La construcción del Acertijo
«You matter»
El Acertijo es uno de los enemigos clásicos de Batman. Por detrás del Joker, Dos Caras y el Pingüino, y a un nivel parecido al de Bane, Espantapájaros o Ra’s al Ghul. No hablamos de preferencias personales o de peligrosidad.
The Riddler debutó en el Detective Comics #140 (1948). Se trata de uno de esos personajes que parten de una muy buena idea en una época diferente, más inocente y pura. Su idiosincrasia encaja con la distorsión de los enigmas de las historias de misterio. Se trata de un villano que supone un reto intelectual para Batman y para los guionistas.
El paso de los años ha supuesto una dificultad para adaptar este tipo de personajes ya que se basan en una sola idea. El recurso fácil de la locura para los villanos de Batman a veces supone un empobrecimiento del personaje y la trama y una auténtica prueba de fe para el lector que bajo el paraguas de la psicopatología debe tragar con giros argumentales poco verosímiles.
En la película The Batman el Acertijo es el villano titular. Al tratarse de una película mucho más cruda, oscura y con una intención más realista, se optó por un Riddler totalmente fuera de sus casillas. Interpretado por un Paul Dano histriónico y sociópata que cree funcionar en la misma frecuencia que un Batman bastante pasado de vueltas, también.
Aprovechando el éxito de la película y el personaje el actor ha escrito un cómic en el que explica cómo cree él que tuvo que ser el pasado del Acertijo que él interpretó.
¿Qué vemos en el cómic?
Pues tenemos a Edward como un apocado oficinista, humillado y arrinconado por su jefe, un tipo elegante, guaperas y algo caradura que se aprovecha del trabajo de Edward.
Éste no deja de acumular rencor y frustración, de sentirse alienado y despreciado por un sistema (laboral o social) que le ningunea. Sin embargo, Edward tiene su rincón de paz, su zona de confort en los acertijos y pasatiempos.
El guion de Dano adopta un punto de vista subjetivo. La historia es narrada por el protagonista en primera persona por lo que asumimos su aislamiento. La idea es que le han empujado a la maldad. Hay una idea filosófica ahí sobre el humanismo y el origen del mal. La sociedad, el entorno y una estructura artificial como es la de una organización empresarial estimulan y premian comportamientos que pueden afectar psicológica y psicopatológicamente a otros. En este caso a Edward.
El guion de Dano tiene referencias cinematográficas y guiños al film. En algunos momentos parece visitar lugares comunes pero parece que quiere redimir a un personaje que por lo que sabemos de la película, se trata de un asesino de masas.
Se le notan poco los defectos al guion gracias al dibujo de Stevan Subic que multiplica el efecto enfermizo y personal de la trama. Tanto la narrativa como el uso del color transmiten emociones y la sensación de alienamiento de Edward. El dibujo busca un extraño cruce entre el realismo y efectos oníricos para aumentar la sensación de subjetividad. La mezcla de recursos y técnicas gráficas que nos recuerdan a Bill Sinckiewicz.
Se trata en definitiva de un cómic interesante porque complementa la película desde el punto de vista de la construcción del personaje. Se trata de una aproximación, cuanto menos novedosa, pero es que además configura en tebeo entretenido y bien escrito, aunque no sea una obra maestra. El punto fuerte y lo que merece el precio de la obra es el dibujo de Subic, un dibujo experimental que procura no solo explicarnos lo que ocurre si no que busca generar emociones en el lector para que pueda ponerse en el lugar del protagonista y absorber su manera de percibir el mundo.
Lo mejor
• El dibujo de Stevan Subic.
• La orientación del personaje por parte de Paul Dano.
Lo peor
• Las dudas que pueda generar una continuación.
Prometedor.
Guion - 7.5
Dibujo - 8.9
Interés - 8
8.1
Dano y Subic nos muestran una radiografia de como un entorno hostil puede convertir a un apocado oficinista en un asesino de masas.
