El Escuadrón Suicida – Orígenes Secretos Vol.II

Todos tenemos una historia detrás, incluso los villanos.

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Edición original:Detective Comics núm. 300, Suicide Squad núms. 25 y 44, Booster Gold núms. 1-4, The Flash núm. 117, The Vigilante núms. 34-38, Vigilante Annual núm. 2, Secret Origins núms. 14 y 46, The Brave and the Bold núm. 28 USA(DC Comics, 1960 – 2019)
Edición nacional/España: El Escuadrón Suicida: Orígenes Secretos Vol. II (ECC Cómics, 2022)
Guion: Bill Finger, Dan Jurgens, David DeVries, Gardner F. Fox, Gerard Jones, John Broome, John Ostrander, Matt Kindt, Paul Kupperberg
Dibujo: Carmine Infantino, Chuck Patton, Curt Swan, Dan Jurgens, Denys Cowan, Luke McDonnell, Mike Sekowsy, Patrick Zircher, Ross Andru, Sheldon Moldoff, Todd Smith
Entintado: Charles Paris, JOe Giella, Murphy Anderson, Dave Hunt, George Freeman, Kyle Baker.
Color: Carl Gafford, George Freeman, Taijana Wood.
Traducción: Fabian Ricardo Rodríguez Piastri.
Formato: Cartoné, 448 páginas. A color. 41,00 €

El pasado del mal

En marzo de este año se puso a la venta un segundo volumen que venia a complementar al ya publicado con los orígenes de algunos de los miembros vistos en la película dirigida por James Gunn. Llegamos con retraso, pero nunca está de más rescatar una publicación de hace un tiempo por tener en su interior trabajos inéditos e interesantes desde un punto de vista histórico tanto para los personajes como para los lectores.

En este segunda entrega vamos a empezar por hablar un poco de la edición pues hay algunos aspectos que dejan algo que desear.

Se vuelve a poner las portadas de los números incluidos en tamaño reducido y al final del tomo. Se hubiera ganado mucho poniendo la portada en el punto adecuado en el interior del tomo, así como un texto algo más extenso de posicionamiento a las obras que se han encartado en el tomo de acara a facilitar el aterrizaje de aquellos lectores menos versados en el Universo DC. Son dos aspectos que consideramos son relevantes y que añaden un valor a la recopilación y que de nuevo afean el conjunto del tomo.

Dejando ya de lado los aspectos meramente adscritos a la edición de la obra, pasamos a desgranar que se puede encontrar en este tomo a nivel de obras.

En la ficha de este reseña se pueden ver desgranados los distintos cómics que se incluyen, de manera que se completan los orígenes de todos los personajes, variopintos como poco, que hacen acto de presencia en la cinta del grupo más impredecible del Universo DC. Para la ocasión tenemos personajes sobradamente conocidos por los lectores, mientras que por otro hay personajes con apariciones realmente minúsculas, enfrentados a otros de diseño y poderes absolutamente de fantasía. Y además, hay hueco para conocer mejor la primera aparición, que no origen, del villano de la función.

Arrancamos visitando el año 1962 en el que Bill Finger al guion, con dibujos de Sheldon Moldoff, se hacen cargo del Detective Comics #300, para dar forma a un villano que sigue la variopinta estela de los muchos que pueblan la nutrida galería del Hombre Murciélago. Nos referimos al Hombre Moteado (que en la película aparece adecuadamente adaptado para la ocasión), intentando hacerse un nombre entre los criminales de Gotham con un plan a prueba de fallos.

Finger escribe un relato adscrito a la más vieja tradición en el que las dotes dotes atléticas de Batman debían, además, dejar espacio a las dotes detectivescas, de tal forma que quedara un relato equilibrado entre ambas facetas. El villano supera a Batman, pero sus crímenes siguen patrones que Batman es capaz de vislumbrar y con ello adelantarse y proceder a su detención.

El villano no posee podres propios, sino que son fruto de la tecnología, explicada de manera algo burda, pero eficaz, con tal de dar paso a lo que de verdad se desea contar. Finger, narrador nato, compone un relato al estilo de los años 60, con un ritmo narrativo adecuado con el que mantener al lector dentro de una historia que, vista hoy en día, se muestra algo repetitiva, ingenua incluso, pero no falta de talento.

