El día a día en un instituto femenino
«No debo tomarme en serio estos juegos».
El instituto es un escenario recurrente en infinidad de mangas, para historias de todo tipo. En las páginas de muchos cómics japoneses, hemos asistido a escuelas de diferentes clases, algunas más comunes, otras llenas de magia; hemos vivido amores, momentos de superación y aprendizaje, decepciones y derrotas con sus personajes; hemos participado en festivales deportivos y culturales, clubes muy variados, viajes escolares. Los mangakas nos han mostrado muchas de sus facetas y han aprovechado al máximo este entorno. Hace unos meses, le dedicamos a este tema un episodio del pódcast de Zona Negativa.
De la mano de ECC Ediciones, nos llega ahora la historia de un instituto femenino un tanto particular, protagonizada por uno de sus profesores: Hoshi en un mundo de chicas. Con esta comedia, WAYAMA Yama se alzó con un premio en la vigésima quinta edición del Japan Media Arts Festival y, además, ha conseguido varias nominaciones a los Taishô, uno de los galardones más importantes de la industria del cómic japonés. Asimismo, ha aparecido en varios rankings de mejores lecturas. Lo que está claro es que las aventuras y desventuras de su peculiar protagonista se han ganado tanto a la crítica como al público.
Hoshi trabaja como profesor de Lengua en un instituto femenino. Tiene una tutoría a su cargo y se esfuerza por enseñar a sus alumnas. Sin embargo, su día a día está lejos de ser normal y anodino: con frecuencia, se le presentan situaciones de lo más curiosas a las que debe hacer frente. Para empezar, ese juego de palabras encadenadas que sus estudiantes han comenzado en el cuaderno de notas de la clase, cuyos dibujos se empeña siempre en descifrar. O la aparición de una nueva mascota escolar de la que, sin comerlo ni beberlo, ha de hacerse cargo. O el deseo de algunas de sus alumnas de que les ofrezca una pequeña orientación sobre su vida profesional. Estas vivencias cotidianas y comunes, en el caso de Hoshi, se vuelven toda una experiencia, y también los ratos que comparte con sus compañeros de trabajo.
Hoshi en un mundo de chicas es una divertida comedia en la que WAYAMA Yama nos ofrece diversos episodios autoconclusivos acerca de la vida en el instituto donde su protagonista trabaja. Para ello, siempre plantea una situación inicial que va desarrollando, poco a poco. Como acabamos de comentar, en principio, dichos puntos de partida no tendrían por qué ser especiales —cuidar de la mascota de clase, revisar los deberes, ayudar a las estudiantes que lo necesitan—, pero la autora les da una vuelta de tuerca y consigue sorprendernos.
Para ello, emplea con acierto recursos como la exageración o el absurdo. ¿Que las alumnas de Hoshi se inventan un juego de palabras encadenadas con dibujos? Wayama hace que su protagonista se «obsesione» con descifrarlo, pensando una y otra vez sobre él y ofreciendo soluciones alocadas que divierten al lector, ya que él sabe desde el principio cómo resolver el enigma. ¿Que una alumna, aspirante a mangaka, le pide consejo a Hoshi sobre sus historias? Nos permite leer las páginas del manga, llenas de situaciones sin sentido, y también ver las expresiones de Hoshi y su compañero Kobayashi, a quienes la estudiante les deja su historia para que le den una opinión. ¿Que Hoshi recibe por error, en vez de un cuaderno de deberes, un diario sobre su rutina? La autora adorna la anécdota con comentarios ingeniosos y equívocos que desembocan en un final disparatado.
Lo que también funciona es el contraste entre la personalidad del protagonista, tan serio e imperturbable, con las circunstancias en las que se ve envuelto, exageradas y divertidas. La forma en la que reacciona ante ellas refuerza el humor, así como las veces en que se nos muestra una faceta suya inesperada, más «desenfada»: desde sus anécdotas en el club de manga al que perteneció cuando estaba en la universidad hasta su manera de emborracharse cuando, circunstancialmente, sale con Kobayashi a cenar. WAYAMA Yama aprovecha muy bien las posibilidades de su personaje y sus circunstancias para hacer reír al lector con sus experiencias, sus pensamientos y sus palabras.
Eso sí, hay que reconocer que este humor absurdo puede no gustar a todos los lectores. Por otra parte, a veces la autora utiliza alguna referencia sobre la cultura japonesa que tal vez resulte poco conocida para el lector occidental, aunque es cierto que la mayoría de ellas cuentan con una breve nota explicativa a pie de página.
El dibujo de WAYAMA Yama, de trazos realistas, encaja en la historia del manga. Así, nos trasladamos al ambiente de un instituto japonés, de las izakayas —esas tabernas tan características del país del sol naciente—. Hay que señalar, por otro lado, la seriedad de Hoshi, que mantiene ese gesto de imperturbabilidad en casi todas las viñetas —con ligeros cambios de expresión cuando algo lo altera o cuando se emborracha—, lo que le otorga comicidad.
Hoshi en un mundo de chicas es, en general, una propuesta bastante divertida, con un humor absurdo bien llevado. La serie acaba de empezar a publicarse en España y, además, aún está abierta en Japón, así que todavía hay que ver cómo la desarrolla WAYAMA Yama en las siguientes entregas. Pero, de momento, cumple con lo que promete: sorprender con el planteamiento de situaciones excéntricas y hacer reír con las vivencias del profesor Hoshi.
Lo mejor
• Lo bien que WAYAMA Yama aprovecha los recursos con los que cuenta para darle comicidad a su historia.
• La manera en que la autora consigue que una situación cotidiana se convierta en algo especial y sorprendente.
Lo peor
• El humor un tanto absurdo de la obra tal vez no sea del gusto de todos los lectores.
Guión - 7.8
Dibujo - 7.2
Interés - 7.6
7.5
El día a día del profesor Hoshi en el instituto femenino donde trabaja nos hará pasar muy buenos ratos... Y es que allí las situaciones más normales se vuelven disparatadas.