Ya pronto se acerca la Navidad; un tiempo en el que, más allá de las convicciones religiosas de cada uno, gusta estar en familia y hacer cosas por nuestros allegados, al tiempo que recordar a los más necesitados. Y aunque personalmente opino que la solidaridad hay que demostrarla todos y cada uno de los días del año, considero que es una época tan buena como cualquier otra para destacar esa acción solidaria que ha emprendido Médicos sin fronteras (MSF a partir de ahora) llamada Pastillas contra el dolor ajeno. Una acción que vi por primera vez hace unos días a través de un emotivo anuncio protagonizado por el tristemente fallecido Luis Garcia Berlanga en el cual veíamos al director de cine haciendo un recuento de las diferentes pastillas que debía tomarse –algo normal en un hombre de su edad– aunque hacía especial hincapié en la que para él era la más importante: la pastilla contra el dolor ajeno.
De esta forma tan inteligente a la vez que emotiva la organización MSF nos enseña unas píldoras que pueden adquirirse en la farmacia al irrisorio precio de 1€; unas pastillas que realmente son seis caramelos de menta que ayudaran a mitigar ese mal que muchos padecemos cuando llegan a nuestros oidos datos tan tristes como que hay 14 enfermedades marcadas por la Organización Mundial de la Salud como ‘olvidadas’; y que aunque en muchos casos ya tienen solución a modo de medicinas, éstas no llegan especialmente a países menos desarrollados, ocasionando más de 14 millones de muertes cada año.
Con el objetivo de intentar ayudar a combatir estas enfermedades, MSF destinará la recaudación de estas pastillas a combatir seis de esas catorce enfermedades: la leishmaniasis visceral (kala azar), la enfermedad de Chagas, la tripanosomiasis humana africana (enfermedad del sueño), la tuberculosis, la malaria y el sida infantil. La forma de ayudar en tan noble campaña es acercanos a la farmacia más cercana y adquirir una caja de estas pastillas, pues el precio, como os decía, es muy bajo en comparación con el bien que puede llegar a hacer entre los más necesitados.
Desde ZN no sólo aplaudimos la iniciativa llevada a cabo por MSF sino que de forma 100% altruista colaboraremos con la colocación de un banner para que todos nuestros lectores lo tengan bien visible y piensen en pedir las pastillas la próxima vez que vayan a la farmacia. Pensad en esos 14 millones de muerte anuales y en el valor real de ese euro que teneis en las manos.
Yo entré en la página para informarme, pero aún no sé nada, a ver si tú sabes algo al respecto Raúl: ¿qué porcentaje del precio de venta va para la campaña? ¿O es íntegro? No he encontrado desde que vi el anuncio de Berlanga nada por la red…
Hola Samanosuke, mañana tengo que llamarles así que preguntaré ese dato del % destinado, en la página 4 y 5 del dossier informativo se dan detalles al respecto: «El objetivo de la campaña es estimular la conciencia de la sociedad española sobre la falta de acceso a medicamentos básicos en los países en vías de desarrollo y, también, dar la oportunidad a los ciudadanos de solidarizarse con todas estas personas a través de la compra de estas “Pastillas contra el dolor ajeno”, cuyo precio simbólico irá directamente destinado a financiar proyectos de tratamiento de enfermedades olvidadas.» Pero no se deja claro el %, si se indica eso si que han involucrado al máximo de entidades supongo que para que el importe destinado sea el mayor posible del euro que vale la caja.
Hola Raúl, yo sí he encontrado información al respecto en la página de esta farmacia… de cada euro invertido, 91 céntimos irán directamente a paliar las enfermedades. Los 9 céntimos restantes se dedican a sufragar los gastos de producción y distribución de la caja con los caramelos, que empresas colaboradoras como Damel y Germinal proporcionan, y los farmacéuticos ponen su granito de arena no ganando nada con la venta de cada caja; es decir, que no ganan nada por venderla. Un saludo.
