Bienvenidos al infierno postnuclear
Autores entran en Marvel/DC. Autores logran triunfar gracias a los superhéroes. Autores deciden dar el salto al cómic de creación propia. Es el gran ciclo de la vida, que diría el bueno de Mufasa, ¿verdad? Y por supuesto, la decisión más lógica. En los tiempos que corren, con el indie más al alza que nunca y decenas de multinacionales ávidas de historias que adaptar para la insaciable industria audiovisual, los autores saben que tienen más cerca que nunca la posibilidad de dar el pelotazo y poder vivir de lo suyo sin tener que obedecer a las injerencias creativas de los dos paquidermos editoriales por antonomasia. Tampoco es que eso nos garantice que esas obras sean buenas, pero al menos nos da la satisfacción de poder descubrir historias nuevas.
Geoff Johns y Gary Frank han sido dos de los últimos nombres ilustres en sumarse a esa larga lista de autores que se lanzan a probar suerte con sus historias, aunque cabe destacar que en el caso de Johns estamos a años luz de un pobrecito cualquiera. A fin de cuentas, no solo hablamos de uno de los guionistas y arquitectos capitales del universo DC, autor de La Noche más Oscura, La Liga de la Justicia o Flashpoint entre otras. También hablamos de un alto ejecutivo de la compañía que se ha codeado con los peces gordos gracias a su puesto como CCO y Presidente de DC Entertainment, a través del cual ha estado implicado en el desarrollo de la práctica totalidad de las películas y series inspiradas en los personajes de la editorial.Tanto es así, que incluso después de haber abandonado dicho puesto en el año 2018, continúa produciendo (y escribiendo a veces) los productos audiovisuales de la Distinguida Competencia.
Esta labor la realiza precisamente a través de Mad Ghost Productions, una productora fundada por él a su salida de DC. En el apartado de los cómics, por otro lado, se anunció la creación de un sello, The Killing Zone, en el que el autor realizaría nuevas historias dentro de la editorial de Superman. Sin embargo, a la vista de la falta de noticias, no queda más que asumir que aquel proyecto quedó estancado y esas ideas migraron hacia otro suelo en el que germinar. Y ese suelo fue Image Comics, donde bajo su propio sello editorial, Mad Ghost Comics, ese nuevo proyecto ha visto la luz bajo su batuta y la de uno de sus compañeros más reputados en los lápices: Gary Frank. No en vano, el artista británico tiene una larga carrera dentro de DC, con una extensa lista de trabajos célebres creados junto al propio Johns, tales como ¡Shazam!, El Reloj del Juicio Final o Batman: Tierra Uno. Juntos, y con la colaboración del colorista Brad Anderson, dieron a luz a su nuevo universo compartido en abril de 2021.
Geiger nos presenta un futuro postapocalíptico en el que Estados Unidos es una tierra devastada y yerma, completamente inhabitable debido a la radiación causada por la explosión de varias cabezas nucleares durante una guerra, la Guerra Desconocida, que nadie sabe quién empezó. Estamos en el 2050, y lo que impera es la ley del más fuerte, con distintos enclaves dominados por líderes duros y despiadados, en el mejor de los casos, que se disputan el control del caótico paraje radiactivo poblado por monstruos mutantes. Sin embargo, corre la leyenda de un hombre que vive en el exterior sin traje, un hombre que brilla en la oscuridad. Algunos lo llaman Joe Brillo; otros, el Hombre Fusión. Pero su verdadero nombre es Tariq Geiger.
Así se presenta en sociedad una serie con cuyos derechos se hizo Planeta Cómic y que, como en otros casos anteriores de cómic USA de especial potencial de ventas, comenzó a publicarla en grapa en octubre del año pasado. Desde entonces, hemos podido leer los seis números que conforman el primer arco de la serie, además de un especial de 80 páginas en el que se reúnen distintas historias cortas protagonizadas por distintos personajes de su universo, y aprovechamos para daros nuestras impresiones sobre ellos.
De base, no se puede negar que Geiger se presenta de manera honesta. Lo que Johns y Frank nos presentan aquí es una serie que bebe enormemente de los elementos más pulp de la narrativa de la Guerra Fría y las premisas más macarras de los géneros postapocalíptico y superheroico. Geiger es acción pura y poses chulas, y no parece que su ambición sea otra que dar espectáculo a base de diseños de personaje estrambóticos y mucho espíritu de serial de los 70 mezclado con violencia explícita. Nota aparte merece la loca idea de ubicar los enclaves de supervivientes en distintos casinos de Las Vegas, que se rigen prácticamente de la misma manera que su atrezzo (que si el Manhattan de los años 30, que si el circo romano, que si el castillo de Camelot…). Resulta tan estridente que le da un punto fresco al manido género apocalíptico.