El siguiente en la lista es el Capitán Bumerang, que hace que saltemos en el tiempo, hasta el Suicide Squad #44, de 1990, con guion de John Ostrander y dibujos de Luke McDonnell, que relatan el origen del villano al acudir al funeral de su padre en Australia.

Ostrander aprovecha el funeral para saltar en el tiempo y retroceder a la infancia de Harkness, de forma que podamos adentrarnos en sus primeros años en los que se forjó el criminal que acabaría siendo. En esos momento, el personaje ya gozaba de cierto favor entre los electores, la serie de Ostrander llevaba años de recorrido editorial y había desarrollado profundamente a Harkness en el grupo de Amanda Waller. Conocer su pasado resultaba una forma de entender más y mejor a este ladrón cuyos primeros pasos también se pueden ver en este tomo al incluir The Flash #117 (1960) en la que se explican las razones del traje y como llegó a hacer uso de los bumerang para hacer carrera como delincuente, junto con su primer enfrentamiento con el Velocista Carmesí.

Dos números que se complementan y que realizan una profunda radiografía emocional y personal del villano de Flash. El trabajo de John Bromme y Carmine Infantino en The Flash, resulta especialmente revelador por ser un trabajo con más de sesenta años a las espaldas que resulta una lectura de lo más estimulante dentro de los cánones del momento.

Resulta complejo no acabar de leer estas dos entregas y no tener una visión totalmente distinta del villano. En ambos su faceta humana queda expuesta, descriminalizando, en cierto grado, del ladrón de carácter huraño y malhablado…

De estas primeras entregas se puede añadir que tanto la entrega de Detective Comics como la de Flash estaban inéditas en nuestro país.

Y por no dejar lo inédito de la lado hablemos de una serie que estaba prácticamente inédita en nuestro país, salvo un par de episodios puntuales, emparentados con el evento de Millenium, publicado inicialmente por Zinco a medidos de los años 80. Nos referimos a Booster Gold, el personaje creado por Dan Jurgens, que gozó de serie propia (en 1986) en solitario tras Crisis, a la espera de alcanzar el estrellato mediático y el cariño de los lectores, en la JLI de la mano de Keith Giffen y J.M. DeMatteis.

En este tomo tenemos los primeros cuatro números de este atípico superhéroe que traía tras de si un halo de misterio, pues no se definía bien de donde había sacado sus poderes, luciendo ciertos elementos asociados a la Legión de Superhéroes, y cuyos intereses estaban más ligados a la fama que al altruismo heroico. Sin embargo, la inclusión de estos números responden a la aparición del villano Blackguard, cuyo diseño y poderes resultan poco inspirados, pero que sirve para conocer la primera aparición de este matón a sueldo de la organización conocida como Los 1000.

Jurgens juega con el lienzo en blanco del que dispone para conjugar todos los aspecto básicos del género y añadirle nuevos elementos de cosecha propia. Booster necesitaba distanciarse de lo ya visto y leído hasta ese momento y con los añadidos extras de un pasado desconocido y unos poderes que despertaban dudas, así como su forma de ver la vida, se convertía en algo totalmente nuevo. No hay que olvidar que estamos ante el primer personaje creado tras Crisis que alcanzó relevancia y esa losa había que superarla con todo tipo de argucias.

Por lo demás el villano resulta plano y no se narra origen alguno, sino solo su primera aparición en un cómic. El héroe de la serie lo fagocita todo y al final es lo que de verdad importa, poder leer los inicios de Booster en el Universo DC.

No dejamos el año 1986 porque le llega el turno a Vigilante, incluido en el tomo no porque haga acto de presencia en la película, sino más por su aparición en la serie de TV dedicada al Pacificador. Se trata de un personaje creado por Marv Wolfman y George Pérez en New Teen Titans Annual #02 de 1983. En realidad no se trataba del primer personaje que respondía a este nombre, pues previamente hubo otro justiciero, Greg Saunders, creado en 1941 en Action Comics #42 por Mort Weissinger, que operaba en el salvaje oeste.

