Historia con H mayúscula
«¿Quién eres? Era la pregunta»
Al universo le gusta que lo observen.
No, nos referimos al universo que escapa de nuestros ojos convencionales y precisa de tecnología de última generación para poder descubrirse, sino al universo mundano, cercano, el que nos rodea de manera constate y con el que interactuamos todos los días. Ese universo, ese microcosmos, disfruta cuando lo observamos y lo hace porque cuando lo hacemos nos recompensa de múltiples maneras. Comprenderlo, asimilarlo, estudiarlo, ayuda a dar sentido a la vida y a todo cuanto esa vida implica. Ese autoconocimiento es la recompensa al tiempo que le dedicamos a observar el universo que nos rodea.
Y eso es lo que hace John Ridley en una obra que se encumbra como una de las mejores propuestas de DC de lo que va de año.
Ridley observa el Universo DC, lo analiza, lo estudia, lo disecciona, lo coloca bajo los focos y extrae de su interior cinco personajes, con cinco historias, que le sirven como hilo conductor para hablar de la historia reciente de este universo de ficción. Cinco personajes que resultan especialmente interesantes y que no son elecciones al azar, con Relámpago Negro, Bumblebee con Hornblower, Katana, Renne Montoya y Trueno, con los que realiza un recorrido sociopolítico y cultural, incrustado en la propia línea temporal del Universo DC.
Lo primero que hay que aclarar es que no estamos frente a un cómic, sino ante un libro ilustrado, en la tradición de la mítica obra de Marv Wolfman y George Pérez, Historia del Universo DC, pero sin recorrer toda la línea temporal del Universo DC. Ridley acota su trabajo desde los años 70 hasta la actualidad. Y como libro ilustrado que es, está lleno de largos e intensos textos en los que se desgrana tanto la propia vida de sus protagonistas, como la historia del Universo DC, con insertos de historia real adscrita a los personajes de cada entrega.
La otra Historia del Universo DC es una de esas obras que nace de lo imposible. Nace como un proyecto dentro del sello Black Label y se crece sobre si misma para acabar por materializarse de manera clara dentro del seno de una de las grandes editoriales de los Estados Unidos. Y es un imposible por su propia idiosincrasia, su afán critico, duro y directo, a la hora de poner sobre la mesa temas sobre los que es necesario reflexionar profundamente usando para ello al Universo DC.
La edición de ECC recopila las cinco entregas en un solo tomo y llega con retraso pues se anunció como novedad de junio y finalmente verá la luz la primera semana de agosto. Nosotros nos adelantamos, dos días, a su salida para cerrar las reseñas de julio y realzar el carácter de indispensable y compra obligada de cara al próximo mes. 256 páginas de puro arte en el que lo literario se fusiona con lo artístico, para conformar un todo que no deja indiferente a nadie.
El primer paso para encarar este reseña que, permitirme el inciso, llevo muchas semanas queriendo hacer, es hablar de su escritor, John Ridley (1965). El escritor y guionista pasó un año viviendo y viajando por Japón tras acabar sus estudios en la Universidad de Indiana en idiomas de Asia Oriental. Dato que permite poder entender mejor su sensibilidad en una de las entregas de la obra que nos acontece, dedicada a la figura Tatsu, alias Katana.
Tras su periplo por el país del Sol Naciente, a su regreso a Estados Unidos, en concreto a la ciudad de Nueva York, comienza a escribir monólogos de comedia con apariciones televisivas en los más reputados shows del momento. En 1990 se traslada a Los Ángeles comienza a escribir para diversas comedias televisivas entre las que se encuentran Martin, el Príncipe de Bel-Air y el Show de John Larroquette.
No tardó mucho en dar el salto al cine, escribiendo y dirigiendo el thriller policial, Cold Around the Heart, en 1997, comenzaría su colaboración con Oliver Stone, que compró los derechos de Stray Dogs antes incluso de la que obra llegara a ser publicada, que se materializó en la película de Stone U-Turn.
Su siguiente paso fue comenzar a escribir novelas y una de ellas, la titulada Spoils of War, se convirtió en la película Tres Reyes en 1999, dirigida por David O. Russell. Su trabajo se fusionó con la televisión a partir de este punto, compaginando sus labores como escritor de novelas, guionista y productor del drama criminal de la NBC, Tercera Vigilancia.