Gran parte de esa presencia viene sustentada en el potente arte de Gary Frank, cuyo estilo tiene ese toque mainstream y cinematográfico que hace que nos sintamos dentro de un blockbuster palomitero, como sucede con otros compañeros como Steve Epting o Brian Hitch. Es cierto que no estamos hablando de su mejor trabajo: a lo largo de estos seis números, el artista deja ver algunas páginas algo más irregulares de lo que nos tiene acostumbrados. Sin embargo, siguen siendo muchas las estampas poderosas dentro del cómic, especialmente en su primer número, y el intenso coloreado de Brad Anderson (que sabe jugar bien con ese brillo de Joe ídem) le da una irónica vividez a esta América devastada.
La gran pena está en el hecho de que Johns parece tan ensimismado en sentar las bases de su universo que se olvida de darle verdadera profundidad a sus personajes y a sus motivaciones. La historia de Tariq es, obviamente, dramática, pero resulta tan genérica que casi parece una mera plantilla que acompañe a sus toñas radiactivas. Hay tragedia, pero tiene sabor artificial, y resulta muy difícil llegar a cogerle cariño a los protagonistas. Eso, por supuesto, sin hablar del villano principal, tan formulaico como vacío e insustancial. La sensación final es la de que el guionista de Green Lantern quiere darnos un paseo por toda la mitología de este mundo y su reparto de personajes, pero es tan acelerado que, a pesar de que tiene conceptos atractivos, no se logra conectar emocionalmente con ello.
Cabe destacar, sin embargo, que el número extra publicado tras el fin del primer arco deja ciertas sensaciones positivas de cara al futuro. Esta grapa especial de 80 páginas recopila varias historias cortas, realizadas tanto por los creadores originales como por otros autores invitados, con distintos personajes del cosmos de Geiger. Porque sí, recordemos que esta serie es el pistoletazo de salida de un universo compartido, el de los Sin Nombre, una serie de personajes ficticios relevantes en distintos momentos de la historia de estos Estados Unidos imaginados por Johns, desde la Guerra de Secesión hasta los eventos del 2050. Este especial sirve para poner foco en los orígenes de los caudillos que dominan los enclaves de Las Vegas, muy brevemente vistos en el arco inicial, pero también para adelantar otras series que verán la luz, como Casaca Roja o Chatarra Joe (esta última ya publicada en Estados Unidos). Entre estas historias encontramos un poco de todo en cuanto a calidad, pero reconozco que ha logrado despertarme más interés del que esperaba por algunos de sus personajes.
En definitiva, Geiger llega con el cartel de superventas y tras la publicación de su primer arco, las sensaciones son divididas. El universo planteado por Geoff Johns y Gary Frank tiene potencial, pero su presentación sacrifica el desarrollo emocional en aras de centrarse en la espectacularidad y en una extravagancia pulp con sabor a homenaje. La sensación final es algo insípida, aunque con esperanzas de que pueda darnos más con las futuras series que se sumarán a su universo.
Lo mejor
• Es una serie llena de acción, con una extravagancia pulp que le da un toque fresco al género.
• Hay elementos muy atractivos en lo que se deja entrever para el futuro de este universo compartido.
• Gary Frank vuelve a regalarnos algunas estampas dignas de una superproducción…
Lo peor
• …pero también deja ver algunos números más descuidados con respecto al nivel que suele mostrar.
• Johns se centra tanto en mostrar su frenético universo que descuida la profundidad de sus personajes.
Guion - 6.8
Dibujo - 7.9
Interés - 7
7.2
¡Radiactiva!
Geoff Johns y Gary Frank se centran más en la espectacularidad que en la profundidad en su nueva serie, pero dejan entrever cosas interesantes para el futuro de su nuevo universo compartido.
Nota aparte merece la loca idea de ubicar los enclaves de supervivientes en distintos casinos de Las Vegas, que se rigen prácticamente de la misma manera que su atrezzo (que si el Manhattan de los años 30, que si el circo romano, que si el castillo de Camelot…). Resulta tan estridente que le da un punto fresco al manido género apocalíptico.
Citando a George Harrison en Los Simpsons: «Eso ya se ha visto». Específicamente en el videojuego Fallout: New Vegas. No es exactamente igual, pero si lo suficiente para que no resulte original. Lo que, por otro lado, no tiene nada de malo. Personalmente, no tengo nada contra las ideas poco originales, mientras sean bien ejecutadas.
Anda, pues no estaba al tanto, y reconozco que le quita un poco de frescura a la idea saberlo, ya que es de lo poco que me había parecido genuino Pero bueno, como se suele decir, “ya está todo inventado”, y como dices tú, lo importante es la ejecución.
¡Gracias por leernos!
Gran reseña y estoy con vosotros. Mi hype estaba alto y eso me ha lastrado; pero es una buena aventura, poco pretenciosa y maravillosamente dibujada. Eso si, me planteo el comprar un segundo volumen, si lo hay, porque no me ha conseguido cautivar lo suficiente.