Punto de no retorno
«No hay nada más penoso y más triste que un monstruo ¿verdad?»
Ya no hay marcha atrás, hemos llegado al comienzo de la pendiente y hemos pasado el límite. Ahora sólo queda caer hacia la oscuridad.
Tras el final de los especiales de verano encadenados que comentamos al final del segundo tomo, toca un número duro y de personajes trastornados. Pese a sus enseñanzas zen y melancólico final, el mencionado anual se podría considerar despreocupado en comparación con el 21 de la serie regular, dedicado a personajes colgados de antiguas aventuras (del número 6 para ser exactos) que vuelven como fantasmas de la violencia pasada.
En todo caso, el grueso del volumen son las anunciadas elecciones a la alcaldía. Dennis O’Neil no descansa en su cruzada para mostrarnos que no hay verdaderos héroes. Los que lo intentan sufren o mueren pírricamente, y los que son miserables disfrutan de su momento de redención.
La maldad sin tanto tamiz es mostrada en forma de corrupción. Corrupción en la tecnología de voto, en la coacción al voto, en al soborno de voto… hasta en las leyes de gobierno. Parece que Myra no tiene oportunidad ninguna de romper el ciclo de fraudes que gobierna en Hub City.
La tensión por el resultado de las elecciones irá en un crescendo en el que los giros son continuos, incluso después de conocerse el resultado. Uno de estos cambios en el juego de las sillas de la trama es demasiado tétrico, me sigue estremeciendo incluso después de varias lecturas.
Porque efectivamente, la auténtica protagonista de la serie, que nos ha acompañado desde el principio, es de nuevo la violencia. Esta se sigue manifestando en los mortales disparos, en las dolorosas peleas, en los actos criminales de los moteros, e incluso en el clima que destroza la ciudad.
Violencia retratada con maestría por el equipo dibujante. Qué maravilla cuando dos astros se encuentran. Incluso un admirador de las tintas sucias de Rick Maygar como el que escribe tiene que quitarse el sombrero ante la dupla de Denys Cowan y Malcom Jones III. El entintador se acopla como un guante desdibujado a los trazos del dibujante ofreciendo un dibujo difuso cuando se necesita, cargado de líneas en los rostros expresivos, lleno de manchas en una ciudad que se deshace ante la fuerza de la naturaleza.
Tatjana Wood sigue estando precisa entre ese mar de tintas y los estallidos de violencia. Pero todo lo bueno se acaba, hay un interludio con el acertijo como estrella invitada en el que el dibujo de Bill Wray resulta un dolor a los ojos después del nivel alcanzado.
Por suerte, en seguida vuelve el equipo Cowan-Jones, con otro capítulo algo perdido, pero que nos deja escenas preciosas. También sirve de homenaje al propio medio a través de unos cómics dentro del cómic firmados por Rick Stasi, Terry Beatty y Milt Snappin.
En el 28 por fin la cosa se anima y comienza una nueva saga, con nuestra querida Lady Shiva, que precisamente abrió el tomo con aquel especial perdido. Y disfrutando de su violencia incontenible, de paso los dibujantes firman en un póster como «bad asses.» (chiquillos…)
Aunque parece que O’Neil ha perdido fuelle y volvemos a los argumentos algo pueriles, todo acabará cobrando algo de sentido para seguir desarrollando esta historia río de aguas contaminadas. Lástima que de nuevo nos quedamos sin saber el final de la historia.
Ya sólo nos queda un continuará, a un tomo del final de esta road movie de un mismo lugar. Una Hub City que se pliega en sí misma como un agujero negro, símil no descaminado ya que atrapa toda luz. Al atravesarlo olvídate de Oz, porque aquí, al contrario que en el país de fantasía, es la gran mayoría la que no tiene corazón, ni alma, y mucho menos valentía.
Lo mejor
• Si te gustaron los dos tomos anteriores, sigue disfrutando.
• La pareja Cowan y Jones III.
Lo peor
• Si te gustaron los dos tomos anteriores, no hay vuelta atrás.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.4
Interés - 9
8.6
Sin frenos
«Si te gustaron los dos tomos anteriores, no hay vuelta atrás.» Jeje muy bien
Es lo q más me cuesta escribir d cada reseña 😉
Una gran reseña para una gran serie.
En mi opinión por lo que recuerdo de lecturas anteriores el nivel gráfico bajaba cuando se iba Rick Magyar. Veré si en una próxima relectura cambio de opinión.
Muchas gracias Jaime! Creo que se debe a los capítulos que no dibuja Cowan, eso si que baja nivel. Pero te aseguro que Jones III no hace echar d menos a Magyar en absoluto
Es lo más interesante de reencontrarte con un disco,un libro, una película o un cómic en diferentes momentos de tu vida, ver cómo a pesar de que la obra es la misma tu percepción de ella puede cambiar a lo largo del tiempo.
Es probable que cambie de opinión, o tal vez no, quién sabe?
Sí que recuerdo que en los capítulos que no dibujaba Cowan el nivel bajaba y que luego pareja Cowan-Jones III mejoraba el nivel aunque en la época me gustaban más a nivel gráfico con el entintado de Magyar.
Lo dicho,te volveré a escribir cuando relea.
Un abrazo.
Cierto, que chula es esa sensación. Deseando entonces saber que te ha parecido ahora! Un abrazo
Curiosidad…
En el número 27 Question pregunta a Aristoteles si los comics de su hermano son buenos, y este le contesta que no especialmente, y por eso no siguio… como Capitán America por ejemplo.
Asi que en el universo DC postcrisis se leian comics de Marvel.
Cierto, muy bueno! Hasta el número 124 de Green Arrow, «el arquero de 2 mundos», en el que, al encontrarse con el Halcón, se demuestra que los personajes de los cómics habitaban en realidad una tierra alternativa que… wait!