Un refugio de cuento
«Sé mejor que nadie que los sueños no se hacen realidad».
La carta de presentación de TAKETOMI Tomo en nuestro país fue The mark of Watzel, un emotivo tomo único en el que se hablaba sobre el cáncer infantil y sus consecuencias a través de la historia del actor Jason Toy, a quien se le encarga que ayude a una niña a pasar los meses de vida que le quedan de la mejor manera posible. Fue Milky Way Ediciones la editorial que apostó por este título y es también la que ahora nos trae una nueva obra de Taketomi, El castillo a través del espejo, la adaptación al manga de la novela de fantasía y misterio homónima escrita por TSUJIMURA Mizuki —cuya película de animación se estrenará dentro de poco en el país del sol naciente—. Serializada originalmente en la revista Ultra Jump de Shueisha, la serie terminó con cinco tomos recopilatorios. El primero de ellos, publicado en español en julio, nos traslada a un escenario de fantasía, fascinante y un poco inquietante por los muchos secretos que guarda.
La vida de Kokoro se convirtió en un infierno cuando comenzó el instituto y sus compañeras de clase empezaron a hacerle la vida imposible. Pronto, incluso las amigas que había hecho dejaron de hablarle y enseguida la situación fue empeorando. Por eso, a Kokoro ahora le duele la tripa casi de manera constante y no se siente con fuerzas para ir a la escuela de apoyo: se pasa los días en casa, pensando que en el mundo no hay un lugar para ella. Sin embargo, cierto día, su espejo se ilumina y, cuando lo atraviesa, llega a un castillo de cuento a donde también han acudido otros seis adolescentes, más o menos de su edad. A todos los recibe una enigmática niña, el señor Lobo, quien les dice que pueden cumplir cualquiera de sus deseos si acceden a una misteriosa habitación. Para ello, deberán buscar la llave que la abre… y, además, solo uno de ellos podrá pedir lo que más ansía. Por otra parte, tendrán que respetar el horario impuesto por el señor Lobo y regresar a su casa en los tiempos marcados si no quieren recibir un castigo.
En este primer volumen de El castillo a través del espejo, nos adentramos en una historia que, con una atmósfera de cuento oscuro bastante conseguida, nos habla de temas espinosos y muy actuales. El acoso escolar es uno de sus pilares: a través de la protagonista, Kokoro, se nos muestran situaciones tremendamente complicadas. En su caso, los miedos, las dudas y la tristeza están plasmados a la perfección; todo lo que ha vivido tiene un reflejo no solo en su vida diaria, sino también en la nueva realidad que descubre al otro lado del espejo, pues no sabe muy bien cómo relacionarse con sus compañeros, si la aceptarán o no. En el tomo, se ahonda en sus emociones, bastante complejas. A medida que avanzamos en la lectura, vamos averiguando más sobre ella y su pasado, sobre lo que sus compañeras de clase le hicieron, y entendemos lo dura que es su realidad.
Pero este no es el único tema que se aborda en El castillo a través del espejo. Mediante la mirada y el sentir de Kokoro cuando empieza a conocer al resto de adolescentes del castillo, se nos plantean cuestiones sobre nuestros deseos y de qué forma nuestra libertad puede afectar a la de los demás e incluso, en ocasiones, coartarla. La historia de TSUJIMURA Mizuki propone en este punto líneas argumentales que suscitan interés. Pese a ello, por ahora, el tema de la llave y la habitación mágica, así como el resto de misterios que aguardan en el castillo, se mantienen en un segundo plano, aunque es probable que se desarrollen con más profundidad en los siguientes tomos.
Con respecto al resto de adolescentes, en este primer volumen no se nos dice mucho sobre ellos: solo conocemos lo que le cuentan a Kokoro, vemos cómo se comportan con ella y algún breve retazo adicional. Podemos intuir que cada uno tiene sus propios problemas y que, de alguna forma, el castillo del señor Lobo es una suerte de refugio para todos, pero poco más. De momento, esas ligeras pinceladas nos hacen sentir curiosidad por ellos: queremos saber cómo han acabado al otro lado del espejo y qué desean conseguir si encuentran la llave. Eso sí, es más fácil conectar con unos que con otros por su manera de comportarse con sus compañeros.
En cuanto al dibujo, TAKETOMI Tomo tiene un estilo bonito que destaca sobre todo en las escenas que transcurren en el mundo del otro lado del espejo. El ambiente de cuento está logrado no solo por el argumento en sí, sino también por la forma en que se trasladan a viñetas las habitaciones del castillo, sus muebles y el señor Lobo, ese personaje tan enigmático, oculto bajo su máscara. De todas formas, Taketomi también es capaz de generar otro tipo de atmósferas mediante sus trazos y la disposición de las viñetas. Por ejemplo, hay determinadas vivencias de Kokoro que resultan opresivas, sobrecogedoras, gracias a la utilización de las sombras, los detalles en los que se fija Taketomi y las expresiones de los personajes.
En resumen, en el primer volumen de El castillo a través del espejo se establecen unas bases interesantes para la historia: tanto los misterios del propio castillo como los de cada personaje, además del pasado de Kokoro, que se plasma en las páginas con acierto. Veamos por qué derroteros continúan los cuatro tomos restantes, pero, de momento, el primero deja buen sabor de boca.
Lo mejor
• La capacidad de TAKETOMI Tomo para crear atmósferas con su bonito dibujo.
• La manera en que se reflejan los sentimientos de la protagonista después de haber pasado por situaciones bastante complicadas.
Lo peor
• Se nos dice poco sobre el castillo y sus misterios, así como sobre algunos de los personajes, por lo que puede dar la impresión de que el tomo es demasiado introductorio en este sentido.
Guión - 7.8
Dibujo - 8
Interés - 7.9
7.9
El primer tomo de El castillo a través del espejo ofrece una historia con aires de cuento oscuro que trata temas tan importantes como el acoso escolar.
