis. Tenían otro nombre. Se les llamaba RONIN” (Ronin de John Frankenheimer, 1998).

Si reclamábamos que Ojo de halcón diera un paso más para subir de nivel, nuestras demandas fueron escuchadas. Desde el comienzo de este capítulo hasta sus instantes finales, las sensaciones generadas han sido de acierto absoluto. Nos encontramos ante uno de los mejores episodios de Marvel Studios desde que estos aterrizasen en Disney +. Kate Bishop y Clint Barton han cedido parte de su protagonismo para que la recién llegada Yelena Belova desplegase todo su potencial. Si ya en Viuda Negra la elección de Florence Pugh como hermana de Natasha Romanoff nos agradó notablemente, su aparición en Ojo de halcón confirma la excelencia de un personaje con mucho recorrido por delante. Tras Kate y Echo, llegaba el turno de ahondar en el pasado de Yelena. Las dudas de cómo le había afectado el chasquido de Thanos han quedado resueltas. Esos cinco años «leftoverianos» encajan como anillo al dedo con la escena postcréditos de Viuda Negra. Las piezas del puzle se juntan de manera natural. Valentina Allegra de Fontaine, cual Nick Furia oscura, ha ido reclutando afines para su causa aprovechándose de la vulnerabilidad de sus nuevas adquisiciones. En el caso de Yelena era fácil de manipular una vez descubierto su talón de Aquiles. El dolor producido por la muerte de Natasha permite a Valentina servir en bandeja a un cabeza de turco. Y qué mejor cabeza que la de Jeremy Renner, ¡pedazo de almendra! Clint Barton en el centro de la diana.

Como si del símbolo de los Illuminati se tratara, ya tenemos todos los elementos del triángulo. Los vértices lo forman Clint-Kate, Echo y Yelena. En el centro, el gran ojo que todo lo ve es un viejo conocido de la franquicia Daredevil que pudimos ver en Netflix. El desembarco de Vincent D’Onofrio era un secreto a voces y, sin embargo, solo podemos aplaudir a rabiar por la decisión tomada. En el arranque del episodio hemos visto a una Kate Bishop en horas bajas. Su exceso de confianza ha quedado en agua de borrajas después de una buena tunda. Las palabras de su ídolo fueron la puntilla para darse un baño de realidad. No por mucho madrugar, amanece más temprano. No por mucho desear ser un superhéroe, te conviertes en uno.

No obstante, el personaje estupendamente interpretado por Hailee Steinfeld pronto recargará pilas. “¿Sabes por qué nos caemos, Bruce? Para aprender a levantarnos, Señor Wayne”. Una lección que Kate aplica al dedillo después de recibir una inesperada visita. La venganza es un plato que se sirve con macarrones. Además de la pasta, Pugh vuelve a comerse la pantalla en una escena en la que deja bien a las claras cuál es su objetivo: eliminar a Ojo de Halcón. El pasado como Ronin vuelve a planear en el ambiente y Jeremy Renner se enfunda, nuevamente, el traje de su etapa más violenta. Emulando a Ninjak e, incluso, al Caballero Oscuro, Barton va neutralizando entre las sombras uno a uno a la banda de los Tenenbaums (uno de los mejores gags del episodio) hasta llegar al enfrentamiento de la jornada. La furia es el elemento en común que tienen Echo y Yelena. Clint también se dejó llevar por ella cuando el 50 % de la población universal desapareció, incluyendo el conjunto de su familia. Alguien tiene que pagar los platos rotos. V de Vendetta. Sin embargo, tras una toma y daca que acaba con el apoyo de Kate, Clint consigue sembrar la duda en Echo. Los dos han sido marionetas de poderes mayores. La imponente figura de Kingpin se perfila en el horizonte.

La Navidad se acerca, pero antes de sentarnos a la mesa tenemos una cita ineludible con la grand finale de Ojo de halcón. Gracias a este último capítulo, la serie creada por Jonathan Igla marca una tendencia al alza dejando atrás a otros productos del MCU estrenados este año. Incorporar a la ecuación a Yelena Belova ha sido clave para dar este salto de calidad, amén de la confirmación de Hailee Steinfeld como una gran sucesora del tiro con arco. Vera Farmiga guardaba un secreto que ha dado lugar al gran giro del día. Su alianza con uno de los mejores villanos de La Casa de las ideas, así como los nuevos trajes de Kate & Leopold Clint son algunas de las emociones fuertes que nos esperan la semana que viene. No sé vosotr@s, pero yo estoy deseando que llegue ese día.