Acción, Risas y Jim Starlin
2017 era un año en el que Los Guardianes de la Galaxia estaban en la cresta de su popularidad. Creados en el año 2008 (si atendemos a su formación más actual y no a su auténtico origen) por Dan Abnett y Andy Lanning, estos parias espaciales que a duras penas formaban un grupo superheroico funcional, vivieron entre los años 2006 (irrupción de Aniquilación de Keith Giffen) y 2010 una auténtica era dorada que convirtió las series en las que aparecían sus personajes en lo mejor de Marvel de su año, aunque esa reivindicación llegara más tarde de lo debido.
Cuando en 2014, Disney necesitó una película de Marvel para el verano que empezara a explorar el espacio exterior dentro de este cosmos compartido de ficción, no dudó (a falta de Cuatro Fantásticos) en elegir a Los Guardianes de la Galaxia para esta misión. Bastaba con adaptar mínimamente sus divertidas aventuras llevadas a cabo por DnA y unir de alguna manera lo que ocurría en su película con lo que habíamos visto en la primera película de Los Vengadores.
Además, al ser estos guardianes un grupo que ni siquiera era muy conocido entre los fans de los cómics de Marvel, si la película fallaba en tanquilla, siempre podían olvidarse de sus personajes y pasar a otra cosa.
Sin embargo, la película fue un auténtico éxito, poniendo a Star-Lord, Gamora, Drax el Destructor, Groot y Mapache Cohete en el punto de mira de fans tanto del MCU como la Casa de las Ideas, otorgando al grupo superheroico espacial una popularidad de la que no había gozado jamás.
En esa tesitura, fue necesario que los cómics acompañaran al éxito en cines, y por eso, en 2013 Brian Michael Bendis, guionista de éxito de la editorial, fue contratado para escribir las nuevas aventuras de Los Guardianes de la Galaxia. Desgraciadamente, y como ya hemos comentado varias veces en esta casa, su etapa fue en el mejor de los casos anodina, y en el peor, literalmente ramplona y mala.
Bendis jamás llegó a comprender a los Guardianes, ni esa mezcla de humor y tragedia con espíritu de grupo que tan bien manejaron DnA, y a pesar de contar con grandes dibujantes firmó una etapa muy largo que prácticamente todos los lectores, deseábamos que acabara pronto.
De este modo, en 2017, y ya con Bendis fuera de la colección (y prácticamente de Marvel), la Casa de las Ideas recurrió a Gerry Duggan, prolífico y talentoso guionista que venía de firmar una divertida etapa en Deadpool para que se ocupara de los Guardianes de la Galaxia, lo que hizo en una etapa controvertida que empieza en el tomo objeto de la presente reseña.
Lo primero que Gerry Duggan realiza al llegar a la colección es poner orden en el grupo, reuniendo a sus miembros más conocidos y populares gracias al cine y enfrentándolos a una auténtica amenaza cósmica, la de la Guerra entre el Coleccionista y el Amo del Juego. De este modo, Duggan comenzó con los Guardianes con una táctica que ya usaron DnA en su etapa y que nunca falla: Recurrir a los conceptos y creaciones de Jim Starlin.
Con un tono jocoso y directo, pero empapándose bien de cosmología marvelita, Duggan realizó un buen uso de los altos conceptos starlinianos devolviendo la épica a unos Guardianes que hacía mucho tiempo que la habían perdido. Por si esto fuera poco, el escritor trajo de vuelta al Cuerpo Nova, al que como hicieran DnA en su día, otorgaba más importancia más allá de Richard Rider y Sam Alexander, y además, retomó una trama de DnA que quedó inconclusa: La de los Halcones Estelares.
Con estos ingredientes, y el grupo de grandes dibujantes que lo acompañaban, entre los que se encontraba Rod Reis, Greg Smallwood, Chris Samnee o Aaron Kuder entre otros, el comienzo de esta etapa prometía muchísimo, pareciendo incluso que los Guardianes de la Galaxia habían regresado a aquellas raíces que conocieron con el reboot llevado a cabo por Abnett y Lanning.
Sin embargo, y como pronto veríamos en los sucesivos tomos, la Cuenta Atrás al Infinito se acercaba, y con ello un nuevo evento editorial, aquel que pondría a los Guardianes y a Duggan en el centro del mismo y que desgraciadamente, lastraría sobremanera su colección.
Lo mejor
• La vuelta a las esencias del grupo.
• La mezcla de humor y altos conceptos starlinianos.
• El rescate de tramas olvidadas de etapas previas.
Lo peor
• Excesivo baile de dibujantes, aunque todos ellos muy solventes.
• Que esta etapa acabara mucho peor de como empezó.
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 7
7
Entretenido
Gerry Duggan, acompañado de varios dibujantes, comienza su andanza al frente de los Guardianes de la Galaxia.