Un regreso para Halloween
Batman El Largo Halloween es una de las obras más importantes de la historia del personaje. Sin entrar siquiera en la calidad del cómic, por otra parte, uno de los mejores de los años noventa, posee una influencia inabarcable. Desde las continuas referencias en las traslaciones a la gran pantalla, de Batman Begins a The Batman, a la huella evidente y rastreable en el trabajo de los autores actuales. Uno de esos tebeos que, por un sinfín de motivos, atinan en caracterización e historia sin aportar en realidad nada a la mitología.
Algo tan simple como llevar el noir latente del personaje al cine clásico, con resonancias a Laura (1944), de Otto Preminger o Perdición (1944), del genio Billy Wilder, para combinarlo con la superioridad estética del pasado de El Padrino (1972) de Francis Ford Coppola, provoca un efecto de enoñación que arrebata al lector y le transporta de pleno al extraño atractivo del crimen. Un escenario en el que surgen monstruos y murciélagos.
El mismo equipo de entonces para un nuevo Especial, Jeph Loeb y Tim Sale, acompañados del colorista, Brennan Wagner. Es significativo comprobar cómo la mayoría de obras producidas por el dúo creativo superan, con mucho, en términos de calidad, a las que han ido haciendo por separado. Un equipo en el que uno entiende perfectamente las necesidades del otro, complementándose a la hora de construir personajes, temáticas y pesadillas.
En esta ocasión, a diferencia de la secuela inmediata, Victoria Oscura, que trataba de apartarse ligeramente de la original, contamos con una continuación directa al final de la obra: Gilda. Y, por relación, el Hombre Calendario.
Se olvida de las maquinaciones de las familias mafiosas de la ciudad, que gobernaron la narración de la mencionada secuela, para construir una historia tan simple como atractiva.
En apenas cincuenta páginas, sus autores practican con maestría la simplificación y reducción de tramas para adaptarse a las dimensiones.
Como consecuencia inmediata a esto, apenas tienen espacio para desarrollar el potencial de contar con el personaje de Gilda de nuevo, o reflejar la rabia y dolor del Hombre Calendario, tras haberle sido robado su modo de actuar y motivo como villano en El Largo Halloween. Lejos de ser un motivo que invalide la historia, hacen propias las limitaciones en la narración, siendo más sugerentes y ambiguos.
En este sentido, resulta interesante el trabajo de Jeph Loeb, habida cuenta de que es un escritor que nunca se ha caracterizado por ser comedido en sus argumentos, a menudo recurriendo a una amplia galería de personajes, muy reconocidos, con los que tapar en buena medida las dificultades y agujeros de sus propias historias. Aquí cuenta con menos herramientas, lo cual genera que tenga que exprimir al máximo su imaginación.
Tim Sale, por su parte, sigue demostrando gran oficio en el dibujo. No tiene el mismo resultado, sobresaliente, de la original, ni su estilo resulta tan estimulante, pero confirma las buenas sensaciones de las primeras páginas con un trabajo posterior que aplaca en buena medida sus debilidades.
Donde menos triunfa es en las escenas de acción, por lo cual, desde el guion, se van a reducir las mismas a momentos muy concretos, impidiendo un agotamiento en la fórmula genérica de combate de Batman. En cambio, sí sabe trasportar el tebeo a los códigos clásicos del cine negro: los trajes, los rostros duros y tristes y la mujer fatal.
Sigue siendo reconocible su Gotham y los tejados de la ciudad, en los que conviven peligrosamente los personajes. También su Bruce Wayne y restantes personajes, perfectamente trasladados al ambiente que requiere la historia.
Lejos de ser un especial básico, sin mayor aliciente que dar un reencuentro más, se dan acomodo a nuevas ideas que retomar en otros proyectos. Desde la aparición de Barbara hasta Robin, un secundario más al que sacar partido, en el entramado de Sale y Loeb. El hecho de que apenas se le muestre y que se haga tanto hincapié a que no está listo, tanto a través de los diálogos como sus propios actos, no hace sino reflejar que sus autores tienen todavía esperanzas puestas en él.
Desde la llegada de Gilda al final, tenemos un tebeo entretenido, que se lee fácilmente por el recurso a páginas de viñeta única y completa, repleto de homenajes sin superar del todo la fina línea de la nostalgia de nuestros tiempos.
Un número único a la altura, que sirve como añadido a El Largo Halloween y que se guarda gran parte del potencial para continuaciones que, viendo el resultado de esta, esperamos ver en el futuro.
Lo mejor
• La estética de cine negro, soberbia.
• Los pequeños detalles en la narración y el uso de la continuidad interna del mundo creado por Loeb y Sale.
• Sabe aprovechar los huecos de la original, planteando nuevos interrogantes de cara a futuras nuevas exploraciones.
Lo peor
• El dibujo baja levemente el nivel de la original.
NOTABLE
Guion - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8
7.7
Un regreso a la altura, con inteligencia y rigor, sin renunciar a añadir nuevos elementos para el futuro.
Una lectura agradable a años luz de las previas del duo. Intenta dar respuesta a un par de hilos y plantea nuevas tramas. No tengo prisa en ver secuelas, la verdad. Si las sacan que se tomen su tiempo para hacer un producto cuidado.
Dos Caras y Grundy son lo mejor del tomo.
Gilda… Sobre eso habria tela que cortar. En About Faces! Hicieron un repaso a la trayectoria del personaje que es dificil superar.
El Hombre Calendario… Al fin hace algo. Habria que plantearse si esta a la altura de su fama. Bordea cierta autoparodia al igual que Gordon, Robin y Babs son elementos conicos que gravitan en torno a Batman como elementos comicos principalmente.
Batman bordea el ridiculo en su mobologo interior en la paliza a Day.
Veo una cierta dialectica no muy bien equilibrada entre el Largo Halloween y un cambio a la Goldeb Age tardia que no casa del todo bien.
Sobre el Largo Halloween en si,mejor otro dia, no? Jaja
Lo del dibujo… es que han sido como mas de veinticinco años, ¿no? Y ya para entonces Sale llevaba tiempo trabajando. De todas formas no creo que el nivel haya bajado tanto. Es mucho mejor de lo que me esperaba tras ver otros trabajos recientes de Sale, como el adefesio de pin-up que hizo para el Especial 80 Años del Joker.