Los números que se incluyen en el tomo no son los iniciales de sus serie regular en solitario, sino son números en los que el primer portador de la máscara, el abogado Adrian Chase, ha dejado de lado su identidad justiciera para ser asumida por un alguacil que responde al nombre de Dave Winston. La selección de estos números resulta curiosa porque no estamos ante el origen de Vigilante, sino más bien ante una historia en la que se refuerzan los motivos por los que Adrian Chase es Vigilante. Es el arco más extenso del tomo y permite vislumbrar a la perfección el tono por el que discurría una serie que bien podría recuperarse para el mercado nacional. Desde la publicación por parte de Zinco en 1986, que publicó en 31 entregas un total de 36 números USA, Vigilante no ha vuelto a poder verse en las tiendas.

Un arco crudo, duro, violento, extremo incluso, que explora el concepto del antihéroe en toda su extensión, alejándose de otras figuras similares del cómic. Puede que no se vea el origen de Vigilante, aunque se comenta y explica en varias ocasiones en este arco, pero sirve como radiografía de una de las encarnaciones más interesantes de este personaje. Cabe decir, para terminar, que hay dos entregas inéditas en el tomo pues si Zinco editó hasta el número 36 USA, aquí aparecen tanto el 37 como el 38 de la colección.

Salto temporal que nos lleva a los Nuevos 52 (2014) y la serie dedicada al Escuadrón Suicida, escrita por Matt Kindt y dibujo de Patrick Zircher, que centran su atención en la figura del Pensador. Se trata de un relato en el que el grupo busca a OMAC en una misión orquestada por el Pensador en oposición al grupo que maneja una Waller controlada por el propio Pensador. Un enfrentamiento que define las singularidades del personaje en su manifestación más cercana a la vista en la película del grupo y que tampoco profundiza en aspectos iniciáticos del personaje sino que, al igual que con el villano de Booster, se trata de su primera aparición (aunque en realidad esta se produce en el número 24), de esta encarnación. El personaje se presentó en sociedad en el año 1943 en al serie de All Flash #12, de la mano de Gardner Fox y el dibujante E.E. Hibbard, bajo el nombre Clifford DeVoe. Hubo versiones posteriores del mismo con otros alias, como el que se pudo ver en Firestorm #11 (1978). En definitiva un paseo breve y poco vigorizante alrededor de la figura del Pensador. Se hubiera degustado más el ver y leer esa primera aparición del personaje, aunque se entiende que se ha buscado usar la versión más cercana en aspecto a la cinematográfica.

Y ahora toca irnos a visitar una serie que en DC se explotó con entusiasmo, pues servía como puente de entrada para muchos lectores que buscaban saber cuales fueron los orígenes de sus personajes favoritos. Nos referimos a Secret origins.

Los dos números que hay en el tomo pertenecen al segundo volumen de la colección y se datan en 1987 y 1989. El primero rescata el origen de Rick Flag, comandante campo del Escuadrón Suicida de Waller, que vienen a realizar un recorrido por su pasado empezando por el que tuvo su padre, a fin de marcar de forma clara y directa las motivaciones para estar donde está y asumir los riesgos que asume. Un recorrido que también es el del propio Escuadrón Suicida desde que fuera denominado Fuerza Especial X a su encarnación más reciente como herramienta gubernamental.

La segunda entrega de esta serie nos lleva al año 1989 y a una historia de la Legión en la que se narra el origen de su particular base de operaciones. En esta historia es donde aparece el personaje al que se puede ver en el cinta de Gunn, el Chico Brazos Extraíbles, que se presenta como posible nuevo miembro de los legionarios. Su aparición es breve, muy breve, pero suficiente como para que Gunn lo rescatara para darle un espacio en su versión cinematográfica. No es un origen, es una primera aparición, pero una de las más increíbles de cuantas se pueden leer en el tomo.