Si hacemos foco en su trabajo en el cine su firma está detrás de los libretos de cintas tan relevantes como Red Tails (con producción de LucasFilms sobre un batallón de pilotos negros en la Segunda Guerra Mundial), Undercover Brother (una comedia de acción satírica de espías) y la que le reportaría un Oscar, 12 años de Esclavitud (siendo el segundo escritor afroamericano en conseguir dicho premio tras el conseguido por Geoffrey S. Fletcher que lo ganó por Precious).
Su pluma siempre se ha mostrado abiertamente mordaz, inteligente, divertida, si es preciso, sin temor a atacar todo tipo de temas, sin perder nunca su toque reivindicativo. Y todo eso se puede ver y disfrutar en este enorme trabajo que firma para DC Comics: La Otra Historia del Universo DC.
Ridley posee una prosa sencilla, fluida, rítmica y directa. Las ideas se exponen de manera clara y progresiva y son en todo momento los pensamientos directos de sus protagonistas, que se diseccionan frente al lector sin tapujo alguno, exponiendo abiertamente el racismo, el amor, la familia, el deber, la orientación sexual, el honor, la venganza y la justicia, visto desde varias perspectivas para ofrecerlo en formato tridimensional al lector.… No desaprovecha ninguna oportunidad para mostrar una agria crítica social no solo a la historia de su país, sino también a la propia DC. Un auténtico despliegue de recursos, temáticas y actitud crítica que dan fe de la riqueza de la editorial que busca dar visibilidad a personajes marginados por la sombra de los grandes del Universo DC, pero que además han tenido que lidiar con problemas raciales, orientación sexual o incluso ambos.
Podría tratarse de una forma de purgar pecados, de limpiar la conciencia por parte de la editorial de Burbank, dando luz verde a un proyecto que la ataca abiertamente, que expone sus trapos sucios, sus vergüenzas, a través de los ojos de esos personajes que han liado con una realidad ficticia y a los que Ridley inserta en una realidad real como ejercicio global para analizar si alguien como ellos, superhéroes, en un mundo como el nuestro, tendrían sentido. Y lo hace a través de cinco visiones distintas, pero complementarias, que interpelan y empujan a la reflexión, porque los textos están diseñados para crear emociones y capturarlas, de alguna forma, entre sus páginas.
Los textos de Ridley están ilustrados por Giuseppe Camuncoli y Andrea Cucchi, cuyo trabajo consiste en plasmar en una sola imagen la idea central que esconden las palabras. Puede parecer un trabajo sencillo, pero en realidad esconde una dificultad tremenda. Sintetizar la enorme cantidad de conceptos que lanza Ridley al lector por página y darles forma a través de una ilustración o una composición de ellas, exige una capacidad de síntesis muy elevada. Si no se logra hacerlo con elegancia el dibujo puede caer en el olvido, perderse entre el texto y el texto quedar cojo sin el apoyo visual que precisa para plasmar en la retina del lector lo que esta contando. Para ello el tándem de dibujantes acuden prestos a plasmar algunas de las imágenes más icónicas de los superhéroes del Universo DC (reconocibles de inmediato para el aficionado), mientras que en otras ocasiones son ellos mismos los que se adentran en terrenos más creativos y se dejan llevar a la hora de construir su propio montaje pictórico.
Sus composiciones se mueven entre lo elegante y sencillo, centrados en un canon clásico, cumplidor y sintético, para en otras ocasiones dejarse llevar por diseños más atrevidos en los que son capaces de conjugar varias ideas simultáneamente. Sea como sea, su trabajo se fusiona a la perfección con el de Ridley y estacan al máximo cada palabra gracias a un certero uso de la figura humana y la composición visual con al que juegan en muchos momentos de la obra.
Adentrarse en este trabajo es un ejercicio de concentrada lectura que reporta grandes satisfacciones. Es un trabajo que se recuerda, que se reflexiona, se comenta, se presta la debate y que no deja indiferente. Esa cantidad de información, salpicada por emociones tan variopintas como el amor, el odio, la rabia, la frustración, el miedo, el asco, la desidia, la pasión, la tristeza, la alegría… se filtran dentro, muy dentro y de alguna forma, a medida a que se pasan las páginas, y se lee la historia de cada uno de sus protagonistas, uno comienza a sentir esas mismas emociones sobre la piel.
