Cuando empecé a escribir y dibujar Strangers in Paradise, reflexionaba sobre las relaciones entre hombres y mujeres. Reflexionaba sobre las chicas guapas que veía entre la gente… ¿Por qué sonreían? ¿Qué podía hacer que se quedasen de pie, bajo la lluvia, esperando a alguien? Reflexionaba sobre por qué hombres y mujeres repiten los mismos errores una y otra vez, en todas las épocas… ¿Por qué no los dejamos por escrito para que el resto de gente no pierda el tiempo cometiéndolos de nuevo?
Nadie mejor que Terry Moore para presentarnos su propia obra… Strangers in Paradise, la pequeña estrella del cómic independiente americano, dio sus primeros pasos de una forma bastante titubeante, pero donde ha llegado nadie lo imaginaba. Norma Editorial emprende la publicación de esta deliciosa serie recopilando en un solo tomo los 3 números que comprenden el primer volumen, y 9 del segundo, recuperando con este gran salto casi todo lo ya publicado en nuestro país. Este tomo incluye los 2 primeros TPB americanos: Extraños en el Paraíso (Strangers in Paradise) y Sueño Contigo (I Dream on You), con los que quienes aún no lo conozcan podrán ver bastante de lo que este cómic puede ofrecer.
Extraños en el Paraíso es la presentación, cargada de tópicos, de los personajes protagonistas y sus circunstancias: Francine, tierna, soñadora y siempre un poco demasiado ingenua, Katchoo, amiga suya de hace años, descarada y muchas veces agresiva, enamorada de Francine, y David, recién llegado a este estrecho círculo de amigos, quien rápidamente se enamora de Katchoo. Para acabar de entorpecer el triángulo amoroso, Francine vive enamorada de Freddie, su medio novio, que sólo la quiere para acostarse con ella…
Este primer arco argumental está desarrollado como una comedia típica, con desengaños amorosos, exageraciones, y algunos toques de absurdo, pero al llegar al tercer número encontramos migas de pan en las sábanas. Cuando creíamos conocer a los personajes, y el cómic en sí, nos damos cuenta de que ahí hay algo más, algo inesperado y que puede no ser agradable. La carismática y segura de sí misma Katchoo es arrestada, y es así que descubrimos que tiene antecedentes penales que no quiere recordar. Y así, con unas cuantas viñetas, nos damos cuenta de que en realidad no sabemos nada de ella.
Sueño Contigo, que compone la gran mayoría de este tomo, gira en torno a ese misterioso pasado. Moore sabe lo que quiere hacer, y no deja a un lado las preguntas que nos acabamos de formular, sino que las responde rápidamente, elegantemente, y muy dolorosamente. El pasado de Katchoo la persigue por partida doble, y tanto Francine como David se ven implicados en un turbulento asunto de mafias, donde el peligro es tangible. Terry Moore sabe en todo momento qué teclas pulsar para emocionarnos, nos hace creer que cualquier personaje puede morir, y alguno lo hace… incluso es capaz de hacer que esos personajes a quienes conocemos de hace un par de números nos importen.
Si Extraños en el Paraíso es un cómic poco destacable (el humor siempre es difícil, y en esta ocasión es más bien payasete), Sueño Contigo da una profundidad a los personajes digna de atención. Moore convierte ya desde el primer episodio, esa cómica historia de tres amigos enamorados unos de otros, en una algo completamente distinto, y nos relata una sencilla historia sobre la pérdida. Los personajes pasan a ser reales como la vida misma, con alguna que otra sombra detrás de sus sonrisas, con sentimientos creíbles, y reacciones que en ocasiones pueden ser sobrecogedoras por tan inesperadas y a la vez tan consecuentes. Como en la vida, por reír no dejamos de llorar, por sentirnos seguros no dejamos de tener flaquezas, y por ser buenas personas no dejamos de tener límites.
La narrativa visual también da un salto importante. Si bien cuando Moore hace comedia se «limita» hacer que la historia camine a través de las viñetas, sobriamente, cuando hace drama (o serie negra, o esas escenas melancólicas tan habituales, o acción…) experimenta constantemente con el lenguaje del cómic. Cambia el estilo del dibujo, altera radicalmente su composición de página, usa prosa, poemas, canciones… todo de creación propia. Y Moore siempre dibuja lo justo y necesario, marcando el ritmo de la historia, conteniendo al lector o animándole a leer más. Mención especial quiero hacer del climático tiroteo del penúltimo episodio, en el que cada viñeta señala un segundo que hemos de contemplar, y seguidamente sus consecuencias…
Si algo de esta reseña os ha llamado la atención, dadle una oportunidad. Y si aún no tenéis claro de qué va este cómic, os dejo con las palabras de Terry Moore:
Hoy en día aún reflexiono sobre todas estas cosas y sigo explorando los vastos misterios del corazón humano en las páginas de Strangers in Paradise. No importa si eres hombre o mujer, joven o viejo: todos tenemos un corazón, una mente, un alma. Todos tenemos que despertarnos por la mañana. Todos nevesitamos tener a alguien a quien le importemos, que nos haga saber que no pasamos por el mundo como fantasmas, invisibles, sin dejar huella. Todos necesitamos amor, porque sin amor no somos más que extraños en el paraíso.