Y hemos dejado para el final el cómic mítico que cierra la obra. Mítico porque en el se presentó a la Liga de la Justicia de América por primera vez, sin intervención de Batman y Superman, pero que sentó las bases para que acabaran lanzando una serie regular de un grupo que, hoy en día, forma parte del imaginario de los lectores de DC.

Hablamos de The Brave and the Bold #28 (1960) escrito por Gardner Fox y dibujado por Mike Sekowsky, en el que se presenta en sociedad a Starro, el villano de la función tanto en este cómic como de la cinta de Gunn, que hace aquí acto de presencia por primera vez, aunque no se explique su origen, detallándose todos sus poderes y el peligro al que expone al mundo.

Los héroes hacen equipo y batallan por separado contra los duplicados de Starro, coordinados por Flash, en una historia en la que todos tienen sus parte de protagonismo… todos salvo si hacemos foco en Aquaman cuyo papel queda más que relegado a un par de intervenciones muy anodinas. Lo interesante de este cómic es ver como define a Starro y como se hace uso de conceptos científicos reales para dar con la solución final contra las intenciones del alienígena. Una pedazo de historia del Universo DC y de la propia editorial, que define la idea del equipo de héroes coordinados para hacer frente a amenazas de gran magnitud.

Un tomo que aúna trabajos inéditos con otros de publicación esporádica, pero que encierra en su interior historias de fuerte calado histórico y de interesante factura. Lo que hace ganar valor a esta recopilación es ese factor doble que atesora por ser una obra que permite ver de un vistazo como se definieron algunos de esos personajes que hoy en día gozan de éxito gracias a su salto a la gran pantalla. Algo que nadie podía esperar cuando vieron la luz por primera vez.

Lo mejor

• Poder disponer de material inédito.
• La lectura del pasado de alguno de los personajes con más recorrido del Universo DC.
• La sensación de estar leyendo un libro de historia.

Lo peor

• Una edición deficiente en contenido previo de contextualización.
• Lo de las portadas reducidas, es un verdadero dolor visual.

Edición original:Detective Comics núm. 300, Suicide Squad núms. 25 y 44, Booster Gold núms. 1-4, The Flash núm. 117, The Vigilante núms. 34-38, Vigilante Annual núm. 2, Secret Origins núms. 14 y 46, The Brave and the Bold núm. 28 USA(DC Comics, 1960 - 2019) Edición nacional/España: El Escuadrón Suicida:…
Guion - 7.5
Dibujo - 7
Interés - 9

7.8

Historia.

Un tomo que viene a cerrar lo iniciado con el primer volumen y que rescata obras inéditas e históricas dentro de la carrera editorial de DC Comics. Un mirada al pasado reciente y al los cada vez más lejanos años 60, para descubrir los inicios de personajes que hoy en día gozan de fama y reconocimiento.

Vosotros puntuáis: 7.76 ( 4 votos)
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Jaime Sirvent
Jaime Sirvent
Lector
16 octubre, 2022 18:23

Vaya con ecc,cuesta cogerles cariño,no lo ponen nada fácil. Sacan un tomo majo con material inédito en muchos casos y lo empañan poniendo las portadas al final y jibarizándolas y sobre todo omitiendo artículos de contextualización muy necesarios cuando se saca material tan añejo y desconocido.

Buen trabajo por la reseña,muchas gracias por ella,saludos.

qwerty
qwerty
Lector
18 octubre, 2022 14:47

Una duda, sólo las portadas están jibarizadas o es el propio cómic el que tiene ese formato?

Jaime Sirvent
Jaime Sirvent
Lector
En respuesta a  qwerty
19 octubre, 2022 14:05

Según he entendido el formato es el normal y las portadas están reducidas al final de la obra en vez de intercaladas después de cada número.

qwerty
qwerty
Lector
En respuesta a  Gustavo Higuero
20 octubre, 2022 9:29

Ok, ok. No es tan grave como me temía, entonces. Muchas gracias a ambos.

Drury Walker
Drury Walker
Lector
23 octubre, 2022 12:13

Dije en su momento que ECC no tendria el valor para publicar el numero con la primera aparicion de Mr. Moteado y lo ha publicado. Parece que al final no es una cuestion de valor!