La falla, de Carlos Spottorno y Guillermo Abril

0
1669

Portada La falla Carlos Spottorno y Guillermo Abril

Edición original: La falla (Astiberri, 2022)
Autores: Carlos Spottorno y Guillermo Abril
Realización técnica: Carlos Spottorno y Alba Diethelm
Formato: Cartoné. 72 páginas. 18€

Fronteras artificiales.

«¿Qué nos une? ¿Qué nos separa?»

Como siempre que se producen cambios que alteran la estrecha concepción que las mentes más cerradas tienen de cualquier disciplina artística surgen polémicas estériles que con el tiempo quedan atrás cuando esos cambios se integran en la corriente principal. Sin embargo, durante un tiempo generan bastante ruido, el cómic no es ajeno a esa problemática y una de las últimas está provocada por las obras del dúo Carlos Spottorno (Budapest, 1971) y Guillermo Abril (Madrid, 1981). Una pareja que acaban de estrenar La falla, editada por Astiberri que también fue la responsable de la estupenda La grieta un trabajo que marcaba la línea que ambos autores han seguido en este nuevo trabajo y que fue galardonada con el premio Atomium a la mejor novela gráfica periodística en 2017. A los que no consideran que estamos ante un cómic cabria recordarles que Will Eisner definió el cómic como “Arte secuencia”, una definición Scott McCloud amplio en su obra Entender el cómic (Astiberri) para definirlo como “Ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada, con el propósito de transmitir información y obtener una respuesta estética del lector”, con esa definición en mente no debería haber ninguna duda sobre que los trabajos de Spottorno y Abril son cómics de pleno derecho, o tebeos, novela gráfica, BD, o cualquier otra palabra que elijamos para llamarlos, otra de las polémicas más absurdas del medio. Sin embargo, hay quien lo sigue cuestionando porque los autores en lugar de dibujos usan fotografías para narrar su historia, da igual que tanto la narrativa como el lenguaje que usan sean propios del cómic. Una nimiedad con la que no merece la pena perder mucho tiempo. Sobre todo, si el resultado son dos obras tan interesantes como La falla y La grieta.

Viñeta La falla

La falla es un ejercicio de fotoperiodismo que ahora tiene formato de novela gráfica, pero que fue concebido a finales del 2018 cuando los autores recibieron una invitación del BTV Stadtforum de Innsbruck para crear una obra para su programa INN-SITU. Le pidieron algo similar a lo que habían hecho con La grieta, pero con un formato distinto ya que debía ser expuesto en las paredes de la sala de exposiciones de la entidad. Ahora nos acaba de llegar en formato libro después de que lo hayan modificado para adaptarlo a ese nuevo soporte y hayan añadido más información para que sea accesible para todo el que lo lea.

Se trata de una obra en la que ambos autores vuelven a crear un híbrido entre un cómic y una fotonovela y nos llevan a la zona fronteriza que separa Italia y Austria, en concreto a la zona conocida como Alto Adigio en Italia o Tirol del Sur en Austria. Una zona que históricamente había permanecido a Austria hasta que la desaparición del imperio austrohúngaro a finales de la Primera Guerra Mundial hizo que pasara a formar parte de Italia. Hoy en días es uno de los lugares más ricos de la Unión Europea gracias al turismo y a unos políticos que han huido de las decisiones motivadas por el nacionalismo más rancio. Los autores nos proponen un viaje para descubrir los orígenes de las fronteras y descubrimos que casi siempre forman una separación totalmente artificial.

Página La falla

A diferencia de su anterior trabajo no sea trata de una zona particularmente conflictiva en la actualidad, pero las causas históricas e ideológicas que llevan a la creación de esas barreras están igualmente presentes y los autores nos las explican de una manera muy clara y sencilla en una obra que adquiera un marcado carácter europeísta y va más allá para convertirse en una obra profundamente humanista. Y es que a lo largo de las páginas de la obra Spottorno y Abril nos ofrecen una obra que ahonda en los motivos económicos, sociales, culturas, políticos, históricos e incluso físicos y geológicos que nos llevan a crear esas fronteras, usando esa zona como ejemplo, pero que es metáfora muy clara de la historia de Europa y la situación actual de muchos de sus territorios marcados a partes iguales por la convivencia pacífica y el conflicto.

En La falla podemos ver exactamente el mismo uso de las fotografías que en su anterior trabajo convirtiéndolas en viñetas, creando una narrativa secuencia. Además, han realzando los negros y difuminando el color para dotarlas de un aspecto único y más evocador que el de las fotografías normales, algo a lo que ayuda la fantástica edición que ha realizado Astiberri que permite disfrutar de las imágenes gracias un gran tamaño y una buena reproducción. Con esas fotografías han creado un completo mapa de la zona que nos nuestra lo que se ve a simple vista y lo que está más oculto y solo se puede ver cuando los túneles nos llevan al interior de la tierra y vemos la falla que ha forjado ese territorio en particular, pero que no ha conseguido destruir la convivencia, aunque los problemas siguen estando latentes.

Viñeta La falla

La falla es una obra que nos recuerda que las únicas fronteras que existen entre los humanos son las que con tanto ahincó hemos construido a lo largo de los siglos y que realmente solo han servido para causar sufrimiento y separaciones artificiales. Algo que solamente beneficia a unos pocos y que es una de las herramientas que está usando la extrema derecha por todo el mundo para construir sociedades más endogámicas y, por ende, menos humanas.

«¿Qué nos une? ¿Qué nos separa?»

Lo mejor

• La belleza de sus imágenes.
• La reflexión a la que nos invita la obra.
• Cómo sus autores amplían las fronteras del medio.

Lo peor

• Que los prejuicios sobre sí es un cómic o no alejen a algunos lectores.

Artículo anteriorZNPodcast #154 – Zona de Cañas: Nuestros personajes de ficción favoritos
Artículo siguienteMagazindie – Febrero 2022
Diego García Rouco
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
Subscribe
Notifícame
0 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments