Falta Wonder
Wonder Woman ha muerto. O eso es lo que se cree tras los acontecimientos narrados en Death Metal. Pero el Universo DC necesita de una Wonder Woman y su madre la sustituye en la Liga de la Justicia, mientras que aparece una nueva aspirante al título, pero cuyos vínculos no están asociados a los mitos griegos. Yara Flor, pues así se llama este nuevo personaje, es una semidios enraizada con los mitos de la selva amazónica, cuyos primeros pasos pudieron verse en la iniciativa Frontera Infinita. Hoy, tras aquel preámbulo inicial, llega el momento de poder leer su historia de origen en su propia serie regular, de la mano de su creadora, Jöelle Jones, que se hace cargo de la serie como autora completa. ECC la publica recopilando las tres primeras entregas y esto es lo que ofrece la irrupción de Yara en el Universo DC.
La dibujante Jöelle Jones, no es la primera vez que se hace cargo en solitario de la una serie regular en DC. Su bautismo de fuego fue en la serie regular de Selina, Catwoman, acometiendo el relanzamiento de esta cuando el personaje alcanzó una importante cuota de atención gracias al trabajo de Tom King en Batman. La dibujante de Supergirl y Lady Killer, firmó algunos números como autora completa, para luego ceder los lápices a Fernando Blanco y Elena Casagrande, entre otros, logrando un resultado tibio en líneas generales, aunque mejorando considerablemente al dejar lo lápices.
Con Yara Flor se repite la jugada inicial y Jones acomete con entusiasmo el trabajo de un personaje con el que tiene mucha más afinidad al haber estado plenamente involucrada en su creación y diseño. El reto es poder alcanzar un equilibro argumental entre las filias como dibujante y las pretensiones como escritora, al tiempo que se dota a Yara de voz propia como personaje dentro del Universo DC.
No es fácil escribir una serie en solitario de un personaje femenino. Por desgracia continúa siendo un duro ejercicio para los guionistas lograr hacer un hueco a personajes con años y años de rodaje editorial, como Catwoman, Supergirl, Canario Negro, Batgirl… Así que atrapar lectores con un personaje de nuevo cuño, como es Yara, hace que esta labor se complique aún más.
Yara Flor es un personaje atractivo visualmente, con potencial para convencer, con puntos de unión con el lore propio de las amazonas, pero con suficientes diferencias como para tener su propio estatus dentro del Universo DC. Y, sin embargo, estamos ante un tomo que sabe a muy poco en lo que cuenta y en como se cuenta.
Visualmente Jones cumple sin discusión. Su dibujo es elegante y bello, tan bello que todo cuanto dibuja es extraordinariamente atractivo al ojo. Su composición de página es atractiva, pero su narrativa deja un tanto que desear pues es esclava de sí misma al escribir y dibujar la obra. Todo parece supeditado no tanto a contar una historia, sino a generar un catálogo de ilustraciones cuya secuencia quiere ser algo que resulte medianamente narrativo. Esto genera tensión y rompe el equilibrio entre lo que entra por los ojos y lo que se quiere contar.
En lo que se refiere a lo meramente narrativo, la historia arranca con un ritmo sosegado, lo cual no es problema alguno, ya es hora de centrar más las historias en los personajes y no tanto en la trama, pero las piezas que forman parte de los aspectos más técnicos de la obra no acaban de encajar. Algo que puede estar detrás de la cancelación en USA de la serie en su octava entrega.
Jones no logra explotar bien las herramientas de las que dispone. Conoce al personaje a la perfección, se nota en cada viñeta, pero no logra crear expectación a su alrededor, no experimenta, no se atreve a ir más lejos, moviéndose en el terreno de lo que conoce y controla, haciendo que la trama se debilite por ello. No hay algo que impresione en su trabajo. Lo convencional pronto se adueña del cómic y sin algo que lo haga destacar por encima de la larga y pesada sombra de otros personajes femeninos enraizados con las amazonas, queda sumido en lo anodino.
Se lee, se disfruta, no es un mal cómic, pero no tiene alma que despierte pasión alguna ni por la historia ni por el personaje. Y esto es una verdadera lástima.
Potenciar el Universo DC, enriqueciéndolo con nuevos personajes de índole tan atractiva como Yara, es siempre una buena noticia. Hacerlo requiere de mucho más talento y Jones no acaba de lograr equilibrar sus dos facetas, castigando a la serie en el proceso. Una serie que necesitaba un empujón adicional y no apostarlo todo a lo meramente visual, para arrancar del inmovilismo que impera entre muchos aficionados. Una obra que esperamos sirva de trampolín para la inserción de Yara en otras series de manera recurrente y logre alcanzar el posicionamiento que merece.
Lo mejor
• El despliegue visual de la obra.
• El espacio que tiene la protagonista dentro dela historia para su propio desarrollo.
Lo peor
• El desequilibrio entre la trama y la parte visual.
• La falta de alma al conjunto de la obra.
Guion - 5.5
Dibujo - 9
Interés - 6
6.8
Sin alma que la caracterice.
Un trabajo que se ve aplastado por su aspecto visual. No logra convencer de manera que todo su ser se muestre equilibrado al lector.
Guionizar no debe ser tan facil como puede parecer desde fuera!
Así es. Tan solo hay que sentarse y ponerse a ello para comprender el enrome esfuerzo que hay detrás de un guion. Si nos ceñimos al cómic en concreto, no se trata solo de tener algo que contar, sino saber hacerlo bien es fundamental. Controlar el tempo, construir buenos personajes que luego sean capaces de evolucionar, de aguantar el peso de la trama, sin perder nunca de vista la narrativa… cada faceta de un cómic requiere mucho esfuerzo. Acometer dos de las cuatro principales es algo a tener muy en cuenta y añade dificultades tremendas. Salir airoso de algo así está al alcance de muy pocos. Mil gracias por comentar. 🙂
En Image se dieron cuenta rápido. Sobretodo cuando tuvieron que pedir ayuda a Alan Moore
Y que kilometrica es la lista de dibujantes que insisten en tropezar una y otra vez en lo mismo! Si que es cierto que a veces te sale algun Alan Davis. Pero me sigue resultando llamativo que parece extendida la idea de que dibujar es muy dificil pero escribir buenos guiones esta al alcance de cualquiera. Como si cada oficio no tuviera su aquel. O que es dificil dibujar mas de un comic al mes pero se pueden guionizar siete u ocho. Que se lo digan a Bendis!
Estoy de acuerdo, Gustavo Higuero. Pero eso se puede ver de forma mas mundana a la hora de ponerse a escribir una critica como la que haceis! Que uno en su cabeza puede tener una vision impresionante de lo que qiere contar, pero luego darle forma…
Lo de los guionistas en Image fue años mas tarde del inicio, no? Me refiero a mas alla de cameos como Gaiman o Morrison en Spawn…
Si, por finales de los 90 salvo en Spawn, que Todd fue listo y ya les usaba en sus primeros números.
Lo más destacado es la colaboración del barbas con ROB!, que le ayudó hasta en su nuevo sello cuando le echaron de Image.
Rediseño a Supreme haciendo un cómic buenísimo de Superman sin Superman y luego estuvo un tiempo trabajando con Jim Lee en Wildstorm, donde fundó ABC si no recuerdo mal.
McFarlane desde el minuto uno demostro que era demasiado listo, si!
McFarlane siempre supo que el dinero estaba en el merchandising!
No, guionizar no es facil.
Requiere de mucho esfuerzo, practica, y se te tiene que dar bien, y eso es algo que muchos dibujantes no ven, y para mi es el caso de Joelle Jones, que en los guiones no me parece muy genial que digamos.
Totalmente de acuerdo en que guionizar no es nada fácil, y que hay muy pocos casos de dibujantes que lograron traspasar esa frontera y salir indemnes del asunto (Alan Davis como bien dicen es uno de ellos).
No obstante ello, todavía me sigue llamando la atención que no hay un editor detrás que controle y corrija esos guiones.
Es que parece que editar no es nada facil tampoco.
Ahora parece que el editor esta fundamentalmente para labores de marketing, correa de transmision de los hombres de corbata o para ideas extrañas como la polemica «Batman no se sienta» o la brillante «los superhéroes no se casan porque no pueden ser felices» que generalmente emanan del marketing o los hombres de corbata.
Igualito que Nocenti, Simonson (Louise), O’Neil o Goodwin, vamos.
A mi lo que me parece es que cada vez le dan menos importancia a los editores, porque por supuesto que no esfacil, pero si hubiese mejores, no saldrian despropositos como los vengadores de Aaron, o al menos estarian mas regulados.
Totalmente de acuerdo, hoy en día la figura del editor esta difuminada o para peor es un simple adorno.
Recuerdo hace una decadas atrás que era parte fundamental de los equipos creativos, incluso muchos guionistas al momento de firmar con las editoriales solicitaban a determinado editor X porque sabian que esa persona les iba a pulir su trabajo o mejorarlo.
Si, y eso es algo que en mi opinion se deberia arreglar, y que tarde o temprano ocurrira, porque es un desproposito lo poco que hacen muchos editores.