En la cajetilla de las pastillas pone: «Gracias a tu aportación, cada caja de pastillas se convierte en 1€ de ayuda médica para personas que sufren enfermedades olvidadas.«
Entiendo pues que el importe íntegro va destinado a la causa, supongo que se ha conseguido este logro porque como indica el dossier informativo han involucrado a toda la cadena de producción: «Se han unido al proyecto la empresa Damel (fabricante de los caramelos), la Fundación ROSE Caja Mediterráneo, la empresa Cartonplex (impresor del cartón), la empresa M-real (fabricante del cartón), Grupo Caliche (transporte y almacenaje previo al envío a la distribución), Fundación SEUR (transporte y mensajería), Ibergest (impresor de papel) y la Asociación APSA (manipulador de las cajas).«
Un sonoro aplauso a MSF la verdad 🙂
Aclaro mañana con ellos esos 9 centimos a los que hace referencia Jose para asegurar el tiro al 100%
me gusta la idea, mañana mismo compro esas pastillas
Es un comercial excesivamente emotivo. Ya tengo la pastilla del día.
Tambien compre yo ayer de paso que fui a por mis calmantes
Pues yo no la secundo. Las farmacéuticas conforman uno de los mayores emporios comerciales del mundo. El año pasado, a cuenta de la alerta sobrealimentada contra la Gripe A se embolsaron miles de millones. Se sabe de medicamentos que podrían erradicar o aliviar enfermedades infecciosas en los países en desarrollo que no se fabrican «porque no son rentables». Y ahora, pretenden que nuevamente sean los consumidores quienes sufraguen sus obras de caridad.
Esto es como cuando los de U2 piden que junto a la entrada para sus conciertos, ya altísima de por sí, se contribuya voluntariamente para compensar el daño que el exceso de luz y sonido durante los espectáculos produce al medio ambiente. Y después, tienen la cara de ir a cada concierto en jets privados.
Ridículo.
¡Hola R.I.P.! A ver… las farmecéuticas no tienen nada que ver en este asunto. La que promueve esta campaña es Médicos Sin Fronteras, que como su propio nombre indica es una ONG de médicos. Las medicinas se obtienen a través de otra ONG, esta vez farmacéutica, que se llama Farmamundi, entre cuyas actividades está el prestar servicios de compra y distribución de medicamentos esenciales para proyectos de desarrollo y ayuda humanitaria a otras entidades no lucrativas a las que se los suministra a precios de coste. Los medicamentos empleados, además, son los llamados esenciales, cuya costo-eficiencia está más que demostrada y cuyo empleo se considera necesario para el disfrute de los Derechos Humanos (que sirven más bien para poco, pero sirven a veces). Es decir, que (casi) nadie gana dinero con esto: toda la cadena de producción y distribución de los caramelos –de la fábrica de golosinas a la farmacia– se orienta a reducir el coste al mínimo posible, y el dinero recaudado se vehicula a través de otra ONG de probada solvencia que proporciona medicamentos esenciales –muchos de ellos no sujetos ya a patente– a precio de coste. Cuando no es posible hacerlo con estos medicamentos o a este precio –caso del Ambisome®, de ahí el «casi» que dije antes– se pelea al máximo para poder rebajar el precio.
Dicho lo cual, ¿hay hipocresía en la política, la sociedad, las empresas, las figuras públicas, las organizaciones religiosas, etc.? Por supuesto que sí. Empezando por las farmacéuticas, siguiendo por las regulaciones legales de las patentes farmacéuticas, pasando por aquellos que creen que comprando una de estas cajas ya «han cumplido con el mundo» y terminando por aquellos que van por la vida echando discursos e intentando culpabilizar a alguien si no las compra en base a una hipotética «deuda con el mundo y blablablab», y que ignoran que cada uno es sólo responsable de las propias acciones. Así que sí: el sistema puede ser injusto e hipócrita. Tampoco creo que me tenga que sentir culpable por ello. Pero cambiar el sistema es algo mucho más difícil y «largoplacista» que contribuir a paliar sus carencias. Y también mucho más iluso porque el sistema no cambiará. Yo digo que cada uno compre la caja si quiere. Ni va a ser mejor ni peor persona por ello. Pero tanto si la compra como si no, que sepa por qué lo hace y a quién le está sirviendo o dejando de servir la acción.
