Amor maternal en las favelas.
«Ella vale más muerta que viva. Tal vez estaría más segura en la cárcel.»
Aunque con sus anteriores trabajos ya había saboreado las mieles del éxito, el nombre de
Marcello Quintanilha nació en Nitéroi una localidad situada en el estado de Río de Janeiro en 1971. Autor autodidacta en 1988 publica en la revista Mestre Kim sus primeras historias firmadas con el seudónimo de Marcello Gaú. A lo largo de la siguiente década, aunque trabaja en animación continuado publicando comics e ilustraciones de manera regular en cabeceras como de su país como General, General Visão, Nervos de Aço, Metal Pesado, Zé Pereira y alguna extranjera como Heavy Metal. En 1999 ve la luz Fealdade de Fabiano Gorila, su primer trabajo largo en el que nos contaba las experiencias de su padre como jugador de futbol en los años cincuenta. Gracias a que François Boucq le propuso enviar páginas de muestra a las editoriales francesas a principios del nuevo siglo comienza a trabajar en la serie Sept balles pour Oxford, un thriller guionizado por Montecarlo y Jorge Zentner que se prolonga durante siete álbumes. Para estar más cerca de sus guionistas 2002 decide irse a vivir a Barcelona, donde sigue residiendo hasta la fecha. Desde la ciudad condal ha proseguido con su carrera como historietista creando obras tanto para Brasil (Salvador, Sábado dos meus amores, Almas públicas, Tungsteno, Talco de vidro, Hinário Nacional) como para Francia (Mes chers samedis, L’Athénée, Les Lumières de Niterói). Hasta ahora España habíamos podido leer gracias a La Cúpula Tungsteno, galardonada con el premio al Mejor Polar del festival de Angoulême 2016 y Talco de vidrio. Además de a los cómics también ha trabajado como como ilustrador para periódicos como El País y La Vanguardia y en 2020 publico Deserama, su primer libro como novelista.
La obra de Quintanilha nos cuenta la historia de Márcia, una enfermera que vive en una favela de Rio, junto a su novio Aluísio, y su hija, Jaqueline, fruto de una relación anterior. La relación entre ambas es muy complicada ya que Jaqueline tiene un carácter bastante conflictivo y se relaciona con miembros de una de las bandas de la favela. Esa tumultuosa convivencia se ve agravada cuando Márcia descubre que han detenido a su hija por un robo en que también están implicados criminales de alto nivel y policías corruptos. Sin embargo, Márcia no está dispuesta a dejar sola a su hija y hará todo lo que este en su mano para ayudarla, aunque le obligue a tomar decisiones muy difíciles que alteraran de manera irreversible su vida.
Estamos ante un cómic extraordinario en el que brilla con luz propia su protagonista, Márcia, un ejemplo de mujer abnegada y fuerte, que no se arruga ante la adversidad. Las circunstancias la obligan a comportarse como una heroína, aunque esa no sea para nada su vocación. Todo un ejemplo de mujer llena de humanidad, que ojalá sirva como acicate para que nos sigan llegando obras desde el mercado francófono protagonizadas por personajes tan reales como ella y vayamos dejando de lado los héroes más tradicionales. Como ya nos ha acostumbrado en sus otros trabajos tenemos una historia que se construyendo poco a poco, en la que prima el retrato psicológico de cada uno de los personajes que la protagonizan, lo que nos permite observar la manera en la que cada uno de ellos ve el mundo y como les afecta lo que sucede a su alrededor, de manera que somos nosotros los lectores quienes debemos juzgar lo que vemos, no Quintanilha, que se limita a relatarnos los hechos como un simple observador guiado únicamente por la honestidad del relato. Esa brillante construcción de los personajes hace que nos resulten muy reales y nos preocupemos del destino de Márcia, pero también del de Jaqueline, aunque esta última sea un personaje realmente odioso y algunas de sus reacciones parezcan algo forzadas, y del resto de protagonistas como Aluísio.
Se trata de una historia de ficción asienta sus bases en la realidad, por eso descubrir una historia real similar en las noticias no resultaría ninguna sorpresa. Desde una trama con toques de género negro nos ofrece una certera radiografía de la desigualdad social de las favelas de Brasil. Un problema que tiene su origen en el período dictatorial (1964 – 1985) y que se ha convertido en algo endémico con una solución realmente compleja. Sin embargo, pese al drama y la acción de la historia también hay espacio para el humor, presente sobre todo en alguno de los diálogos de Jaqueline, e incluso para un toque poético y romántico.
Otro de los puntos fuertes de Escucha, hermosa Márcia es el apartado gráfico, en particular el uso del color. Quintanilha opta por usar una paleta de color reducida con la que dibuja la mayor parte de lo que vemos en las viñetas, dejando las líneas y trazos para dar más definición a algunos detalles, pero con muy pocos elementos. Es decir, usa el color para dibujar, algo poco habitual en los cómics procedentes del mercado francófono. Un cambio bastante radical con respecto a sus anteriores trabajos, pero con un resultado espectacular. Hay que destacar que es su primer trabajo por completo en digital. Sin embargo, dibujar con el color no resulta el uso más llamativo que hace de él, ya que opta por usar colores que no son los que corresponden con el mundo real, como el de la piel de los protagonistas que es violeta o el cielo verde. Aunque resulte paradójico esta decisión, en lugar de conseguir que una historia tan apegada a la realidad como esta adquiera un tono de irrealidad, hace justo lo contrario y sirve como fiel reflejo de la situación tan extraña que ha vivido Brasil en los últimos años y que ha posibilitado el gobierno de ultraderecha de Bolsonaro, que además de acrecentar las desigualdades ha convertido al país en un polvorín a punto de estallar.
Con Escucha, hermosa Márcia Marcelo Quintanilha ha firmado uno de los cómics más estimulantes que hemos podido leer en los últimos años y que ha supuesto un enorme salto de calidad en su carrera en todos los aspectos. Una joya llena de vida que exuda realidad y cuya lectura que nos debería servir para dejar de lado los tópicos sobre Brasil. Además, nos permite conocer a Márcia, una protagonista que representa todo el amor maternal y la ilusión por vivir pese todos los problemas y dificultades.
Lo mejor
• Márcia, un personaje inolvidable e irrepetible.
• La manera en el que el autor brasileño nos acerca una realidad que desconocemos, alejada de tópicos y prejuicios.
• La paleta de color elegida, tan irreal como acertada.
Lo peor
• Algunos de las acciones de Jaqueline pueden parecen poco creíbles.
Guión - 9.5
Dibujo - 9.5
Interés - 10
9.7
La vida en colores.
Marcello Quintanilha firma uno de los mejores cómics de los últimos años con una historia que nos transporta a las favelas de Brasil, pero mostrarnos las desigualdades sociales del país y a una mujer a la que el amor maternal le da fuerzas para enfrentarse a cualquier obstáculo.
Maravilloso, apabullante, me hinché d llorar. Gracias por la reseña, muy acertada