Estamos frente a una obra que se posiciona de manera muy clara en sus intenciones, que por su estructura y diseño puede resultar poco generalista, pero que esconde una profunda reflexión de cómo somos los seres humanos. Compleja, profunda, sensible y cruda, al tiempo que comprometida, así es esta obra en la que se demuestra un profundo respeto por los personajes. Un trabajo indispensable, necesario, fundamental y que no debe faltar en la biblioteca de cualquier aficionado, ya no solo al Universo DC, sino al cómic en general.
Lo mejor
• EL trabajo de documentación que hay detrás.
• La fusión entre texto y dibujo.
• La crudeza de lo que cuenta y la necesidad de lo que cuenta.
Lo peor
• Su densidad puede crear algo de desafección para lectores con poco recorrido en el Universo DC.
Guion - 9
Dibujo - 9
Interés - 9
9
Impresionante.
No deja indiferente. Una lectura absorbente. Un trabajo mayúsculo de documentación que se adentra en le Universo DC y lo expone de forma directa, sin tapujos, abiertamente, de cara a un lector que tiene mucho por descubrir en esta obra.
Me parece un guionista de cómics bastante mediocre. De hecho ni siquiera 12 años de esclavitud me pareció demasiado buena. No está bien narrada, ni estructurada, ni demasiado bien escrita.
Aún me hace gracia cuando decían que era la «Matar a un ruiseñor» del siglo XXI. Ni de broma, vaya.
Lo que le he leído hasta ahora pues bueno, entre lo malo y lo mediocre. Su Nuevo Batman es un aburrimiento absoluto.
Esta obra pues no se, habría que echarle un ojo, pero los antecedentes no me hacen tener muchas ganas de gastar la pasta que esto vale.
A mi 12 años… Me parecio una pelicula con buenas intenciones,un reparto entregado, algun momento potente… Pero no especialmente destacable en su conjunto. Normalmente cuando dicen el nuevo X es peor que X.
Ridley no me parece mediocre. Ha tenido numeros buenos y numeros que directamente es mejor ni leer. En general el problema de Yo Soy Batman es que es una coleccion sin una direccion clara (quizas por la cancelacion del 5G), con un personaje que es lo menos interesante del reparto y con un baile de dibujantes continuo.
A esta otra historia le tengo ganas desde el primer numero USA. Y quizas la nueva serir del GCPD sea interesante, algo.cercanona Gotham Central (salvando las distancias) una serie que echo mucho de menos.
No veo yo tan claro eso de que el 5g se cancelara. Yo más bien creo que nos lo están colando con disimulo. Ahí están Yara, Jo Mullein, El nuevo Batman, John… en el Universo DC, y dando mucha guerra. A ver como queda la cosa después del final de la cosa esa que está haciendo Williamson.
Y respecto a lo de Gotham Central… mucho le falta a este guionista para estar al nivel de Brubaker y Rucka, la verdad.
Cancelado en su sentido original. Que estan reciclando el material (parte ya estaba incluso dibujado) e ideas es evidente. Y con cosas como Superman Space Age es estupendo. Con personajes como Yara me parece bien. Con Jace Fox no tanto.
Sospecho que en DC no estan viendo cumplidas sus expectativas con el evento. Asi que igual los planes de Williamson (que es como decir los de la editorial) cambian sobre la marcha.
Cercano a X es peor que X! 😉 Gotham Central hasta la marcha de Brubaker es dificil de replicar, los dos estaban comodos y hacian sinergia. Puedo ser ingenuo peroncreo que Ridley puede hacer cosas de valor. Su labor en Yo Soy Batman es una carrera de obstaculos en un afan de dar un golpe reivindicativo sobre la mesa, no es la mejor forma de evaluarlo. Con esta historia y la serie de los polis sabremos si nos dara alegrias… O descanso para la.cartera!
Aunque me imagino que nadie estara leyendo esto a estas alturas, voy a comentar mis impresiones sobre el primer numero, narrado por Relampago Negro.