Y ya he echado el sermón de la montaña xD ¡Un abrazo!
interesante iniciativa… 😉
Pero vamos a ver R.I.P… Explicame si como dice José Torralba: «91 céntimos irán directamente a paliar las enfermedades. Los 9 céntimos restantes se dedican a sufragar los gastos de producción y distribución de la caja con los caramelos». De donde sacan el beneficio las farmacéuticas? desde luego no con este producto. Y si yo también estoy en contra de las farmacéuticas, precisamente, parte de la labor de MSF consiste en llegar a lugares donde los medicamentos no llegan o son inasequibles para sus gentes y a veces ni siquiera existe una cura porque no han investigado sobre ello y claro… ¿Para qué? si no saldría rentable.
No sé si compraré o no las pastillas, porque yo ya colaboro con MSF desde hace tres meses. Esto és solo una estrategia de marketing muy bien hecha que estoy seguro de que funcionara. Apelar a la «caridad» o «solidaridad» de las personas en épocas navideñas, eso es hacerlo en el momento adecuado. Solo les hace falta salir en el telenoticias, anuncios como esos y colocarlo en un lugar visible y con un cartel bien grande «SOLO 1€ !»
Creo que esta iniciativa merece la pena y debemos apoyarla. Médicos Sin Fronteras realiza una labor encomiable.
Un saludo.
Gracias José y Raúl por la información. Así me parece una muy buena campaña, que merece la pena apoyar; mi duda surgía porque en ocasiones he comprado las tarjetitas ésas que se ven en los supermercados ya en la caja, pero cuál fue mi sorpresa la última vez, cuando comprobé que de 2€ el porcentaje para «ayudar» era de apenas un 10%… Y desde entonces soy bastante escéptico con este tipo de campañas. Aunque claro, en este caso surge de MSF, y la que compré, aunque en colaboración con una ONG que no recuerdo, era del Carrefour.
Un saludo!
No se darán a los niños venenos de las multinanales farmaceúticas llamados «antiretrovirales» que no son otra cosa que quimioterapia contra el cancer para combatir a un supuesto virus que jamás ha sido aislado.
!No con mi dinero!
Medicamentos esenciales tambien son los llamados «antiretrovirales» que son inhibidores de la actividad celular,tomandolos un tiempo te quedas en los huesos, se cae el pelo se hunden las mejillas por la lipoatrofia, te sale joroba de bufalo por la lipodistrofia, etc, en pocos meses pareces un «sidoso»
con lo cual se cumple eso de que si das positivo tienes sida, positivo más antiretrovirales=sida
se lo tienen bien montado y ademas son carisimos, pero los pagamos «todos» por lo que al supuesto enfermo le sale gratis su deterioro.
Yomismo te sugiero que te informes mejor sobre el VIH/SIDA y no escupas para arriba por si acaso. Comentarios de este tipo dan asko, y te lo digo como infectada desde hace 22 años. ¿Sidosos? Que adjetivo más estigmatizante. Te sorprendería el aspecto físico de muchos «sidos@s» y ten a mano siempre un preservativo en tu bolsillo y otro en tu boca, éste último para preservar el veneno.
Mar
He estado leyendo todos los comentarios, y la verdad es que todo lo que decís de las farmacéuticas es verdad, y que cuanto más me muevo por el llamado tercer mundo más asco me da este planeta y este sistema que es imposible cambiar… He entrado aquí buscando cuál era el porcentaje destinado a los tratamientos de estas enfermedades, pero no llego a sacar nada en claro, puede que el 100% o el 91% (lo cual ya me parecería de coña, que nosotros compráramos la a cajita de pastillitas para ayudar y la empresa no lo haga altruistamente, si no que encima saque cacho) vaya destinado íntegramente a la campaña, pero, realemente todo ese porcentaje destinado a la campaña va para la labor desempeñada en estos países? porque acabo de llegar del Congo, de las misiones, y el mismo administrador de la diócesis, el cual es allí una eminencia por todo lo que ha hecho en estos 40 años allí, alaba maravillosamente la labor de médicos sin fronteras en África, pero de los 15 médicos que van allí a trabajar y a darlo todo por los demás, pq lo que nunca se dice en las campañas es cuanta gente vive de MSF, nunca se dice el porcentaje de lo que donamos que se va en gastos de «administración», que asciende perfectamente hasta el 60%… yo por eso ya no sé si fiarme y buscaba información acerca del porcentaje destinado, porque si es un 91%, a eso métele el lápiz hasta el 40% y eso es lo que llega para los niños con malaria…