La verdad que más nos conviene
Aaah, las conspiraciones. Cómo nos gusta una buena teoría descabellada que insinúa que nos han engañado desde el principio, que la verdad es mucho más rebuscada de lo que cabría imaginar. Atentados de falsa bandera, proyectos secretos, ¡alienígenas! Hay que reconocer que resultan francamente divertidas. Hasta que empiezan a cobrar fuerza, claro. Hasta que unos pocos empiezan a tomárselas muy en serio. Hasta que esos pocos pasan a ser muchos. Hasta que la razón es derrotada por la neurosis. Hasta que ponemos en peligro la verdad.
Si hablamos de cómic USA independiente, la primera alegría de 2022 ha sido muy rápida. Tanto, que ya en diciembre estábamos sacando el champán. El boletín de novedades de Norma Editorial para enero nos adelantaba una magnífica noticia: la llegada de El Departamento de la Verdad a nuestro país. Estaba más que claro que la que sin duda había sido una de las series del año en USA iba a llegar de un modo u otro, y finalmente ha sido la editorial catalana la que se ha anotado el tanto sumando a su catálogo un título por el que seguro que ha habido codazos y dentelladas.
Las razones de su atractivo eran evidentes. Estrenada en septiembre de 2020, The Department of Truth supuso el debut de James Tynion IV en Image Comics, un nombre que se encontraba en un momento singular de popularidad no solo por su buen hacer en DC, sino también por su reciente pelotazo Something is killing the children. Lo hacía junto a Martin Simmonds, artista con una carrera no especialmente reconocida, aunque con trabajos interesantes y muy variados como Punks Not Dead (Black Crown), Friendo (Vault) o Dying is Easy (IDW). Y el resultado fue una explosión: un estreno de cifras magníficas, dos nominaciones a los Eisner 2021 en las categorías de Mejor serie nueva y Mejor serie regular y, sobre todo, el favor de crítica y público. Y con razón, porque el arranque de la serie que nos trae Norma es un espectáculo.
En El Departamento de la Verdad Tynion nos arroja una hipótesis sumamente descabellada. ¿Y si todas las teorías conspiracionistas de la historia fueran ciertas? El falso aterrizaje en la Luna, el asesinato de JFK, los reptilianos… Todo ello tapado durante años y años por una organización secreta llamada El Departamento de la Verdad. El agente del FBI Cole Turner se acaba de cruzar en su camino, y poco a poco irá descubriendo los secretos que se esconden tras la inquietante agencia, además de ir entendiendo a las poderosas y complejas fuerzas que se mueven detrás de toda esta enorme locura.
Y hasta aquí puedo leer. Si hubiera que definir El Departamento de la Verdad con una palabra, sería claramente intriga. Lo que James Tynion IV nos ofrece en esta serie es un auténtico recital de cómo enganchar a los lectores jugando con una premisa enormemente original que, lejos de deshincharse, en sus primeros compases consigue ir desenrollando con el ritmo perfecto para mantenernos entretenidos, pero impacientes por saber más.
Gran parte de su encanto reside en el propio leitmotiv de su historia. Las teorías conspiracionistas son una de esas cosas que suelen tener un magnetismo muy particular, y ver cómo el guionista de Batman las consigue encajar dentro de su historia se convierte en el pasatiempo favorito del lector, deseoso por ver cuál será la siguiente en aparecer. Tynion crea su particular Expediente X, pero siempre al servicio de una historia adictiva llevada con pulso de cirujano que, al menos en el caso del que aquí escribe, te engancha sin compasión.
La gracia de todo, sin embargo, es que detrás de toda la intriga y el suspense nos encontramos con un trasfondo profundamente oscuro y, tristemente, de actualidad. Se nota que Tynion no solo se ha documentado sobre las distintas teorías que han poblado los foros durante el último siglo, sino que también se ha interesado por conocer el perfil psicológico de aquellos que las siguen y el porqué del éxito de estas. Un obvio reflejo del momento que se vive en el mundo y, en especial, en su EEUU natal, donde QAnon campa a sus anchas y un porcentaje inusitado de su población sigue creyendo que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas. El Departamento de la Verdad entretiene, pero también asusta cuando uno ve la magnitud de las chifladuras que se llegan a esgrimir con tal de reforzarnos en nuestros ideales.
