Ludwig antes de Beethoven
«¡Niño olvida a tu padre! Toca tu música. ¡Eres un genio!»
Con motivo del 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven (1770 – 1827) que se iba a celebrar en 2020 la Beethoven Society encargo al historietista alemán
Aunque Mikael Ross (Múnich, 1984) no es muy conocido en España ya que hasta la aparición de El joven Ludwig no se había publicado ninguno de sus trabajos previos es uno de los autores de cómic emergentes más interesantes que ha salido de Alemania en los últimos tiempos que esperemos nos regale obras tan estimulantes como las de otros autores alemanes como Ralf König, Matthias Schultheiss, Barbara Yelin o Ulli Lust.
Tras finalizar sus estudios en su ciudad natal y en Berlín Mikael Ross se trasladó a Bruselas para seguir estudiando en la ESA Saint-Luc, donde conoció al guionista y dibujante belga Nicolas Wouters. Juntos crearon dos novelas gráficas Les pieds dans le béton publicada en 2013 y Totem aparecida tres años después y que les sirvió para obtener el reconocimiento de la crítica. Tras esos dos trabajos juntos en 2019 Ross publica Der Umfall, su primer trabajo como autor completo por el que obtuvo el Max und Moritz-Preis al mejor cómic alemán en el Festival del Cómic de Erlange, el premio más prestigioso que se concede en Alemania. Un trabajo que podremos leer en un futuro próximo en España ya que Reservoir Books ha anunciado su publicación a lo largo del próximo 2023.
La novela gráfica de Mikael Ross nos traslada al año 1770 a uno de los barrios más humildes de Bonn, donde vive la disfuncional familia Beethoven. Un núcleo familiar formado por el joven Ludwig, sus dos hermanos, su abnegada madre y su despótico y alcohólico padre, un tenor de tercera que, mientras esquiva a acreedores, trata de convertir a su hijo en un niño prodigio que se equipare con Mozart para conseguir sacarlos de la miseria gracias a su enorme talento musical. Pese a esas terribles condiciones vemos cómo Ludwig va creciendo y madurando gracias al impulso creativo que le proporciona la música y observamos cómo va superando todos los obstáculos sin ayuda de nadie rebelándose contra todo y todos hasta lograr establecerse en la corte imperial de Viena como uno de los compositores de más éxito del momento, equiparable a una estrella del rock, aunque con una actitud más propia del punk más transgresor, algo que se refleja desde los primeros pasos de su existencia que relata esta obra.
La obra nos ofrece un retrato del compositor durante sus primeros años de vida con un pulso narrativo soberbio y lleno de agilidad que nos permite paladear la pulsión por crear y encontrar su propia voz que siente Ludwig, pero también vemos los fantasmas, inseguridades y miedos que le provoca esa pasión creadora. Aunque aparentemente estamos ante una biografía al uso, Mikeal Ross consigue dotarla, sobre todo al principio del relato, de un sentido del humor blanco, pese a relatarnos momentos muy duros, deudor del cómic infantil de Sempé y con la impronta grafica heredera de autores de L’Association como Sfar o Blain que la convierte en un rara avis que se aleja de otras propuestas biográficas sobre personajes célebres mucho más formales y aburridas. Ese humor está presente sobre todo en sus relaciones con sus hermanos y en sus torpes intentos de conquistar a la chica que le gustaba, pero con el paso de las páginas y según crece Ludwig el sentido del humor va mutando para volverse algo más irónico y escatológico, aunque sin resultar desagradable, que nos recuerda al que encontramos en algunas de las obras del cómic underground norteamericano de principios de siglo. Esa influencia se ve sobre todo en la volcánica personalidad de Ludwig al que se retrata como alguien excesivo que acaba resultando algunas veces demasiado caricaturesco y totalmente pasado de vueltas lo que le resta realismo a la novela gráfica.
En El joven Ludwig vemos un acertado reflejo de la sociedad alemana de la época, con algunas referencias a importantes sucesos históricos como la Revolución Francesa, ya que al relacionarse con personas de todo tipo y clase social vemos la realidad del momento desde varios puntos de vista. Esas relaciones con las personas de su época también nos permiten ver las que mantuvo con otros compositores como Haydn, su gran valedor en estos primeros pasos, o su descacharrante encuentro con un Mozart maravillosamente dibujado. Una de las claves de la obra es ese equilibrio que tiene entre el drama y comedia, de manera que en ningún momento se convierte en una lectura pesada, todo lo contrario, ya que se trata de una obra a la que cualquiera se puede acercar le guste o no la música de Beethoven.
Como ya hemos mencionado, gráficamente se trata de una obra claramente influenciada por autores francófonos como Sempé o Blain, pero con personalidad propia. Como sucede con los trabajos más destacados de esos autores Mikael Ross tiene un estilo caricaturesco, al que añade un dominio de la luz más que notable que sobre todo se ve reflejado en las escenas de interior, en las que vemos la penumbra habitual de las viviendas de la época que solamente estaban iluminadas por velas. En esos ambientes sombríos brilla con luz propia la luz que irradia la personalidad de Ludwig, un efecto magnificado por la paleta de colores ocres elegida por al autor alemán que casa a la perfección con esos ambientas tan lúgubres y miserables en los que transcurre la historia. Aunque gráficamente la parte más destacada de la obra es la manera en la que se representa la música, convertida en un torrente de colores que traspasan las viñetas para derramarse por las páginas de la obra.
Como es habitual Reservoir Books hace una buena edición con una reproducción magnifica que posibilita ver el gran trabajo del autor alemán. Tras el buen sabor de boca que nos ha dejado esta obra esperemos que nos traigan cuanto antes a España Der Umfall.
El Joven Ludwig es un retrato realmente divertido de los primeros años de vida de Beethoven que sabe entremezclar la comedia con el drama y nos transmite su enorme pasión por la música y la creación. Un trabajo que justifica la merecida fama de Mikael Ross en su Alemania natal.
Lo mejor
• La forma de mostramos la pulsión creativa de Beethoven.
• El retrato social de la época.
• La forma en la que Mikael Ross dibuja la música de Beethoven.
Lo peor
• La excesiva caricaturización del Ludwig.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8.2
Música
Mikael Ross firma una historia biográfica que relata la infancia y adolescencia de Beethoven con mucho humor y una marcada personalidad que la convierte en algo fuera de lo habitual.