Lo primero decir que en terminos generales me ha gustado. La voz protagonica cuenta una historia agradable de seguir, en cuanto a que se traza un arco de evolucion creible de un personaje, con una voz coherente y con un tono que recuerda al personaje «original».
Ahora voy con lo que no me ha gustado, que quizas sea lo mas interesante.
La cronologia. Ridley empieza a engarzar la otra historia de DC con la otra historia (su historia) podriamos decir, de EEUU. En un todo cuenta, todo importa, en el que se recuperan varios elementos (incluso pre-COIE) pero se desechan las reglas de Frontera Infinita y el «linearverso» para volver a una cronología pre-Hora Zero con fallos (como Supergirl y Xanshi). Llegados a ese punto queda claro que Ridley no quiere contar la otra historia, si no su otra historia. El retorcimiento para llegar a la escena entre Jeff y John con mediacion de Tatsu incluida (por supuesto) es el colofón. Esta claro que la premisa ahoga al rigor de la Historia, entendida como causas y consecuencias que nacen de y modifican contextos, sacrificandola por la historia (en minuscula). Y cual es la premisa de esa historia?
La premisa del primer numero es la historia del afroamericano valioso de a pie (valioso porque alcanza el exito con reconocimiento, aunque se autodestruira por sus prejuicios y conflictos internos) y su vision (subjetiva, logicamente) de la actualidad que le ha tocado vivir asi como sus avatares personales. El problema que se le puede achacar es que la narracion de Ridley es didactica. Es una obra de tesis, en la que el guionista te lleva de la mano para dejarte claro en todo momento la forma correcta y moral de actuar. Que nadie espere ambigüedad, sutileza o duda. No hay mas espacio para la reflexion que aquella sobre la que ya ha reflexionado el autor y que el lector debe seguir. Y ademas se esfuerza mucho en dejar claro que se note su empeño.
Que no se me malinterprete. No estoy en contra de las obras «de tesis». Tampoco me parece mal que el autor decida seguir su cronologia propia al margen de dictados editoriales con vocacion (o no) de permanencia. Pero son dos puntos lo suficientemente presentes para que a alguien le pueda limitar su experiencia lectora (el objetivo y el formato elegido se merecen el descriptor).
A lo mejor me animo a contar alguna impresion mas de numeros siguientes (o no)…
Parte 2. Relampago Negro le pasa el testigo a Abejorro y… Eh… Mal Duncan. Dos personajes de los mas maltratados por la editorial, lo que les da a priori mas interes.
Cronologia. En el numero anterior, la era heroica comienza con la aparicion de Superman, si hacemos la cuenta por los datos del propio Jeff, en 1974. En este numero los Jovenes Titanes estan en activo en 1970. El error es muy grosero, demasiado burdo. Superada la perplejidad inicial solo quedan dos opciones: a Ridley la cronologia de una historia cronologica no le merece suficiente atencion… O el relato de los narradores no es fiable.
En la fundamental «Historia del Universo DC», Presagio, desde una posicion casi omnisciente gracias a los recursos del Monitor, da testimonio de lo que fue y lo que será. Deja un registri de hechos.
El trio de voces dan testimonio de sus vivencias desde un punto de vista diferente: como se sintieron. Un relato de sentimientos. Y entre los tres se dan discrepancias: las fechas no coinciden, las interpretaciones de los mismos hechos son diferentes. No hay quorum. De hecho, aunque se aferren a su relato, los mismos personajes matizan el mismo al avanzar en el, o se corrigen parcialmente al avanzar el mismo. Desde este punto de vista se introduce una pregunta inevitable. Si un daño se produce no en terminos objetivos de hechos concretos, si no en el campo subjetivo de los sentimientos… De que manera puede ser reparada? Existe una forma de satisfaccion real? Si que es innegable que el grupo dominante tiene mas herramientas para ejercer la violencia que las minorias, pero Ridley no oculta la incomprension, intransigencia y cultura de agravio no solo de abajo a arriba, si no entre los miembros de la misma minoria. Y no se ocultan detalles cuestionables: la rapidez de Jeff para interpretar a las personas desde sus prejuicios, el tachar de «falta de respeto» (no de confianza, o sinceridad) la vida superheroica oculta de su mujer o el desprecio de Abejorro a Roy Harper por su adicción a las drogas.
