El Oliver Queen de la generación Z
«Don’t give up, Ollie.»
Es el turno de Green Arrow. Después de Harley Quinn, Superman, Wonder Woman, Supergirl o Raven, Oliver Queen es el siguiente héroe de DC que verá revisado desde un punto de vista adolescente.
El tebeo que reseñamos es una novela gráfica de más de 140 páginas que nos explica como un apocado adolescente se transforma en un implacable arquero.
Oliver es un adolescente con baja autoestima. Siente que es una decepción para su padre, que no es al joven del que enorgullecerse y no será el hombre que podrá cargar en sus espaldas la herencia de los Queen. Oliver y su padre tienen una relación distante, marcada por los silencios y la incomunicación.
Esto lo vemos en una escena en la que los Queen salen de caza con Sebastian, socio de su padre, y su hijo Tyler. Oliver es incapaz de disparar contra un ciervo mientras que Tyler no duda en matar a un animal a sangre fría. Uno es orgullo de su padre, el otro no. Ambos lo saben.
Los cuatro sufrirán un accidente de avión que les dejará en una isla desierta. Los padres resultaran heridos por lo que Tyler y Oliver deberán madurar, desarrollar las habilidades y asumir las responsabilidades necesarias para sobrevivir. Uno lo conseguirá, el otro no.
No se trata de una historia especialmente original. Ni siquiera en el caso de Green Arrow ya que está vinculado a su origen oficial. El desarrollo ya lo hemos visto en muchas otras ocasiones. El crecimiento y la maduración del personaje ante dificultades extremas.
El guionista Brendan Deneen (Morbius. The Living Vampire) desestructura la historia con saltos hacia delante y atrás para buscar el gancho que nos atrape. Vemos inicialmente la distancia entre los Queen para luego ir al pasado, ver un ejemplo de su falta de conexión y referencias a cosas que no conocemos. El recurso busca cautivarnos emocionalmente para poder desarrollar la historia.
La longitud del formato permite al guionista explayarse y darse tiempo y espacio para explicar la trama, ponernos en antecedentes y detener la acción para acercarnos a los detalles. La estructura es cercana al manga, textos poco cargados, mucha narrativa y comunicación no verbal. El cómic es ágil y fluye. Una lectura que puede enganchar al público objetivo tanto por su aparente ligereza como por “copiar” elementos de un género de éxito probado entre los lectores más jóvenes
Al disponer de tanto espacio, Deneen puede crear la atmosfera necesaria para que empaticemos con Ollie, sintamos su soledad, miedo y alivio. Especialmente emotiva es la escena en la que cree que su padre ha muerto.
La ilustradora Bell Hosalla, con un estilo parecido a Lemire pero mucho más pulcro y con mejor acabado, carga el peso de su trabajo en la narrativa y la expresividad. Tiene un dominio muy destacado de los rasgos faciales, los personajes son perfectamente distinguibles y muestran sus emociones con una sinceridad y facilidad de dibujo pasmosa.
La historia prácticamente se entiende sin leer los textos. La claridad y la transparencia son su mayor virtud, además de un uso del color y del trazo tranquilo que nos transmite emociones más allá de lo que expresa el guion. En alguna ocasión puede adolecer de algún error anatómico o de poco detalle, pero se trata de un trabajo gestáltico, donde predomina la impresión global, el resultado total. La expresividad de la ilustración explica muy bien las emociones, la incomunicación y los silencios. No es un trabajo inocente ya que supone asumir un bagaje cultural pop previo en los autores y los lectores.
La estructura narrativa es el punto fuerte del tebeo y lo convierte en una lectura ágil, agradable y expresiva. Un cómic fácil y sencillo que supone mucho trabajo y oficio “subterráneo”.
El tebeo tiene una clara intención moral y ética. Vemos un posicionamiento ideológico de Oliver que busca empatizar con las preocupaciones adolescentes de esta época, como son el ecologismo, el animalismo, la gestión emocional, la distancia generacional y los roles masculinos.
Como podemos suponer el accidente les enfrenta a una situación extrema. Se van a despojar de todas aquellas actitudes e imposturas determinadas socialmente. Algunas tóxicas y otras limitantes. Dejando paso a su auténtica naturaleza, a un reencuentro personal podrán desarrollar su capacidad de supervivencia.
La historia es y está explicada de manera sencilla por lo que las ideas y el subtexto se muestra sin tapujos. Apenas hay cuatro personajes. Es un cómic que va dirigido a aquellos adolescentes que están en una encrucijada vital, que deben elegir un modelo de la persona que quieren ser y que tipo de masculinidad deben desarrollar. Pero cuyo mensaje final es “Se tu mismo, no quieras ser quien no eres, no te dejes llevar por la presión social.” Un canto a quererse y aceptarse a uno mismo.
Un cómic dirigido a un público adolescente hecho con oficio, ganas y amor, que nos muestra como en nuestra interacción con la autenticidad de la naturaleza hace brotar nuestra propia autenticidad y la necesidad de ser fiel a uno mismo.
Esperemos que Hidra lo traiga pronto.
Lo mejor
• EL subtexto de la obra.
• El dinamismo y la claridad narrativa.
• La manera de explicar emociones.
Lo peor
• Va dirigido a un público muy concreto, el resto puede verlo como algo ajeno.
• Puede dar impresión de historia ya conocida y moralista.
El Ollie más inseguro y emotivo
Guion - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8
Un cómic bien hecho, interesante y con mensaje dirigido a un público adolescente.