Pero si tenemos que hablar de asustar, hay que referirse a su artista, porque el espectáculo que se esconde entre las páginas de El Departamento de la Verdad es maravillosamente aterrador. El caso de Martin Simmonds resulta tremendamente notable. Si uno le echa un ojo a sus anteriores trabajos, no es un artista que destaque en exceso; cuando busca el realismo, su estilo resulta algo estáticoy poco fluido. Y entonces llega a esta serie y Simmonds decide ponerse el uniforme de expresionista y darle vida al guion de Tynion con un registro brutal, con una personalidad apabullante y una oscuridad sobrecogedora. Al mando tanto del dibujo como del color, el artista dota al cómic de un aura opresiva e inquietante, con ecos a Dave McKean y Jock, que capta a la perfección el tono nada ligero de la historia, convirtiendo la intriga en canguelo y el suspense en puro terror. Por supuesto, no descarto que este estilo pueda no ser del agrado de algunos lectores, pero francamente, no creo que haya otro mejor para lo que pide esta historia.
En definitiva, el estreno de El Departamento de la Verdad es un sonoro pelotazo con mayúsculas. La obra de James Tynion IV y Martin Simmonds tiene todo lo que se le puede pedir a una nueva colección: originalidad, personalidad y calidad. Su magnífica premisa no se queda en agua de borrajas, sino que su guionista sabe armar una historia inteligente y llena de intriga que Simmonds plasma con un estilo tan arriesgado como acertado. Si acaso, tiene uno de esos argumentos que nos pueden hacer temer por su final: ¿sabrán llevarla a buen puerto sin perder el rumbo o se enredarán en su propia maraña? La verdad es que, por el momento, eso no nos preocupa. Lo que es un hecho es que uno de los estrenos del año ha decidido llegar muy temprano.
Lo mejor
• Tynion consigue utilizar la cada vez más creciente conspiranoia en un relato de intriga electrizante.
• El sensacional arte de Simmonds convierte una historia de suspense en puro terror.
Lo peor
• Pensar que todas las teorías que pueblan el cómic son reales.
Guion - 9.2
Dibujo - 9
Interés - 9
9.1
Brillante
La nueva serie de James Tynion IV y Martin Simmonds es un sobresaliente arranque para una premisa apasionante y profundamente inquietante.
Lo tuve en la mano y pensé «esperaré a la reseña».
Bueno, pues pa’ la saca
Lo has puesto tan bien que ahora tengo muchas ganas de leerlo. Le daré una oportunidad, claro que sí.
Por cierto, qué bien escrito el artículo, ¡bravo!
¡Gracias a ti por comentar! Confío en que te enganche tanto como a mí. ^^
Del guión no puedo opinar porque no lo he leído pero viendo esas paginas para mi el dibujo es un 2, esta claro que sobre gustos colores y tenemos conceptos muy distintos de lo que es un buen dibujo, me gustaría leerlo pero con ese dibujo va a ser que no, para mi un comic es mitad guión mitad dibujo y ambos han de gustarme.
Cuando lo ojee no me gustó dibujo, me tiraba para atrás pero como el argumento me llamaba la atención lo compré. Al final en conjunto casa muy bien una cosa con la otra.
Es comprensible, desde luego no es un estilo para todo el mundo. En mi caso ya te digo, aparte de que sí conecté mucho con él (me suele gustar mucho este rollo), creo que a la historia le sienta como anillo al dedo.
¡Gracias por comentar!
Acabo de leerme el primer número del primer tomo de la serie.
Son las 23:42 y no me ha tocado la lotería.
He tardado casi 2 años en leerme una séptima parte del primer tomo.
He acabado cagado de miedo y dudando de todo lo que sé o que creo saber.
Lo único que pienso es “joder, si quieres saber la verdad, léete este cómic YA”