Es forma de confrontar y evolucionar distintas visiones le da mas adultez al relato. Aunque sigue con un tono didactico y moralizante (mas atenuado) la polifonia da mas espacio a que, ahora si,el lector pueda pensar.
Presagio? Harbinger? Donde le dicen así?
Pues en mis comics en spanish castillian le dicen asi. No confundir con la Lilith de los Jovenes Titanes, que se llama Augurio. Cosas de las traducciones!
Sí, Harbinger en la edición de Zinco, Presagio en la de Planeta si no recuerdo mal. Como dice Drury,cosas de las traducciones.
Te agradezco mucho la reflexión Drury. Es una obra que me llama la atención pero tengo dudas sobre adquirirla o no, pero vaya, entre tu reflexión y el haberla podido hojear en la tienda es muy posible que me haga con ella en algún momento.
Sobre todo muy interesante lo que planteas sobre la polifonía y que no sea una crónica fiel a los hechos como la obra de Wolfman y Pérez, y que los narradores se contradigan entre sí. Es algo que me parece bastante sugerente.
A mi es lo que empezo a interesarme al leerla. Si no no me habria puesto a divagar mientras leia! Pero me parecio importante saber a lo que se va, lo que te vas a encontrar, la reseña de Gustavo Higuero también va por ahi. Invocar a otras obras puede llevarte a buscar lo que no vas a encontrar. Por lo que dices creo que te va a resultar interesante.
Saludos!
Y finalizo. Seré más breve:
Parte 3. Un relato mas introspectivo y centrado. Con menos ruido, furia y rencor hay más espacio para la sinceridad. Es refrescante que los afroamericanos pasen de victimas a un papel menos honroso con los coreanos. En general la estancia de Ridley en Japón le sentó bien. Resulta curioso que se opte por una visión «realista» de Katana y la Soultaker, la direccion contraria a la del canon actual.
Parte 4. Una historia muy bien contada, que recapitula y da forma a la historia que contó en su mayoría Rucka en su quizás cima creativa en DC, recordandonos lo bueno que era. Para llevar la historia a su terreno, cambia la historia sentimental de Montoya. Asumiremos que serán los reajustes por las Crisis multiversales.
Parte 5. Donde Ridley cierra el circulo inicia en la Parte 1 con la nueva generación. El ejercicio de sintesis tras tantos conflictos y contradicciones. Me parece que a Ridley no le gusta mucho Winnick. Por que han metido a personajes como Trueno y Grace bajo la alfombra?
Tengo que reconocer que, leida parte a parte, y como un personaje mas de la obra, mi primera impresión y mis prejuicios en base al autor y otras obras suyas me llevaron a unas expectativas que me fueron subvertidas entrega a entrega. A pesar de sus defectos, que los tiene (y quizas a alguno le estropee la experiencia lectora), ha resultado una lectura estimulante. Parafraseando a Gustavo Higuero, una obra que interpela y mueve a la reflexión. Es un buen motivo para leerla, supongo.
Saludos!
La verdad que me costó terminar de leerla, no porque fuera larga, que lo es, sino que, como dice Drury Walker, al ser una obra de tesis, se nota mucho cuando retuerce las cosas para que la «interpretación» sea favorable a su punto de vista. La historia de Dc no es ajena a cambios, reescritura y rebots, pero, al centrar su obra en momentos históricos específicos de la historia comiquera, para aquellos que si leímos esos comics en su momento, esta relectura que hace Ridley no sólo resulta, a veces chocante, sino incluso ofensiva.
A priori, los personajes elegidos me gustaban como narradores, pero creo que el autor no pudo o no supo caracterizarlos de forma correcta; sobre todo si los sitúa cronológicamente en períodos específicos de la historia, no sólo de DC sino también del mundo real.
La introducción de datos y hechos del mundo real, a priori, suena bien, de hecho hace que el lector se sienta interesado en averiguar más de la historia, pero, en ciertos casos, no me parece que estén bien ligados a la historia que quiere contar, con los personajes que lo narran, esto parece agarrado con pinzas.
En resumen, se nota que el autor tiene una visión política que quiere mostrar y plasmar en su obra, pero no creo, o por lo menos a mi no me parece, que esté bien realizada. Tal vez, es porque yo no soy el público objetivo de esta obra, y se nota.